Me encontraba con mi grupo de amigos en el antro de moda, amo estos lugares por que puedo exhibir mis pasos de baile en las pistas bajo la lluvia de luces, sin importar la música que se escucha de fondo, para mí es universal, no hay ni buenas ni malas canciones.
A mi novio no le gustan estos lugares, siempre comenta que son ruidosos, de mal gusto y sin sentido, pero está muy equivocado. Este sitio es el paraíso, puedo ser yo mismo al ritmo de las mejores melodías que podrán existir.
Mi celular empieza a sonar, lo contesto al ver su llamada.
- Bueno, Rode; amor. ¿Qué pasa?-. Contestó muy tranquilo mientras sigo bailando.
- ¿Dónde estás?-. Preguntas molesto.
- En el antro-. Respondí mientras la música sube de volumen.
- Feliciano, sal de ahí y ven directamente a mi casa-. Empiezas a subir el tono de voz.
- ¿Qué? No te escucho muy bien-. Te respondí, fingiendo no haberte escuchado.
- Dije, que te regresaras. ¿Qué NO OYES?-. Vuelves a subir tu voz.
- OYE, mejor hablamos al rato. NO TE OIGO-. Contestó haciéndome el tonto.
- NO TE ATREVAS A COLGARME FELICIANO, TE LO ADVIERTO…-. Cuelgo el celular, quiero seguir disfrutando de la noche.
Se empieza a escuchar “Born This Way” de Lady Gaga, amo a esa mujer. Sigo moviendo mi cuerpo al compás de la canción, cuando vuelvo a escuchar mi móvil sonar otra vez. Decidí contestarlo.
- ¿Bueno?-. Preguntó, aun sabiendo la respuesta.
- Soy yo, Feliciano. ¿Por qué ME COLGASTE?-. Cuestiona mi novio molesto.
- ¿Bueno?-. Vuelvo a preguntar.
- ¿FELICIANO? ¿ME OYES?-. Grita exasperado y yo simplemente le vuelvo a colgar.
Sigo bailando, sin importarme tus enojos, caprichos y quejas. Cuando de repente siento un par manos en mi cintura. Me sorprendo de sobremanera, pero me tranquiliza ver unos hermosos ojos azules detrás de una finas gafas.
- Hola bonito, soy Alfred. ¿Y tú?-. Me pregunta el desconocido.
- Feliciano, pero mis amigos me dicen Feli-. Contestó muy tranquilo.
- Lindo apodo, ¿Vienes seguido?-. Vuelve a cuestionarme.
- Trato, pero a mi novio no le gusta este tipo de lugares, así que de vez en cuando me le escapo-. Respondó.
- ¿Novio? Pues que tipo tan aburrido, si venir a bailar es muy divertido-. Me comenta.
- Cierto-. Afirmó, en eso mi teléfono suena, pero dudo en responderlo, pues se muy bien quien me marca con tanta insistencia.
- ¿No piensas responder?-. Me pregunta coquetamente, mientras me levanta el mentón.
- No lo sé, estoy cansado de oír quejas.-. Le contestó a Alfred y por inercia respondí el teléfono.
- ¿Sí? Roderich-. Contesto tímidamente.
- HASTA QUE TE DIGNAS A RESPONDERME, ESTOY HARTO DE BUSCARTE EN ESOS LUGARES, Ven de inmediato hacia mi casa-. Me grita, acto que hace a Alfred se separe un poco de mi.
- Pero me estoy divirtiendo-. Le digo al envalentonado.
- ME IMPORTA UN COMINO, SI TE ESTAS DIVIRTIENDO. ¿TE REGRESAS O TERMINO CONTIGO?-. Me amenaza, yo sorprendido me quedo callado.
Alfred oyó perfectamente la amenaza de Roderich, se acerco a mí, me volvió a abrazar y me dijo al oído.
- Sé que es muy pronto, pero tú me gustas bonito.-. Comenzó al decirme-. Yo no te gritaría, ni te prohibiría venir a los antros, es más vendría contigo-. Finalizó.
Lo pensé, Alfred esta guapo, me atrae, se ve que tenemos más en común que lo que tengo con Roderich, sigo escuchando la voz de este ultimo exigiéndome que le conteste. Me canso y me le acerco al rubio rápidamente y le planto un beso muy apasionado lleno de pasión y lujuria.
Sin pensarlo mucho cuelgo el teléfono. Alfred y yo seguimos besando en medio de la pista de baile, las canciones siguieron sonando, al igual que mi celular.
Cuando salimos del lugar eran alrededor de las 3 de la mañana, tenía más de 20 llamadas perdidas. Justo cuando iba a guardar mi teléfono, este volvió a sonar. Me negué a contestarlo.
- Deberías contestarlo y darle fin a eso-. Me dijo Alfred.
- Ya sé que hare, es lo mejor-. Le conteste, mientras le tomaba la mano y nos dirigíamos a su departamento.
“Deja de llamarme, hemos terminado” Feliciano.
Ese fue el último mensaje que Roderich recibió de mi celular, antes de apagarlo y dedicarme a conocer más a fondo a Alfred,
Mientras tanto un huraño castaño al leer el mensaje que acababa de recibir, decidió marcar de nueva cuenta el número telefónico, esperando una explicación.
“El número que está marcando se encuentra fuera del área de servicio, favor de marcar más tarde” Ese fue la respuesta que recibió del teléfono que con tanta insistencia marco.