Se sentó nuevamente y resignado oró, como cuando era aun un joven seminarista, “dios mio, protégeme, dios mio creo en tu poder y tu gloria, dios todopoderoso dios nuestro” al cabo de unas horas el sueño le venció nuevamente enredándose en el edredón cubrió lo mejor que pudo su cuerpo y se arrellano en el interior de la mujer de acero que le contenía; después de todo no podía hacer nada mas. Pero el sopor de los sueños, de esos sueños que le aquejaban el alma le estaba arrastrando a una nueva visión. Una que por desgracia no podía evitar.
“estaba encerrado en una habitación de piedra, pero el motivo del encierro no era ser un prisionero, mas bien era resguardarse del exterior, se encaminó en pequeños pasos a la ventana y vio de reojo un espejo de cuerpo completo, regreso sobre sus pasos y se vio a si mismo enfundado en el cuerpo de una mujer preciosa, de cabello ambar y ojos color de sol, sus labios eran gruesos y sus manos delicadas se encontraban ceñidas por un par de guantes de encaje, el vestido de terciopelo con mangas abombadas dejaba claro que era una mujer noble, después de ello levanto el vestido para dejar ver unos menudos zapatos de tacón alto, a punto estuvo de pensar “que demonios es esto” cuando escuchó que tocaban la puerta.
_Amadea, abre la puerta, soy tu confesor
_vayase padre yo se que no me cree tampoco
_has visto a tu tio morir en la horca eso es normal
_pero vi al rey, el rey será atravesado por una flecha en la próxima justa, padre eso no es algo que sea una impresión falsa
_el diablo te ha visitado, eso me dijo tu madre
_Mi madre es una ignorante
_Amadea, tu madre es tu madre no peques al hablar así de ella
_me cree loca igual, que usted.
Me retuerzo las manos en afán desesperado, mi confesor esta dentro de la alcoba y justo ahora me mira con ganas de practicarme un exorcismo.
_sabes que la brujería es…
_esto no es por que yo quiera, padre, me avisan mis sueños y yo no puedo evitar dormir, entienda el rey esta en peligro.
_Amadea, lo mas prudente es que vayas al convento de Sta Catalina, en la montaña, para que los rezos y la cercanía a dios te purifique la mente, hija mia no quiero ser yo quien te presente al santo oficio.
_usted padre sería capaz de dejarme en una celda del santo oficio para que me quemaran viva?
_Amadea si es por la salvación de tu alma.
_a la mierda padre!! Mi alma no esta condenada, es el rey que esta en peligro
El padre se acerca y me obliga a rezar un rosario, yo pecadora, yo pecadora, perdóname padre celestial por dudar de tus santos designios. Después me veo bajando de un carruaje negro tapizado en madera de ébano, unas mujeres uniformadas en el traje de la devoción religiosa y una celda adornada por un crucifijo y una cama de paja.
_señorita su don es un don divino, no tema si resulta verdad su predicción pronto la vendrán a ver como una profeta de fama
_yo solo quiero una vida normal
Los rezos, las misas, las misiones con los enfermos, los trabajos de una mujer noble enclaustrada en un convento la hacían olvidar sus preocupaciones, de vez en cuando salía a pasear a la montaña, casi al crepúsculo, ya que el atardecer en ese lugar siempre era maravilloso, una tarde el cielo se encontraba plomizo y el sol dejaba resquicios de su presencia entre los espacios de las nubes, entonces lo vio un hombre vestido con el habito del monje, que miraba las nubes con aplomo y melancolía.
_hermano que hace en este lugar?
_no soy un monje, pero me gusta parecerme a uno, así nadie se mete conmigo.
Solté una risa recatada, de esas de dama de sociedad y le miro coqueta, cosa que en la época estaba estrictamente prohibido.
_bueno, yo tampoco soy una monja aunque me quieran convertir en una.
_eso es una confesión que no debe hacerse a la ligera, señorita”
El tiempo se detuvo y el retumbar de un gong en la cabeza hizo que se despertar, tenía una fuerte migraña seguramente producto de no probar bocado en todo el día, quiso ver si el sol se asomaba por algún resquicio de pared pero no pudo ver nada, después de todo ese lugar estaba completamente cegado al sol.
_mi dios que es ese infernal sonido
_es el canto de una gota de agua que golpea el metal, mi querido Joseph
_tú? Dime acaso eres algún enfermo que disfruta con molestar a la gente?
_no, pero yo quería que me ayudaras a concluir con esta empresa, he estado preparando este ritual desde hace mucho tiempo, pero siempre al final se arruina y no podemos terminarlo como es debido
_a que te refieres
_ah, es que acaso no has tenido ya esa revelación…Joseph?
_no
Contesto de inmediato aunque no sabia a ciencia cierta a que se refería con eso de “revelación”, aun estaba preso en la estatua de hierro y entumido por la postura de ovillo que tuvo que adoptar al dormirse, al final no podía levantarse así que se limito a contestar desde donde estaba, después de todo no le debía modales a su secuestrador.
_con quien hablas, precioso?
_ah! Monseñor con “la dama de hierro” que se encuentra ahí
_debo decir que es una pieza exquisita, la familia real la tuvo en su poder por muchos años, hasta que un coleccionista extravagante la compró, supongo que fue un familiar suyo
_posiblemente, esta estatua tiene en esta estancia poco mas de un siglo y medio
_es una lastima que los pecados ya no se purguen con la pena y el dolor, tal vez sean las únicas verdaderas formas de restaurar la fe no es así, joven
_quizá, pero acaso padre piensa dejar de lado las licencias que usted mismo se permite siendo ya un cardenal
_hijo mio, acaso tienes tu el derecho de juzgarme, el muchachito que se metió en mi celda…
_departamento…
_y me sedujo
El rubio se había levantado al escuchar la palabra cardenal, la mascara de la “dama de Hierro” no estaba cerrada pero la mortecina luz de las lámparas de pie no alcanzaba a iluminar su rostro, un hombre se sotana estaba parado a su derecha y a su izquierda abrazando la estatua estaba su captor, justo como lo recordaba era igual que Seto, pero consciente, con unos destellantes ojos azul zafiro.
_ eh de admitir que es la primera vez que alguien como yo se acerca voluntariamente a usted, señor cardenal…pero usted no piensa confesar algo a su curioso acompañante de esta noche?
_por que habría de hacerlo con un muchachito que solo se digno a decirme su nombre?
_por favor, señor cardenal, se que Damian es el nombre de ese hermoso primo que se sentó un dia en sus rodillas y al cual profanó sin ningún remordimiento…
_como te has enterado.
_también que cada vez que ve a un muchacho con sus ojos azules e inocentes recuerda lo delicioso que fue traspasarle el alma cuando el pobre solo tenia un par de años menos que usted
_que dices…
_padre quiero saber…su primo que fue de él…cuénteme por que me desea tanto por llamarme como él.
_precisamente por el recuerdo tan maravilloso que es.
_padre es que acaso no piensa ocultar al menos un poco de esa mente insana que ostenta sobre los hombros?
_a que puedo temerle si no es una grata noche a tu lado
El hombre se abalanzó al castaño que se oculto justo tras el voluminoso cuerpo de la estatua de hierro, escuchó las manos de ambos deslizarse por encima de la estatua y el no podía si no guardar silencio puesto que las cosas se complicarían si el abría la boca, se escondió lo mas silencioso que pudo en el fondo de ese sarcófago y de pronto la punzada de que le estaban llamando le golpeó la columna vertebral.
_no te escondas, esto no durará mucho tiempo
Un sonido seco le hizo levantarse nuevamente del suelo tratando de enfocar la estancia, justo en la cama, o lo que parecía serlo se desplomaba el hombre de la sotana negra, los ribetes escarlatas y la faja dejaban claro que su captor no mentía ese sujeto en verdad era un alto clérigo.
_sal de ahí
La puerta del pecho de su jaula se abrió, él extrañado se arrastró hacia afuera mirando la estancia con mayor detenimiento, ya no era la gruta donde había dormido toda la tarde, tal como lo había escuchado ahora estaba en una estancia, llena de lámparas de pie y que se encontraba sobriamente adornada con muebles antiguos, muchos de los cuales le resultaban familiares.
_son algunas reproducciones, de los que había en tu casa, pero es seguro que sabrás darte cuenta cuales son.
_este sillón, la mesada…la cama
Sus ojos se abrieron de par en par, al ver la cama en la que el príncipe de la iglesia reposaba, durmiendo, el hombre era mayor, pero no rebasaba los sesenta años, la cabecera era un hermoso motivo de faunos y hadas labrado en madera de acacia y los pilares donde debían empotrarse los cortinajes de un dosel estaban rotos aunque ya pulidos conservaban algunas estillas de cuando habían sido arrancados de su lugar.
_Mai…
Gimió y se hincó ante el sacerdote dormido, recordando uno de los tantos nombres que se mencionaban en sus sueños.
_veo que recuerdas a tu esposa, debo decir que de no ser por ella justo ahora no estaríamos juntos.
_no es posible, ¿que deseas de mi?, dímelo, dímelo extraño no es justo que me hagas pasar por este trance.
_Joseph…? Mi Joseph acaso no lo recuerdas?
_no me llames así…yo no soy Joseph
_...
_mi nombre…yo
_si casualmente ese es tu nombre, y admito que fui yo quien te bautizó con el mismo, te he seguido, te he buscado por generaciones entre tu familia, después…muchos años después que te separaran de mi por ultima vez no quise que eso volviera a pasar, tú Joseph serás mio de nuevo y yo seré tuyo como debió ser desde el principio.
_tuyo…TUYO!! Acaso me crees idiota, no se ni siquiera quien eres!!
_ya te lo he dicho, mi nombre…es Seto.
_mi Seto esta solo en la capilla…esta ahí, yo le deje vulnerable, usted me ha traído a no se que parte del mundo y me a alejado de él
_ese cuerpo vacío nunca va a darte una respuesta si no es por medio de mi Joseph
_de que hablas?
_te lo he dicho, yo se todo de ti, tus miedos, tu vida todo lo que te aqueja al grado de hacerte sufrir, eso que guardas en tu corazón también lo guardas en el mío.
_de que hablas?
_se que has tenido sueños que perturban tu mente, no puedo hacer nada para saber que es lo que te muestran hasta que estas despierto, pero justo ahora estoy muerto de hambre y la “mesa” como vez esta servida.
_demonio!!
_si, tal vez, pero mejor será no decirlo en voz alta o mi comida se alterará
_tu eres el monstruo que estaba preso en ese….ese aparato
_hablas de la dama de hierro? Si, es cómoda durante un tiempo, pero cuando pasas ahí dos siglos no te apetece volver a encerrarte
Una sonrisa ladina apareció en el rostro del sujeto de ojos azules, se inclinó sobre el cardenal y delicadamente retiró el cuello alto y los encajes escarlatas que adornaban su pecho, dejando al descubierto algunos vellos entrecanos, lamió el sudor de ese lugar y después besarlo, el vaho pareció generar un mohín de extraña satisfacción en aquel anciano. Y sin mas los vio, de nuevo esos colmillos demasiado largos que parecían destellar con el tintineo de las lámparas de noche, el sonido de un beso demasiado húmedo en la garganta de ese pobre sujeto y después el gutural sonido del éxtasis.
_mas, por favor, mi precioso compañero bésame mas
_mi príncipe, tanto placer, es seguro que sus sagradas escrituras se lo prohíben.
_no me importa, estoy seguro que el mismo dios del cielo sabe, que es bueno para el alma
_aunque lo obtengas contra la voluntad de tus compañeros?
Ahora el castaño sujetaba la muñeca del cardenal y sin mas, dejó correr la sangre por sus labios, y sus manos, una figura en forma de estrella fue dibujada en su mano y después en su pecho, el conocido pentagrama, acción que se repitió en su mano izquierda y después en su vientre.
_mi príncipe de la iglesia católica, juez del antiguo santo oficio, a ti lego la responsabilidad de llevar esta alma al sitio donde debe estar, eres tu el responsable para mantener las puertas del cielo abiertas para el espíritu que va abandonar este cuerpo…lo prometes?
_si, amor mío, lo prometo
_tu cuerpo ahora es parte del ritual de mi resurrección, Cardenal Ontergh le Ville descansa hasta cumplir tu promesa.
Los ojos del de la cama se cerraron mostrando en su rostro una paz infinita así como una sonrisa de satisfacción abrazando la muerte como algo bello, algo que esperaba hace mucho tiempo.
_que…que has hecho?
El rubio se sujetaba las manos desesperado, esa era una imagen que había tenido que soportar con su padre, el anciano le recordó el momento que su amado padre se despidió de la vida, cuando le agradeció haber tomado los hábitos de sacerdote, pero que le esperaba una vida mejor, que deseaba al menos un mejor futuro para su hermanita, para ambos.
_estoy tratando de cumplir la promesa que te hice el dia que nos separaron, estoy tratando de volver a ser humano.
_De que hablas?
_de eso, que voy a volver a ser un humano, quiero vivir contigo…otra vez
_pero yo soy un hombre, y aunado a eso soy un sacerdote!!
_eso no borra tu pasado, yo te conocí en tres cuerpos distintos y todas las ocasiones siempre pasaba lo mismo…siempre nos separaban y tu morías por mi causa, esta vez no será así, esta vez aunque me cueste el alma yo te protegeré.
_no puedes estar diciendo la verdad.
_claro que si, acaso tus sueños no han sido lo suficientemente claros, yo he vivido en esta tierra por mas de dos mil años, eh visto el ciclo de la reencarnación funcionar con muchas personas, siempre es lo mismo la misma alma y algunas características del cuerpo que anteriormente dejaron atrás, tu mi amigo siempre has sido rubio y de ojos miel.
El castaño lo tomó en brazos, acunando su rostro entre su barbilla y su cuello, aspirando la escencia de su cuerpo desde su coronilla, el otro envuelto en un escalofrio macabro se desmayo.