CAPUTILO 19
Ya había pasado una semana desde el incidente con Kaiba, el moreno seguía ignorando a Joey.
Después de 3 días, el cachorro se canso, se canso de buscarle la cara a Kaiba para pedirle disculpas por lo que él ocasiono, así que lo dejo por la paz también, aun que moría de ganas por que las cosas fueran como antes, pero recordemos que el cachorro también es orgulloso.
Yugi por su lado se había alejado de Joey un poco, después de que el rubio se enojo con él, no le había reclamado su indiscreción para con Kaiba, simplemente se quedo callado pero era evidente el enojo con su amigo, Yugi no le volvió a insistir al rubio que denunciara a Kaiba, se sentía culpable del estado de ánimo de su amigo, se portaba ausente o ajeno a lo que pasara, pero siempre viendo hacia el lugar de Kaiba inconscientemente.
Duke por su parte no había desaprovechado la situación para hacer rabiar al moreno sin siquiera tocarlo!. Como lo hacía? , fácil!!! Simplemente se metía unas agasajadas con el cachorro en su cara, por qué?, porque Joey ya no le dio importancia al amargado , si no le quería dirigir la palabra allá él! y solo se dedico a disfrutar de la “vida de adolecente”, todo cortesía de Kaiba, le “agradecía grandemente” que no pudiera controlar su jodido cuerpo.
(Nota: No era tan descarado simplemente a los días que Devlin se quedaba en su casa a “dormir”, llegaban temprano, “jugaban” un rato, hasta que aparecía cierto castaño a interrumpir.) Pero eso era suficiente para que el moreno lanzara miradas acecinas.
Así fueron esos días, El castaño seguía ignorando al perro, pero no al dado, sabía que daba ese espectáculo a propósito!, acaso se estaba burlando de él!? , Otra vez!? , eso no lo toleraría mas, le pondría un alto, pero no ahí, no era el momento, ya después a solas.
Las clases terminaron y todos se retiraron a sus casas, que aburridos eran esos días, sin la entretención de las peleas entre el rubio y el castaño, el ambiente que se tornaba pesado más la aburricion de las clases los estaban matando (a todos los del salón) lenta y dolorosamente.
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Seto se encontraba en su oficina meditando todo lo ocurrido en la semana, el perro era persistente, le había estado buscando la cara una y mil veces, y las mil veces lo mando a volar, mas por su descaro con Devlin, le daba asco su actitud maricona que había adoptado el perro, y todo gracias ah? El dado, iría personalmente a decirle a ese sujeto que su perro no necesitaba entrenadores, si señor! seguía siendo suyo después de todo, después de arreglar unos asuntos y cancelar todas las reuniones de esa tarde iría a charlar ”partirle la cara” al dado.
Después de un rato salió de su oficina en dirección del departamento de Devlin. Subió en el elevador hasta llegar al piso indicado, toco el timbre y espero a que abrieran.
Un rubio abrió la puerta, los dos se quedaron sorprendidos, jamás se imaginaron encontrarse en ese lugar, Genial! Iba a hablar seriamente con el dado, pero no contaba con encontrarse con su cachorro, seguramente buscando afecto, ya que su “amo” lo lanzo a la calle a patadas, él era el culpable después de todo!, pero jamás!! Lo admitiría.
Después lo castigaría, ya vería que con Seto Kaiba no se andan con que si! o con que no!, o es todo! o no es nada!, y era lógico que era TODO!!!.
-Kaiba?- pregunto confundido –Que haces aquí?- volvió a preguntar.
-Lo que haga no tiene por que importarte!- fue lo único que dijo para después pasar a un lado del rubio como si este no estuviese ahí. No veía al dado por ninguna parte –Donde está Devlin?- pregunto sin regresar a ver a Joey.
-No está, fue por un paquete, no dijo dónde, solo que lo esperara- , El rubio se acerco donde se encontraba el moreno –Kaiba? Sigues molesto?- pregunto curioso.
El castaño se volteo y lo tomo del cuello –Molesto es poco perro!, repudio tu presencia!, te has vuelto una marica descarada!, me das asco!!!- le gruño en la cara al rubio, eso era lo que él pensaba de su persona? Que era un marica descarado?.
-Hasta cuando!? Hasta cuando vas a estar así!? Eh!?- preguntó el rubio, ya se estaba cansando de a actitud de moreno para con él.
-Que es lo que quieres Wheller?, dime qué demonios quieres de mi?- decía acercándosele lentamente, mirándolo intensamente, después una sonrisa maliciosa adorno su rostro –Acaso? Será qué? Extrañas que te rompa el culo?- mientras acariciaba con inusual delicadeza la mejilla del rubio.
-No seas idiota Kaiba- sin separarse de la “caricia”.
-Dime perro, Te gusta más como te la mete Devlin?- agarrando los rubio cabellos de la nuca.
Joey miro a Seto molesto y le respondió sonrojado –Son cosas muy diferentes Kaiba!-
-Así que ya te convertiste ahora en el puto personal de él Dado?- mirándolo con sorna pero sentía una decepción interior.
-Lo que haga no tiene porque importarte!- volvió a repetir el rubio las palabras dichas por el moreno.
-Te equivocas perro, Yo soy TU amo, el único que debes de tener!- mientras volvía acercarse al cachorro, poco a poco se iba acercando cada vez más a su rostro.
Estando a tan pocos milímetros de probar nuevamente sus labios, algo o mejor dicho alguien llega a interrumpir.
-Joey! Ya estoy de Vuel- mirando la escena, los dos chicos se separan, Seto quiere asesinar al dado por ser tan inoportuno.
-Kaiba? Que haces aquí?- preguntaba confundido.
-Devlin que bueno que llegas- decía seriamente –Eh venido por tu trasero- decía acercándose al pelinegro –Por poco y termino con el perro- mientras pasaba una mano por la retaguardia del chico dado.
Joey se molesto por esas palabras, acaso estaba insinuando que se iba a conformar con el porqué Duke no estaba?, eso encabrito al rubio y decidió irse, no supo que había sido lo de hace un momento, y quedaría con la duda de saber qué hubiera pasado si Duke no hubiese interrumpido.
-Bueno está más que claro que aquí estoy de mas, me largo!- y sin más salió por la puerta
Ya solos.
-Y se puede saber a qué se debe tu visita?- preguntaba el pelinegro mientras acomodaba un paquete en la mesa y alejaba su trasero de la mano del moreno.
-El perro- solo dijo seriamente.
-Sí, Que tiene?- volvía a preguntar –Creí que realmente lo habías mandado muy lejos, sabes? No ha estado de muy buen humor y tú sabes que eso es malo en la cama- con una sonrisa maliciosa en su rostro respondió.
-Cierra la boca Devlin! Oh, te la cerrare de un golpe!- gruñía el moreno, suficiente tenia con verlos en las mañanas como para que ahora le diera detalles de las revolcadas que se ponían.
-Jajá, Kaiba esos Celos son innecesarios- mientras sonreía con un mechón de su cabello enroscándolo en su dedo, - Pero, pongámonos cómodos, ven siéntate!- mientras le señalaba un sillón enfrente de donde es se había sentado.
El moreno refunfuñando por lo dicho se sentó
-Ya te dije Devlin que ese perro tiene dueño, que tu lo hayas adoptado es otra cosa- respondía escuetamente.
-Pues no es por alardear pero- agudizo su mirada hacia el moreno –Él ha aprendido un truco nuevo- mientras se lamia un dedo de manera sugerente, para que el moreno entendiera.
Seto sintió hervir la sangre, como demonios era posible eso!?, ese perro realmente se estaba metiendo en su papel de perra en celo, eso lo enfureció, pero lo que lo saco de sus casillas fue la maldita sonrisa en la cara del dado.
-No te creo- simplemente respondió después de hacer uso de su autocontrol.
-Pues tendrás que creer!, aun que mejor dicho te recomiendo que lo pruebes- decía cínicamente –Tener al perro entre las piernas dando pequeñas lamidas realmente calienta a cualquiera- susurraba en un tono seductor mientras se acercaba al lugar de Kaiba, notando que sus palabras habías hecho efecto, pues se veía una erección detrás de esos pantalones ajustados. –Que pasa Kaiba? Te comió la boca el ratón?- sentándose ahorcadillas sobre él y plantándole un beso apasionado.
El moreno estaba perdido en sus pensamientos imaginando a Wheller como Duke se lo describía, simplemente eso hizo que se pusiera demasiado duro. Una voz lo saco de la ensoñación.
-Ne? Dime desde cuándo que no satisfaces a tu cuerpo- decía Duke lamiendo el cuello de Seto, que por raro que pareciera solo se dejaba hacer.
-Acaso no has tenido suficiente con el perro y ahora vas conmigo?- logro articular el moreno, ya se le estaba olvidando la razón por la que había ido a ver al chico dado.
-Son cosas diferentes Kaiba- restregadnos su cuerpo contra el de el moreno, Kaiba admitía que ese maldito bastardo tenía razón, desde que boto al perro de su cama no se había acostado con nadie, las razón?, no la sabia, si él podía ir con quien quisiera, cuando quisiera, que demonios hacia aguantándose y viviendo en abstinencia esos días!, tenia que liberar toda esa tención de su cuerpo, y el único culo disponible en ese momento era el del dado, porque no tomar algo que te ofrecen?.
Seto tomo a Duke de las nalgas para hacer más presión en su hombría. –ah!- gimió el pelinegro.
-Ahora se a que te refieres dado- mientras daba un largo lengüetazo desde el cuello hasta la barbilla de chico del zarcillo –Con el perro te gusta jugar a que se la metes y conmigo te diviertes cuando Yo! Te lo meto en el culo a ti! No es así?- haciendo más presión.