Mi nombre es Seto, es el nombre que adopté después de estar encerrado muerto de hambre en una jaula de hierro y fe, soy como dicen los que saben soy un vampiro, ¿como es que me convertí en semejante adefesio? Mi reina, la reina de las arenas del desierto, me entregó a unos sacerdotes de la diosa Isis cuando yo vivía como sacerdote en el antiguo Egipto, todavía recuerdo que el valle de Giza estaba lleno de hermosas palmeras de Dátiles y los esclavos se vendían en una tarima dia y noche.
Después de volverme el demonio que soy, compraron un esclavo para que yo me alimentara, era como por azahares del destino un muchacho precioso, de ojos claros como el ambar del aceite de la cripta de la diosa y su cabello resplandecía aun sobre la mugre de su estatus humilde como el trigo segado en el otoño.
_mátalo, la sangre de los inocentes de hace fuerte, pero recuerda siempre buscar a los que son malvados entre los hombres, así tu presencia en el mundo tendrá un efecto positivo
_no quiero…
_mátalo o te matare yo misma
Me acerque al muchacho, tenía los ojos hinchados de llorar y clamar por su vida, pero al ver su suerte me miró resignado y se entregó sin miramientos a la muerte. Pero un dia de tantos después de siglos en lo que los hombres llaman la edad media, lo encontré; ahora tenía el cuerpo de una mujer, y el cabello largo hasta la cadera, siempre atado a una redecilla, pero cuando la encontré escapaba de un convento, fue la primera vez que hablamos, y ella elocuente me pedía a gritos que la sacara del convento donde la tachaban de bruja.
_hermano que hace en este lugar?
_no soy un monje, pero me gusta parecerme a uno, así nadie se mete conmigo.
Yo en ese momento vestía con un habito de monje y me había rapado el cabello a la usanza de los hermanos dominicos, pero me veía muy joven para ser un misionero vagabundo, respondí con sinceridad y la risa que brotó de su boca fue un sonido que hace mucho no escuchaba.
_bueno, yo tampoco soy una monja aunque me quieran convertir en una.
_eso es una confesión que no debe hacerse a la ligera, señorita
Era verdad la mujer, vestía el habito de una novicia pero llevaba anillos en las manos y un grueso collar de perlas y corales en el cuello, aun pese a su menudez la muchacha no pasaba hambre ni nunca la había pasado, el único detalle que tal vez mermaba su belleza eran unas marcadas ojeras, doncella lo podía oler en su inmaculada sangre.
_no tiene nada de malo la vida religiosa, antaño las mujeres eran aceptadas en los templos para servir a dioses paganos.
_no me molesta servir a dios, él me envió una visión aguda del futuro, pero nadie me cree, y justo ahora el santo oficio obra maravillas para encontrar en mi contra una sola prueba para mandarme a la hoguera
_me da risa su sistema de justicia, basta que alguien abra la boca para que milagros y maldiciones se hagan presentes.
_tiene razón, disculpe hermano por que dice que nadie le molesta por el hábito?
_eres una muchacha muy curiosa…como te llamas?
_yo? Mi nombre es Amadea, Amadea Magdalena Lady del castillo de Sinegreste
_es un nombre muy largo
_lo se, la etiqueta me indica siempre mencionar mi titulo en caso de conocer a otro noble
_pero yo no soy mas que un vagabundo
_usted caballero; no tiene facha de fraile, su cara es demasiado joven
Era una mujer perspicaz e inteligente, le sonreí mostrándole mis colmillos, esos caninos demasiado largos como para pertenecer a un ser humano, yo no he conocido a nadie mas de mi raza, y si les he visto ha sido por breves momentos antes de que ellos se perdiesen entre las tinieblas. Ella giró la cara aun lado y se desvaneció. “típico pensé” y me acerque a ella para hacerla entrar en razón, pero sus ojos estaban cerrados y sus mejillas coloreadas en carmín, tenía fiebre.
Por razones que no me explico no la lleve al monasterio, por el atavío sabía de donde era, pero las monjas nunca aceptaban a un fraile extraño en los aposentos de una novicia, muchos jóvenes mancebos aprovechaban el habito para abusar de las mujeres que se consagraban a dios, aunque nunca nadie les acusara. Ella despertó después de unas horas.
_donde estoy?
_estas en mi casa
Añadí con un deje de indiferencia, como si nunca hubiera pensado que llevar a una doncella a mis aposentos representara nada mas allá de una simple muestra de cortesía, en el antiguo Egipto yo no había tenido esposa.
_pero…pero por que no me llevó al monasterio?
_que pensarían de usted si un monje de mi apariencia la lleva en brazos a la puerta de un monasterio luego que se fugara?
_bueno creo que en eso tiene razón
Contestó sonrojada, si mis cálculos no estaban mal el amanecer estaba a dos hora entre las montañas, por mas que lo deseara no podía llevarla a con las monjas y regresar a mi casa sin exponerme al sol, lo que implica una sentencia de muerte para mi, no importa que tan viejo sea, el sol siempre podrá eliminarme.
_es una casa muy acogedora, parece tallada en la piedra de la montaña
_lo esta
_que?
_esta casa esta construida en la roca de la montaña, escondida entre las ciénagas, así nadie me molesta
_por que siempre dices eso, dices “nadie se mete conmigo”, ”nadie me molesta” suena demasiado solitario sabes?
_...
No me había dado cuenta de ello, mis frases, siempre me había parecido las correctas cuando las escribía o cuando surcaban mi mente, pero hace tanto que no charlaba con nadie, que no las usaba para que alguien me entendiera que me dieron ganas de llorar, y al mismo tiempo me llené de ira, que sabía esa mujer sobre lo que me pasaba por la mente o con mi soledad.
_solitario dices? Tal vez esa sea la perfecta descripción para mi
_quieres ser mi amigo?
Pregunta y su expresión inocente me hace pensar que tal vez nunca me habían hecho esa propuesta.
_tu que?
_mi amigo, yo no tengo amigos y tú eres una buena persona
_persona? Buena? Muchacha no viste nada cuando te desmayaste?
_si vi tu cara llena de lagrimas y una mujer vestida de blanco que te abrazaba y después un lugar lleno de arena negra, y sangre, mucha sangre.
Era la descripción de mi tierra en las heladas noches de mi iniciación, la mujer de blanco era la diosa Isis, o al menos la vampiro que se hacía llamar así.
_como es que viste eso…
_te lo dije, me toman por bruja pero las visiones que tengo no son cosa mía, yo no lo controlo
_eres una vidente, así les dicen en tierra mora
_has visitado tierra salvaje?
_he visto el mundo muchas veces, lo he recorrido de muchas formas, como vagabundo, como caballero incluso como esclavo de otras personas.
_cuentame…
Fue en ese momento que la amé, Amadea era una chica alegre, era ingenua y asta donde lo supe virgen, tenía 19 años y por su fama de vidente no tenía pretendientes aunque su familia poseyera cierto abolengo, era la hija mediana de un duque y su hermana pequeña con sus cabellos platas siempre se jactaba que su hermana estaba mas loca que una cabra. Se encontraba recluida en el monasterio después de gritar en la plaza publica que intentarían asecinar al rey, en la justa del verano. Poco conveniente que la justa aun no se desarrollase y diera credibilidad a sus palabras.
Pero ese día llegó, el rey usaba su armadura como si nada, algunas mujeres que habían escuchado la advertencia le habían pedido que no saliera a la batalla, pero el orgulloso soberano no hizo caso, la reina estaba constipada por el temor, ¿y si la loca al final tenía razón?, las peleas comenzaron y de la nada justo en medio del duelo de espadas donde el rey se había retirado el yelmo una flecha con plumas de petirrojo se clavó en su hombro, su confesor se había acercado al campo lo suficiente como para que la flecha no diera un punto vital.
La LOCA si había tenido razón
Fueron a buscarla a los pocos días y le pidieron disculpas a lo alto, ya la inquisición no tomaba su don de maligno era una revelación divina y el mismo rey quiso que Amadea se resguardara en su castillo, por si tenía otra visión. Antes de irse me dejó una nota en su celda.
“quiero que vengas a verme, amigo sin tu consejo si me volveré loca”
Fue instalada en una villa cerca del palacio del rey, yo no quise perturbarla después de todo lo bello que me había regalado, y también por que hace mucho que no me codeaba con el mundo de los humanos, contrate un carromato y alquile una villa en el poblado, todas las tardes poco después que el sol se pusiera encaminaba mis pasos a la casa de Amadea y pasábamos la velada contándonos historias uno del otro.
Hasta que un dia mi querida niña me recibió hecha un mar de lagrimas, la casamentera se acababa de retirar y de darle una terrible noticia.
_amigo mio, me voy a casar
_quien lo ha dispuesto?
_mis padres, hablaron con esa mujer y le pidieron me consiguiera un buen marido, que no es bien visto que un conde con tanto dinero se entreviste con una joven señorita sin ánimos de solicitar su mano…hay amigo mío, de nuevo soy la bruja, de nuevo soy la tonta que todos pueden faltar y lastimar…dios mío que haré
Ella se anego en lagrimas y no pude hacer mas que abrazarla, que era lo que podía hacer? En eso mi cerebro comenzó a pensar, si lo que les molestaba era que un noble desconocido la visitara, se haría famoso en esa extraña tierra y el asunto quedaba en paz.
_yo lo arreglare Amadea, pero por favor ten un poco de paciencia
_no lo amo, y se que no lo amaré, amigo por favor ayúdame
Sin mas me despedí de ella dejando un beso helado sobre su frente, llamé a un hombre de negocios y le pedí organizara un baile en mi villa, lanzara invitaciones a todos los nobles mas importantes de esa comarca que esa noche el Gran duque Vilamour les daría la bienvenida a su casa, al ver los florines de oro y algunos galeones españoles con la insignia del rey supuso que ese era mi origen y asintió. La fecha acordada se presento y el duque Seth de Vilamour se presentó ante la corte formalmente.
_eh de decir, duque que su presencia en este lugar nos inquietaba, como es que alguien con tanto poder venga a parar a una villa tan humilde como esta?
Preguntaba un hombre de cabello negro y nariz respingona mientras apuraba una copa de vino, el castaño le miró analizando la situación y sin mas se atrevió a hablar, mostrando un encanto que él mismo desconocía.
_verá mi estimado caballero, me encontraba en un retiro cerca de las montañas del este, la vida de mi pueblo me agobia y necesitaba pensar, así que sin mas me tope con las maravillas de este país quedando enamorado de inmediato.
_entonces debe ser la hermosa Amadea un prospecto de esposa a futuro no es así duque
Soltó una mujer desde la esquina con la clara intención de averiguar mas sobre la bruja particular del rey. El castaño soltó una leve carcajada
_ señorita, como es que una mujer tan educada como usted se deja llevar tan fácilmente por chismorreos de pueblo, vine a este lugar por recomendación de la señorita Amadea, y al ser ella la única persona que conocía en la ciudad es obvio que la visitara siendo mi única amiga en la misma no lo cree asi
_eso…es…es cierto, pero acaso la señorita Amadea ¿no es soltera?, cualquiera pensaría que es de cascos ligeros si se deja visitar tan asiduamente por un extranjero
_no necesariamente, acaso no sabe señorita que la dama de quien esta hablando esta bajo cuidado del mismo rey, no hay tapia ni puerta en su villa que no este vigilada…acaso piensa que yo podría aprovecharme de ella estando en semejante peligro
La mujer se sonrojo claro que lo sabían, después de todo la predicción del accidente del rey le daba una fama terrible a la muchacha, y después de analizarlo eso parecía lo mas obvio del mundo.
_a que hora llegará la señorita
_a la hora que ella disponga, después de todo esta fiesta es dedicada a todos ustedes y a su hospitalidad.
El joven de ojos azules hizo una reverencia y se encamino a la escalera, por alguna razón que nadie supo, de inmediato el paje de la entrada anuncio la llegada de Lady Amadea junto con su doncella Ermer y la princesa Maria Teresa. La velada paso de mas y Seth a pesar de estar al pendiente de Amadea dedico atención a varias doncellas que sabía eran solteras elogiando su belleza y aceptando de vez en cuando algunas invitaciones a visitar sus casas.
Casi a la media noche la mayoría de los asistentes se excusaron y partieron a sus casas, al final Amadea y Seth se quedaron en el salón disfruntado del éxito de la velada.
_amigo mio, eres alguien brillante, aunque ahora me temo que muchas damas querrán ser el centro de tu vida como lo soy yo ahora
_tal vez pero siempre podré estar para ti Amadea, justo ahora no necesitas precipitarte y también yo debo mesurarme con mis visitas, había olvidado lo mojigatos que son en esta época.
Menciona con un desdén que no recordaba característico y que sin embargo endureció su personalidad, la hermosa doncella que acompañaba a la muchacha era una mujer oriental, educada bajo las normas de la religión católica y que sin embargo no era nada tonta. Cuando Amadea se retiró la doncella se ofreció a ayudar a los sirvientes del duque a limpiar la casa en aras que fue para ayudar a su ama y dueña; Seth no se imaginó lo que la mujer del color del chocolate le iba a decir.
_señor, yo se lo que es…por favor no le haga daño a mi ama y váyase de este lugar
_de que hablas?
_usted, perdóneme señor mi insolencia, pero es un hijo de las tinieblas… usted ha vivido mas eras que el mismo Matusalem
Él se quedó sin palabras y la ira se agolpó en su pecho, como es que esa mujer le hablara con semejante insolencia, él ahora un caballero, él anteriormente un sacerdote al servicio de los dioses mas poderosos de Egipto.
_mujer impertinente!
Gruñó, como nunca lo había hecho dejando brotar por todos lados resquicios de niebla, y apagando de la nada las lámparas que iluminaban tenuemente la habitación, sin embargo ella no se inmutó sujetó frente a su pecho el crucifijo y lo interpuso entre ella y el caballero que se abalanzaba a paso cansino.
_Ermer, sabes lo que soy y no sabes que esta imagen no me hace nada?
_dios sacrosanto…
_reza, reza como lo hizo Amadea esa tarde que la conocí, pero antes que grites y te desfogues lanzando improperios contra mi, sábete que no pienso hacerle daño…un alma pura como ella solo merece protección.
La mujer de ojos negros se ruborizó, sostuvo la mirada azulina del hombre y la comprensión llegó a su alma, de inmediato se arrodillo suplicando perdón. Arranco el colguije de su cuello y lo pendió al del hombre.
_usted señor también la necesita, ha sido violado cual doncella, lamento mi impertinencia; me retiro.
_tu eres la bruja
_no señor yo también la quiero tanto que la protegeré con mi vida
Cuan bellas habían sido esas palabras, nada se perturbaría en el equilibrio de la vida de Amadea, de la nada los nobles de la región se enlistaban en las legiones del rey para salvar Jerusalem, la noble misión de rescatar tierra santa del dominio de los moros, en una de esas lo padres de Amadea decidieron adelantar el compromiso de su hija y casarla con el conde Serverg que la casamentera recomendaba, la pernada por desgracia la debía cobrar el rey antes de irse a tierra santa.
_recibí la invitación a tu boda
_no recibiste también la del dia de mi deshonra? Amigo mio tengo miedo, ¡¡el rey!!, no quiero pasar la noche con él y mucho menos con ese hombre con el que me voy a casar…pero que puedo hacer?
_escapa conmigo
Lo dijo sin pensar, pero era una idea que le rondaba hace semanas cuando la noticia de la boda se hizo publica, al diablo la familia y el abolengo, el se había hecho del titulo de un duque que a bien era mejor que un conde.
_hablas en serio?
_si, no puedo soportar la idea que te quedes al lado de ese maldito y mucho menos que el rey ponga una sola mano sobre ti
_pero..
_a que le temes, yo no te haré daño
_a donde iremos
_lejos de aquí….Amadea tengo muchos escondites como el de la montaña, y nada te faltara
_amado mio
Prorrumpió en lagrimas y la entereza del castaño se vino abajo, era verdad la amaba y ese arranque de celos lo denotaba a pies juntillas.”
El sol esta a una hora de salir por el horizonte, el sacerdote que ahora yace muerto en la habitación de Joseph comienza a apestar a podredumbre, pero mi invitado se encuentra en shock, me mira mientras le relato mi historia, nuestra historia, es tan hermoso como lo recuerdo, pero no puedo si no alargar mas la parte de la historia donde nos separamos, donde nuestra historia de persecución en las eras comenzó.
Esta arrellanado en el sofá al lado de la chimenea, lo mantuve preso en la dama de Hierro por todo el día de ayer, me da risa que el edredón que sujeta con tanto fervor es el mismo que estaba en su cama, no puedo evitarlo, puedo leer su pensamiento y esta pensando que es un mal sueño.
_Joseph quieres volver a la iglesia
_si, pero…el Cardenal…él esta allá arriba
Parece que estoy tratando con un niño de pocos años, pero se que lo que vio no es algo que se pueda soportar con los nervios de acero.
_tienes que descansar…permíteme ayudar…
_no me toques…demonio
De nuevo esa palabra, y de acuerdo con la tradición sujeta con fe el crucifijo atado a su cuello, acabo de matar a un hombre corrupto, que vestía la sagrada sotana, incluso yo en algunas ocasiones la eh utilizado.
_no te voy a hacer daño
_eso le dijiste a monseñor y ahora esta muerto
_eso es lo que tanto te molesta, acaso no sabias que él era un maldito pedófilo…ese primo que tanto amaba tenía solo siete años cuando lo violó por primera vez
Me ha sacado de mis casillas, acaso él como el alma bondadosa, no es capaz de juzgar pecados tan grandes como los de ese maldito degenerado.
_tu mismo te escandalizaste cuando tus enfermeras profanaron el cuerpo de tu paciente…”él en su mente es un niño” no fueron tus exactas palabras?
_no es lo mismo
_el abusar de alguien es lo mismo no importa si lo hace una mujer o lo hace un hombre, violación es violación
_callate, demonio…estoy en la puerta al infierno tus palabras las guia el mismo Lucifer
_Lucifer no existe
Se arrellana aun mas en la manta, y de improviso en su mente veo a un sujeto de cabello canoso que lo acorrala en una habitación llena de azulejos, una toalla húmeda sujeta a su cintura y después todo de color negro, el recuerdo fue bloqueado, y al mirar su rosto lo veo llorando, llorando amargamente, tal vez su mente bloqueara el recuerdo pero su corazón aun lo reciente.
_Joseph… te a ocurrido algo?
_no…es solo un mal sueño, algo que no pasó jamás, nada de eso…eso es pecado, dios…dios no lo permite…es pecado mortal
_Joseph
_quiero ir a mi casa
Sollozó y sin mas se acurrucó en la silla, yo no puedo si no someterlo a un nuevo trance, esta vez le daré un sueño sin sueños, un simple descanso, después de todo el momento esta muy cerca. Lo menos que puedo hacer es cumplir sus deseos.