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初恋- innocence's taste por YasuAmaya

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Notas del capitulo:

Y: he vuelto!!!

M: wow! Yasu, nunca antes habías actuaizado tan rápido! es tu mayor récord xDDD

Y: si xDDD

T: -w-U

Y: no hay mucho para decir sobre este capítulo, nada más que me quedó muy corto para mi gusto, pero ya saben la razón

M: la facultad

Y: exacto

T: y el miércoles tiene parcial de Pensamiento Científico -w-

M: y no terminó de estudiar ¬¬*

Y: eh... prefiero mantener mi vida privada aparte u.ú

M: bueh, qué te hacés?

Y: xD en fin, vamos con el segundo capítulo, sepan disculpar si hay errores 

 

Se despertó temprano en la mañana, ya que no quería repetir lo mismo del día anterior; nadie le aseguraba que tendría suerte de nuevo. Alistó sus cosas, se arregló como debía y salió de su cuarto. La casa estaba en calma. Pasó delante de la puerta abierta del cuarto de su hermano. Teruki no estaba allí. “No lo veo desde ayer. ¿Habrá regresado a casa?”. Siguió su camino, y bajó las escaleras para marchar a la cocina. Allí estaba su madre, preparando el desayuno.

 

-Buenos días.- saludó, a medida que tomaba asiento.

-Buenos días, Takuya.- le respondió gentilmente su madre junto con una sonrisa. Tomó una bandeja y la dejó delante de su hijo, sobre la mesa- Espero que te guste.

-Todo lo que tú preparas es delicioso, mamá. Muchas gracias.

-Eres tan dulce, hijo.- le acarició el cabello- Ahora come, no querrás llegar tarde a la escuela otra vez.

-No, claro que no. Itadakimasu.- se llevó a la boca un trozo de pescado. Mientras comía, miraba hacia su alrededor- ¿Y mi hermano?

-Anoche tenía una presentación junto con unos amigos.

-¿Qué? ¿En serio? “Me hubiese encantado ir”.

-Si. Dijo que pasaría la noche en casa de Aki-kun.

-Ya veo…- dijo con tono de decepción- Espero que le haya ido bien.

-Yo espero lo mismo. Ha estado muy entusiasmado.

-Como siempre. No cambia más.

-Ja, ja, ja… Creo que la música es lo suyo. Estoy ansiosa por que llegue y cuente qué tal le ha ido.

-Si.

-Pero ahora tú come, que además tienes que pasar a buscar a Miku-kun.

-Es cierto.

 

Por más que su madre le dijera que se apurara, tenía tiempo de sobra. Terminó su desayuno, acabó de preparar todo lo que necesitaba y se encaminó a buscar a su mejor amigo, a una casa de distancia. Llegó al lugar donde el rubio residía y llamó a la puerta. Fue cuestión de segundos para que alguien lo atendiera.

 

-Buenos días, señora Tsukiyama.

-Buenos días, Takuya-kun.- le saludó una mujer de cabello negro y largo hasta los hombros- Qué bueno verte.

-Lo mismo digo.- respondió con una sonrisa- Venía a buscar a Miku.

-Akiharu se está preparando en su cuarto. Puedes pasar a buscarlo.

-Si. Con permiso.- entró en la casa, se quitó los zapatos y se dirigió hacia donde estaba su amigo.

-Buenos días, Takuya.- le saludó desde la sala una niña.

-Buenos días, Chiaki.- ella era la hermana menor de Miku y Aki.

 

Takuya subió las escaleras y fue directo al cuarto de su amigo. No golpeó la puerta, entró sin pedir permiso. Miku estaba preparando su mochila.

 

-Buenos días.

-Buenos días, Takuya.- le saludó sonriente- Vaya, te despertaste temprano.

-Si, no quiero volver a llegar tarde.

-Ja, ja, ja… Yo tampoco.- cargó su mochila en su hombro- Todo listo. Podemos irnos.

-Bien.- ambos salieron del cuarto- Ah…

-¿Qué?

-¿Mi hermano está aquí?

-¿Teruki?

-¿A caso tengo otro hermano?

-Hum… No lo he visto.

-¿Y Aki-san?

-Creo que llegó después de la medianoche. ¿Por qué preguntas?

-Mi mamá me dijo que iban a estar juntos.

-Oh… Pues… A lo mejor están durmiendo. Ya los veremos cuando regresemos de la escuela.

-Si.

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

“¿Cuándo nos vamos?”. Takuya estaba impaciente, quería salir cuanto antes de la escuela para llegar a su casa y ver a su hermano. “No entiendo porqué quiero verlo tan pronto, si sé que cuando lo vea tendré que volver a declarármele”. Miraba su reloj a cada momento, como si eso pudiera hacer ir más rápido el tiempo. “Avanza, avanza, por favor”. Faltaban segundos para que sonara la campana de salida. Guardó sus anteojos. “Ya es la hora. ¿Por qué no suena la campana?”. El profesor seguía hablando a la clase. “Quiero irme…”. La espera era eterna. “¡Ahora!”

 

Sonó la campana.

 

-Muy bien. Eso fue todo por hoy. Recuerden que el informe que deben entregar tiene que estar terminado para el jueves. Pueden irse. Nos vemos mañana.

-Por fin.- suspiró el castaño, quien comenzó a guardar sus cosas, al igual que el resto de los allí presentes en el salón. Se puso de pie y estaba listo para irse.

-Takuya, ¿me acompañas a la biblioteca?- le preguntó Miku.

-¿Qué?

-Necesito conseguir un libro. No tardaré mucho tiempo.

-Eh… Bueno, está bien. “Espero que no se demore mucho”.

 

Fueron a la biblioteca de la escuela, que se encontraba en otro edificio del predio. El lugar era enorme y había cientos de libros, muy variados. Mientras el rubio buscaba el que necesitaba, Takuya lo acompañaba. Aunque él iba sumergido en sus propios pensamientos. “¿Qué debo decirle esta vez? Ni siquiera sé qué cara poner cuando lo vea. Espero que no esté molesto”. Caminaban por varias secciones, pero Miku no parecía hallar lo que buscaba. “Me pregunto qué habrá pensado en este tiempo que no nos vimos”. Su amigo revisaba varios libros, aunque sin mucho éxito. “Me encantaría que me correspondiera. No quiero que me rechace. No creo que pueda soportarlo”.

 

-¿Crees que éste sea bueno? Parece difícil.

-“Y si me rechaza, ¿qué hago?”

-¿Me escuchaste?

-“Pase lo que pase, no debo llorar. No delante de él”.

-Takuya… Takuya…

-“Quiero verlo, quiero estar con él”.

-Takuya… ¿Me estás escuchando?- pasó su mano delante del rostro del castaño.

-Ah… ¿Qué? Miku… ¿Encontraste el libro que querías?

-Todavía no.

-¡¿Aún no?! ¿Cuánto más estaremos aquí?- su amigo lo miró raro.

-¿Qué te pasa?

-Eh… No… Es que…

-Si quieres irte, puedes hacerlo. Sólo te pregunté si querías acompañarme porque siempre regresamos a casa juntos.

-No, no me malentiendas, Miku. Yo quería acompañarte, en serio, no me gusta volver a casa solo.- el rubio torció la boca.

-Está bien, ya no importa.- suspiró- Igualmente creo que llevaré éste. Voy a registrarlo y ya podremos irnos, ¿bien?

-S-si… “Ya falta poco para ver a mi hermano”.

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

“¿Otra vez está con la batería?”. A diferencia del día anterior, Teruki y Aki estaban practicando en la casa de Takuya. Éste y Miku estaban en el cuarto del primero, haciendo sus tareas, aunque se podía oír muy bien a sus hermanos desde donde estaban.

 

-Y de nuevo…- habló Miku.

-¿Dijiste algo?

-Si. Te estaba preguntando cuánto te dio el segundo ejercicio.

-Ah… Aún no lo resuelvo.

-¿Qué? Takuya, ¿qué te está pasando?

-Nada.

-¿Cómo nada? Has estado distraído todo el día y cuando te pregunto qué te está pasando me dices “nada”. Se nota que algo tienes. Tú no eres así.- el castaño bajó la mirada.

-Dime cómo hago, Miku.

-¿Hacer qué cosa? ¿El ejercicio?

-¿Cómo hago para que mi hermano se fije en mí?

-¿Eh?

-Parece que sólo le importa la batería… Y yo…

-Ya entiendo.- hizo una pausa y se quedó pensativo- ¿Has intentado teñirte el cabello?

-¿Y eso para qué?

-Para llamar la atención.

-No me gusta hacer eso.

-Oh, vamos. Necesitas un cambio. Eres muy tranquilo y tímido. Necesitas un color de cabello que diga lo contrario… Hum… ¿Qué tal un anaranjado? O no, ya sé… ¡Un rubio!

-¡Qué horrible!

-¡Oye, que yo soy rubio!

-Pero no natural.

-¿Y qué? No me queda mal.

-Eso porque eres tú.

-¿Ah?

-Que a ti todo te queda bien.

-¿Quién dice?

-Todos.

-¿Y quiénes son todos? Para mí son nadie.

-Pero, Miku, entre tú y yo hay mucha diferencia.

-Claro que no.

-Si.- agachó la cabeza- Tú eres listo, bueno en los deportes, tienes muchos amigos, eres popular con las chicas, no temes enfrentarte a las cosas… En cambio yo… soy todo lo contrario…

-Créeme,- lo tomó del mentón para hacer que lo mirara directo a los ojos- nos parecemos más de lo que tú imaginas.

-Pero…

-No te ganarás a Teruki si hablas de esa forma.- dijo firme.

-¿Ganarme…?

-Él aún no te ha dado una respuesta. Todavía estás a tiempo. Tienes que ir, decírselo otra vez y esperar a que él te dé una respuesta clara y concisa.

-Si…

-No, así no. Mira al frente, infla el pecho y firme. ¿Eres un hombre o un niño?

-Eh… Pues… Soy varón, no soy un niño pero tampoco soy lo que se considera como hombre.

-Ay, Takuya…- lo abrazó- No pienses tanto, mi niño. Sólo ve y haz lo que te digo.  

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

“Mirar al frente, inflar el pecho y firme… Tengo que recordarlo… Mirar al frente, inflar el pecho y firme…”, se repetía una y otra vez dentro de su cabeza. Minutos pasaban de las nueve y media de la noche. Takuya estaba en su cuarto, tratando de juntar el valor necesario para ir con Teruki y hablarle. “No debo pensar tanto, sólo ir y hacerlo”. Respiró profundamente, repetidas veces. “Es hora. Debo hacerlo”. Se levantó de la cama, decidido, siempre mirando al frente. Dio pasos firmes hasta llegar a la puerta, abrirla y salir de la habitación. “Bien”. Caminó con convicción hacia la entrada al cuarto de Teruki. “Tengo que ser fuerte”. Con el pulso a mil por hora, golpeó la puerta. “Ya estoy aquí, no debo huir”. La puerta se abrió. Teruki tenía una expresión difícil de descifrar.

 

-¿Si?

-Eh… Hermano… ¿puedo hablar contigo un momento?- preguntó, sin animarse a verlo a la cara.

-Eh… Claro. Pasa.- lo dejó entrar a su habitación. El castaño entró, nervioso, y cerró la puerta. El mayor caminó hasta sentarse en su escritorio. Takuya tragó en seco.

-S-… Sobre lo que sucedió ayer…

-Ah…

-Si… Eh… Quizás no… no entendiste lo que quise decirte.

-No. Sí te entendí, Takuya.- habló tranquilamente.

-¿Qué?

-Debo ser honesto contigo, Takuya. Ya me estaba esperando que me dijeras algo así algún día.

-¿Eh? ¿Cómo que… te lo esperabas?

-Ya me había dado cuenta de lo que te pasaba.

-¿En… en serio?- se ruborizó.

-Si.- el menor bajó la mirada- La verdad, me sorprendiste cuando me lo dijiste.

-Pero, ¿no que ya sabías?

-Es que nunca creí que te animarías a decírmelo.

-Ya veo.

-Por eso, nunca pensé en serio qué te diría si algo así sucedía.

-“Nunca…”

-Sinceramente, no es fácil esto, Takuya. No creas que no te quiero, porque tú eres mi hermano menor, te quiero mucho y eres muy importante para mí… Pero… eres mi hermanito…

-Entiendo…- el pelinegro se levantó de su asiento, para acercarse a su hermano.

-En verdad, agradezco que me hayas dicho todo. Debiste sentir un gran alivio al hacerlo, ¿no?

-Si…

-No pienses que no vales nada, porque tú vales mucho ya por ser quien eres. Así que no estés triste.- el castaño asintió- Tarde o temprano encontrarás a alguien mejor, dalo por hecho.

-Eso espero…

-Créelo.- le revolvió el cabello- Aún así, lo siento.

-No… Está bien. Lamento haberte molestado.

-Sabes que no molestas.

-De todos modos, gracias por haberme escuchado.

-No importa qué sea, siempre puedes confiar en mí.

-Si… Gracias, hermano… Eh… Buenas noches.

-Buenas noches, Takuya.

 

El menor caminó para salir de la habitación de su hermano e ir a la suya. Cuando llegó allí, cerró la puerta, buscó su celular, escribió un mensaje y, después de enviarlo, se recostó en su cama a mirar al techo. Estuvo en esa misma posición por largos minutos, tratando de no pensar mucho en lo que había sucedido. “No puedo creer lo que hice”. Se sentía raro, como si tuviera una mezcla de emociones. Miró la hora en su celular. “Son las diez… Me pregunto si…”. Escuchó sonar el timbre. “Allí está”. Después de unos segundos, se abrió la puerta, su amigo rubio había llegado. Entró al cuarto y cerró la puerta, para caminar y llegar a sentarse a un lado del dueño del lugar.

 

-Cuéntame todo.

-No hay mucho para contar.- le respondió, sin despegar su mirada del techo.

-¿Se lo dijiste otra vez?

-Si. Y esta vez no escapé y esperé hasta que me diera una respuesta.

-Diste un gran paso.

-¿Tú crees?

-Si. Bien hecho, Takuya.

-Gracias.- se sentó. Los dos se quedaron sin saber qué decir ni qué hacer. Segundos pasaron y luego de ese corto lapso de tiempo, Miku abrazó a su amigo, quien le correspondió. No hicieron falta las palabras, sus gestos y lágrimas hicieron que el rubio pudiera entender todo lo que le había pasado a Takuya.  

-No llores, Takuya.

-Me rechazó… Me rechazó… Dijo que lo nuestro no era algo fácil…- sollozó- Él me quiere… soy importante para él… pero soy su hermano… y lo nuestro no puede ser…

-Quizás lo tomaste por sorpresa.

-No… Me dijo que ya sabía de mis sentimientos… y que nunca pensó en qué me diría si yo me declaraba… porque no creyó que pudiera hacerlo…- abrazó más fuerte a su amigo- Nunca tomó en serio lo que yo sentía… Eso fue lo que me dio a entender… No piensa en mí como yo pienso en él.

-No te pongas mal por eso.

-Pero, Miku, ¿no entiendes lo que te estoy diciendo? Para mi hermano no significo nada.

-Significas mucho para Teruki, demasiado.

-No.

-Si, Takuya. Yo no creo que no tenga en cuenta tus sentimientos, para mí que se preocupa mucho por ello.

-¿Qué?- se separaron un poco.

-Eso.- le secó las lágrimas- Piénsalo bien: son hermanos. Obviamente que es algo complicado intentar tener algo con tu hermano. Yo no sabía qué hacer si viene mi hermano… Eh… No… Yo no sabría qué hacer si viene mi hermana y me dice algo como lo que tú le dijiste a Teruki… Y al ser tu hermano, seguramente trató de explicarte todo de manera tal de no lastimarte.

-¿En serio?

-Yo haría eso… Me dan escalofríos de tan sólo pensarlo.- Takuya agachó la cabeza- ¡Ah! Pero yo lo digo porque nunca pensé así sobre mi hermanita… Es decir… Eh…- se rascó la nuca- Metí la pata.

-No… Te entiendo… Normalmente no se tienen estos sentimientos por un hermano, ¿no?

-Eh… Generalmente no… Aunque existen las excepciones como es tu caso… Y realmente admiro que hayas tenido las agallas necesarias para admitirlo.- volvió a abrazarlo- Esta noche, llora todo lo que quieras, yo me quedaré contigo hasta el amanecer si es necesario. Mañana será un día nuevo y podrás comenzar desde cero… Sólo no te rindas nunca.

-Si… Muchas gracias.

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

[Querido diario: volví a declarármele a mi hermano, y esta vez sí me quedé a oír su respuesta… Bueno, me rechazó. Aún estoy triste por eso. Por lo menos mi hermano no me dijo que me odia ni nada así. Me dijo que estaba agradecido por lo que siento y que algún día quizás conoceré a la persona que me corresponderá…

 

Yo quiero… que sea él… Quiero que mi hermano me corresponda… ¿Por qué no puede corresponderme? Yo lo quiero mucho, más que a nadie… ¿A caso no… aprecia mis sentimientos? Sé que me dijo que soy importante para él y que ya por ser quien soy valgo mucho… Pero yo lo quiero a él… No quiero olvidarme de esto tan fácilmente… No voy a renunciar a mis sentimientos…

 

Tarde o temprano, mi hermano me va a corresponder… Voy a luchar por conseguirlo…]

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

Los días fueron pasando. Takuya seguía con su vida como solía hacer. El hecho de que Teruki lo rechazara, si bien lo desanimó bastante, no le afectó en gran medida. Había decidido que, por más que le doliera, no se daría por vencido. Estaba dispuesto a darlo todo por que su hermano le correspondiera.

 

 

-¿Primer lugar?

-Ja, ja… Takuya, lo hiciste de nuevo.- le dijo Miku- Obtuviste las notas más altas de la clase. Te felicito.

-Eh… Gracias.

-Fuiste un gran rival. Me dejaste en segundo lugar.

-Ja, ja, ja… Lo siento. Tú también lo hiciste muy bien.

-Me voy a esforzar más.- se desperezó- Ah… Por fin vacaciones.

-Se siente el verano, ¿no?

-Si. Creo que el tiempo cada vez pasa más rápido.

-Es cierto…- suspiró- ¿Qué harás en tus vacaciones?

-Hum… No lo sé. ¿Y tú?

-No tengo planes.

-Sería bueno ir a algún lado.

-¿A dónde?

-No lo sé. Pero que esté fuera de aquí. Quiero cambiar de ambiente. Estoy cansado de ver campos cultivados, barcos y esas cosas.

-¿Y a dónde te gustaría ir?

-¡A la playa!

-Pero, Miku, tenemos playas aquí.

-No es lo mismo. Aquí siempre está la misma gente.

-Tú lo único que quieres es ver chicas.

-Ja, ja, ja… Bueno… Si se cruza alguna chica linda por ahí y mis ojos la siguen, no soy culpable.

-Ja, ja, ja… Creo que tienes razón. Estaría bueno salir de aquí.

-Si… El único problema es…

-Dinero.

-Somos pobres.

-Necesitamos un milagro si queremos ir de vacaciones.

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

-Miku, Takuya, ¿quieren irse de vacaciones con Aki y conmigo?

-¿Qué?

-Teruki se ganó cuatro pasajes con todo pagado para ir a Okinawa.- explicó Aki.

-¿Okinawa?

-¿Qué dicen?- preguntó el pelinegro- ¿Quieren venir?

-Ahí tienes tu milagro, Takuya.- le dijo su amigo al oído. 

 

Notas finales:

M: nos vamos a Okinawa!! 

T: lástima que no sea de verdad xD

Y: si D: yo no me gano ni un viaje a Santa Teresita ¬¬ como sea xD espero que el fic les esté gustando ^-^ y que me tengan paciencia con la conti xD

M: tiene parciales

T: pero va a volver a escribir con más regularidad a partir del sábado!

Y: si, después del parcial de matemática -__-U a quéin se le ocurrió darme el horario de los sábados???!!! ¬¬* en fin... espero que me dejen reviews ^-^ nos veremos por ahí... o nos leeremos xDDD vamos, mis nenes

M: nos leeremos

T: cuídense

Y: bye bye


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