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La verdad después de 10 años por rotzcoco

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Notas del capitulo:

Espero lo disfrutes y te agrade el  lemon.

Advertencia, este capitulo contiene lemon

-¿Qué quieres Suzaku?- preguntó sin levantar la vista de sus papeles. Ya había pasado más de una hora desde que esa mujer despreciable se había ido pero se encontraba un poco sorprendido de que el castaño se hubiera tardado tanto tiempo en ir a preguntarle sobre ese tema, si es que se lo preguntaba.


-Bueno…- el castaño observo al otro y después el lugar. Se metió lentamente a la oficina, caminando con mucha parsimonia. Sabía que no podía molestar a Lelouch pero había algo que lo estaba molestando demasiado.-Es que quisiera saber sobre la mamá de Eiros- dijo sin estar muy seguro de si lo había hecho bien. En realidad quería saber sobre por qué no le había contado sobre su plan y sobre su inmortalidad, porque estaba seguro de que era inmortal. No encontraba otra explicación a que sobreviviera con esa gran herida. Lo había visto morir, él lo había matado con sus propias manos.


-No hay nada que saber sobre ella- le respondió mientras seguía con sus papeles.-Son cosas insignificantes-


Suzaku frunció el ceño, apretando sus puños con fuerza. El otro volvía a hacer lo mismo y ya estaba enojándose. Le debía explicaciones, le debía tantos años separados.


-Deja de decir eso de una buena vez Lelouch, explícame quien es ella- ordeno mientras se acercaba al escritorio de Lelouch y posaba sus manos sobre él, viendo fijamente al otro, quien ahora ya lo observaba pero de mala gana.


-No tienes por qué saber sobre mi vida- dijo fríamente.


-¡Tengo derecho a saberlo! ¡Soy tu mejor amigo!-


Lelouch se levantó con rapidez de su asiento y tomo de la playera al castaño.


-Escúchame bien Kururugi Suzaku eras mi mejor amigo y no tienes derecho de saber nada- dijo apretando los dientes con fuerza.-Nuestros destinos se separaron hace 10 años y no se suponía que debía de estar aquí, así que abstente de querer saber sobre algo que no tienes por qué saber-


Lelouch lo soltó y después lo dejo, saliéndose de ese lugar y caminando a su cuarto.


Suzaku se quedó ahí detenido, sorprendiéndose un poco por lo que el otro le había dicho. Todo sería así ¿simplemente acabarían así? ¿No podrían volver a ser como antes? ¿Acaso Lelouch no se sentía igual que él?


***


Lelouch se encontraba acostado en su cama, sus manos detrás de su cabeza y su vista pegada al techo. Odiaba sentirse así de mal, no le gustaba decirle esas cosas a Suzaku pero no podían seguir como antes. Esa vida había terminado para él, ahora tenía cosas más importantes, tenía a Eiros y lo daba todo por él. Pero no le gustaba dejar a Suzaku así, le provocaba que recordara aún más sobre el pasado que intentaba olvidar, que quería enterrar ¿Es que acaso no podía empezar de nuevo?


Un sonido en la puerta lo bajo de su mundo, por un segundo se extrañó pues por lo general su hijo a esas horas de la noche simplemente entraba a su cuarto y se acostaba a su lado pero de pronto una idea provocado que todo su cuerpo se tensara. Se levantó casi de un brinco y camino con rapidez a la puerta, deteniéndose unos segundos con la mano sobre la manija. No quería ver a Suzaku, no quería que fuera él quien estuviera detrás de la puerta.


-¿Necesitas algo?- preguntó abriendo la puerta y viendo al castaño. Su corazón pronto comenzó a acelerarse y sintió que el calor aumentaba en su cuerpo. Se regañó mentalmente por eso e intento tranquilizar su pulso.


-Quiero que me lo expliques todo, lo quiero saber todo-


Lelouch pronto logro fruncir el ceño y encubrir lo otro que le estaba sucediendo.


-Ya te lo dije, no tienes por qué saberlo-


Los dos se observaron detenidamente y Lelouch empezó a cerrar la puerta.


-Buenas noches- dijo mientras cerraba por completo la puerta pero antes de lograr ponerle el seguro el castaño la abrió y la empujo, tomando de la muñeca al pelinegro y poniéndolo contra la pared, cerrando después la puerta.


-¡Dime la verdad!- exigió mientras lo veía y lo acorralaba contra la pared.


-¡No te diré nada!-


Lelouch comenzó a forcejear para poder libarse de Suzaku pero el otro seguía siendo más fuerte que él.


-¿Por qué nunca me dijiste sobre el verdadero plan?- preguntó mientras le presionaba aún más, viendo la mueca de dolor que el otro intentaba ocultar.


-Ya te dije que no tienes por qué saber sobre eso-


-¡Claro que tengo por qué saberlo!- le grito mientras golpeaba la pared.- ¡Pase 10 años pensando que había matado a la persona más importante para mí!-


Lelouch abrió los ojos completamente sorprendido por lo que pasaba pero más al darse cuenta de que los ojos verdes de Suzaku comenzaban a ponerse brillosos.


-Suzaku…-


-¡Estuve esperando a encontrarte en algún momento! ¡Deseaba que todo fuera una pesadilla y que cuando me despertara estuviera dentro de mi dormitorio, con la agenda llena por lo que debíamos de hacer en la academia al ser miembros del comité, esperando escuchar la voz de la presidenta gritarte, de verlos a todos reírse, de poder verte!-


Lelouch se pegó aún más contra la pared, sintiendo que su cuerpo se empezaba a debilitar al ver que las lágrimas comenzaban a bajar por las mejillas de Suzaku, provocándole dolor a su interior.


-¡¿Cómo crees que me sentí cuando te vi caminando por el parque como si no pasara nada?!-


El pelinegro se mordió el labio inferior, observando el dolor de Suzaku y sintiéndolo como propio. Sus manos lentamente se alzaron y se posaron sobre sus mejillas, quitándole las lágrimas que corría por ellas.


-¡¿Cómo crees que me siento al saber que tienes un hijo con otra?!-


Eso le causo algo de gracia a Lelouch y sin esperarlo lo abrazo por el cuello, pegándolo a su cuerpo y abrazándose con fuerza. Suzaku estaba celoso por algo que había pasado hacía ocho años.


Suzaku se le abrazo por la cintura, ocultando su rostro en su cuello, intentando controlar todas las emociones que invadía a su cuerpo y mente. Lo abrazó con fuerza, sintiendo que todo podía acabar en cualquier momento.


-No seas un niño Suzaku- dijo suavecito mientras pasaba su mano por el cabello de Suzaku.-Los dos sabemos que yo soy el más guapo y más carismático, así que era obvio que tuviera hijos antes-


Su cuerpo se relajó un poco al escuchar la risita que soltó el castaño y después suspiro, apretándose más contra el otro para sentir el calor que le trasmitía.


-¿Por qué no me lo dijiste?- preguntó suavemente, abrazando con más fuerza a Lelouch para que no se le fuera a ir en ese momento.


El ojivioleta se mordió el labio, pensando en muchas cosas para decirle pero sin saber qué hacer. Si le decía la verdad podía que todo acabara bien pero si le mentía podían dejarlo todo por la paz.


-Tú me odiabas por haber matado a Euphemia- susurró cerrando los ojos con fuerza mientras nuevos recuerdos acudían a su cabeza, sintió que el otro cuerpo se tensaba y por instinto se aferró más a él.-Me odiabas tanto que pensé que la mejor forma de quitarte ese dolor era desapareciendo de tu vida, por eso no te dije que no moriría si me atravesabas con la espada-


Suzaku se quedó callado, pensando en todo lo que había pasado la última vez que se habían visto. Era verdad que Lelouch le había prometido que él sería quien lo mataría, y no iba a negar que el deseo en esos momentos fuera grande, pero en cuanto llegó el momento de hacerlo, cuando tuvo que empujar la espalda, cuando tuvo que verlo morir, todo cambio. Su interior murió cuando vio que el otro moría.


El castaño se separó lentamente, tomando el rostro de Lelouch en sus manos y observando esos ojos que siempre lo había cautivado de muchas formas. El otro se quedó viendo a su contrario y con una de sus manos le limpio las lágrimas que quedaban en sus mejillas.


-No podía odiarte tanto como pretendía que lo hacía- murmuró suspirando un poco por las caricias que le daba Lelouch. De pronto se fue acercando a su contrario, sintiendo que todo su cuerpo comenzaba a sentir la adrenalina del momento. Esperaba que el otro no acabara golpeándolo y corriéndolo de la casa.


Lelouch lo observó detenidamente, sintiendo que de nuevo por todo su cuerpo comenzaba a aumentar la temperatura. Había noches en las que su mente le jugaba malas pasadas como esa que estaba por ocurrir. Desde hacía mucho tiempo que sabía sobre sus sentimientos sobre el otro, siempre era lo mismo. El palpitar rápido, la respiración agitada, el calor en todo el cuerpo, las mariposas en el estómago. Su mano se movió inconscientemente, dirigiéndose a la cabeza de Suzaku para irse acercando también hacia él.


Pronto sus labios se rozaron, provocándoles un estremecimiento de placer y miedo a lo largo de todo el cuerpo, despertando varias células pero apagando otras como las neuronas que dejaron de funcionar, dejándose llevar por el momento y juntando completamente los labios.


De pronto toda la pasión que había retenido por todos esos años y mucho más, salió a relucir. Las manos de Suzaku apresaron más la cadera de Lelouch, pegándolo a su cuerpo y haciendo que sus miembros se rozaran suavemente. Las manos de Lelouch se paseaban por la espalda del otro, queriendo sentir más de la piel del castaño. Pronto el beso llego a ser tan intenso que el aire se les acabo y los labios se les hincharon.


Se separaron un poco para poder recuperar algo de aire pero Lelouch no le dio un gran descanso a Suzaku. Volvió a juntar sus labios contra los otros, aferrándose a su espalda, moviendo sus labios de forma frenética. Suzaku comenzó a morder y lamer sus labios, introduciendo después su lengua a la boca ajena y jugando con la otra. La temperatura de ambos cuerpos subió a tal grado que la ropa empezaba a pesarles. Las manos de Suzaku fueron las primeras en actuar, empezando a levantarle la playera a Lelouch, rozando su piel. Lelouch reacciono prontamente a lo que estaba sucediendo y sus manos también se movieron, haciendo lo mismo que el otro y sintiendo un repentino nerviosismo. Volvieron a separarse un poco para recuperar aire, pero fue poco el tiempo que sus labios duraron separados. Se separaron rápidamente para poder sacar sus playeras y luego volvieron a juntarse. Esta vez Lelouch fue quien tomo la iniciativa y empezó con la caminata hacia la cama.


Suzaku se sentó en ella cuando sintió que sus piernas tocaban el borde, tomo de la cadera a Lelouch y lo acerco a sí mismo, besando su abdomen y dándole unas pequeñas mordidas. El pelinegro soltó un suspiro y poso su mano sobre el cabello del castaño, acariciándolo mientras sentía que ondas de placer subían por su espina dorsal.


Las manos de Suzaku no se quedaron quietas, se movieron lentamente por la cadera de Lelouch, llegando prontamente al botón de su pantalón y comenzando con su trabajo de quitarle esa prenda. Lelouch dejo salir un jadeo al sentirlo jugar con su abdomen mientras sentía que sus piernas comenzaban a debilitarse. Pronto logro bajarle los pantalones y los interiores, lo separo un poco y después volvió a pegarse a su abdomen, acariciando esas largas y suaves piernas para después subir a ese trasero tan apetitoso.


-Ya estás tan excitado y sólo con haberte tocado tan poco- susurró Suzaku mientras veía el miembro casi despierto de Lelouch.


El otro se sonrojo y agarro del cabello a Suzaku, jalándolo un poco para que su rostro lo viera. Se sentó sobre sus piernas y mordió su labio.


-No digas eso, no soy el único excitado- murmuro empezando a moverse sobre la cadera del castaño, sintiendo que el bulto atrapado dentro de los pantalones del otro se pegaba a su trasero.-Suzaku, métela- susurro contra los labios del otro, sintiendo que de nuevo el calor lo inundaba.


El castaño tuvo que controlarse por un segundo, obligando a su cuerpo a detenerse por completo pues había estado a punto de hacer lo que el otro le había ordenado, porque estaba seguro de que era una orden.


-Lelouch debo prepararte- dijo mientras su mano se iba a esa parte sensible del otro.


-Suzaku, a pesar de ser tú el que mejor me conoció, sigues creyendo que soy tan santo- comentó el pelinegro mientras sonreía de lado y frotaba su entrada contra la mano del otro.-Pero no tengo tiempo para preliminares, eso será después. Ahora sólo métela- dijo mientras le mordía el labio inferior y se lo halaba.


-¿Habrá otra?-


Los dos se observaron detenidamente y el que estaba sentado sobre las piernas del otro sonrió de lado, usando sus manos para desenfundar el miembro duro de Suzaku y colocándolo cerca de su entrada.


-Depende de si eres bueno o no-


Se siguieron viendo por un segundo y después simplemente se sonrieron, volviendo a atrapar sus labios y besarse profundamente mientras el pelinegro era penetrado por el castaño, quien a pesar de que intentaba hacerlo con lentitud sentía que se volvería loco por sentir esa calidez en ese interior. Se detuvo una vez dentro pero fue poco el tiempo debido a que el otro comenzó a moverse, primero en círculos pero después subiendo y bajando. El castaño, aunque sentía morirse de placer, tomo de la cadera a Lelouch y le ayudo a moverse, pegado a sus labios y disfrutando del momento.


-Ah…Suzaku….- susurro el pelinegro  mientras se empezaba a mover con  mayor rapidez, sintiendo que su interior era completamente frotado y que el miembro de Suzaku llegaba hasta ese punto crítico.


El castaño lo observo con atención, apreciando cada una de las expresiones que el otro le regalaba, como esa que tenía en ese momento, jadeando y sonrojado. Suzaku lo agarro con fuerza de la cadera, ayudándole a aumentar la velocidad, sintiendo su sexo ser atrapado y presionado en el interior del otro mientras se endurecía más.


-No…aguanto…- jadeo Suzaku mientras volvía a besar a Lelouch, deteniéndose un segundo para poder poner a Lelouch sobre la cama y volver a penetrarlo, moviéndose ahora con mayor facilidad y de esa forma poder penetrarlo aún más profundo.


-Suzaku… me corro…- dijo el otro mientras se mordía el labio con fuerza para no dejar salir un gemido demasiado fuerte mientras que con su interior empezaba a ejercer más presión, logrando que pronto el otro se corriera y así él poder correrse entre sus abdómenes.


El castaño salió con cuidado y beso de nuevo a Lulu, saboreando sus labios y después dedicándose a observarlo.


-Suzaku, ponte el bóxer por lo menos antes de meterte a la cama- dijo mientras se levantaba y caminaba hacia el baño que estaba en su cuarto. Al llegar ahí se recargo contra la pared, teniendo aun la sensación del cuerpo del otro embestirse contra el suyo. Había sido algo tan delicioso, algo tan diferente. Se limpió los residuos de Suzaku y después salió del baño, poniéndose un bóxer para meterse a la cama, sintiendo que Suzaku se metía después y lo abrazaba por la espalda. Sin interesarle nada se pegó contra el pecho del castaño y se quedó en silencio, acariciando la mano que estaba sobre su abdomen.


-Lelouch ¿por qué tuve que ponerme ropa?- preguntó suavemente mientras le besaba el hombro, sintiendo el cuerpo del otro tensarse ante aquella pequeña muestra.


-Espera, ahora lo veras- informo mientras suspiraba, sintiendo otro beso contra su piel pero antes de que pudiera decir algo la puerta se abrió, unos pasos rápidos sonaron por el cuarto y pronto el movimiento en la cama se hizo presente pero se detuvo antes de tiempo.


-¿Qué hace tío Suzaku aquí?- preguntó con voz enojada pero intentando cubrirla con su voz de niño pequeño.


-Bueno es mi amigo y como tus amigos también se duermen contigo, él puede dormirse aquí- comento Lelouch mientras se divertía al imaginarse el puchero de su hijo, aunque no pudiera verlo bien por la poca luz sabía que lo estaba haciendo.


-Pero no puede- murmuro el niño acomodándose junto a su papá.


-Claro que puede, es mi cama y lo dejo acostarse aquí. Ahora duérmete- dijo acariciando su cabello y después empezando a acariciarlo. Pronto sintió la respiración acompasada del infante y él suspiro tranquilo, había esperado que el niño se agitara más pero al parecer estaba muy cansado para eso.


-Debería irme- comento Suzaku después de un rato de estar en silencio, moviéndose un poco con la intención de levantarse pero la mano de Lelouch lo detuvo.


-Conocer a la madre de Eiros fue un error, estar a su lado fue una tontería pero dejarla embarazada fue una estupidez- murmuró mientras veía a su hijo y seguía con la mano sobre el brazo de Suzaku.


El castaño lo escucho y después de pensarlo un poco se volvió a acomodar, abrazando a Lelouch por la cintura y acercándose a su cuerpo. No iba a perder la oportunidad de poder saber más sobre lo que había pasado con Lelouch todos esos años.


-La conocí poco después de mi muerte. C.C. y yo nos fuimos de pueblo en pueblo hasta llegar lo más lejos posible. Ahí pudimos establecernos tranquilamente pero como era un pueblo todos se conocían. Teníamos un trabajo de escribanos y un  día llego ella, pidiéndome que le escribiera algo al chico que le gustaba. Después de eso empezamos a hablar cada vez más y al poco tiempo me entere que la carta había sido un pretexto inventado por una de sus amigas para que me hablara. No me intereso en realidad, simplemente seguí como debía de ser pero un día, yo estaba demasiado borracho como para pensar bien, se me acerco y se me insinuó. Pensé que si lo hacía con ella podría olvidar por completo lo que había dejado atrás. Claro que fue una tontería, nunca podría olvidarlos. Esa fue la única vez y fue suficiente pues dos meses después me dijo que estaba embarazada.- El pelinegro se quedó callado unos segundos, acariciando el cabello de su hijo y suspirando.-Le dije que me haría responsable del bebé y de ella pero ella no quería tenerlo, decía que era muy joven y la entendía. Yo tenía apenas 19 años cuando eso pasó, me aterraba pensar en tener una familia. No quería tener a nadie más que no fueran ustedes pero como no tenía esa oportunidad pensé que esto no estaría tan mal. Poco después ella empezó a vivir con nosotros pero no la soportaba, era demasiado tener que estar cuidando de ella y del bebé mientras me hacia sus panchos por cualquier cosa. Al final la corrí y le dije que le enviaría dinero para su supervivencia- se volvió a detener, sonriendo un poco al recordar todo lo que había sucedido.-Poco después me dijeron que estaba a punto de dar a luz pero el niño era prematuro. Fui a verla y espere ahí hasta que Eiros nació. Cuando lo sostuve en las manos decidí que viviría por mi hijo, porque era mi hijo. Ella le puso el nombre de Eiros y yo el tuyo. Quedaban bien- murmuró y después suspiro, sintiendo la caricia en su cabello.-Ese mismo día le dije que me llevaría a mi hijo pero que le seguiría dando dinero para su mantenimiento, así como las reglas del juego. Podría visitar a Eiros siempre que quisiera y hablarle. Pero se tardó cinco meses en visitarlo. C.C. y yo lo cuidábamos pero su mamá nunca tuvo la intención de cargarlo. No la culpaba, nadie se siente capaz de cuidar a un niño a los 19 años. Empezaron a surgir algunos problemas y fue cuando decidimos que era hora de irnos. Nos alejamos de ahí y fuimos a alguna ciudad, yo le seguí mandando dinero a su mamá y los papeles de su renuncia completa al cuidado de Eiros. Me los devolvió firmados, así que en ese momento mi relación con ella se acabó, seguía mandándole dinero y ella podía visitar a Eiros-


Suzaku se quedó en silencio todo el tiempo pero cuando se dio cuenta de que Lelouch había acabado de hablar sonrió.


-Bueno lo has educado bien a pesar de ser tan joven para tenerlo de hijo-


Lelouch soltó una pequeña risa y después se volteo a verlo.


-Claro que sí, hablas con el que fue asesino para después convertirse en emperador en un año-


Suzaku sonrió por lo dicho y se acercó a él, besándolo suavemente sobre los labios y abrazándose con fuerza a su cuerpo. Ahora ya sabía un poco sobre la historia de Lelouch y eso le alegraba todo.


-Lo sé- dijo simplemente mientras volvía a besarlo, acomodándose a su lado y aspirando su aroma. Esperaba que al siguiente día, todo estuviera tan tranquilo como ahora.


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