Kouyou
Me gusta Tora, es decir, no es feo y es bastante agradable, puedo hablar de autos con él y me hace reír mucho. Digo, me gusta, pero….bueno no sonará mal si digo que si en este momento me besa no tendría ningún problema, es mas, hasta curiosidad me da, nunca he besado a nadie mas excepto por….ok, dije que no iba a pensar en eso. Desde el principio de la fiesta Tora no se ha separado de mi, creo que también tiene que ver con el hecho de que la ultima semana estuve ¿Cómo se diría? ¿Coquetear? Si, eso. La verdad sería interesante tener a alguien como él de novio, ya me cansé que haya tanta miel a mi alrededor y yo sin nada. Pude haberlo hecho desde hace años, pero no, siempre me esperé a….tampoco importa. Todo lo que siento está mal, así que no le veo nada de malo tratar de sentir mas cosas por otras personas.
-Kou – la voz de Shinji me saca de mis pensamientos - ¿estás bien? – me sonrió, asentí sintiendo el sonrojo en mis mejillas, me mira de una forma que es totalmente distinta a los demás.
-si, perdón, es que el alcohol hace que divague – me excusé mirando mi vaso ya sin nada de bebida.
-¿quieres que te sirva mas? – no me dejó contestar, agarró mi vaso, me dio un beso en la mejilla y se fue a la cocina a servirme mas alcohol.
Me quedé ahí completamente embelesado - ¿tu estas loco o qué? – Ruki se acercó a mi rápidamente. Alcé la ceja sin comprender – ya hubo una pelea ¿quieres que haya otra? – parpadeaba exageradamente rápido.
-¿de que carajo hablas?
-si tu hermano te ve…
Bastaron esas palabras para que me encolerizara – lo que haga o deje de hacer no es asunto de mi hermano – le dije bastante indignado, sin embargo la cara de Ruki fue todo menos asombro.
-¿te peleaste con él? - ¿Por qué cuando muestro alguna señal de rebeldía lo primero que piensa es que me peleé con Aoi?
Suspiré – no, pero en serio no tengo que pedirle permiso a Yuu para hacer las cosas que hago – traté de excusarme, pero Ruki bufó en desaprobación – es que no es justo Taka, él puede estar ahí arriba revolcándose con Kai y yo…..
-te lo he dicho un millón de veces Kou, la forma en la que tu hermano te trata es por pura calentura, no deja de ser enfermo – hizo una mueca – pero es solo eso, el amor entre hermanos no existe Kou, al menos no el que tu quieres – me dio una palmada en la espalda.
No necesitaba que me dijera esas cosas, o mas bien, que me lo repitiera por enésima vez, yo sé porque Yuu hace esas cosas, todo el tiempo lo he sabido, pero eso no evita que sienta que a veces me besa o me habla con autentico amor de pareja. Suena enfermo y antinatural, di lo que quieras, pero yo me siento así, sé que mi hermano es mas para mi que cualquiera ¿Cómo no enamorarse de una persona que te trata como Aoi me trata a mi? Sé que es la labor de cualquier hermano cuidar de su hermanito, estar ahí para cuando lo necesite y ser un amigo, sin embargo, no puedo evitarlo, amo a Yuu, lo amo desde mucho antes que entendiera lo que era amar. Aunque Aoi solo lo hace para hacerme sentir mejor, lo sé.
Por eso me muero de celos cada vez que está con Kai, cada vez que lo abraza o lo besa frente a mi, porque yo también he recibido esos abrazos, esos besos; aun si no son con la misma intención. Como quisiera que Aoi me viera de la misma forma que a Kai, que me tocara de la misma forma, o si, los he escuchado miles de veces cuando mis padres no estay ellos se encierran en su habitación ¿Por qué a mi no me ve de esa forma? Lo que daría por que alguno de esos roces fueran para mi, pero es pecado y está prohibido. Por eso quiero olvidarlo y comenzar a hacer muchas cosas que no hice por…bueno por esperar a Yuu.
-lo sé Taka, y si quiere comenzar una pelea o algo yo mismo lo detendré, Tora me gusta – le confesé antes de que el mencionado volviera con mi vaso.
-aquí esta – me tendió el vaso y de inmediato volvió a tomarme por la cintura, lo que provocó un sonrojo que hizo que Ruki sonriera con ¿orgullo?
-bueno los dejo – se despidió el pelirrojo regresando con su novio a la sala.
-¿de que hablaban? – preguntó Tora curioso.
- de nada en especial – sonreí y le di un gran sorbo a la bebida – Tora ¿te puedo preguntar algo? – no me iría con preámbulos me cansé de eso. Tora asintió sonriendo - ¿te gusto? – me debí haber puesto de mil colores.
Él pelinegro abrió mucho los ojos – muchísimo – respondió sin ninguna duda. Ahora el sorprendido fui yo, lo cual al parecer le causó gracia – la verdad me gustaría tener algo más que una amistad contigo Kouyou – se fue acercando a mí, por mero impulso me hice hacia atrás pero no tenía mucho espacio a donde huir así que solo me dejé llevar hasta que sus labios chocaron con los míos. El beso no fue como los de Yuu tiernos y delicados, al contrario, este fue….¿apasionado? deseoso y me encantaba.
Tora me rodeó por la cintura pegando aun mas su cuerpo contra el mío, mientras yo rodeaba su cuello haciendo mas profundo el beso. Tomó un segundo volver a respirar y reanudar el beso, al parece el alcohol nos ayudaba a desinhibirnos.
-vaya – dijo respirando agitadamente cuando nos separamos – eso fue… - lamió su labio inferior y me miró de una forma que me descontroló por completo – entonces…
-x-
Ruki azotó los libros contra la mesa donde yo estaba ligeramente recargado sacándome del trance en un segundo - ¿me explicas que pasó el sábado? – preguntó casi encolerizado, Hiroto también estaba ahí y me veía con mucha atención.
-¿de que hablas? – de verdad no entendía.
-¿te hiciste novio de Tora? – preguntó Hiroto dado que Ruki no parecía calmarse.
Me revolví en mi asiento incomodo – algo así – torcí la boca.
Ruki explotó - ¿algo así? Ósea que ¿si? ¿Cuándo planeabas decirnos? ¿Aoi lo sabe? O Dios mío, Aoi, lo va a matar – comenzó a entrar en pánico.
-¡cálmate! – Le grité, el salón aun no estaba lleno pero los que estaban ahí nos miraron bastante raro – no, Aoi no lo sabe. Por eso ustedes tampoco se enteraron, espera ¿Cómo lo saben? – alcé una ceja. Si, Tora se me había declarado en la fiesta y yo acepté sin ningún remordimiento, estoy liso para olvidar a mi hermano, es lo mejor.
Hiroto suspiró –Tora me lo dijo, no por nada somos mejores amigos y digamos que pensé que Ruki lo sabía entonces cuando llegué y se lo comenté, bueno… – parecía realmente apenado.
-si, soy su novio y no necesito que nadie mas lo sepa, así que te pido que no seas chismoso como es tu costumbre – me dirigí a Ruki – se lo diré a Aoi, pero no se cuando – la verdad tenía miedo, todo el fin de semana estuve evitándolo, incluso hoy en la mañana cuando caminábamos hacia la escuela, me adelanté con la excusa de que siempre estoy de mal tercio con él y Kai.
-Kou….
-ni una palabra mas, bueno, si, necesito su ayuda – los colores se me subieron a la cara de solo pensarlo, pero, no es como si nadie mas lo hubiera pensado o hecho o…lo que sea…. -pues soy novio de Tora y los novios, bueno – clavé mi mirada a la puerta del salon – hacen cosas – lo dije extremadamente rápido y en voz baja.
Ruki soltó una carcajada y Hiroto alzó una ceja – yo no sé si eres así de inocente o solo te haces – dijo mi amigo que parecía una ardilla – me vas a decir que nunca has hecho nada con nadie – bromeó.
Volví a desviar la mirada mientras que Ruki parecía que iba a ahogarse de la risa – ash cállate enano, tu también eres virgen – le recriminé harto de sus risas.
La sonrisa del pelirrojo se desvaneció y su cara se tornó del mismo color que su cabello –pero eso no significa que no haya hecho nada, por dios, ni siquiera has visto una película porno – hizo muecas.
-¿¡NO!? – gritó Hiroto captando de nuevo las miradas de todos.
Abrí en exceso los ojos – shhhhh – volvimos a nuestro volumen normal – no es como que no sepa de que tratan, pero ¿Por qué quiero ver eso? Ni siquiera me gustan las mujeres – me crucé de brazos.
Hiroto rodó los ojos – también hay de puros hombres – explicó como si fuera lo mas obvio del mundo.
Ruki lo miró desconcertado - ¿Qué carajo contigo? – él también parecía sorprendido.
-¿Qué? soy curioso – se alzó de hombros. Alcanzó la mochila que ya estaba colgada detrás de su asiento – a ver par de gatitos indefensos – abrió el cierre y saco una funda para discos – ilústrense – la dejó sobre la mesa.
-¿Qué es eso? – pregunté mirando la funda.
-¿tu que crees?
Ruki hizo un ruido de asco – no es posible que traigas eso a la escuela, eres un asco – aunque no podía ocultar su curiosidad.
-nunca sabes cuando las necesitaras, como ahora – sonrió Hiroto con suficiencia.
-bien, que Kouyou las vea primero, él las necesita mas que yo….
-x-
-amo tu carro – le dije a Tora con sinceridad, se había ofrecido llevarme a casa y dado que hoy salía una hora antes que Aoi accedí de inmediato – además, el motor suena divino, obvio lo modificaste – llevábamos menos de diez minutos en el auto.
Tora rió – lo dedujiste solo por el sonido del motor, eres bueno – dijo subiendo un poco el volumen del radio.
-me gusta arreglar autos, pero Aoi nunca deja que toque su Lancer – expliqué con decepción.
-envidioso, cuando quieras puedes echarle un vistazo a este, apuesto que un Peugeot es mas interesante que un Lancer – se giró hacia mi y me guiñó el ojo.
Hablamos de cosas superficiales y Tora me besaba cada vez que parábamos en algún alto, sus besos me gustan cada vez mas. Lamentablemente el trayecto no era muy largo y en menos de lo que me di cuenta ya estábamos fuera de mi casa.
-¿quieres pasar? Mis padres no llegaran hasta muy tarde – le ofrecí.
Tora sonrió de lado – me encantaría Kou, pero no creo que a tu hermano le guste mucho llegar y encontrarme aquí – negó con la cabeza – además, no sé si podría controlarme, es decir, los dos solos – acarició mi mejilla – eres condenadamente hermoso – se acercó y me volvió a besar, de esa forma desesperada que al parecer tanto le gustaba.
Nos acercamos tanto como el mismo auto permitía, sentí la mano de Tora colarse por debajo de la camisa de mi uniforme sin separarse del beso. Me sonrojé muchísimo, pero al mismo tiempo estaba distraído por ese contacto, los besos se separaron de mis labios y fueron a parar a mi cuello, a mi lóbulo, de regreso a mi cuello. Mientras la mano que acariciaba mi espalda iba bajando cada vez más. Iba a llegar a …
-hasta mañana Kouyou – Tora me dio un beso en la frente.
Bajé del auto completamente anonadado, no podía creer que se hubiera detenido, de acuerdo, tampoco era como que podíamos hacerlo ahí a media calle en su auto. Pero también pensaba en muchas cosas, tal vez no le había gustado, algo estaba haciendo mal. Ahora me sentía incomodo, todo por ser un maldito inexperto, sin duda tengo que hacer algo para gustarle a Tora, para que en ese momento no parezca un total inexperto.
Entré a la casa y subí las escaleras decidido, tenía una hora antes de que llegara Aoi, simplemente pondría una de las películas que me había dado Hiroto y trataría de aprender lo mas posible ¿eso era posible? Digo ¿todas las personas aprenderán así? Era de la única forma en la que se me ocurría.
Entré a la habitación de mis padres, la única con dvd, si, son unos estrictos de lo peor, pero era eso o la sala. Saqué la funda y aventé la mochila sin cuidado, prendí el aparato y la televisión ¿Por qué me sentía nervioso? No es nada fuera de lo normal, todo el mundo ve ese tipo de películas, todo el mundo hace las cosas que representan ahí, es normal, es mas, yo soy el anormal por no haberlo hecho antes. Por creer que Aoi me iba a enseñar esto alguna vez.
Me quedé sentado en la orilla de la cama viendo como el dvd se desarrollaba, al principio no era nada fuera de lo normal, dos tipos bebiendo teniendo una conversación que ni interesante era. Había escuchado que las películas porno no tenían argumento, pero esto era ridículo. Sin embargo la película comenzó a avanzar y los dos tipos se pusieron a hacer lo que se suponen que hagan y entre mas avanzaba, mas nervioso me sentía.
Uno de ellos tocaba al otro de una forma en la que me hacia sentir cosquillas en el estomago, la forma en la que mas de una vez había fantaseado que me tocaban. Traté de no pensar en ello, pero era inevitable sentirse excitado, ya había un bulto en mi entrepierna y mas que estar viendo lo que esos dos sujetos hacían, yo estaba pensando que éramos….
-&-
Aoi
Me salté la última clase para poder regresarme con Kouyou y resulta que mi hermanito se había ido nada más y nada menos que con Tora. Ese tipo ya me tenía harto, son más que obvias las intenciones que tiene con mi hermano, pero esta muy equivocado si piensa que lo voy a permitir.
Por otro lado, al hablarlo con Kai, me dijo algo que tenia cierta razón. Mi hermano tiene el derecho de estar con quien él quiera, total, no es como que yo tenga mucha esperanza, al contrario, él solo me ve como su hermano mayor. Se supone que Kai es mi novio, ¿Por qué Kouyou no podía tener uno? Aunque la idea me desquiciaba por completo, la odiaba. Cerré los puños a medida que abría la puerta de la casa.
Mas le vale a Kouyou estar aquí, mas le vale no irse con ese tarado. Admito que sentí alivio al no ver el auto de Tora cerca, pero también el pensar que se pudo haber ido con él….argh….. me voy a volver loco un día.
Cerré la puerta con cuidado, a pesar de que no estaban mis padres, estaba acostumbrado a hacerlo de esa forma. Mas que gritar por mi hermanito al entrar a la sala y no verlo, me quedé callado, para tratar de escuchar algo. Juro por Dios que si escucho la voz de Tora, voy a partirle la cara. Sin embargo lo que escuché me encolerizó aun más, un gemido, estoy seguro que escuché un gemido. Mas le vale a ese mal nacido que no este tocando a mi hermano o de aquí no sale vivo.
Subí las escaleras rápidamente pero sin hacer ni un ruido, los gemidos se hacían mas fuertes a medida que subía pero las voces no eran para nada reconocibles, lo cual aumentó mi curiosidad. Los sonidos provenían del cuarto de mis padres, no podía ser posible que Kouyou estuviera viendo…
La puerta estaba abierta y ahí estaba él, el causante de mis delirios, mis desvelos, mis problemas, de todo. Mi hermano menor recostado sobre la cama pasándose la mano sobre el pantalón del uniforme. Era obvio lo que estaba viendo y lo que estaba provocando y aquello acabó por descontrolarme.
Debía ser la escena mas sexy que jamás haya visto, claro, había tenido sexo muchas veces, había visto pornografía y todo eso, pero jamás había visto una imagen como aquella. La hermosa inocencia de mi hermano menor manchada de esa forma y mas allá de sentirme mal o indignado, me sentía terriblemente excitado. Nunca en mi vida había tenido una erección tan rápido.
Kouyou no tenía manera de saber que lo estaba mirando, por lo que el mismo se abrió el pantalón, haciéndome sentir un hueco en el estomago. Tuve que colocarme junto a la puerta para que no me viera y aunque yo no lo veía tampoco, los sonidos que estaba profiriendo bastaban para casi explotar. Claramente escuchaba como mi hermano se tocaba y gemía al estarlo haciendo, cualquier otro sonido desapareció.
Resbalé inconscientemente por la pared quedé sentado con las piernas abiertas, necesitaba hacerlo o me volvería loco. De por si estaba luchando con las ganas de entrar a la habitación de mis padres y hacer mío a mi propio hermano.
Escuché un sonoro gemido de los labios de Kouyou y desabroché mi pantalón, necesitaba desahogarme o probablemente me le iría encima, saqué mi miembro y comencé a masturbarlo lentamente, no quería apresurarme, quería aprovechar aquello que la vida me estaba regalando, pero estaba desesperado, era demasiado. Pronto mi mano fue mas rápido y mas rápido a medida que escuchaba a Kouyou gemir, estaba cerca, lo sabía.
-Ahí – escuché en un suspiro, aun con todo lo que sentía me di el valor para asomarme a la recamara una vez mas. Sentí que podía terminar en ese momento, Kouyou había logrado meterse dos de sus dedos y los movía retorciéndose bajo el contacto – mas – lo hizo mas rápido, estaba imaginándose con alguien, tenía los ojos cerrados con fuerza y gemía sin control – ahhhh, Yuu, mas fuerte….
Con esa sola frase mi miembro se movió demandando atención, ya estaba alucinando pero no me importaba. Reanudé el vaivén sobre mi miembro con la mano, tan rápido como podía, imaginando que los dedos de mi hermano eran los míos, era mi miembro, era yo.
-Yuu…..- gritó en un ultimo gemido que avisó que había terminado, el cual hizo que yo hiciera lo mismo y tuviera que taparme la boca con la mano libre para no gemir – oniisan – lo escuché llamarme, abrí los ojos y mi mirada chocó con la suya.