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Frigido yo? por Ewah Yeong

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Notas del capitulo:

HOLA! mcuhas gracias por escribirme XD... aqui el proximo capitulo, espero dsea de su agrado.

creo que jamas habia escrito tanto en tan poco tiempo, cada que actualizo es cuando termino de escribir el capitulo, realmente ha sido rapido, espero tenga la calidad que desean XD saludos a todos :D

 

CAPITULO 12.

Nuevamente el rubio salió como alma que lleva el diablo, sin decir nada a nadie.

Seto por su parte  alcanzo al chico dado en la salida de la escuela quería reclamarle su comportamiento sínico hacia el cachorro, él ya le había dejado en claro que él perro era de él.

-Dado!- dijo con voz fría para hacerlo detener.

-Que paso!?- pregunto con su sonrisa en los labio.

-Te había dicho que el perro tiene dueño!- gruño el castaño, simplemente no sabía por qué se encontraba ahí y diciendo semejante estupidez.

-Eso ya lo sé, que es lo que te molesta realmente?- alzado una ceja –Que juegue con tu perro? O que él no haga nada para evitarlo?- mientras no se le borraba esa sonrisa de la cara, esa sonrisa que Kaiba quería molerle a golpes.

-No necesito que le enseñes nuevos trucos- mientras se le iba acercando lenta y amenazadoramente.

Cuando una voz interrumpió la matanza del pelinegro.

-Duke!!- gritaba Yugi, Duke se alejo de Kaiba para responderle con una sonrisa.

-Dime! Porque tanto alboroto?- decía el pelinegro, siempre tan alegre, y más por las travesuras de ese día.

-No has visto a Joey?- preguntaba tea con cara de preocupación mil.

-Yo no, el ultimo que hablo con él fue Kaiba, quizás el sepa donde se metió el cachorro!- mirando con el rabillo del ojo al castaño que había dado media vuelta para marcharse.

-Kaiba! Has…- Yugi no termino de hacer la pregunta por qué una vos hastiada le respondió –No soy la nana de ese perro! Me alargo- dijo como despedida para después subir a su limosina.

Dejando a todos con la preocupación del rubio, en fin esperarían después del fin de semana para ver al rubio.

-Nos vemos chicos!-se despidió Duke para dirigirse a su departamento.

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Llego a su casa, dejando la mochila tirada por algún lugar de la sala, mientras subía con flojera las escaleras para llegar a su cuarto, donde aventó los zapatos por donde cayeran, junto con los pantalones, camisa y camiseta, quedando en bóxers solamente para aventarse  a su deliciosa cama matrimonial, donde podía girar por toda la extensión de ella.

-Estúpido Kaiba- se decía así mismo –Hasta cree que iré A que me folle!- decía molesto mientras seguía girando por su cama.

Alzó su mano enfrente de su rostro para mirarla por un rato, y después con voz cansada decir-no sé que me está pasando- mientras decencia su mano para posarse en su pecho, Joey cerró sus ojos al sentir su propio toque, el cual poco a poco iba bajando hasta colarse debajo de sus calzoncillos.

Lanzó pequeños suspiros al sentir su mano fría sobre su miembro que, poco a poco despertar por las suaves caricias de sus dedos. Los movimientos eran cada vez mas rápidos, pasando por toda su extensión, no dejaba de reprimir sus gemidos, y justo antes de correrse se imagino que Kaiba era el que lo estaba masturbando mientras lo miraba intensamente.

-Ah!- se corrió en su mano mientras su cuerpo daba pequeños espasmos por el orgasmo. Se levanto con pereza para limpiar el desastre que había hecho, para después volverse a tirar en la cama y quedarse profundamente dormido.

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Estaba de tremendo humor en su oficina, tenía ganas de reventarle la cara a golpes al afeminado del dado y reventarle el culo a ese perro que olvidaba quien era su dueño, pero ya se las pagaría a la hora que atravesara esa puerta.

Fue al mini-bar que tenía en su oficina para servirse una copa, simplemente no entendía que demonios le pasaba, con respecto a ese perro y tampoco sabía de donde la ira innecesaria hacia el pelinegro cuando coqueteaba con el perro.

-agh! Estupideces! Decía mientras tomaba otra copa.

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Se despertó de golpe, el sueño se había repetido nuevamente, y nuevamente despertaba con el dolor en el pecho, aun no se daba a la idea de que esos dos hayan terminado en la cama. Miro su reloj eran las 7:00 pm.

Realmente no quería ir con Kaiba, pero el sueño se le hacía presente, tampoco quería que le llamara a Duke porque sabía que este seguro iría con el castaño. Así que se levanta rápido para meterse a la ducha tenia media hora para arreglarse (par que lo dejaran entrar a Kaiba Corp.) y media hora para arribar al lugar.

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Se le habían pasado las copas, se sentía un poco mareado, así que solo decidió cancelar los asuntos de ese día, y se debido a descansar en su despacho, Había dado indicaciones de dejar pasar a un perro faldero de nombre Joey Wheller, que lo pasaran sin comunicarlo con el por el interfono.

Se recostó en un gran sillón y cerró sus ojos para dar una pequeña siesta, en lo que daba la hora indicada.

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Jamás imagino que K.C. estuviera tan cerca de su casa, por lloq ue se fue caminando las 3 cuadras de camino, al llegar paro a la gran recepción donde la secretaria lo vio con una ceja alzada.

-Que se le ofrece, muchachito!- mientras hacia varias labores.

-Vengo a ver a Kaiba- decía muy seguro de sí mismo.

-Ja! Sabes cuantas personas vienen a verlo y a nadie recibe?- le respondió altaneramente.

-Mire señora, Kaiba me pidió que viniera, de no ser así! JAMAS! Hubiera venido a buscar al idiota ese- decía molesto el rubio.

-Me puedes dar tu nombre, para ver si circulas en la lista de la gente “importante!- retaba la maldita secretaria.

-Joey Wheller- dijo ya hastiado masajeándose la cabeza, la secretaria solo quedo en silencio mientras revisaba la lista y oh, oh, claro que el rubio circulaba en la lista y no solo eso tenía el mismísimo permiso de pasar sin anunciarse.

-Sígame- decía de mala gana.

El rubio solo camino detrás de la secretaria que se veía que iba cabreada.

-Esta es la oficina del Señor, pase.

-Que no me va a anunciar?- preguntaba el rubio.

-El señor dio claras órdenes de dejarlo pasar sin anunciarlo, con permiso- haciendo una reverencia y se marchaba.

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La puerta se abrió lentamente y asomo una cabellera rubia lentamente, cerciorándose de que realmente esa fuese la oficina del castaño.

Entro y no lo vio sentado en su imponente silla, viro a todas partes para encontrarse con un castaño durmiendo en un enorme sillón.

Joey camino con sumo cuidado, no quería despertar al castaño, verlo ahí  tan relajadamente sin el ceño fruncido como siempre lo ve cuando está despierto.

-wow!- decía asombrado, nunca se había tomado el tiempo para mirarlo detalladamente, se dio cuenta que Kaiba tenía unas enormes pestañas, y los labios no eran tan delgados como recordaba, su mano como si tuviera vida propia dio una pequeña caricia al rostro dormido del moreno.

Kaiba al sentir el toque abrió lentamente los ojos para toparse con un rubio asombrado, y con la mano en la “masa”.

-Que haces?- pregunto mientras se sentaba en el sillón, Joey por su parte quito rápidamente la mano del rostro del ojiazul, y se sonrojo un poco.

El moreno sonrió por la reacción del perro.

-No que no vendrías?-Pregunto el castaño

-Jodete Kaiba!- gruño el rubio mientras se disponía salir de la oficina, cuando unos brazos fuertes los detuvieron.

-No te vayas- decía en un susurro en su cuello, casi sonó como una súplica?, no lo sabía pero el cuerpo del cachorro tembló ante la acción.

Joey se giro dentro de los brazos del moreno, quien se aferraba más al cuerpo delgado del rubio.

-Que es ese olor- pregunto Joey mientras se veía como olfateaba al aire, y el rastro del aroma lo llevo hacia  el cuerpo del moreno –hueles a alcohol!- decía sorprendido el rubio, no se imaginaba que Seto fuera de esas personas que se echara sus tragos.

El moreno simplemente no había dejado de ver al cachorro entre sus brazos, ¿Qué le pasaba? No lo sabía, tampoco respondía las cosas que decía el rubio, simplemente tuvo el impulso de besarlo, fue acercando lentamente el rostro al del rubio que no dejaba de hablar, pero a ver sus intenciones se puso serio y se acercaba lentamente también.

Que estaba pasando, ninguno de los dos lo sabía, el atmosfera en ese momento era diferente a las situaciones pasadas, pero era agradable.

Notas finales:

O,O esperoke les hya gustado, la kosa se esta pponiendo empaagosa, ome agrda eso realmente pero, kreo que yale toka al cachorro gozar XD... bueno komo simrpe un peke adelanto del prox cap:

 

"Poco a poco y sin decir nada (para qué? Si ya sabían a lo que iban) se fueron acercando al sillón donde Seto hace unos minutos estaba descansando."


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