Voy entrando a mi habitación después de un largo día, estoy completamente exhausto. El lugar está completamente a oscuras, voy arrastrando los pies y viendo lo interesante que es el piso.
Al ver un pequeño claro de luz en la alfombra también descubro una sombra muy menudita, con todo el trabajo del mundo levanto la cabeza y lo que ven mis ojos me deja noqueado. Wolfram está delante de mí, vistiendo un camisón de un lindo color verde pálido, aunque me doy cuenta que esta…. bastante corto, me sonrojo de sólo notar esto. Está de pie, mirando fijamente la luna por el ventanal, la luz del enorme astro lo baña por completo, mostrándome una vista casi irreal.
Torpemente me acerco a él, me coloco detrás suyo, a una distancia prudente. Sin quitar la vista de la luna me dice:
-Te he estado esperando- pero lo dice de una manera tan sensual que hace que la piel se me erice de pies a cabeza.
-¿Esperan… dome? Creí que ya te habías ido a dormir- mi lengua se tropieza dentro de mi boca.
-No, quería…-se voltea inesperadamente y me mira con esos enormes ojos verdes- quería pasar un pequeño momento contigo… Shouri- está prácticamente ronroneando, sus manos se han posado en mi pecho. Su sonrisa es tan provocativa.
-Yo… - ahí se queda mi frase.
Abrazo a Wolfram por la cintura y él se abraza de mi cuello. Su cuerpo es muy cálido. Con la gran fuerza que tiene nos da la vuelta y nos derriba sobre la cama, quedando yo sobre él. Con los brazos me levanto un poco para no aplastarlo, puedo ver su rostro perfectamente, y el rubor sube hasta mis mejillas. Me está observando con detenimiento y suelta una risita traviesa. Me atrae hasta su rostro, sí que tiene fuerza.
-Te ves tan guapo cuando estás apenado- susurra dulcemente. La distancia que me separaba de sus labios es rota.
¡Caray! Es muy bueno besando, estoy por profundizar el beso, pero unos ruidos muy extraños me distraen...
-¡¡Shouri es hora de que te levantes!! – grita Wolfram golpeando la puerta.
Abro los ojos de golpe y me descubro aferrado a una de las almohadas. Pero qué demonios… ¡Estoy besando mi almohada!
La lanzo lejos, fue sólo un sueño…
-Fue sólo un sueño-
-¿Qué fue sólo un sueño?- sin darme cuenta lo había repetido en voz alta, soy sorprendido por Wolfram, que permanece a un costado de la cama, mirándome curioso.
-Na-nada. Buenos días- siento que mis mejillas enrojecen de sólo ver a la persona con la que estaba soñando.
-Buenos días. Tal parece que dormiste muy bien y que incluso soñaste con algo muy agradable- ríe unos momentos y después sólo me mira burlón. No digo nada, estoy demasiado apenado. – ¡Tengo razón! No te preocupes Shouri, no diré nada- vuelve a reír.
Trae en las manos la ropa que usaré el día de hoy, me la ofrece, pero de inmediato la quita y se acerca para ver mi rostro, al tenerlo tan cerca, me vuelvo a ruborizar, pero ahora con más violencia, ¡me está ardiendo la cara!
-Te ves muy guapo cuando te apenas Shouri- dice alejándose y sonriéndome. Es igual que en mi sueño, pero no es lo mismo. –Vístete para que bajemos a desayunar y después a continuar con tu educación. Te esperaré afuera.
Todo está pasando tan rápido que me aturde. Sin más remedio me pongo mi ropa. Esta vez logro acomodar mi cuello por mí mismo. Medio peino mi cabello y me pongo las gafas. Presiento que será un día difícil.
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Hoy será un día muy complicado para mí, debo comportarme “normal”, bueno, lo que según ahora significa normal en mí. Después de lo de anoche, simplemente no pude dormir. Tuve que quedarme en el baño y salir de ahí en cuanto el sol comenzó a aparecer entre las montañas.
No puedo creer que me haya dejado llevar. ¡Soy un tonto! No debí ceder, ni siquiera porque fue la forma Maou… aunque no parecía ser completamente el Maou…. ¡qué estoy pensando! Además todo fue un malentendido y él no lo recordará, o eso quiero creer.
Mi cabeza se hace enredos con facilidad, cosa que antes no me pasaba. Shouri está tardando mucho. Espero no le moleste estar todo el día conmigo, no quiero ver a Yuuri, ni siquiera de lejos. Siento que echaría a perder todo mi esfuerzo por ser una persona diferente.
Y lo que lo vuelve aún más complicado es que no puedo olvidar la sensación de los labios de Yuuri sobre los míos. Estoy por caer en una nueva depresión, lo sé. Tal vez deba cambiarme de habitación por un tiempo, no es bueno para mi salud mental estar cerca de “esa” persona.
Siento cómo la puerta a mi espalda es abierta. Me voy hacia atrás, pero el amplio pecho de Shouri me salva de caer.
-¿Estás bien? –me pregunta, a pesar de su apariencia un tanto rígida, es bastante amable.
-Sí, vamos a desayunar- lo tomo del brazo y lo jalo hacia el comedor.
¡Rayos! Ahí va a estar Yuuri.
-Uhmm, Shouri ¿te gustaría desayunar en el jardín? – la interrogante está clara en su rostro- Sólo conmigo, pero si te disgusta, podemos desayunar con el resto- creo que debo enfrentar mi destino.
No me responde nada, simplemente me toma de la muñeca y me lleva al jardín. Nos sentamos en la mesa, y aparece Doria con los platos y unos vasos con jugo de naranja.
-Gracias Doria- le sonrío, ella siempre ha sido amable conmigo. Además debo portarme “normal”.
-No es nada Excelencia-está por retirarse, pero se dirige a mí nuevamente- ¿Desea que le avise a los demás que usted y el joven Shouri se encuentran aquí?
-No. Diles que estamos en la habitación de él. Por favor- asiente con la cabeza y se marcha a dar el aviso.
Miro a Shouri y él me está observando con curiosidad.
-¿Quieres saber por qué estamos desayunando aquí y no con el resto?- pregunto tratando de sonar desinteresado
-No precisamente. Sólo que te noto un poco raro. ¿Pasó algo? – cómo es que se dio cuenta, no tengo idea, pero aunque se haya ofrecido a escucharme cuando lo necesitara, no puedo hablarle de lo que ocurrió anoche entre su enclenque hermano y yo.
-No es nada, sólo me siento un poco desganado. No he comido pastel de fresas en tres días y eso me afecta- ríe ante mi comentario y no vuelve a preguntar.
Me gusta platicar son Shouri, es divertido y a pesar de su edad aún tiene un toque de ingenuidad que lo hace adorable. Además me inspira completa confianza. Y… ¿cómo decirlo? … me hace sentir seguro.
Después de un desayuno con una charla muy divertida es hora de ir a clases. Lo que me tomará la mayor parte del día. Así podré sentirme más tranquilo.
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Otra vez los rayos del sol me molestan al golpear mi cara. Abro los ojos irremediablemente. Me da vueltas la cabeza, como si hubiera bebido hasta perder el conocimiento… ¡¿tengo resaca?¡ No, yo no bebí anoche.
Me siento sobre las sabanas, estoy confundido. Busco a Wolfram, pero él ya no está en la cama. Sé que algo pasó y lo involucra a él, pero no recuerdo nada, mi mente está nublada.
Me levanto con dificultad y camino hacia la puerta, la abro para ver si hay alguien afuera y un par de imágenes vuelven a mi cabeza con velocidad sobrehumana. “Shouri a punto de besar a Wolfram; yo tomándolo por la muñeca y metiéndolo al cuarto” Un mareo repentino me obliga a cerrar la puerta y regresar a la cama y entonces otras imágenes acuden a mí. “Yo dándole órdenes a Wolf; él acostado al otro extremo del colchón; yo pidiéndole que se acercara” Mi cabeza da vueltas otra vez, es mejor si me obligo a recordar todo de un sola vez, me recuesto nuevamente y me esfuerzo por recordar.
Al principio me cuesta trabajo, pero da resultados y de pronto todo lo que hice anoche retorna a mi memoria. Me levanto de un brinco.
-¿Estuve a punto de hacerlo con Wolf?- digo histérico y en voz baja.
¡No puede ser! ¿Por qué? Se supone que lo único que quería era dormir abrazado a Wolfram, ese era mi capricho egoísta, ¿cómo es que terminó así? Y lo más grave de todo es que fui yo quien empezó. ¡Todo fue culpa del espíritu del Mao! No sabía que fuera tan pervertido. ¡Esto está mal! No puedo ver a Wolfram a la cara, no así. ¿Cómo voy a disculparme?
Puedo decirle que hay que hacer como si nada hubiera pasado…. Pero si ni siquiera me habla. De seguro por esto ahora no sólo me odia, si no que me desea la muerte. ¡¿QUÉ VOY HACER?!
¡Debo calmarme! Tal vez si le explico que fue por culpa del Maou me perdone la vida. ¿Y si se va del castillo porque ya no quiere verme por lo que le hice? ¡Estoy entrando en pánico! Tal vez si no hablamos del tema, todo esté bien. ¿Y si se lo dice a Shouri? No creo que vaya a contarle algo como eso, es Wolfram después de todo… pero no es el mismo de antes. ¡Me quiero morir! ¿Y si se va del castillo… con Shouri… y viven felices para siempre? No creo… ¡pero a mi hermano le gusta mi prometido! No me lo ha dicho, pero es obvio, él nunca se ha portado así con nadie, lo que quiere decir que sí le gusta MI prometido, lo cual no le puedo perdonar… ¿pero por qué no puedo perdonarlo? ¡¡Esto no tiene nada que ver con que casi hago mío a Wolfram!! ¡Ay dios! Sólo de recordarlo se me pone la carne de gallina. ¡¿Por qué demonios lo hice?! Yo sólo quiero a Wolf como un amigo… pero esto no es algo que haces sólo con un amigo, hasta eso yo lo sé. Me duele la cabeza de tratar de desenmarañar mis pensamientos.
Tal vez fueron los… fueron los… fueron los… ce… celos. Ya lo dije ¡Fueron los celos! ¡Shibuya Yuuri está celoso de que su maldito hermano pase tanto tiempo con SU prometido! Y tan sólo van dos días, ¿qué voy a hacer en los meses restantes?
Si estoy celoso… quiere decir que Wolfram me gusta… ¡Sí, Wolfram me gusta!... sólo un poco… tal vez.
Ahora entiendo porqué Wolf me decía enclenque. ¡Me cuesta tanto aceptar estos sentimientos! Iré poco a poco, sólo espero que Shouri no se atreva a hacer nada.
La cabeza está por explotarme. Es mejor si me meto a bañar y luego bajo a desayunar.
Y aquí estoy media hora después, en el comedor. Irritado por la ausencia de dos personas… Wolfram y Shouri. No me debo alterar, puede haber muchas razones para esto. La primera Wolfram no quiere verme y está dándole clases a Shouri desde temprano. O Shouri secuestró a Wolfram y lo retiene en su habitación. Cualquiera que sea, ninguna me ayuda a mejorar mi humor.
Estoy a punto de romper el tenedor en dos, cuando aparece Doria muy alegre.
-Su Excelencia Wolfram está desayunando en la habitación del Joven Shouri. Me ha pedido que les avise. Con permiso.
¡No puede ser! Así que era un poco de ambas “razones” Creo que mi humor incluso dejará en segundo plano el cotidiano mal humor de Gwendal.