“ME ESTOY VOLVIENDO LOCO”
Fue la frase con la que concluyo la carta que dirigia a su diócesis, las cosas se habían salido de control, él ahora veía fantasmas, era acosado por un vampiro y era testigo de la muerte de uno de los cardenales mas poderosos a nivel nacional, cualquiera se crisparía ante semejante presión, estaba listo para enviar el correo electrónico cuando escuchó nuevos golpecitos en la ventana lateral, el niño moreno estaba ahí llorando lagrimas de lodo en su redonda carita, “déjalo estar conmigo” “déjalo volver a mi lado”, repetía y repetía como cantaleta navideña, nunca deseo tanto que el amanecer se hiciera presente.
_callate…cállate….callate!!!
Lanzó el puño a la ventana rompiendo el cristal en el proceso, así como la piel de sus manos, se llevó la muñeca sangrante al vientre, lamentándose por ser tan idiotamente impulsivo. Se levantó del escritorio y se encamino al lavabo, dejó correr el agua y como pudo sacó los trozos de vidrio de su carne; pero la sangre no se detenia, era constante, tal vez alguna vena se reventó y el apenas se daba cuenta.
_primero quiero pedir mi dimisión y ahora me castigas así?, dios acaso no te basta la prueba que me estas poniendo?
“dios no prueba tu fe de esta forma, esta es una prueba del destino”
Suspiró, cerró los ojos y trató de prepararse lo mejor posible, para la visión de un nuevo fantasma, seguro que ahora era su enfermera recién fallecida, o tal vez el cardenal…no la voz era claramente femenina, se dio la vuelta ya que en el espejo del lavabo no se reflejaba nada, ante él, una mujer de cabello rubio y ojos miel le devolvía una cálida sonrisa, no tuvo que gritarlo, frente suyo estaba Amadea.
_que…que haces aquí!!!
“siempre estoy aquí, justo ahora estas tan excitado que puedes verme”
_lo dices tan calmada!!
“Joseph, acaso te doy miedo?”
El rubio aun con la quijada desencajada se miro a si mismo en su versión femenina, con el amplio vestido blanco almidonado, y el cabello recogido con una redecilla de cáñamo, no le daba miedo, estaba excitado, ya lo habían aclarado y una ves rebasada su impresión inicial se dio cuenta que no había marcas de cómo había muerto ella, como con el pequeño pelinegro.
_no, no me das miedo
“véndate la mano, estas sangrando mucho”
_si
Respondió mecánicamente, mientras colocaba una gasa en la zona herida y trataba de hacer presión, se encaminó a la silla de su despacho, y miró el reloj, recién pasaban de las 12:30 de la noche.
_tu, lo conoces?
“a Seth, si”
_por que se separaron, él no lo pone en su diario
“por que fui una idiota, por eso, Seth me daba todo, pero yo amaba la vida de dia, y Seth muere por el rayo del sol”
_es su única debilidad
Comento como cualquier cosa, pero eso le hizo sentir una punzada de cautela en el pecho, ese hombre estaba planeando algo y lo sabia perfectamente.
“creo que si, Joseph, por que lo haces sufrir tanto? Él te ama…lo se”
_ama tu recuerdo, aparte, Amadea, es un hombre, muy viejo…
“tus prejuicios y explicaciones solo exponen tu recelo, si le das la oportunidad, el te hará feliz”
_como lo sabes?
“por que el me la dio y la perdí, por que cuando regrese a la tierra en otro cuerpo yo renuncie a él”
_estas hablando del otro sujeto?
“Si, el primer Joseph de este juego, murió en las manos de Seth”
El rubio se quedó mirando los azulejos del baño, esa era una parte de la historia que no conocía, sabía por medio de sus sueños que el tal Joseph fue llevado a manos de la inquisición en alguna parte del tiempo y después liberado por un moro que respondía al nombre de Shadi.
_de quien es el listón?
_Joseph!!!
Se escuchó un grito desde la ventana, y vio en el cristal el reflejo de los ojos azules que le provocaban tanto, y a la vez le llenaba de anhelo el alma, lo vio desaparecer, y después aparecer por la puerta del despacho ruborizado, y agitado, tal vez por la carrera. Vio el reproche en sus ojos y siguió el trayecto que estos marcaban a su muñeca. Aun estaba sangrando copiosamente.
_que has hecho?
Estaba furiso, se le notaba a leguas, le tomó la muñeca y sin mas lamio la herida, de inmediato la sangre dejó de fluir, él sin embargo agradecido solo inclinó un poco la cabeza, mientras quitaba la mano del toque del castaño.
_por que te lastimaste?
_no fue a propósito…
Respondió directamente a la defensiva, el castaño se alejo y se enfiló a la puerta, por primera vez miro su ceño fruncido.
_que te ocurre? Acaso estas molesto? Las cosas no van con tu plan!!!
_de que hablas?
_es la dichosa promesa de Amadea, no es asi, en su lecho de muerte te prometió regeresar de la tumba, ser de nuevo uno en alma y cuerpo.
_si estoy aquí no es por el recuerdo de Amadea…
_Entonces de quien?
_ya te lo había dicho, y tú mismo encontraste la respuesta hace poco
_me estabas espiando?
_nunca estoy lo suficientemente lejos como para no escucharte
_y eso que!! No te da ningún derecho…
No sabia que decir, se molestaba, pero al mismo tiempo tenia miedo que el castaño se fuera, deseaba decirle y preguntarle tantas cosas, pero todo se atoraba en su garganta, todo moria en su mente al solo formular las preguntas.
_por que?
El ojiazul, miraba en dirección de la habitación de Roger, del muchacho que era prácticamente igual a él. Hasta este momento no había reparado, el castaño llevaba un abrigo blanco, una polera negra de cuello de tortuga y unos pantalones ceñidos a las piernas, con botas de cintillos, nada en comparación al aristócrata con levitas de terciopelo que aparecia siempre en sus sueños.
_por que, qué?
_por que estas prisionero en esta obsesión
_obsesión? Asi le llamas?
Comentó burlon, con una mueca cercana a una sonrisa sardónica; estaba molesto, y en sus ojos distinguía un tenue resplandor dorado, nunca lo había visto, la ocasión que asesinó al cardenal, sus ojos se tiñeron de rojo.
_no se quien eres…yo
_hay cosas que es difícil explicarte, Joseph hasta ahora pensé que había sido claro, tu y yo estamos destinados a estar juntos…
_lo dices tan fácil!! Y por que
_cuando Amadea murió me lo prometió. “mi vida ahora se entrega a otro, mi vida futura será tuya hasta el momento que descubras como convertirte en un ser humano”
_los muertos no tienen influencia en el mundo, es dios nuestro señor quien señala nuestros destinos en la tierra.
_dios, el diablo, esos seres no exiten; han cambiado de nombre a través de los años y los que antes eran dioses, después se convirtieron en demonios y los demonios de antaño se volvieron amuletos…
_eres un hereje!!
_no, soy un hombre, un hombre muy viejo
Habían estado gritando, el castaño dando manotazos por los aires, recordando con amargas palabras la ultima frase de su amada Amadea, justo cuando había repetido las palabras del rubio, estaban frente a frente, y el rubio giró el rostro, en verdad que lo había escuchado todo y a pesar de ser una persona que siempre estaba calmada últimamente perdía los estribos con cualquier provocación del vampiro. Si al fin lo admitía, ese sujeto era un vampiro.
_vete al diablo
Le gritó como nunca lo había hecho, pero no deseaba que se fuera, realmente en su pecho algo le gritaba que lo abrazara, que se asiera a él, por que de lo contrario nada quedaría a su alrededor. El brillo dorado apareció como fuego encendido en la mirada del castaño, éste lo tiró de los hombros y colocó su nariz en el cuello del rubio, lo lamio y mordisqueo en leves roces la piel inmaculada.
Joey se removió, era algo extraño, el moreno le hacia con mucha fuerza, el abrazo en sí le trajo un recuerdo poco grato.
“Un hombre de 28 años, cabello plateado, lacio que le ataba las manos en uno de los grifos de las duchas.
_espero que esto sacie su curiosidad, joven Joseph
_suélteme, decano, por favor, no haga esto
_tal vez asi lo piense mejor antes de besar a sus inocentes compañeros en la azotea del colegio
_Decano Pegasus, suelt…aaaaggghh
Las manos del decano le sujetaban con fuerza el miembro y lo agitaban fieramente, le hacia daño y lo mordía en el cuello, encajando sus dientes dejando a propósito sendas marcas.
_esto lo hago por tu bien, Joey, no tienen por que enterarse, nadie me oyes…
_suélteme…suélteme por favor.”
_decano Pegasus suélteme por favor
Un golpe mullido le despertó del trance del recuerdo, Seto estaba frente a él mordiéndose el labio inferior, y con la mirada llena de ira.
_ese bastardo, sigue vivo?
_Seto?
Llevó sus manos a su cuello, no había herida, solo la sensación de que antes lo habían estado besando, el recuerdo había flotado por encima de su mente sin pensarlo siquiera de forma voluntaria, el decano del instituto lo había visto besar a Yugi, él en defensa de su mejor amigo había dicho que lo habían hecho por curiosidad, Yugi fue enviado a su casa y Joey primero fue enviado a las duchas y después forzado por el mismo decano.
_que paso con ese maldito!!
_de que demonios estas hablando…lo viste…viste mi recuerdo…
_si, puedo hacerlo, y eso que me has mostrado…por desgracia ya pasó antes.
_lo dices por el recuerdo del sacerdote? Eso era común en la época, pero nunca…
Interrumpió su cometario, los destellos dorados de los ojos del vampiro ahora eran rubí, había ira en su mirada y su ceño ligeramente fruncido le mostraba la frustración de su cuerpo. Se acercó temiendo que escapara de aquel sitio, una corriente de frio le embargó de pronto y hablo nuevamente, pero ahora su voz era suave, era de una mujer.
_Seth!! Deja de pensar en eso, ese no es mi nieto!
_Amadea!
Ahora lo entendía, Amadea se había posesionado de su cuerpo, y le tendía los brazos al nosferatu frente a él, el castaño con el ceño fruncido le miraba receloso.
_no se supone que estabas descansando en paz?
_Seth…yo te hice un juramento antes de morir y aunque mi escancia regresa a la tierra mi espíritu vigila que nuestra promesa se cumpla.
_pero…
_Seth…
_deja de llamarme así! Yo no soy Seth Soy Seto!! Ese es mi nombre es mi nombre!!
El cuerpo rubio se acercó al castaño acunandolo en los brazos y bruscamente besándole en la boca.
_si, ese es tu nombre, Seto, eres mi Seto.
Esa voz había sido la de Joey, era Joey quien ahora reaccionaba en su actitud y sin mas giró el rostro, se sentó en el sillón detrás del escritorio y encerró su rostro entre las palmas de sus manos.
_que es lo que pasó…que pasó con Joseph?
_por que lo quieres saber?
_es obvio no?...Amadea pudo encarnarse en un cuerpo de mujer, pero no lo hizo, se encarno en mí; te acercaste, me bautizaste como él, estoy seguro que amabas a Amadea, pero sé que la verdadera razón de tu persecución es lo que pasó con Joseph.
_a pesar de no tener plena fe en lo que me dices, es verdad, Amadea y yo ivmimos juntos por muchos años, pero cuando la inquisición descubrió su inusual belleza ambos terminamos por separarnos.
_como la encontraste…? En tu diario dices que estaba perdida
_ella escapo de nuestra casa en la villa de Cárpatos, estaban ella y Ermer cerca del mercado cuando uno de los soldados del conde Serverg, ella era una belleza rara, sus facciones demasiado finas, sus ojos melados eran una mutación extraña en la época, y Ermer también lo era, cuando se disponían a volver a la villa el conde, ufano la reclamó como suya en medio del campo y a la vista de todos sus allegados, las violaron eh inhumanamente se llevaron a Amadea de regreso a su tierra tras el fracaso de la cruzada, dejaron a Ermer a bien de su suerte.
_ambas quedaron embarazadas ese dia?
_no Ermer fue tuvo la desdicha de guardar en su vientre el amargo recuerdo de su violación, a Amadea, la forzaron a casarse antes de dejar los Carpátos y después solo ella sabe que fue lo que pasó.
_nunca te dijo nada
_jamás, yo lleve a Ermer a oriente, lo leiste en mi diario no?…
_si ella era una princesa o algo así
_a la pobre la separaron de su madre en una de las tantas cruzadas, pero el tipo que la secuestró no tuvo el corazón de matarla, así que la dio a una doncella para que la educara en la fe cristiana y le sirviera mas adelante como lo hacían las moras, o de sirvientas o de prostitutas.
_pero…paso mucho tiempo…entre el nacimiento de Shadi y la muerte de Joseph.
Hizo cuentas el rubio, en su sueño el peliplatino decía algo de 70 años de vida de Amadea, y Shadi no parecía tener mas de 40 años, en total debieron pasar al menos un siglo para que ambas almas se volvieran a reunir.
_si, en eso tienes razón, pero algo que nunca he mencionado a nadie salvo a Ermer y a Shadi es el secreto de mi sangre…
_los convertiste en algo como tu?
_no, jamás bebí de ellos, pero Ermer sufrió mucho en su embarazo, así que le di de mi sangre para que se restableciera, nunca lo había hecho así que era un experimento peligroso, el embarazo de Ermer se prolongo por mas tiempo, Shadi nació casi al año de que su madre fuera violada, pero no hubo ninguna secuela, él era un niño muy sano, y Ermer no perdió su belleza en muchos años,
La sangre maldita que lo había conservado como un muchachito de 20 años servia como elixir de juventud para seres que no habían sido mordidos por criaturas como él, ese vampiro en verdad era una extraña curiosidad de la naturaleza. Una calidez familiar se sintió en la habitación, el sol estaba haciendo acto de presencia en la parte este de la parroquia.
_esta amaneciendo…
_si deseas que te deje en paz, lo único que tengo que hacer es esperar a que amanezca y exponerme al rayo del sol.
_acaso estas idiota o que! Me debes muchas explicaciones, y como hombre de fe no puedo permitir que nadie muera, no importando si es algo como tu…
_tal vez ya estoy cansado de ver siempre la noche como mi único futuro.
La mirada del castaño se tornó ambar y sin querer vio un ligero espasmo en su mano derecha, él se acercó la tomó entre las suyas y la arrastró hasta su mejilla.
_por esta vez, yo cuidare de ti.