Se encontraba completamente agotado por todas las actividades que se habían llevado a cabo ese día, ahora que el cumpleaños de Eiros se encontraba a menos de tres días Lelouch se estaba empezando a poner insoportable, especialmente mucho después de haber hecho las llamadas a las madres de todos aquellos niños. Estaba seguro de que tendría alguna consecuencia haber sido el que le dijera que aceptara a la petición del menor pero esperaba que no fuera más trabajo en los arreglos de la casa, ya estaba llena de adornos y también había cocinado mucho así como acomodado gran parte del patio. Deseaba un descanso largo.
-¿Papá era malo?-
Dio un pequeño salta, espantado por la repentina pregunta y porque estaba tan distraído que no se había dado cuenta de que habían entrado a su cuarto. Se dio la vuelta, encontrándose con aquellos ojos verdes del menor, muy internamente le seguía sorprendiendo que el color fuera el mismo que los suyos, no se acostumbraba todavía pues también le habría gustado tener un hijo.
-No Eiros, tu papá no es malo- respondió sonriéndole amablemente mientras se sentaba en la cama, golpeando el lugar que estaba a su lado.
El menor lo vio por unos segundos y después corrió a su lado, sentándose ahí y viéndolo con atención.
-¿Entonces por qué hizo todo eso?- pregunto en un susurro mientras se acomodaba bien en la cama, viendo con intensidad al otro, esperando una respuesta a una de las preguntas que siempre se hizo.
-Bueno…- Suzaku se quedo en silencio, observando esas pupilas enormes que parecían estarle rogando por una respuesta pronta.-Lo que sucede es que tu papá… Tomó las decisiones incorrectas pero tenía el mejor propósito de todos- dijo sonriéndole mientras le acariciaba un poco el cabello del menor, observando aun sus ojos verdes en busca de alguna reacción.
-¿Qué propósito puede ser tan bueno como para usar las vidas de muchas personas inocentes?- pregunto suavecito el niño, bajando la mirada por primera vez para después llevar sus manos a sus ojos, cubriéndolos con las mismas.
-Darle un mejor futuro al mundo- respondió mientras tomaba al niño para sentarlo en su regazo y abrazarlo con fuerza, acariciando su cabello y besándolo de vez en cuando.-Intentar que todos vivieran en un mundo sin tiranía- susurró apretando el cuerpo del niño entre sus brazos pensando en que aquel que le hubiera contado todas esas cosas debía de ser alguien que no tenía ni un pequeño sentido de lógica y amor ¿Quién podría ser aquel que le hacía tanto sufrimiento a un pequeño? Era por eso mismo que Lelouch no quería que su hijo supiera sobre su pasado.-Por eso tu papá no es malo pequeño, simplemente uso el método que le parecía ser el más eficiente y efectivo-
Suzaku sólo pudo saber que el otro le escuchaba gracias al apretón que le daba en la camisa y el pequeño asentimiento que había dado.
-Lelouch simplemente intentaba vivir en un mundo donde Nunnally y tú pudieran vivir en tranquilidad y muy felices- explico mientras cerraba los ojos con fuerza. Sabía que la razón principal había sido la pequeña Nunnally y el odio a su padre, Eiros nunca había estado contemplado pero ahora definitivamente las cosas habían cambiado y el niño era parte importante ahora.
Eiros volvió a asentir, abrazándose fuerte al cuerpo del mayor mientras dejaba salir unas pequeñas lágrimas. Suzaku simplemente se quedo callado después de sus últimas palabras, acariciando y besando el cabello del niño para intentar que se tranquilizara un poco mientras por su mente pasaban demasiadas venganzas contra aquel que había tenido las agallas de perturbar la inocencia y felicidad de un ser inocente.
-Amor, vamos a dormir. Será mejor que duermas aquí esta noche- susurro el mayor mientras se levantaba y acostaba a Eiros en la cama, tapándolo completamente con las cobijas. Después se puso él su pijama y se acostó a su lado, abrazándolo de nuevo y pegándolo a su pecho, acariciando esta vez su espalda.-Tu papá siempre ha sido un testarudo ¿sabes?- volvió a hablar, sintiendo que las manitas del otro se aferraban de nueva cuenta a su playera, parecía haberse calmado un poco ahora pero no quería que durmiera intranquilamente, un niño no debía de tener preocupaciones a la hora de dormir y hasta ese momento se le ocurrió que era muy probable que Eiros iba a dormir con su padre todas las noches debido a esa inquietud.-Antes de que el emperador estuviera muerto en la escuela nos dividían por hijos de Japón e hijos de britannia, pero yo era tratado como un traidor ante los dos lados. Naci siendo japonés pero apoyaba a britannia y pertenecía a sus filas. Las primeras veces que encontré de nuevo a Lulu, esta es la segunda vez que le encuentro, quise alejarlo. No era bueno que nos vieran juntos o que se enteraran de que habíamos sido mejores amigos durante la infancia, podría traernos muchos problemas, en especial a tu padre y tu tía. En ese tiempo nadie conocía la identidad de ellos y si lo descubrían sería muy peligroso- Suzaku sonrió un poco al darse cuenta de que el agarre comenzaba a aflojarse a medida que contaba la historia y que la respiración se volvía más acompasada.-Así que no podía dejar que se juntara con un traicionero como yo. Pero eso no era todo, me molestaban todo el tiempo y Lelouch se dio cuenta de aquello. Un día, cansado de todo, tu papá se acerco a mí, dijo que era su amigo y me ofreció un puesto dentro del comité estudiantil. No fue necesario nada más para poder estar tranquilo y por fin en mucho tiempo volví a sentirme alegre por estar con alguien- finalizo mientras volvía a sonreír, recordando aquel pasado al cual había deseado regresar en múltiples ocasiones para poder regresar con Lelouch.
-Entonces papá no es malo porque te ayudo- susurro bajito Eiros mientras alzaba la mirada hacia el castaño.
Suzaku le sonrió y negó con la cabeza, limpiándole los restos de lágrimas que quedaban en sus mejillas y en sus ojos.
-No Eiros, papá no es malo, sólo piensa en la felicidad de sus personas favoritas- dijo besando su frente, volviendo a abrazarlo y a acariciar su cabellera negra.-Eiros ¿Quién te dijo lo de tu papá?- pregunto, esperando a que ahora le diera la respuesta que tanto buscaba.
-El novio de mi mamá- susurró ya adormilado, acomodándose contra el cuerpo de Suzaku.-Hasta mañana tío Suzaku- murmuro, durmiéndose profundamente después de unos segundos.
El castaño frunció el ceño cuando lo vio dormirse y sintió de pronto una urgente rabia en su interior, que se volvió en preocupación. Entonces quién diablos era el novio de la madre de Eiros y cómo lo sabía.
-Así que está aquí, comenzaba a preocuparme-
Suzaku alzo la mirada, sorprendido de encontrarse al otro pelinegro en su cuarto. Esa noche debía de ser algo completamente extraño, los dos chicos testarudos habían ido a su cuarto sin necesidad de que él los buscara de alguna forma.
-Lamento si te está molestando de alguna forma- dijo Lelouch mientras se acercaba y acariciaba el cabello del pequeño.-Aun así ya me había dicho que quería dormir contigo algún día, al parecer ya se le cumplió- murmuro divertido mientras seguía viendo a su hijo pegado a Suzaku, después alzo la mirada, quedándose algo sorprendido y embobado por la imagen que daban ellos dos juntos. Especialmente por los ojos verdes que lo veían en aquel momento.
-No es molestia, es divertido que este acá, un poco raro pero no deja de ser divertido- susurro sonriéndole mientras volvía la mirada al menor. La verdad era que adoraba a ese niño, así como a su papá, los dos eran las personas más importantes ahora y es que siempre había deseado estar al lado de los Lamperouge, por toda su vida.
-Está bien, en ese caso los dejó. Por lo menos ya sé en dónde está Eiros- murmuro el otro, alejando la mano pero alzando la vista sorprendido cuando el otro le agarro la muñeca.-¿Suzaku?- pregunto sin entender qué era lo que estaba sucediendo.
-Quédate Lelouch, estoy seguro de que Eiros se alegrara de verte al despertar… y yo también-
El que estaba levantado abrió los ojos con más sorpresa, agradeciendo la oscuridad que tapaba su sonrojo pero maldiciendo el silencio que había, su corazón latía con tanta fuerza que podía escucharlo y eso no le agradaba demasiado. Si él podía escucharlo era probable que Suzaku también.
-Bueno… imagino que está bien- susurro aun sin estar muy seguro. De cualquier forma levanto las cobijas y se metió a la cama, tapándose después y acomodándose junto a su hijo. Lo malo de aquella cama, era que no estaba lo suficientemente grande como para poder estar alejado de Suzaku. No era que no lo quisiera pero eran tantas emociones y estaba su hijo y no quería que nadie se diera cuenta de sus sentimientos por el castaño.
-Buenas noches Lulu- dijo sonriendo triunfante el otro mayor, acercándose a Lelouch para besarlo suavemente en los labios y después acomodarse en la cama, abrazando ahora al otro cuerpo también para que los tres estuvieran juntos.
Lelouch frunció un poco el ceño pero al ver que los otros ojos estaban cerrados se tranquilizo y sonrió, su mano se acerco al otro rostro y movió un poco el cabello castaño, alejándolo de su cara para verlo mejor.
-Buenas noches Suzaku- dijo después de acomodarse, abrazando el cuerpo de Eiros y pegando su cabeza a la de su compañero de juegos en la infancia. Dormir todos apretados le gustaba.