La resolana del sol los perseguía latente en los pasillos de la iglesia, faltaba poco para que las campanas del primer y ultimo oficio del dia comenzaran a zonar, sin embargo el único lugar lo suficientemente oscuro para ese sujeto era el compartimento secreto hecho en la base del retablo visantino del altar mayor.
El moreno resoplaba como si cada paso le costaba mucho, miro de reojo su rostro y ese extraño brillo ámbar estaba resplandeciendo a pesar del obvio cansancio del sujeto.
_me vas a llevar a tu iglesia?
_no te pasará nada, tu mismo me has dicho que las imágenes de dios no te afectan
_si tuvieras fe en que me dañen, seguro que me alejaría de ti.
_lamentablemente, señor es lo dudo en este momento
_dudar? Que es lo que dudas?
_si realmente quiero que se aparte de mi lado.
_Joseph yo…
_podrías dejar de llamarme así, se que es mi nombre, pero así me acuerdo de mi otro yo y del maldito decano, dios mio perdona esta blasfemia en tu casa_ decía colorado mientras se persignaba_ dejare que me llames como lo hacia mi amigo Yugi, Joey, dime Joey.
_padre Joey, no suena muy formal que digamos
_sigo siendo sacerdote, pero tu no eres creyente, cómo osas a llamarme padre?
_así te dicen los que te aman, no es así?
_asi me dicen los que creen en el dios que yo represento.
Lo sentó en el rellano de una pequeña excavación de piedra, la humedad y el fio le calo en las manos cuando lo estaba acomodando, el joven de los ojos azules, arrellano su cuerpo hasta el fondo y le sonrió desde la penumbra.
_estare bien aquí, muchas gracias, padre Joey
_deja de llamarme así.
Cerró la portezuela de madera con un golpe leve, de nuevo la curiosidad le ganó y se asomó de nuevo, se acerco al rostro del castaño y este estaba frio como la roca que le rodeaba, no escuchaba su respiración. Las campanas comenzaron a sonar, en la parte posterior de la capilla estaba el monaguillo, tirando de los cordones, con la cara llena de sudor, de la carrera que emprendió desde su casa por que se le hizo tarde, lo vio por la ventana y le sonrió apenado.
_lo siento, padre mi papá no me levantó
_Yugi no tiene por que levantarte
_lo lamento, escuche de la vieja de enfrente que ya no va a dar misa?
_digamos que los sacerdotes también necesitan vacaciones, anda ve a cambiarte que tenemos que oficiar la ultima
_mi mama vendrá a verlo
_esta bien, Rebecca siempre es bienvenida, al igual que tu padre
Susurro una vez que el muchacho rubio se metía en la sacristía para vestirse, él sin embargo aun portaba la camisa de color negro y su alzacuello, se sentía extraño, aun si ese sujeto que ahora estaba dormido bajo el retablo despertaba cuando rociaran el agua bendita y lo condujera al mismo infierno, no le parecía tan malo, después de todo él tenia la fe de su lado, él sabia de sacerdotes que se dedicaban a casos de posesión, exorsistas, pero si llamaba a uno en estos momentos, que podía decirle.
“Aleja al vampiro de mi lado, y al alma del paciente que cuido desde hace tiempo, después de eso, tal vez pueda darle cristiana sepultura”
Cada una de sus opciones se reducían a escuchar la versión completa de lo ocurrido con los tres sujetos, Amadea, Joseph y Seto. Se cambio con la ceremonia correspondiente, sus fieles tras la noticia de su partida fueron en mayoría esa mañana, era por que no deseaban que se fuera? O tal vez por que así les daba un pretexto perfecto para no ir a misa en un par de semanas. Pero después de todo a donde iría, no se lo había preguntado.
Algunas disculpas, y preguntas indiscretas tuvieron que contestarse al terminar el sermón, las beatas moqueando se quedaron hasta que el padre fue llamado por Amelie, que acongojada se colgó a su cuello.
_a donde ira padre
_mis padres tenían una villa en un pueblo cerca de aquí supongo que ire ahí.
_cuando se va?
_en un par de días, tengo que enviar un mensaje a la diócesis, pero ayer no pude hacerlo, en cuanto sepa cuando llegara mi reemplazo te lo haré saber, Amelie.
_padre, lo voy a extrañar tanto
_lo mejor será que sigas con tu carrera, te agradezco mucho lo que has hecho por Roger y por mi.
La mujer se quedo mirándolo, no era muy grande a lo mucho llegaba a los 30 años, sabía por su mirada que algo no andaba bien.
_que ocurre?
_yo, estoy esperando un hijo
_te felicito hija…
Pero la felicitación se turbo al ver la cara de la mujer, congestionada por la pena y el dolor.
_es del novio de mi hermana.
El sacerdote se le quedo mirándole, ¿era una confesión? ¿le estaba pidiendo consejo?, ¿que es lo que tenia que hacer? En esas cuestiones el no tenia nada de experiencia.
_como pasó eso?
_me fue a visitar, después de la crisis que tuvo el joven Roger hace un par de meses, mi hermana se quedó toda la noche y yo debía relevarla por la mañana, él sabia que mi hermana no estaba y me hizo compañía mientras yo….yo no se, simplemente se acercó no pude decir que no, mi hermana no lo sabía y juramos no decirle nada, era algo que simplemente pasó, pero ahora hay algo que me duele.
_hija..
_soy una perra, una prostituta barata que le robo la esperanza a su hermana, se acostó con su novio, el hombre al que ella amaba y para colmo quedo preñada…no merezco siquiera mirar su tumba su memoria esta manchada por mi pecado
Grito sollozando con la cara cubierta por las palmas, se hincó y le sujetó el pantalón negro al párroco.
_gríteme, excomúlgueme, pero antes de no volver a verlo dígame padre que es lo que debo hacer
Esa situación le recordó un poco la situación de Ermer, la mujer no había deseado quedar embarazada, el sujeto no la violó pero sabiendo lo que podía ocurrir hizo lo posible para poder acostarse con su cuñada. Se inclinó apuntillando los talones en los glúteos.
_deja de llorar, Amelie, ese niño es tuyo de nadie mas, tu hermana estaría feliz de saber que será tia, dios es el único ser que tiene el derecho de juzgar tus acciones así que no te des lujos que no te corresponden.
_padre…
_debes tener a tu bebe, no tienes derecho de robarle una oportunidad de vivir, y estoy seguro que podras salir adelante
_yo
_levántate! Y no quiero verte llorar de nuevo
Ella ahogó un gemido y sin mas se recluyo entre las bancas antes de persignarse y salir, cerrando la puerta de roble tras de si. Se reclinó en el reposatorio y se sujeto las sienes, ahora quedaba el asunto del traslado de Roger, si se apresuraba estaría en camino antes del atardecer, si su amigo sobrenatural despertaba le costaría mucho trabajo.
Se encamino a la habitación del enfermo, pero de la nada escuchó a Albert llamándolo en el pasillo. Corrió y se encontró con él a la mitad del patio; el enfermero le tiraba de la sotana tratando de recuperar el aliento.
_padre Joseph, es…es el joven Roger
_que ocurre…
_se ha levantado
_imposible
Desafanandose del agarre del enfermero, corrió a la habitación, también llego sin aliento; pero al entrar sus pulmones se quedaron completamente vacios. Roger estaba sentado en uno de los bordes de la cama mirando a la ventana.
_Se…
“no padre, Seto no esta aqui”
_Roger?
“si, ya es la hora”
_Roger…
Despacio el castaño se giro sobre sus hombros, sus hombros rigidos y de su boca brotaba un hilillo de sangre, su voz era gutural y al mirarlo de frente se dio cuenta que no había abierto los labios en ningún momento.
“corre, Joseph”
Escuchó en su oído, sabia claramente era la voz de Amadea, pero sus piernas no reaccionaban, sus piernas parecían soldadas a las baldosas del piso.
_padre, Joseph
Pero la pregunta de Albert no obtuvo respuesta, el sacerdote se desmayó y él también callo fulminado inconsciente casi al mismo tiempo.
“sintió de nuevo la niebla de esos sueños que Seto le mandaba cada que deseaba mostrarle algo, miró una casa de estilo antiguo y a un hombre encanecido que se postraba sobre una mujer de aproximados 30 años, era rubia y tenia los ojos miel; habían levantado ya sus faldas interiores y el hombre la mordía en el cuello mientras se rebatía por profanar su cuerpo, ella no decía nada, al parecer solo tenia que soportarlo unos minutos y después podría alejarse a cuidar a sus hijos.
Los jadeos y la peste del hombre llegaron a sus fosas nasales y de pronto a si mismo bajo el cuerpazo del hombre, que con el pecho lleno de vello se frotaba descarado entre sus piernas y le miraba con superioridad.
_al menos finge que te gusta Amadea
_mi lord no puede pedirme semejante mentira, este es un acto de amor…ahhgg…ahora no es mejor que un par de perros que buscan generar progenie…haaaggghh
Le estaba lastimando y ese grito que ahogo su queja era la prueba, se mordió el labio inferior y cerró los ojos, en su mente retumbaban las frases “pronto terminará, pronto terminará, pronto terminará,” el sujeto se corrió y sin preámbulos salió de su cuerpo.
_eres peor que las putas de la abadia
_son monjas
_al menos estoy seguro que saben montar a un hombre como se debe
_eres un maldito
_tu una puta que se metió con un donnadie dejando en mi frente plantado un gran letrero de IMBECIL
_han pasado ya quince años, déjame en paz
_eres lo que eres y tu lo sabes, como bruja fingiste ser virgen para mi esa tarde en los Carpatos.
_eres un maldito cabron
Joey escucho salir de la boca de la mujer su propia voz, su cuerpo delicado había adoptado la postura de combate digna de cualquier hombre, el hombre se acomodó la ropa y se dirigió a ella, la abofeteó girándole el rostro, de nuevo la golpeo y esta vez en el vientre con el puño cerrado. Pero ella no se quejó el golpe de la mejilla estaba poniéndose rojo y seguramente por la mañana estaría morado.
_acaso piensas hacer eso con la princesita con la que te quieres casar?
_que?
_soy una bruja, no es asi, aun con eso no tuve mas que hacer unas cuantas preguntas en la corte para saber que quieres casarte con una mujercita de la corona, no estas muy viejo para eso?
_callate!
Un nuevo golpe y esta vez su cara dio de lleno a la barandilla de la cama, su frente se abrió, escupió y de nuevo miro al sujeto frente a ella.
_lastima que para hacerlo primero tienes que esperar a que yo muera, que estoy segura será en muchos años.
_no mujer, hasta que tu muerte me libere, y eso será el día de hoy
Un puñal engarzado en zafiros se levanto de su funda, ya lo había visto, uno de sus hijos lo había mandado hacer poco antes de que sus padres cumplieran 15 años de casados, ella sabía por eso que esa sería el arma que le daría la muerte, un arma engarzada con joyas que le recordaban los hermosos ojos de su amado Seth.
_al fin te encuentro, noblecito cobarde
Escucho en la penumbra de la ventana, y al mirar nuevamente un hombre castaño de cuerpo atlético que no mostraba mas de 20 años sujetaba a su esposo por el cuello. Era Seth, lo miro incrédula y el le devolvió la mirada, un crack en su mano y el sonido sordo del metal en la roca le hizo despertar de su ensoñación, su esposo estaba muerto.
_”moriras esta noche ramera de mierda”
_que
La voz de la mujer se ahogo a escuchar eso, pero el castaño se acercó y la beso en la frente limpiando con sus manos las lagrimas de sus ojos.
_eso era lo que el estaba pensando, Amadea, por que no me llamaste antes
_Seth yo…perdóname
Seth la acuno en sus brazos, el recuerdo se desvaneció; lo siguiente que el sueño le mostró fue el sepelio del sujeto, en ese funeral estaban presentes los cuatro hijos de ella y del difunto uno de ellos con cabellos platinos sujetaba la mano de su madre.
_lo lamentamos profundamente, señora.
Tras algunas condolencias, ella se levanto de la silla del recinto donde había estado reposando la pena. Todos guardaron silencio, el vestido negro de luto le ceñía el cuerpo como una muñeca perfecta, los años y los cuatro hijos que había parido le habían definido curvas pecaminosas debajo de las enormes y voluminosas faldas.
_señores, les agradezco su compañía en esta pena que invade a mi familia, sin embargo quiero decirles algo, se que muchos de ustedes ahora verán su oportunidad de acercarse a mi, lo se aunque nadie ha dicho nada, soy la consejera mística del rey después de todo y lo seré hasta mi muerte, permítanme decirles que en respeto a la memoria de mi marido nunca mas mostrare mi rostro a nadie, cubriré mi cuerpo con una mantilla para que nadie se sienta tentado de hacerlo, es el concejo que me ha dado mi confesor y espero seguirlo al pie de la letra, muchas gracias se quedan en su casa.
En la estancia se colgó un cuadro que el mismo rey había mandado pintar varios meses antes, era la inmortalización de su amada hechicera, el rostro de ella no se deformaría con el tiempo por que nadie lo vería marchitarse. De nuevo el recuerdo se cubrió de bruma, al aclararse un pudo ver a un par de ancianos custodiaban un féretro, en la estancia estaba él sentado, de nuevo en el cuerpo de su antiguo yo.
_madre tus nietos quieren verte
_es seguro al poder que tu don te brinda esa vitalidad tuya, pero uno de mis hijos madre acaba de ser nombrado sumo inquisidor, deseo que le des tu bendición
La voz de la mujer era apagada, gastada y ronca como si no la hubiera utilizado en mucho tiempo, observó la estancia con mayor detalle bajo la mantilla de encajes negros, esa era una casa diferente con las paredes pintadas con cal para llenarla de luz y al mismo tiempo protegerla de las enfermedades, observó una trampilla en el suelo y levanto la vista, esos que se decían sus hijos la observaban anhelantes, se acercó con paso lento pero con el cuerpo completamente erguido.
_dejenme sola, con su hermano, por favor
_si madre
Al salir sus hijos soltó a llorar, de la trampilla un sonido de gosnes en movimiento se revelo, al girar el rostro Seth estaba a su lado abrazándola.
_él estará bien
_cómo lo sabes, Seth nunca has muerto
_sabias que tenias que despedirte de ellos, en algún momento, así como ambos tendremos que despedirnos uno del otro mas adelante
_eso es por que tu no quieres convertirme en alguien como tú.
_solo necesitas mi sangre, para no renunciar a tu vida de día
_pero eso no garantiza que no moriré
_no puedo hacerte esto Amadea, no ahora que hemos estado juntos todos estos años
Ella arrancó el velo de su cabeza, sus treinta años aun afloraban en su piel, ella estaba palida por la falta de exposición al sol, pero aun así amaba al hombre que la abrazaba; sin embargo mientras se abrazaban no notaron que la puerta de entrada al recinto era abierta por un par de ojos castaños. Un caballero de 31 años recién nombrado supremo inquisidor en la región estaba viendo un acto de blasfemia.
_esa mujer…esa bruja
Unos golpes en la puerta sobresaltaron a los ocupantes, Amadea se colocó el velo y encorvo su cuerpo justo a tiempo para ver entrar a su nieto, Dominique Pegasus, en su mirada estaba inscrita la ira, el caballero se coloco entre el sacerdote y la mujer, tras él una guardia de 20 hombres empuñando una cruz de hierro en el pecho.
_yo Dominique Pegasus, representante de la congregación para la doctrina de la fe, le pido engendro de Satán aparte sus manos de esa mujer.
_no tienes autoridad en esta la casa de la consejera del rey
_yo porto en mis manos algo mas que la manda de un rey en la ruina, yo porto la ley de dios.
Desenfundó su espada y atravesó el vientre del castaño, la hoja estaba engarzada en rubies, de inmediato sus ojos azules se tornaron en color escarlata, y sus colmillos en la ira se alargaron.
_maldito humano, como te atreves a hacerme esto
_Seth! Detente es hijo de mis hijos
Tres afiladas hojas le atravesaron nuevamente, ahora los engarces no eran enjoyados, eran hojas finamente labradas y mientras los sujetos embatian contra él sintió la mano de Amadea ser arrancada de sus dedos, el sacerdote la tiraba del brazo mientras trataba de arrancarle el velo de la cara, ella se esforzaba por que no lo consiguiera.
_maldita mujer, has hecho tratos con el maldito, estas podrida
_Dominique! Que ocurre
Los ancianos entraban a la habitación cuando el hombre le gritaba a su madre, el inquisidor hizo una seña para que sus guardias se hicieran de la seguridad de su padre y de su tía.
_ustedes, estaban al tanto de esto?
_de que, hijo que le haces a tu abuela?
_esta mujer no es mi abuela, es un espíritu que se ha posecionado de su cuerpo, un espíritu del pecado carnal
Arranco el velo desgarrándolo con un puñal y rasgando también parte de la piel de su usuaria, sus hijos se crisparon al ver el rostro de su madre, a la fiel calca del cuadro que reposaba en la pared principal de la sala.
_madre, madre como es posible…
_es imposible
_admitelo mujer ofreciste tu alma al maldito!!
_no
_te revolcaste con él como una perra en celo!
_no!
_esto es una deshonra
_yo como supremo inquisidor de esta región, juzgo conveniente deshacerme de la raíz de este mal, ustedes ancianos estaban a corriente de lo que con su madre ocurría
_Dominique!
_ustedes son los únicos testigos que yo pertenezco a esta familia podrida y corrupta, hombres por favor procedan con la ejecución de los traidores a la fe, estas personas han visto cosas que deben llevarse a la tumba.
_hijo!
_soy el supremo inquisidor!
Los guardias que tenían a los ancianos en sus manos les reventaron los ojos y tras eso les cortaron la lengua, a Amadea; solo le reventaron los ojos y tras una lluvia de hojas de acero un maltrecho Seth trataba de levantarse del piso.
_tu tendrás un trato especial
Los gritos desgarradores de las mujeres, y el llanto de Amadea se reflejaba en sus propios ojos, Seth estiraba la mano para verla mientras leía en sus labios un te salvare, tres noches después de estar encerrada en la torre, Amadea había envejecido diez años de un golpe, aun así su ejecución se programo para ser llevada acabo al ocaso, cuando se dirigía a la estaca que sería su tumba, su nieto la tiro de la ropa y la postró ante una dama de hierro.
_tu señor esta aquí
_Seth
Murmuró con un hilillo de voz, “Amadea” fue su respuesta “te amo”
_volveré, te prometo que en otra vida y en otro cuerpo encontrare la forma de volver a tu lado…
El eco dentro era de llanto, su amado estaba clavado en el interior de ese instrumento de tortura por 77 espadas de plata, ni el material ni el numero hacían nada por detenerle, pero la perdida de sangre le hacia tan débil que simplemente no podía des afanarse de su jaula. Estaban subiendo ahora a la plataforma, el verdugo esta colocando una capucha a los que fueran sus hijos, ambos han perdido la fe y no la miran, sabe lo que están pensando y lo siente, sí ella había sido la causa de la muerte de su padre, y justo ahora era la causa de la muerte de las raíces de su estirpe, solo su bisnieto Maximiliam la mira desde el balcón del supremo inquisidor, tiene también el cabello platino después de ver semejantes horrores, su madre esta muerta y su padre también, a él lo salvo su inocencia y el ser ahijado del inquisidor, espera en su fuero interno que ese niño no siga sus pasos.
Las llamas arden y siente poco a poco como le corta la respiración, el verdugo esta estrangulando a sus hijos, nunca los matan vivos, la hoguera es para que su mal no se extienda a mas, y es su turno, mira por ultima vez la estatua de hierro llena de espadas de plata, su amado Seth esta ahí por su culpa, tras derramar una lagrima solitaria, fallece.”
No supo cuanto tiempo estuvo dormido, pero al despertar estaba reclinado en el oratorio del altar mayor un sudor frio lo empapaba, no tenia puesta su sotana ni tampoco su camisa parroquial, habían retirado de su mano el anillo sacerdotal que vinculaba su vida con la iglesia; había velas que sabia las beatas habían dejado encendidas hace varios días y aun no se consumían por completo, en la mesa estaba acostado Roger, cubierto con su pijama añil de satén, un traje que él escogió especialmente cuando lo trasladaron a la capilla.
_al fin despierta padre.
Un hombre de bigote y cabello entrecano lo mira desde el sagrario, estaba sentado sobre la mesa de los concilios de la misa dominical, una blasfemia, intento levantarse, pero sus piernas y cuello estaban acalambradas.
_es media tarde, señor y esta iglesia es lo suficientemente oscura para que yo no me afecte.
_quien es usted
_yo? Soy estoy aquí por petición de mi señor.
_de que demonios estas hablando
_padre estoy muriendo, deseo que me de la extremaunción
_por eso…me has noqueado?
_claro que no, padre, solo falta que el solsticio se presente y todos obtendremos lo que tanto anhelamos.
Dijo mientras levantaba las manos a los lados, mostrando su anillo y el alzacuellos de la camisa que anteriormente había llevado el sacerdote.