Ruki
Uno sabe cuando las cosas no van a acabar bien, es más, lo sabemos tan bien que me sorprende que no salgamos corriendo de aquellas situaciones. En mi caso, moría por hacerlo, pero era mas que obvio que no iba a dejar a mi mejor amigo solo mientras se estaba vanagloriando de algo que NO iba a salir bien.
-le puedo ganar – me aseguró Uruha confiado hasta mas no poder. Ciertamente a veces me era difícil reconocerlo cuando se comportaba así, me gustaba como era ahora, tenía mas confianza en sí mismo, ya no se dejaba engañar tan fácilmente y aun tenía vestigios del Kouyou que conocía, al menos conmigo porque si de Aoi se trataba la historia era completamente diferente.
-no, no puedes Uru – le dije tratando de no sonar grosero o que no confiara en él – no digo que no seas bueno – corregí al ver su mirada – pero entiende que Aoi es el mejor corredor que hay por aquí – expliqué tratando de que entrara en razón.
Uruha giró los ojos – yo mismo modifiqué el auto, puedo ganarle. Mi skyline es mucho mejor que el BMW de Reita – trató de convencerme.
Negué – no es el auto, es el piloto – nos miramos fijamente y pude reconocer un poco de duda en su mirada, pero no dijo nada mas. Al menos si quería hacerlo no pudo pues los organizadores comenzaron a llamar a los pilotos para que la carrera diera comienzo.
Muriéndome de nervios me acerqué a mi hermano quien lucía aun peor que yo, mordía sus uñas y movía la pierna excesivamente rápido. No fue difícil lograr que Ruka nos enseñara en su tablet la trayectoria que debían recorrer en el circuito cerrado.
Sakito estaba junto a mi – no te preocupes – me dijo en voz baja – pasará lo que tenga que pasar – parecía que se lo estaba diciendo mas a sí mismo que a mí, pero agradecí el gesto.
Arrancaron menos de cinco minutos después y creo que no fui el único que sintió un hueco en el estomago, pues todos tanto de Gazette Nine como de Nightmare en grey lucían una mueca extraña en la cara.
Sin ninguna sorpresa Aoi fue el primero en tomar la delantera, por alguna milagrosa razón todos estábamos reunidos en el mismo lugar. Podía escuchar claramente el comunicador de Kai como el de Ruka, sabíamos que estaba pasando con los dos.
-tienes que seguir derecho – ordenó Kai sin despegar la vista de su tablet – Uruha aun no consigue ….
-¿Qué demonios? – escuché a Aoi y por mero instinto me giré hacia Ruka, quien en su tablet mostraba como Uruha se había atravesado, bloqueando completamente el paso de su hermano. Aoi no había podido frenar lo suficientemente rápido, así que tuvo que girar hacia la izquierda bruscamente para evitar el skyline, chocó ligeramente contra la pared del estacionamiento que era parte del circuito.
Eran pocos los corredores que se atrevían a atravesarse de esa forma, básicamente porque era muy arriesgado. Tanto para el auto como para lograr que ninguno de los dos autos saliera ileso. Uruha arrancó un minuto después tomando el camino de la izquierda, dado que había logrado perder a Aoi, los corredores tienen que cumplir un circuito pero no necesariamente deben cumplir con la ruta.
-ve a la derecha, Aoi dio reversa y va tras de ti – informó Ruka con voz tranquila, se notaba que estaba sumamente concentrado.
-Aoi, olvidalo, consigue otra, trata de rebasarlo, sólo lo estás persiguiendo – fueron las palabras de Kai, pero el pelinegro se negó rotundamente y siguió detrás de su hermano.
Uruha frenó en seco y dio una vuelta entera de 180 grados, la estabilidad del auto era impresionante, no cabía duda que había sido obra del castaño. Ningún carro en condiciones normales podría haber hecho ese tipo de giro tan cerrado sin hacer drift o haber perdido la estabilidad del auto, lo cual le ahorró una curva excesivamente abierta.
– ¡frena! – le gritó Kai a Aoi, respuesta que obtuvo fue una carcajada.
Aoi no frenó; movió el volante bruscamente hacia la derecha tratando de pasar la curva, pero un error en el calculo hizo que todo el costado izquierdo del BMW pegara contra la parte trasera de un auto estacionado. Un enorme chirrido se escuchó en ese momento.
-hijo de puta, lo hizo a propósito – escuché decir a Reita.
Aoi alcanzó a Uruha sin ningún problema y a pesar de que ya no tenía la luz delantera. Ninguno de los dos había alcanzado ni la mitad del recorrido y ya habían hecho demasiado alboroto, si seguían así llamarían la atención de la policía. Algunas ocasiones llegaba a pasar que la policía te persiguiera a pesar de no ser la modalidad. Cuando esto ocurría tenías que salirte de la carrera o perderlas antes de terminar el circuito.
-delante de ti – dijo Ruka – hay tres patrullas, disminuye tu velocidad – no hubo respuesta, pero el skyline paró cerca de los vehículos.
-escuchen – pronunció mi amigo castaño – un loco en un BMW me viene persiguiendo – fingió estar asustado – incluso ya le pegó a un auto estacionado – respiró agitadamente. Todos nos miramos sin entender que pasaba.
Dos de las patrullas se arrancaron al ver el auto mencionado – carajo – se escuchó Aoi en el comunicador. Se echó en reversa con una destreza impresionante evadiendo todos los carros que venían hacia él, pues ya iba en sentido contrario y en reversa.
Uruha continuó con su camino y podría jurar que estaba sonriendo.
-Aoi tienes que perderlos – gritó Kai sin poder creer lo que acababa de pasar.
Por otro lado Ruka le daba instrucciones a Uruha para llegar al final del circuito.
-son dos Kai, ¿Cómo carajos esperas que …. – Aoi dejó de hablar pues se dio cuenta que estaba solo a dos calles de terminar, al menos eso lo sé porque él me lo dijo después; sin querer había logrado adelantar a Uruha. Miró a su alrededor, analizando la situación en menos de tres segundos, había encontrado la solución perfecta para despistar a las patrullas y llegar a la meta - ¿Dónde esta Kouoyu? – preguntó desesperado.
Kai miró a Ruka – llegará en menos de diez minutos – contestó y Kai pasó el recado.
-mucho tiempo, así le ganaré yo – contestó acelerando.
-¿Qué haces? – la voz del líder sonó entrecortada.
Aoi tomó una pequeña calle de un solo carril, giró dos veces a su derecha y suspiró fuertemente – iguana, perdón por tu auto – dijo finalmente. Reita palideció en el momento en que Aoi frenó y se volvió a echar de reversa, chocando directamente contra la patrulla detrás y esta chocó contra la segunda. Había calculado perfectamente en donde se encontraba un callejón y había logrado que la ultima patrulla chocara de lleno contra la pared, además de recibir el golpe de la patrulla de adelante.
Fue un minisegundo de silencio - ¿ESTÁS ENFERMO? – le gritó Kai con sumo enojo – sal de ahí antes de que se ponga peor – escuché que el BMW arrancó con facilidad a pesar de la maniobra anterior.
-¿Dónde está Kou? – volvió a preguntar, estaba peligrosamente cerca de la meta.
-una calle atrás de ti – contestó Kai.
Nunca sabré si lo que pasó fue real o Aoi lo fingió todo. Iba adelante, era más que obvio que le iba a ganar a Uruha, cuando el auto se apagó, así de pronto. El skyline pasó menos de un minuto después, dejando el BMW atrás y llegando a donde debía llegar antes que Aoi.
-el auto no prende – dijo finalmente el pelinegro con un tono que no pude reconocer.
-x-
-no se preocupe joven, el seguro pagará todos los daños, incluidos los daños a las patrullas – dijo un señor alto ligeramente obeso – los delincuentes, no les basta con robar el auto, sino además deben causar destrozos – negó - ¿está seguro que no vio nada? – volvió a preguntar.
Reita negó – como le dije, estaba con mis amigos y cuando regresé me di cuenta que el BMW no estaba, fue cuando llamé a la policía – explicó con una increíble actuación.
-te juro que te pagaré iguanita bonita – dijo Aoi una vez que el tipo del seguro se hubo marchado.
El rubio lo miró con ganas de matarlo – no me tienes que pagar nada y lo sabes, pero me encantaría que fueras mas consciente. Bueno y a todo esto ¿lo dejaste ganar o no? Digo, mínimo me debes una respuesta– se sentó a mi lado.
Estábamos todos en la sala de Reita la mañana después de la carrera. Shou como siempre sólo tenía una mueca dibujada en el rostro, mientras Kai lucía mas enojado que de costumbre. Aoi cambió su expresión de inmediato al escuchar la pregunta de mi novio – no sé de que hablas – fue lo único que contestó – ya les dije mil veces que el auto no encendió – explicó un poco molesto.
-¿has hablado con Uruha? - preguntó Shou con ese tono serio que lo caracterizaba.
Aoi chasqueó la lengua – ni siquiera cuando terminó la carrera. Con quien quiero hablar es con Kyo, seguramente él sabe si habló con Mana o que le dijo o qué carajo – se jaló el cabello de forma frustrante.
-Kyo no sabe nada – dijo Kai con tremenda calma, lo que logró que todos se giraran hacia él - ¿Qué? – preguntó alzando una ceja.
-y tu ¿Cómo sabes? – preguntó Aoi sin que el semblante serio desapareciera.
Reita se revolvió incomodo a mi lado – hablaron el día de la fiesta, supongo que fue eso – se alzó de hombros tratando de restarle importancia al asunto.
Kai lo miró parpadeando varias veces – si, de eso hablamos – dijo rápidamente.
-la platica debió haber sido muy larga para que amanecieras en mi casa – dije suspicazmente ¿he mencionado que no soporto a Kai? No era mi culpa, el chico me daba igual hasta que empezó a soltar sus comentarios sarcásticos acerca de mi relación con Reita. Se nota a leguas que está muerto por mi novio y bueno aunque nuestra relación no sea del todo sincera, sigue siendo mi novio y Kai no debería tener nada que ver. La verdad esperaba una reacción por parte de Aoi, no lo que pasó después.
Mi rubio novio se levantó violentamente del sillón - ¿¡¡TE ACOSTASTE CON KYO!!? –gritó como desquiciado.
-no – fue la respuesta rotunda de Kai – pero me encanta, que este enano dice algo y automáticamente crees que me acosté con alguien – dijo calmadamente.
-no te di permiso que me dijeras enano – contesté desafiantemente.
Aoi miró con nerviosismo a Shou, mientras su líder reía irónicamente – ciertamente tu permiso no lo necesito – terminó tajantemente. Estuve a punto de contestarle pero Reita me interrumpió.
-no lo dije por ti – permaneció parado – pero Kyo se acuesta con lo primero que encuentra – dijo con despecho.
Kai se levantó también – entonces la única razón por la que Kyo se acostaría conmigo es porque fui lo primero que se le cruzó – dijo ofendido – bravo Reita, tu si sabes como hacer sentir a alguien especial – chasqueó la lengua agarrando sus cosas dispuesto a irse.
-te estoy protegiendo – le dijo como si fuera la cosa mas obvia del mundo.
El otro se giró aun mas molesto – y a ti a ultimadas cuentas ¿Qué carajo te importa lo que haga o no haga? – me señaló – ahí está tu noviecito, protégelo a él y a mi ¡¡DEJAME EN PAZ!! – sonó casi a una súplica. Acto seguido salió de la casa azotando la puerta.
Quedamos en un silencio incomodo hasta que Reita estalló de nuevo - ¿Por qué se comporta de esa forma? – señaló hacia la puerta ofendido – es obvio que me preocupo por él, sabemos como es Kyo, además está saliendo contigo – señaló a Aoi usando un tono de voz excesivamente agudo.
Aoi lo miró sin moverse – eres un soberano imbécil – fue lo único que dijo.
-x-
-me estoy volviendo loco – dije tirando el restante del cigarro al piso y apagándolo con el pie.
-a decir verdad tu te lo ganaste, no debiste decir eso – dijo Uruha alzando los hombros.
Fruncí el ceño – tal vez, pero quería que Aoi hiciera una escenita no Reita – me detuve al ver la expresión de mi amigo - ¿tu cómo estás? – le pregunté. Era domingo por la tarde y los dos disfrutábamos de un rato juntos, sentados en la banqueta frente a la casa de mi amigo.
-raro – contestó – mis padres se acaban de pelear, mi madre está arriba llorando y mi padre quien sabe donde está. Últimamente no lo veo mucho, desde que pasó lo de Yuu las cosas están cada vez peor – sonrió de lado – antes minimo podía hablar con él – miró fijamente al piso.
-puedes hablar conmigo – le dije sonriendo.
También sonrió – gracias Taka y entonces ¿Qué hizo Reita? – desvió el tema.
Negué rotundamente mientras prendía otro cigarro – no sé porque Kai me molesta tanto, es decir, yo sé que Reita yo deberíamos terminar pero….bueno sigo siendo su novio ¿no? – le di una bocanada al cigarro.
-basicamente, no usas la bicicleta pero no quieres regalarla – dijo con tono burlón.
Alcé la ceja – básicamente – acepté - ¿de donde sacaste esas frases? – sonreí al instante.
Uruha sonrió – Saga se la vive diciendo cosas así – contestó divertido – no entiendo que es lo que no funciona con Reita, digo parecían mu enamorados y todo. No creo que sólo haya sido Nao – dijo realmente curioso.
Suspiré, siquiera escuchar su nombre me causaba un hueco en el estomago y la falta de aire – no lo sé, tienes razón, no fue Nao. Fueron demasiadas cosas, al principio todo iba muy bien, hasta que me di cuenta que Rei es….como decirlo…… ¿dominante? No creo que esa no es la palabra, es decir, es un caballero, me abre la puerta, me atiende, paga todo – se me acabó el aire.
-todo lo que tu eres – completó mi mejor amigo.
Asentí – exacto, yo soy el atento el que paga….con Reita….- torcí la boca – es como si yo fuera la chica de la relación. No tiene nada malo, pero yo no soy así. Con Nao…-no pude evitar sonreír – con Nao es distinto, a pesar de que es mas grande que yo, deja que lo atienda, que lo consienta, me encanta como se intimida cada vez que le hablo…cosas de esas – me alcé de hombros – supongo que nuestras personalidades se acoplan y la mía con la de Reita chocan – aplaudí para hacer la simulación.
-Nao te tiene completamente estúpido – fue su única respuesta.
Abrí la boca para contestarle pero mi celular comenzó a sonar en ese momento, el numero hizo que el alma se me cayera a los pies - ¿Quién es? – me preguntó el castaño al notar que no contestaba – Ruki, contesta – me despertó de mis pensamientos.
Abrí el celular y contesté, temía lo peor…bueno la verdad a estas alturas ya no sé que era peor – ¿hola? – contesté con voz temblorosa. La llamada no duro mas de diez minutos.
-¿Qué pasa? ¿Quién era? – Me preguntó Uruha una vez que colgué, pero fui incapaz de decir algo, estaba demasiado asombrado por la noticia, no sabía cómo reaccionar – Taka, me estás asustando – realmente lucía preocupado. Me tomó por el brazo y comenzó a jalarlo exigiendo una respuesta.
-Nao…- pude pronunciar finalmente y el jaloneo cesó. Pasó un minuto entero antes de que pudiera continuar con la oración, miré a Uruha detenidamente – despertó…
-x-
No me sorprendió llegar al hospital junto con Uruha y ver que Shou, Reita, Aoi y Kai ya se encontraban ahí. Mi primer impulso fue abrazar a mi novio pero por alguna razón me contuve, en realidad no me sentía con ganas, lo único que quería era ver a Nao, saber que estaba bien, poder hablar con él, me estaba volviendo loco y aun mas no poder demostrar mi preocupación frente a todos los demás.
-está en una habitación, ya no está en terapia intensiva – informó Reita cuando nos vio llegar. Sentí que un enorme peso se iba de mis hombros, incluso algunas lagrimas se acumularon en mis ojos pero no alcanzaron a salir por completo – sus padres están ahora con él, no quieren abrumarlo mucho, después de todo lleva bastante tiempo sin saber del mundo exterior – hizo una mueca desagradable.
-¿alguno de nosotros podrá pasar a verlo? – pregunté con la voz mas temblorosa de lo que hubiera querido.
Reita me miró fijamente por lo que parecieron siglos, por un momento pensé que diría algo referente a mis sentimientos por Nao, cosa que me provocó un hueco en el estomago, pero de nuevo, él no sabía nada ¿o si? ¿Por qué habría de saberlo? El único que sabía era Uruha y no era como que mi amigo fuera un chismoso o algo parecido, sin embargo la forma en la que mi novio me miraba no me hacía sentir muy seguro, así que terminé por desviar mi mirada al piso sin saber que mas decir.
-al parecer sólo dos de nosotros podrá pasar a verlo, por lo mismo, para que no se sienta mal o algo parecido – explicó Kai con voz monótona.
Asentí con un nudo en la garganta, por supuesto que uno de esos dos no sería yo, es decir, cualquiera de ellos tenía más derecho a verlo que yo, lo conocen de mas tiempo; son sus mejores amigos, compañeros de equipo, blablablá….yo sólo soy el novio de Reita….bueno sé que para Nao no soy eso ¿o si? Tenía ganas de azotarme contra la pared.
-me gustaría pasar yo, si no les molesta – dijo Shou un poco mas serio de lo normal.
Todos asintieron sin refutar nada, Reita volvió a mirarme pude sentirlo, pues no me atreví a alzar la vista del piso. Se quedaron unos minutos en silencio, hasta que por fin el rubio habló – creo que deberías pasar tu Ruki – dijo sin expresión en la voz.
Alcé la vista sin poder creerlo, tuve que parpadear muchas veces antes de poder ver a Reita enfocadamente, ahí estaba mirándome sin ningún gesto en su cara, permanecía serio e incluso tranquilo, pues en su boca se dibujo media sonrisa mientras me asentía con seguridad.
-Rei… -escuché a Kai, de inmediato se miraron, pero el rubio me miró de nuevo.
-has estado aquí mas que cualquiera de nosotros, lo mereces – fue Aoi quien pronunció las palabras que rompieron el extraño ambiente que se había formado.
No sonreí pero asentí para demostrarle mi agradecimiento, me giré hacia Reita pero su semblante no había cambiado, es mas, creo que ni había pestañeado.
Finalmente después de unos 10 minutos de larga espera, la madre de Nao salió, me dio un fuerte abrazo, se notaba que había estado llorando de felicidad – está despierto y haciendo bromas para variar – sonrió mientras negaba con la cabeza. Se secó algunas lagrimas con un pañuelo que traía en la mano y se dirigió a nosotros – por el momento sólo pueden pasar dos de ustedes, los demás lo podrán ver mañana y en el transcurso de la semana. Fueron indicaciones del doctor, créanme que si por mi fuera los dejaría pasar a todos, sé que eso le haría bien a Naoyuki, pero indicaciones son indicaciones – explicó en tono serio – en fin ¿Quiénes pasarán a verlo? – inmediatamente se dirigió a mi, lo cual causó un severo sonrojo en mis mejillas.
-Ruki y yo – avisó Shou dando un pequeño paso hacia el frente.
Su madre parecía satisfecha, pues asintió de inmediato – al final de pasillo, es la habitación 407 – señaló con la mano.
Shou y yo caminamos por el pasillo, sintiéndome mas incomodo que nunca, no pude evitar ver hacia atrás y notar la extraña escena que se había formado en la pequeña sala de espera. Aoi miraba de reojo a Uruha quien estaba recargado en la pared jugando con su celular, ya no había rastro de Reita, pero noté que Kai salía disparado hacia donde se encontraba el baño. Shou se me había adelantado un poco cuando volví al frente, caminé un poco rápido para alcanzarlo, sintiendo mariposas en el estomago.
-yo pasaré primero – informó el castaño rojizo – tal vez yo tarde menos – todo el tiempo permaneció viendo a la puerta, me sentí bastante estúpido al sólo asentir cuando el no me estaba viendo; pero al parecer me vio o no le importaba en lo absoluto mi opinión.
Como dijo, no tardó más de diez minutos en su habitación, pero fueron los diez minutos más largos de mi vida. No sabía qué hacer, sacar el celular y ponerme a jugar no se me hacía lo más correcto en mi situación; pasearme por todo el pasillo tampoco, no es como si estuviera esperando a que mi hijo naciera o algo parecido. Lo único que pude hacer fue recargarme en la pared y morderme las uñas como desquiciado mientras veía fijamente al reloj clavado en lo alto de la puerta junto a la de Nao.
Shou salió de la habitación con una ligera sonrisa en su cara, me dio una palmada en la espalda y se dirigió a la sala de espera. Tragué saliva acercándome a la puerta, estiré la mano, temblaba demasiado; tuve que respirar profundamente para tranquilizarme un poco y por fin giré el picaporte.
La primera vez que lo vi después del accidente fue una de las imágenes mas dolorosas que jamás haya visto. Fue en terapia intensiva fue muy difícil verlo en coma, conectado a tantos cables y tubos, con tantos golpes y yesos por todo su cuerpo. La verdad me esperaba algo parecido al entrar a la habitación.
Sin embargo no fue nada parecido, ahí estaba Nao, mi Nao. Aun tenía el yeso en la pierna y el collarín puesto, pero la mayoría de los moretones de su cara habían desaparecido por completo y por supuesto ya no estaba conectado a ninguna maquina, lo maravilloso del asunto era la hermosa sonrisa dibujada en su rostro cuando me vio entrar.
-Ruki – dijo con voz rasposa – no pensé que fueras tu quien…
Negué para que no siguiera hablando – lo importante es que estás bien – sonreí acercándome un poco mas brusco de lo que hubiera querido. Sin pensarlo ni un segundo me acerqué y le di un pequeño beso sobre sus labios. Nao abrió la boca pero no alcanzó a decir palabra, estaba bastante rojo, espero que no sea malo para su salud – me diste un buen susto – dije con voz ronca – por un momento pensé que no sería capaz de decirte frente a frente lo que siento….-.
-Ruki…yo…ese día… - tartamudeaba.
-déjame terminar…
Dos días antes de su accidente, Nao y yo estábamos saliendo del cine, no era la primera vez que íbamos, puesto que a Reita no le gustan las películas de terror y el único dispuesto a acompañarme era Nao.
-esta vez si me dio mucho miedo – me dijo una vez que estuvimos en su auto.
Reí con fuerza – se notó, casi me deshaces el brazo – hice una mueca de dolor.
-lo siento – dijo bastante avergonzado.
-te ves lindo asustado – acepté sin pensarlo realmente.
Nao me miró sin entender muy bien lo que acababa de pasar pero su mirada se dirigió de inmediato al volante- Ruki ¿amas a Reita? – me preguntó en voz baja.
Fruncí el ceño de inmediato - ¿Qué viene eso al caso? – alcé la ceja aun poco molesto, me la estaba pasando tan bien ¿Por qué tendría que sacar a Reita al tema?
Se alzó de hombros – que las cosas que haces conmigo deberías hacerlas con él, las cosas que me dices o que hacer por mi ¿no deberían ser para él? Estoy confundido – admitió finalmente – me confundes y realemnte ya me cansé de sentirme así – cerró los ojos.
Sentí un pequeño salto en el corazón, sabía perfectamente a lo que se refería pero en ese momento no lo quise aceptar - ¿a que te refieres? – sabía la respuesta pero me negaba a aceptarla, no estaba listo.
-me gustas mucho – confesó sin mirarme – puedo decir que me he enamorado de ti, pero tú estás con uno de mis mejores amigos. Tu conducta, no la entiendo. No entiendo nada y ahora sólo me estoy haciendo daño, ya no quiero. Así que dime de una vez por todas que sientes y saber qué es lo que puedo hacer al respecto – me miró fijamente.
-¿hacer? ¿Qué piensas hacer?
-si me correspondes yo puedo hablar con Reita, lo podríamos superar juntos. Pero si no lo haces, creo que esta es la última vez que salimos de esta forma – tembló un poco al decirlo pero se notaba decidido.
En ese momento no supe responder, terminé bajándome del carro, diciéndole que no tenía una respuesta a lo que me estaba diciendo, que estaba confundido y que era mejor que no nos viéramos mas. Que tenía razón y que le estaba haciendo daño, le dije que después hablaríamos bien, aunque no tenía la mas mínima intención de hacerlo. No hablé con él y entonces el accidente sucedió.
-no debía haberme marchado así – le dije sentándome en una pequeña silla que había junto a su cama. Nao no tenía tanta movilidad pues sus costillas aun se estaban recuperando, sin mencionar su pulmón, pues si ya había despertado aun estaba delicado –fui un cobarde y un estúpido – sonreí al ver que Nao intentaba asentir.
-me di cuenta de lo que sentías al verte hui así, supongo que tiene que ver con Reita y todos los lios en los que estamos metidos – dijo viendo hacia el frente.
Le di la completa razón – pero ahora es completamente diferente y no lo digo por Reita, lo digo por mi. Es ironico que tengan que pasar estas cosas y me odio por eso, pero me dio fuerza para entender que quiero estar contigo y que mi relación con Reita es una absoluta mentira – dije avergonzado. No tenía cara realmente para mirarlo, me sentía tan mal.
-aun tienes miedo – no fue pregunta.
-si- confesé – no quiero hacer mas problemas de los que ya tenemos – torcí la boca.
-la vida está llena de problemas Ruki – dijo aun si mirarme – tener a alguien a tu lado mientras los resuelves es lo que hace que valga la pena – sonrió.
Miré a Nao de distinta forma, mas profundamente. Ya no era el mismo y eso me encantaba porque de repente sentí una fuerza que pensé que había perdido después de tantos problemas. Él estaba bien, estaríamos bien.
El momento hubiera durado mas de no haber sido porque mi celular empezó a sonar insistentemente, me sorprendió ver el número de Uruha en el identificador, así que contesté sin saber que esperar.
-Ruki ven pronto – sonaba agitado – Reita y Kai….se van a matar….