CAPITULO 13
Poco a poco y sin decir nada (para qué? Si ya sabían a lo que iban) se fueron acercando al sillón donde Seto hace unos minutos estaba descansando, se sentó con el cachorro encima, mientras no rompían el beso, sus labios eran mordidos, succionados, lamidos, sus lenguas se tocaban sutilmente en la punta, para volver a pasearse por los labios.
Los suspiros y gemidos reprimidos no tardaron en aparecer, El rubio no sabía porque pero el alcoholizado Kaiba le agradaba, era más….
Delicado con él
Seto se separo de Joey para mirarlo a los ojos y sonreírle de una manera tranquila, su mano acaricio la mejilla de Joey –Cachorro, mi cachorro- susurraba, Joey se quedo petrificado por el inusual tono de voz del moreno, pero algo en su pecho se aceleró.
¿Cuánto había tomado Kaiba para comportarse de esa manera?
-Kaiba, creo que... Será mejor dejarlo así- no quería, no quería sentirse así, no con el que no era Kaiba. Se levanto de su cómodo lugar listo para marcharse del lugar.
-Adónde vas!?- otra vez ese tono altivo había regresado Bendito sea él señor!.
-A mí casa Kaiba, no estás en tus 5 sentidos-mirándolo a los ojos.
Seto se levanto rápidamente del sillón, para detener a Wheller –Tu no vas a ninguna parte perro!- decía jalándolo del brazo para detenerlo, sus celos no lo dejarían ir con Devlin, no con ese afeminado no más!, su celos hablaban por él, aun muy escondidos en su subconsciente, inconsciente, consiente (Jajajaja).
-Suéltame Kaiba!- decía el rubio molesto.
-no quiero que te vayas- volvía a susurrarle al cachorro mientras lo abrazaba escondiendo su rostro en el cuello del rubio. Joey estaba que no se lo creía, nuevamente su pecho se acelero.
-Vasta Kaiba- decía en voz baja mientras también se aferraba al cuerpo del castaño.
Estuvo unos segundos en esa posición, hasta que el castaño comenzó a recorrer el cuerpo del cachorro y repartía pequeños mordiscos y lametones en ese cuello, Joey estaba sonrojado, con tan pocas caricias ya estaba excitado. Decidió participar, y poco a poco iba desfajando la camisa del moreno.
Seto jalo a Joey bruscamente a su cuerpo, pegándolo más, queriéndolo fundirlo a él mismo, sus caricias poco a poco iban subiendo de nivel, de las pequeñas lamidas en el cuello del cachorro paso a mordidas y chupetones, dejando varias marcas más que visibles, marcándolo de su propiedad, para que cuando ese chico dado osara tocarlo viera que lleva su nombre en cada parte de su cuerpo.
Desvistió al rubio violentamente.
-Auch! Con cuidado Kaiba que no soy de trapo!- lo miraba retadoramente, y llego a su mente la imagen, de esa mirada cuando estaba con Duke, Si! Esa mirada la que le faltaba, esa mirada era de su cachorro rebelde, el que lo sacaba de sus casillas, esa misma miraba que hacía que se calentara con la sola idea que borrársela se la cara, con sus arremetidas.
-Cállate perro!- otra vez el viejo Kaiba –Siéntate en el escritorio!- dio la orden mientras él se sentaba en su enorme silla.
Joey aun no sabía que se cargaba entre manos pero hizo caso, se acomodo en el escritorio, mientras veía como Kaiba iba desabotonando lentamente su camisa.
-Mastúrbate para mí!- volvió a ordenar, los ojos del rubio se abrieron de par en par, como demonios podía pedir semejante cosa tan vergonzosa?, no cabía duda que Kaiba estaba enfermo, y más enfermo él por hacerle caso, ya que su mano como si ella sola hubiera recibido la orden empezó a masajear su miembro.
Seto sonreía ladinamente mientras proseguía a desabrocharse el cinturón ante la atenta mirada del rubio.
Joey comenzó a acelerar los movimientos de su mano al ver como Kaiba se desvestía poco a poco y de una manera tan seductora, se sentía venir pero una mano apretó la base de su miembro evitando que se corriera.
-ha! Que haces!?- dijo el rubio mientras sentía que no podía eyacular a gusto.
Seto sonrió para sus adentros, acerco su rostro al abdomen del subió para pasar su lengua por el ombligo, haciéndolo estremecer,- ah, Kai...Kaiba, déjame terminar, du…duele- decía el rubio con los ojos cerrados y el rostro rojo de la vergüenza.
-Te has portado mal perro- haciendo más presión en su agarre, -Creo que se te olvido quien es tu dueño- mientras soltaba el miembro del rubio, quien tembló al descargarse por fin.
-ah- gimió seguido de los espasmos en su cuerpo-Yo..o no mm..me eh po..ortado maa…al- trataba de decir el pequeño cachorro.
-ah! no!?- preguntaba el castaño mientras jalaba al rubio para que bajara del escritorio –Y lo de esta mañana, entonces que fue?- preguntaba.
-yoo, amm- bajándola mirada y mordiéndose el labio.
-Me quieres excitar con esa expresión-dijo mientras le agarraba el trasero al rubio y se lo subía a su silla. Joey esta excitado por el toque del castaño, y comenzó a buscar más contacto moviendo su cadera por encima de los pantalones del castaño.
-Ansioso cachorro?!- pregunto tocando más intensamente el trasero, separando las nalgas y paseando sus dedos por la entrada, Seto estaba disfrutando las reacciones del cachorro, quería seguir jugando con el pero su cuerpo le pedía estar dentro ya!.
Joey quien se encontraba aferrado al cuerpo del castaño gimiendo quedamente en su oído –Kai…ba,den..n…tro- fue lo único legible que alcanzo a articular, y como si de una orden se tratara, Seto introdujo un dedo, lubricado con el mismo semen del rubio –ah,ah- gimoteaba el rubio, El castaño estaba muy excitado, al grado de que le dolía su entrepierna, sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, se dedico a morder el cuello y los hombros del rubio.
-Tócame-susurro el castaño, moviendo su cadera, para que el rubio sintiera su dureza entre sus testículos, Joey bajo las manos paseándolas por el moreno cuerpo, hasta llegar donde estaba el estorboso pantalón, bajo el cierre rápidamente y coló sus manos bajo la ropa interior de Kaiba.
-ah, cachorro- gimió el moreno –ya no aguanto, quiero sentirte- decía sin dejar ninguna de sus tareas, e rubio se limito a asentir, las manos del castaño se detuvieron un momento para hurgar en un cajón de su escritorio.
-apúrate!- decía ansioso el cachorro mientras se levantaba y se dedicaba a jalarle los pantalones a Kaiba dejándolo completamente desnudo en la silla, Seto estaba encantado con la actitud del cachorro, Joey se hinco en el suelo para desatarle los zapatos al moreno, para botar a quien sabe qué lugar los calcetines, al terminar se topo de frente con el gran miembro del castaño.
-Quiere probar?- pregunto, Joey solo negó con la cabeza, le daba pena, aun no estaba listo para semejante tarea –Entonces ayúdame a ponerme esto- mientras le pasaba el condón al rubio, con un poco de torpeza logro poner el dichoso pedazo de látex, después de ponerle un poco de lubricante, volvió a jalar al rubio encima de él.
-Vamos cachorro, hazlo tu solo- mientras acomodaba la cabeza de su miembro en la entrada del rubio. Joey estaba rojo de la vergüenza, no le gustaba ser él el que se sodomizara, pero su cuerpo le pedía agritos que lo hiciera de una buena vez.
Así que se dejo caer en el miembro de Kaiba, el cual entro rápidamente provocando un espasmo en ambos cuerpo.
-ah!- soltó el rubio –ah ah ahh- seguía gimiendo.
Kaiba no se espero y empezó a embestirlo, el cuerpo de Joey subía y baja, siguiendo el ritmo del castaño, no tardaron en volverse a devorar los labios, sus respiraciones eran rápidas, agitadas, pero aun así no rompían el beso, las manos del moreno se aferraban a la cadera del que lo montaba, El rubio se sostenía de donde podía, tanto placer le nublaba la vista.
Sus piernas temblaban, estaba cansado de subir y bajar tan rápidamente, el castaño se detuvo y se levanto con Joey sin Salir de él, lo volvió a subir al escritorio, donde acostó al rubio y comenzó de nuevo con las rápidas pero certeras embestidas, el cachorro ya no coordinaba, estaba perdido en tanto placer, y el castaño no se encontraba en mejores condiciones.
Salió del rubio de manera brusca.
-Ah!, que haces?- preguntaba mientras era volteado rápidamente, quedando en cuatro sobre el escritorio, Seto lo tomo del cabello mientras pegaba su cuerpo al del cachorrito para decirle al oído –Quien es tu amo perro? Acaso es Devlin?- Joey no se esperaba semejante acción.
-A que quieres jugar Kaiba- eso se estaba saliendo de control. Lo que comenzó como una simple calentura se estaba volviendo un acto de celos.
-No Kaiba, yo! No soy de nadie- mientras trataba se zafarse del agarre.
-En serio Wheller?- otra vez ese tono frio.
-Ya lo dije Kaiba, suéltame!- reto el rubio, aun que tenía todas las de perder, no se rendiría nunca, nunca se rendía sin antes haber dado pelea.
Seto volvió a penetrar al rubio –Te gusta que te hagan así!?- preguntaba mientras arremetía contra el cuerpo delgado,- ahh, Kai..baa- decía completamente echado en el escritorio, ya ni le importaba el agarre de sus rubios cabellos, solo sintió que algo en su interior lo hizo vibrar de placer.
-Acaso te gusta que así te la meta Devlin?- Seto con cada palabra hacia más violentas las embestidas, no quería escucharlo, no quería saber la respuesta, pero él sabía que estaba a orillando al cachorro a decirle una sarta de verdades que no quería saber, ni imaginar.
Siguió moviéndose sin permitirle articular palabra alguna al rubio, hasta que sintió que el cuerpo bajo de l se estremeció por el orgasmo que le había provocado, esto calentó aun mas al castaño quien en dos arremetidas mas termino por correrse también.
-aaahhhh!- rugió con la ultima embestida al cuerpo del rubio, se acostó encima de Joey que no podía regularizar su respiración.
-Quítate! pesas!- dijo tratando de levantarse pero el peso extra lo volvió a dejar en la posición inicial.
Con pesa ser levanto del cuerpo del rubio saliendo con un poco de cuidado, por su parte Joey se sonrojo al ver que había manchado el escritorio del castaño y entre ellos algunos papeles.
-amm yoo lo siento- decía apenado el rubio –Prometo arreglar esto- tomándolos papeles para ver si no era algo importante.
-Deja eso ahí Wheller- decía el castaño quien empezaba a recoger sus ropas –Solo son escritos inútiles- mientras le aventaba los pantalones junto con los bóxers al rubio.
Joey comenzó a vestirse también, pero se cuestiono, que había sido esa escena de celos por parte del ojiazul?, realmente aun no se le pasaba el efecto del alcohol?
-Kaiba- hablaba el ojimiel.
-Qué pasa?- preguntó mientras terminaba de abotonarse la camisa y lo miraba seriamente.
-Realmente te molesta que me acueste con Duke?- SI! Lo dijo!, solo esperaba la respuesta del castaño.