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La verdad después de 10 años por rotzcoco

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Notas del capitulo:

Aqui el cuarto capitulo, espero que lo disfruten.

Los dos se encontraban en el cuarto del hotel, viendo cómodamente la televisión pues ese día habían quedado que sería un día de descanso. Y a pesar de que los dos estaban tranquilamente viendo el programa que Eiros había escogido para ese día, Lelouch no podía dejar de pensar en su encuentro con Suzaku. Le parecía sorprendente que no estuviera reaccionando de otra forma y eso sólo le daba a pensar que nadie se había creído su muerto pero él había visto como se festejaba ese evento. Pero ¿por qué no parecía estar sorprendido?


-¿Papá?- hablo el niño, viendo directamente a su padre y dándole unas palmaditas en la mejilla.-Están tocando a la puerta papi- aviso mientras lo sacudía un poquitín para que le prestara atención.


Lelouch volteo a ver sorprendiéndose un poco y en eso volvieron a tocar. Le regalo una sonrisa a su hijo y después se levantó, caminando lentamente hacia la puerta sin pensar demasiado en quién podría ser pues no recordaba haber pedido algún servicio al cuarto.


-¿Por qué diablos estas aquí?- pero grande fue su sorpresa al encontrase a un castaño ahí frente a su persona.


-Bueno eso es simple- dijo mientras se metía al cuarto, caminando por el lugar hasta que llego a la cocina y ahí dejo un pastel que traía en manos.-He venido a hacerte compañía-


-Suzaku, te dije que no te quería cerca de nosotros- respondió Lelouch mientras lo seguía con la mirada, esperando a que se saliera por su propia cuenta o tendría que ver la forma para sacarlo. Sabía que no era tan fuerte y ágil como el otro pero debía de haber alguna forma de deshacerse de él.


-Sí, yo sé que dijiste eso- comentó tan campante y tranquilo como si se encontrara frente a una persona muy linda y amable.-Es por eso que todos estaremos tranquilamente sentados, ustedes estarán donde están y yo me quedare a unos metros más alejado- expreso mientras se sacaba su abrigo y lo acomodaba en la silla de la cocina, después empezó a seguir su camino, llegando a donde estaba el pequeño y le hacía señas para que no se acercara.


-Suzaku ¡no puedes estar aquí!- dijo molesto Lelouch mientras tomaba el abrigo del castaño y lo ponía bien en el armario, caminando hasta donde estaban los otros dos y fijándose de que su hijo intentaba no reírse.


-Nunca me dijiste nada sobre no poder estar en el mismo cuarto que ustedes o en el mismo hotel o encontrarnos sorpresivamente- comento mientras se encogía de hombros como si nada malo pasara y después se acomodaba sobre el sillón en el que se había sentado, haciéndole señas a Eiros para que no se acercara y para que se riera un poco. Sabía que la mejor forma de llegar de nuevo a Lelouch era a través de ese niño con ojos verdes y aspecto de su mejor amigo.-Eso fue lo que paso, no sabía que estaban aquí- dijo mientras volteaba a ver a Lelouch con ojos de pura inocencia.


-¿Y decidiste tocar simplemente por qué si a cualquier puerta, esperando encontrarte a nadie en especial?- preguntó con ironía mientras colocaba las manos sobre la cadera y veía atentamente al castaño.


-Exacto, eso mismo paso en este momento- dijo mientras le sonreía de lado, observando con atención la reacción de Lelouch que sólo intentaba matarlo con la mirada para no implicar a su hijo como cómplice en ese acto.-Lo bueno es que me topé con ustedes y no con una viejita amargada con escoba- bromeo mientras analizaba su situación. Estaba seguro de que en cualquier instante Lelouch iba a intentar lanzarse sobre él y debía de encontrar el mejor lugar para salvar su pellejo.


Pero paso algo sorpresivo en vez de lo pensado, Lelouch simplemente lo observo feo, se dio media vuelta y antes de que alguno de los otros dos presentes pudiera decir algo se fue a encerrar a otro cuarto de esa habitación. Era lo bueno de tener mucho dinero y de hospedarse en hoteles de tanto lujo que una habitación estaba dividida como un pequeño departamento.


Eiros observo por donde se había ido su papá y después miro hacia donde estaba el otro hombre. Sus ojos se encontraron y el pequeño se dio cuenta de la fatiga que el otro tenía en los ojos. Eso le dio mucha curiosidad pero no pudo preguntar nada, su papá le había enseñado que debía de ser prudente ante situaciones delicadas o cuando eran temas muy fuertes. Y esta parecía ser una situación muy delicada debido a que ahora el castaño parecía tener la mirada perdida y una gran tristeza.


-¿Vendrás a mi fiesta de cumpleaños?- preguntó después de un rato de estar en silencio, viendo al castaño que tenía la mirada perdida.


-Pensé que no iba a haber- murmuró Suzaku mientras veía al pequeño quien lo observaba con esa mirada tan parecida a la suya por el color pero con la misma chispa que tenía Lelouch antes de que todo eso pasara. Se preguntaba si el niño sabría la verdad pero estaba casi seguro de que no era así. Si él tuviera un hijo y habría hecho todo lo que hizo su amigo de la infancia tampoco se lo diría.


-Bueno papá dice que me la hará cuando lleguemos a mi casa, así que tendrías que ir a mi casa-


Suzaku sonrió divertido, pensando en que Lelouch estallaría si supiera que su hijo había vuelto a invitarlo.


-No sé en dónde vives-


El niño se sorprendió por eso y después se levantó, corriendo por la habitación para después regresar y acercarse a Suzaku.


-Vivo en esta casa- dijo enseñándole una foto en donde salían los dos pelinegros frente a la casa que tenían.-Ahorita vivimos en Inglaterra porque papá dice que ahí es divertido vivir- comentó mientras se sentaba en el suelo, viendo que el castaño observaba la foto que le había enseñado.


-Hablas muy bien el japonés- comentó Suzaku mientras le regresaba la foto.


-Papá me enseño, en casa hablamos japonés a menos que tengamos invitados- explico mientras veía la foto que ahora tenía en sus manos.-Aunque es divertido decir algo que nadie más te entiende, aunque papá me regaña siempre que lo hago con mis amigos. Dice que es de mala educación hacer eso y no dar la traducción- murmuró mientras se encogía de hombros y después sonreía divertido.-Aun así a veces lo hago en mi escuela, especialmente cuando me molesta alguien-


Suzaku sonrió con diversión al escuchar lo que el menor le relataba. Eso era algo que parecía ser tan Lelouch, siempre importándole poco lo que los demás pensaran y quisieran.


-¿Y cuándo se regresan a tu casa?- preguntó mientras se levantaba y después se sentaba en el suelo junto al niño.


-Dentro de tres días, mi papá tiene que ir a arreglar unas cosas de su trabajo que salieron mal- explico para después volver a ver hacia la foto.- ¿Cómo es mi tía Nunnally?-


Abrió los ojos sorprendido, pensando en que había imaginado esa pregunta. Observo con atención  la cabeza del niño y después miro hacia la puerta.


-¿No te hablo de ella tu papá?- respondió mientras volvía a ver al pequeño.


-Sí, también te conocía a ti desde antes de que te viera en persona- comento mientras le sonreía dulcemente.-Papá tiene muchas fotos de ustedes, también hay otras de otras personas pero en persona sólo conozco a mi tía C.C., bueno hace tiempo se fue pero la conocí- dijo asintiendo para después volver a ver la foto.-Papá siempre me dijo que todos ustedes eran muy lindos y amables pero que no podía volver a verlos porque estaban enojados con él porque se portó mal-


El castaño suspiro pesadamente, volviendo a dirigir la mirada hacia donde había desaparecido Lelouch. Luego puso su mano sobre la cabeza de Eiros y le revolvió el cabello, sonriendo ante la protesta del niño.


-Tu papá a veces es muy testarudo- le comento para después volver a sonreírle.-Hagamos un trato, te hablare sobre todos nosotros pero tú tienes que hacer que tu papá no se enoje tanto cuando me vaya contigo para tu fiesta de cumpleaños-


El niño lo miro sorprendido, con una mirada rápida observo hacia el cuarto de su papá y después simplemente asintió, sonriendo ampliamente.


***


El aire estaba completamente pesado, un podía probarlo si sacaba la lengua pero había especialmente tres personas que no tenían la intención de hacer eso o algo que fuera divertido y gracioso. Dos de esas personas estaban particularmente nerviosas, esperando ver la reacción del tercero mientras los seguía observando de esa forma. Y es que ya llevaba suficiente tiempo callado y con esa mirada de querer asesinarlos.


-¿Y en donde pretendes dormir?-


La piel se les erizo a los dos culpables de querer conocer más sobre lo que había pasado. El castaño se aclaró la garganta con la intención de hablar pero fue el menor quien lo hizo, adelantándose al otro.


-Dormirá en mi cuarto- dijo decidido pero con la voz un poco más suave, esperando que de esa forma su padre dejara de verlos de esa forma tan incómoda, no era como si estuvieran haciendo nada malo.


Lelouch volteo a ver a Eiros con esos ojos llenos de enojo y después simplemente suspiro. Eso no podía estarle pasando a él en ese preciso instante en el cual necesitaba de la tranquilidad.


-Si me causas problemas, sufrirás- respondió viendo a Suzaku y después simplemente tomo de la mano a su hijo y empezó a caminar hacia la puerta de abordaje. Eiros no intento hablar con su padre pues le daba mucho miedo cuando se veía tan enojado  y es que era de las primeras veces en que lo veía con el rostro tan desfigurado por el enojo, así que simplemente camino a su lado, volteando la mirada de vez en cuando para ver que Suzaku estuviera caminando detrás de ellos.


***


Se encontraba en su despacho, habían llegado hacia dos horas a su casa. Se había encargado de mandar a su hijo a dormir la siesta, de enseñarle el cuarto de invitados a Suzaku y de revisar que todo estuviera bien dentro de su hogar. Después se había dedicado a revisarlos los archivos amontonados en su escritorio, buscando uno en especial. El que le estaba causando problemas en ese momento.


-Lamento todo esto-


Pero no tantos problemas como el recuerdo de que su mejor amigo de la infancia, el hombre que lo asesino, la persona a la que más quería, estaba ahí, en su casa y ahora en la puerta de su despacho, viéndolo con esos ojos cansados.


-La regla es que nadie puede molestarme cuando estoy trabajando- dijo sin voltear a verlo, revolviendo todavía los papeles que tenía en las manos.


-Siempre espere que estuvieras vivo-


Lelouch se tensó, arrugando un poco los papeles que tenía agarrados pero después intento tranquilizarse, sintiendo que su corazón se agitaba pero esperaba que no se escuchara nada.


-Suzaku, estas aquí por pedido de mi hijo, no hagas que te saque de mi casa antes de tiempo- murmuró frunciendo el ceño, volteando a ver al castaño y levantándose de su asiento.-Sé por qué estás aquí y sé qué fue lo que le dijiste a mi hijo para convencerlo de hacer ese trato- dijo mientras caminaba hacia donde estaba el otro.-Y no tienes ningún derecho de decirle esas cosas. Él no tiene por qué saber sobre un pasado con gran tristeza y pena, así que abstente de decirle estupideces- pidió mientras le cerraba la puerta en la cara.


Suzaku se quedó observando la puerta, esperando de algún a forma que se abriera por sí misma pero de pronto sintió que una mano tomaba la suya y lo jalaba.


-No molestes a papá cuando trabaja, se enoja más rápido y fácil. Sólo debes ir con él si es alguna emergencia o algo muy importante, de otra forma debes de permanecer en cualquier otro lado de la casa- informo mientras caminaba por los pasillos del lugar, dirigiéndose especialmente hacia el patio en donde tenía sus juegos.-Aparte de que pronto es la hora de la cena y papá saldrá de la oficina- dijo feliz mientras dejaba a Suzaku y se sentaba en el suelo.


-¿La hora de la cena?- murmuró algo sorprendido, ni siquiera se había dado cuenta de la hora que era.-Pero no vi a nadie más en la casa que haga eso- dijo sentándose junto al niño, tomando uno de sus juguetes para tener algo en las manos mientras pensaba en lo que le había dicho Lelouch.


-¿Alguien que la haga?- preguntó sorprendido el niño, viendo a su compañero de juegos en ese momento.-Pero papá siempre me ha hecho la comida- dijo ladeando suavemente la cabeza hacia la derecha, esperando una respuesta por parte del otro pues no había entendido lo que quería decirle.


-¿Lelouch siempre te ha cocinado?- respondió el castaño, aún más sorprendido por eso. Nunca se habría imaginado que Lelouch fuera a cocinarle a alguien.


-Sí, papá siempre me cocina a menos que deba salir- comento asintiendo mientras veía a Suzaku.


-¿A veces no te sientes solo en este lugar tan grande?- pregunto sonriéndole, pensando en que la vida que debían de llevar aquellos dos era demasiado solitaria.


-No, no siempre estoy aquí- dijo negando con la cabeza.-Papá por lo general me lleva a otros países cuando son vacaciones, dice que es bueno que conozca muchos lugares. Pero cuando es tiempo de escuela me deja salir con mis amigos o quedarme con ellos y así, también me deja invitarlos-


Suzaku sonrió después de escucharlo y se quedó callado, pensando en que la nueva vida que tenía Lelouch debía de ser la que siempre soñó así como la que pensó que nunca tendría. Y tal vez era por eso que no deseaba que su hijo supiera nada sobre el pasado que tuvo.


Después de un rato de estar con el niño se disculpó, levantándose para ir a ver si Lelouch ya había acabado y volver a disculparse, lo había pensado demasiado y ahora comprendía todo el dolor que debía de pasar Lelouch.


-Lo siento- dijo en cuanto lo encontró en la cocina, después de haberlo buscado en su oficina y no encontrarlo decidió ir a ver en ese lugar.


Lelouch rodo los ojos en cuanto lo escucho y alzo la vista, viéndolo fijamente.


-Suzaku…-


-No, déjame terminar- pidió el otro mientras se acercaba a  Lelouch, quien simplemente dejo el cuchillo que estaba usando para cortar los ingredientes de la cena de esa noche.-No debí haberle prometido eso a tu hijo, no soy yo quien debería contarle sobre tu pasado pero no iba a contarle eso, simplemente iba a decirle como eran los demás. Tampoco tenía planeado contarle sobre lo que hizo Kallen o sobre lo que yo hice. Pero supuse que si conocía a C.C. tenía el derecho a conocer sobre todos los que te quisieron-


Lelouch alzo una ceja, intentando contener las palabras que querían salir de su boca pero que eran necesarias gritar.


-¡Papi!-


El grito hizo que los dos hombres se tensaran y vieran hacia dónde provenía el grito, encontrándose con la cabeza del niño, y parte de su torso, en la ventana que daba al patio y los saludaba.


-Eiros te he dicho que no puedes entrar por ahí así que date la vuelta- dijo poniendo sus manos sobre su cintura, viendo directamente al niño.


-Pero papi aquí es más fácil y esta tío Suzaku aquí también así que podemos estar los tres-


Los dos mayores volvieron a tensarse en cuanto el pequeño pronuncio esa palabra pero pronto Lelouch recupero la compostura.


-Que este aquí Suzaku no te da permiso de ser desordenado y rebelde, así que haz lo que te digo en este momento- dijo con firmeza mientras veía que su hijo volteaba a ver a Suzaku para después suspirar.-Y antes de que llegues acá ve a poner toda tu ropa sucia a su lugar-


El niño protesto y después de eso se bajó de la ventana, empezando a caminar por el patio mientras murmuraba palabras contra su padre. A veces era tan molesto.


Lelouch se quedó viendo un segundo más por la ventana y después se volteó a ver a Suzaku.


-Conoció a C.C. porque vivimos juntos por más de 5 años juntos, sólo por eso supo de ella- dijo simplemente mientras volvía a hacer lo suyo.


-Pero Eiros dijo que tenías fotos de todos nosotros- exclamo sorprendido el mayor, sintiéndose algo usado por haberle creído al pequeño.


-Las descubrió un día en mi despacho. Estaban guardadas en un cajón y entonces un día le pedí que fuera por algo a ese cajón. Se me habían olvidado y entonces él las encontró, después de eso fue a preguntarme y fue la primera vez que le hable de Nunnally-


Suzaku abrió los ojos sorprendido por esa revelación. Eiros no sabía de la existencia de la familia de Lelouch, ni siquiera de la persona que había sido la persona más importante en su adolescencia.


-¿Pero por qué?- preguntó en voz baja mientras se sentaba en una de las sillas, impresionado por todo lo que acababa de descubrir. Si no hubiera sido por ese descuido de Lelouch, el otro no sabría nada sobre ellos.


-Papá dijo que era porque no era necesario que conociera sobre alguien a quien nunca iba a ver- contestó el menor mientras entraba y se acercaba a su papá, ayudándole a poner la mesa.


-Eso no fue lo que dije Eiros- comentó Lelouch mientras lo veía por unos momentos para después volver a hacer sus cosas, colocando todo en la estufa para después ir a sacar el agua de sabor que había para ese día.


-Bueno, dijiste que no tenía por qué conocer a personas insignificantes- respondió el otro mientras hacia un movimiento con la mano como restándole importancia a aquello.


-¡Eiros!- exclamó el mayor mientras volteaba a verlo con la mirada llena de reprensión.-Ve a llamarle a tu madre y después de eso te vas a tu cuarto- ordeno mientras lo seguía viendo de esa forma.


-Pero papá…-


-¡ahora!- ordeno poniendo el rostro aún más serio.


Eiros lo observo un momento y después bajo la cabeza, caminando por la cocina hasta desaparecer por completo de la vista de Lelouch.


-Lo siento- dijo el pelinegro mientras suspiraba y se sentaba en una de las sillas que estaban en la barra que había ahí mismo.-Eso no fue lo que dije cuando me pregunto sobre las fotografías- murmuro revolviéndose un poco el cabello.


-Si no te conociera, estoy seguro de que lo que dijo Eiros era la verdad- respondió Suzaku mientras volteaba a ver el pelinegro, preguntándose en ese momento si de verdad era que lo conocía.


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