Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuovo Amore por Keny-chan

[Reviews - 123]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello hello minna-san

¡Perdón! Lo sé, lo sé, casi siglos sin actualizar este fic, me siento mal por ello, de verdad, estaba que me daba de topes por no saber como continuar esta humilde historia.

Y creo que muchas me mandarán al demonio después de leer este capítulo, pero no me importa, porque lo estoy escrbiendo siguiendo la voz de mi corazón.... okay no debo prestar demasiada atencion a Günter ni a Gai-sensei, perooo en fin.

Espero si les guste este capítulo, si no... pues ya que. No se puede obligar a nadie... a veces sólo a base de amenazas, pero ya deje esas andadas, jajaja estoy hablando de más.

Espero que tooodas estén muy bien. Como que me quiere dar un resfriado... de nuevo, pero haber quien puede más.


¡A leer!

 

Ya han pasado dos semanas desde que Shouri comenzó a estudiar conmigo. En este momento estamos en la biblioteca, repasando un poco de historia nacional. Está tan sumergido en las páginas del libro que no me presta atención y en parte lo agradezco un poco, pero al mismo tiempo…  quiero que me mire.

Durante estas dos semanas he logrado evadir a Yuuri por completo, y él no me ha buscado tampoco así que las cosas no han sido tan complicadas. Ese día, cuando desayunamos en el jardín, le pedí a Doria que sacara mis pertenencias de la habitación real y las trasladara a mi antigua habitación. Desde entonces no he puesto ni un solo pie en la habitación del Maou.

Todo mi tiempo ahora es para Shouri, ya sea durante las clases o cuando tomamos un descanso. Desde que amanece, hasta que cae enteramente la noche.

Ya no me siento solo, cuando estoy con él puedo ser yo, hablarle de lo que sea y contarle mis preocupaciones… lo que me recuerda que hace dos noches le hablé sobre lo que pasó aquella noche entre su Majestad y yo. Tuve que contarle con lujo de detalle, ya que… cuando lo veo a los ojos no puedo ocultarle nada, pero… desde que lo sabe su humor cambia radicalmente cuando ve a su hermano menor.

Sé que piensa que toda la culpa la tiene Yuuri, pero yo también me dejé llevar, pude haberlo detenido, sin embargo no lo hice. Así que también es mi culpa.

Siento que Shouri es ese amigo que siempre estuve esperando, pero que nunca llegó… hasta ahora. Me hace feliz tenerlo cerca.

-¡Wolf! –una mano se agita de arriba abajo delante de mis ojos. –Ya terminé de leer lo que me pediste, ¿te encuentras bien? –veo la preocupación en sus ojos.

-Sí, lo siento. Me perdí en mis pensamientos… de nuevo –respondo agachando la mirada.

Se sienta a mi lado, toma mi cabeza y la recarga sobre su pecho.

-Sigues pensando en esa noche… ¿verdad? –su voz oculta disgusto.

-Sí y no. Estaba pensando en lo feliz que me hace tenerte a mi lado –suelto en voz baja, mi corazón comienza a latir fuertemente… no sé por qué.

-¡Oh! Ya veo. Y yo estoy feliz de que estés feliz –me dice con una sonrisa y después besa mi mejilla.

El rubor sube hasta mis mejillas. Ríe cada vez que me ve apenado.

-¡Idiota! –grito, pero sólo ríe más. De repente unos toques en la puerta nos devuelven a la realidad.

-¡Wolfram ya es hora de la comida! –grita Conrad al otro lado de la puerta.

-¡Ya vamos!

Es la primera vez en dos semanas que voy a tomar mis alimentos en el comedor. Para Shouri también es la primera vez desde entonces, siempre está a mi lado.

-¿Estarás bien comiendo con los demás? –me pregunta, permaneciendo a un costado.

-Eso creo. Además no estoy solo, estarás conmigo ¿no es así?

-Siempre que lo permitas –me responde, sonriendo.

Lo observo unos instantes, ahora que me doy cuenta… Shouri es bastante risueño. Simplemente le respondo de la misma forma.

Abre la puerta, invitándome a salir. Nos dirigimos al comedor, el camino se vuelve corto cuando vas platicando; ya estamos frente a las  puertas.

Tomo tanto aire como pueden guardar mis pulmones y lo exhalo inmediatamente.

-Todo está bien, me tienes contigo –escucho que me susurra al oído, lo que me hace estremecer un poco.

-Sí

 

Me pongo mi máscara de serenidad y abro las enormes puertas, Shouri permanece a mi lado, como prometió. Todos los presentes miran en nuestra dirección y veo a casi todos sonreír, sólo Yuuri permanece imperturbable. Me asusta un poco encontrarme con su mirada, pero siento la fuerza que me ofrece Shouri. Sonrío a todos y me encamino hacia mi lugar, junto a su Majestad.

Shouri me sigue de cerca y toma su asiento, ahora al lado mío.

La comida es servida de inmediato, así todos podemos empezar a degustarla.

-Me alegra verte de nuevo aquí Wolfram –comenta el general.

-A mí también me alegra, hermano. Me disculpo por mi ausencia en estas últimas semanas –digo antes de llevarme un bocado a la boca.

-Y díganos Shouri-sama, ¿cómo va con sus lecciones? –pregunta Günter, se nota la ansiedad por la respuesta.

-Bastante bien. Ya puedo leer y escribir en su idioma. También ya conozco la historia de cada territorio de las familias nobles. Sé en lo que se basa la economía de cada una, también conozco las riquezas de la nación y como son distribuidas. En cuanto a equitación, ya puedo montar perfectamente, Lord Von Christ. Sólo falta que empiece con el entrenamiento militar, pero Wolfram ha dicho que es mejor si primero termino con las lecciones de teoría –responde la persona a mi lado.

-Impresionante, como se esperaba del hermano mayor de nuestro querido Maou. También reconozco que estás haciendo un magnífico trabajo como su tutor, Wolfram.

-Gracias Günter –respondo de todo corazón.

 

Las conversaciones van cambiando repentinamente, y Shouri participa en cada una de ellas. Me alegra saber que todos le tienen aprecio. Sin darme cuenta, le estoy prestando mi atención solo a él. Será porque así ha sido desde que llegó, pero no puedo evitar sentir miradas venenosas en mi nuca, sé que se trata de Yuuri, pero no quiero verlo. No aún.

 

Ya vamos de nuevo en dirección a la biblioteca. Sólo tengo que aplicarle un pequeño examen de conocimientos básicos y tendremos el resto del día libre.

-¡¿Examen?! –exclama mi joven estudiante.

-Exactamente, no porque estés en otro mundo quiere decir que no harás exámenes para evaluar cuanto has aprendido –su expresión de estupefacción me hace reír – ¡No seas un enclenque y hazlo! – le grito, me quedo callado al notar como lo he llamado –Lo siento.

El miedo comienza a recorrer mi cuerpo, tengo miedo de que Shouri se enoje conmigo por haberlo llamado así. No quiero que él se enoje conmigo. Mi cuerpo está temblando.

-No te preocupes. Haré el examen y sacaré una nota perfecta para demostrarte que no soy un enclenque. Ya verá, maestro –dice, sonriéndome. Está siendo sincero, no está enojado y eso me tranquiliza.

-Así se habla –no puedo evitar devolverle la sonrisa.

Le entrego la hoja y dejo correr el tiempo. Sólo le doy una hora para resolverlo, mientras él lo contesta yo permanezco sentado en un sofá, no quiero molestarlo. Tomo el libro que está sobre una mesita y me distraigo releyendo sus páginas.

 

-Ya terminé –escucho que me dice, poniendo delante de mí su examen.

-¡Sólo han pasado treinta minutos! –exclamo sorprendido, tomo su examen y comienzo a revisarlo de inmediato. Sólo me toma unos minutos calificarle –Tienes una calificación perfecta.

-Te lo dije. No soy un enclenque. –afirma, mirándome fijamente, como esperando algo de mí.

-Bien, bien. Lo admito no eres un enclenque –me levanto de mi lugar y camino hacia la salida. –Aún es temprano, te invito a un lugar para celebrar.

-¡Oooh! Encantado –dice, haciendo una reverencia.

-No seas un tonto y muévete –exijo, aferrándolo del brazo y lanzándolo fuera de la biblioteca –Jajaja… ten más cuidado.

-¿Quién fue el que me arrojó, haciendo que me estrellara contra la pared? –pregunta con falsa molestia.

-¡Yo no! –grito, para después echarme a correr hacia las caballerizas, a toda prisa.

Sin embargo me alcanza de inmediato.

 

-Si mantienes ese ritmo durante el entrenamiento militar, no te tomará demasiado esfuerzo aprender –le digo mientras saco los caballos.

-Ojalá tengas razón –responde, montando su caballo.

 

Treinta minutos después nos encontramos en el pueblo.

 

-¿Una pastelería? –me pregunta, arqueando una ceja.

-No tiene nada de malo. Para celebrar siempre se compran pasteles –acoto, bajando del caballo y atándolo al poste –Anda, desmonta de una maldita vez.

-Bien, bien –me hace caso y deja su caballo junto al mío –Entremos.

 

Abre la puerta y una joven nos da la bienvenida.

 

-¡Su Excelencia! Cuanto tiempo sin verlo. Creíamos que había dejado los dulces –me dice la chica, son una sonrisa amable.

-¿Yo? ¿Dejar mi afición por los pasteles? Buena broma, Ana –respondo con una sonrisa socarrona.

-¿Y qué es lo que desea hoy su Excelencia?

-Dame el mismo de siempre, y… –rebusco entre los anaqueles –Tres  Jean Pierre, ¿te gusta el chocolate, Shouri?

-¿Eh? Sí –responde distraídamente – ¡Cuántos pasteles!

-Lo sé. Me encantan los postres que hacen aquí. Es mi pastelería favorita –respondo, dejándome llevar por el dulce olor que reina en el lugar.

-Sus palabras nos honran, Excelencia –dice Ana, haciendo una reverencia.

-Así que frecuentas esta pastelería. Ahora me doy cuenta del amor que le tienes a las cosas dulces –comenta Shouri, con una blanca sonrisa.

-Cada año, en el cumpleaños de su Excelencia, le mandamos su pastel favorito. Como agradecimiento por su preferencia y apoyo –dice Ana –Wolfram-sama no ha ayudado mucho.

-¿Ayudado? –pregunta Shouri, sin entender.

-Estuvimos a punto de cerrar por culpa de un incendio. No teníamos para las reparaciones, pero su Excelencia nos ayudo aportando dinero y albañiles. Incluso él ayudo personalmente.

Siento como mis mejillas enrojecen. Nadie sabe de eso, al menos nadie en el castillo y que ahora lo sepa Shouri, me avergüenza un poco.

-No me sorprende, viniendo de Wolfram –comenta, sonriendo a Ana.

-Me das también cuatro Cassis  por favor… mejor que sean ocho –pido para cambiar de tema.

-Enseguida –Ana se retira para atender mi pedido.

-Tienes un corazón tan dulce –me susurra al oído, me pongo nervioso al instante. ¿Qué me pasa?

-¡Cállate idiota! –lo empujo un poco.

Ana me llama, me da mi pedido y le pago ahí mismo.

-¡Vuelva pronto! –salgo, con Shouri por detrás.

 

Montamos nuevamente los caballos y emprendemos el camino de regreso. No tardamos mucho, ya estamos a mitad de camino y el sol ya comienza a ocultarse. Cambiamos de trote a galope, para llegar a tiempo para la cena.

Unos minutos más tarde y ya estamos en la caballerizas, dejando a los caballos al cuidado de los soldados.

-Ve a bañarte. En cuanto termines toca a la puerta de mi habitación –le ordeno a Shouri, él sólo asiente y se marcha hacia su habitación.

En cambio yo me dirijo al comedor, donde seguramente encontraré a alguien y en efecto, dentro me encuentro a mis dos hermanos, que al parecer discuten un asunto no muy relevante.

-¿Dónde habías estado Wolfram? –me pregunta Conrad.

- Fui al pueblo a comprar algo. Toma –saco de la bolsa un Jean Pierre –Ese te gusta ¿no?

-Sí, gracias –despeina mi cabello y yo le sonrío.

-Hermano –saco un Cassis y se lo ofrezco –Espero haber escogido bien.

-Gracias Wolfram –me dice y me muestra una pequeña sonrisa.

-Traje también para los demás. –deposito el resto de los pastelillos sobre la mesa –Cenaré en mi habitación, así que no me llamen –llevo conmigo el pastel grande y uno de los Jean Pierre.

 

Me encamino a las cocinas y le pido ayuda a Doria y a Lasagna, que llevan los pasteles y una jarra de té a mi habitación. Acomodo la pequeña mesa y me siento a esperar a mi invitado.

Me siento un poco nervioso, es como si Shouri me gustara, pero no puede ser… ¿o sí?  Para mí no es difícil reconocer mis sentimientos, pero no creo que sea correcto que me guste el hermano de mi prometido, sin embargo con Shouri siento que mi corazón corre tan apresurado que puede salirse de mi pecho.

Sé que estoy enamorado de Yuuri, o al menos lo estaba. ¿Está mal querer a alguien más?

Sé que tal vez me estoy dejando llevar por su amabilidad, que tal vez estoy confundido. Pero no puedo evitar pensar, que tal vez, en verdad puedo llegar a enamorarme de Shouri. ¿Estaría mal eso? Supongo que debería esperar, ver como evoluciona este sentimiento y después tomar una decisión.

-Wolf… ¿otra vez perdido en tus pensamientos? –es su voz, un pequeño escalofrío agradable me recorre la espalda.

-Perdón. Siéntate, vamos a festejar –destapo el pastel y se queda sorprendido –este es mi favorito y quiero compartirlo contigo –se me escapa de los labios y me sonrojo ante mis palabras.

-Gracias –le sirvo un trazo a él y uno a mí.

Es tan fácil platicar contigo. No puedo apartar los ojos de él, reímos, bromeamos, nos divertimos estando en la compañía del otro.  Me siento tan cómodo a su lado.

Y me acabo de dar cuenta de algo… Shouri me hace sentir… amado.

El tiempo corre tan rápido que no me doy cuenta. Ya es media noche y sigo en su compañía.

-Es mejor que me retire a mi habitación. No vaya a ser que nos metamos en problemas –se pone de pie y yo    lo imito, lo acompaño a la puerta.

Antes de salir, se gira para verme.

-Gracias Wolf –me dice en voz bajita, mi corazón empieza a latir más rápido.

 

Ahora siento sus labios sobre los míos. La sensación provoca que un choque eléctrico me recorra todo el cuerpo, que corresponde por sí solo. Está por apartarse… pero no quiero. Uso mis manos para aferrar su cara y alargar, aunque sea sólo por unos segundos, este momento.

Lo dejo escapar y lo miro directamente a los ojos.

 

-Buenas noches –me susurra y deposita un beso más en mi frente.

-Buenas… noches –sale y cierra la puerta con cuidado. Llevo la punta de mis dedos al lugar donde todavía siento sus labios… en los míos.

 

¡Maldito sea el amor por ser tan complicado!

No tengo nada más que hacer que pensar en aclarar mis sentimientos entremezclados. Me recuesto en mi pequeña cama y me dejo llevar por el sueño. 

 

Notas finales:

¡Ta-daaa~~! Okay ando de estúpida el día de hoy. 

Ojalá dejen sus amenazas... es decir, comentarios.

Bye bye chuu~~

 

Y ahora bailaré porque se fue ese estúpido bloqueo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).