CAPITULO 20
-Exacto! Aclarado el punto, podemos continuar?- ahora desabotonando la camisa del ojiazul.
-No tan rápido Devlin!- decía Seto mientras detenía las manos del que tenia encima –Quiero que dejes de dar esos espectáculos matutinos con Wheller!- mirándolo seriamente.
-Vaya! Ya no es perro ahora es Wheller, después que será? Mi cachorro?- mofándose de el moreno.
-Déjate de estupideces!- alejando al pelinegro de su cuerpo.
-Está bien, Esta bien!- volviéndose a posicionar encima de Seto, -lo prometo!, te lo prometo!, pero- mirando a Seto a los ojos –Dime la verdad! Te gusta el cachorro?-, Seto abrió los ojos de par en par, no esperaba esa pregunta, y tampoco la respuesta que salió de sus labios sin chistar.
-Sí, me gusta el perro de Wheller-, respondió automáticamente.
-Ja!, lo sabía, por eso estos celos! Eh?, Y cuando piensas decírselo?-
-Creo que vas muy rápido dado!, el perro me gusta, solo eso! No lo quiero ni lo amo, solo me gusta su cuerpo, no niego que también el tuyo, pero eso no quiere decir que estoy enamorado de alguno de ustedes!- aclarando su punto y el punto de vista de Duke sobre el significado de esa palabra “gustar”.
-Bueno entiendo, no soy idiota, me pasa lo mismo con el cachorro- mirando a Kaiba muy divertido, pero Duke Devlin no dejaría semejante culo tan fácil.
-Que quieres decir!?-Seto sabía que había algo detrás de esas promesas.
–Si él es el que me busca, no pondré resistencia alguna! Queda claro?- retando con la mirada a Seto.
-Está bien Devlin! Acepto el estúpido termino- por ahora se conformaría con ese trato, vaya! El buen humor volvió a su cuerpo. Tan buen humor haría su caridad del día, cual? Darle al dado el mejor polvo de su vida!.
Aventó al pelinegro sobre el sillón y se posiciono encima de él. Comenzó a dar largas lamidas a su cuello, era similar al del cachorro, delgado pero masculino, desato su coleta, lucia sexy con el cabello suelo.
Duke solo sonrió con la actitud del castaño, comenzó a desvestirlo rápidamente, realmente tenía ganas de jugar con ese dragón aun que era jugar con fuego, no le importaba salir quemado.
Los dos desnudos por fin encima del sillón, Seto como se lo había propuesto antes, le daría el mejor polvo de su vida a ese Dado, volvió a sentar al pelinegro encima de él, recorría todo con sus largos dedos, apretando cuanta piel esponjosa había en su camino, Duke solo gemía se la estaba pasando genial.
Besos, lametones, mordidas, chupetones, todo de todo había una que otra rasguñada por parte del pelinegro.
-Vamos Dado hazlo tu mismo- mientras posicionaba su miembro en la entrada de Devlin.
-No- renegó el pelinegro, -Porque no!?- pregunto molesto el moreno. –acaso piensas hacerlo sin condón?- pregunto extrañado el chico del zarcillo. –Sí, algún problema?- alzando una ceja.
-Estás loco, como voy a dejar que me la metas así?- mientras trataba de levantarse de donde estaba, pero Seto se lo impidió, lo jalo con fuerzas e hizo presión, y termino de entrar de una sola embestida.
-Ahh- Gimió Duke mientras se aferraba al moreno, eso había sido un poco doloroso. Seto por su parte tenía los ojos cerrados con una sonrisa, -Que es tan gracioso?- preguntaba el dado tratando de acostumbrarse al miembro “desnudo” del castaño.
-Se sintió genial Dado, sentiste la diferencia?- mientras comenzaba a mover su cadera haciendo que el pelinegro comenzara a cabalgar lentamente.
Sentir el miembro suave y caliente había sido una sensación placentera, se calentó de mas y comenzó a masturbarse enfrente de Seto, quien no dejaba de hacer cada arremetida más intensa, lo penetraba profundamente y lo retenía ahí un rato mientras movía sus caderas para que Duke sintiera como se movía en su interior.
-Ah, Kaiba si sigues haciendo eso terminare por venirme- mientras cerraba sus ojos en una mueca de placer total.
El moreno se volvió a acostar encima de Duke haciendo que su miembro fuera más profundo, estaba a punto de correrse, -No..oo.. lo hag..ass d..e..ntroo..!- pidió el pelinegro que estaba a punto de estallar el también.
El castaño solo lo miro a los ojos con una sonrisa burlona, Duke abrió los ojos sabia que el muy cabron no le haría caso, trato de sacarse al moreno de “encima”, removiéndose, esto solo ocasionó que los dos terminaran derramando semen por todos “lados”.
Después de convulsionarse de placer el pelinegro miro molesto al moreno, -Porque lo hiciste?-, Seto respondió –Solo era curiosidad, que no piensas levantarte de ahí?-, el moreno quería saber que se sentía hacerlo tocando piel con piel, y se sintió bien.
-Yoo…-decía apenado el pelinegro, -Después lo hare- volteando ver a otro lado sonrojado.
-Levántate- jalando al pelinegro, -No! Kaiba!-, demasiado tarde, el moreno lo levanto de donde estaba acostado, solo sintió su cara hervir de vergüenza cuando el semen del moreno comenzó a resbalarse por entre sus piernas.
-Bastardo- dijo entre dientes Duke, Seto solo lo miraba muy divertido, -Vaya Devlin este es una escena para recordarse para siempre-, y de la nada saco su celular para tomar una foto del recuerdo. –Qué demonios haces Kaiba?- preguntaba asustado el chico dado.
-Nada, solo me cercioro que cumplas tu promesa, de lo contrario toda la Ciudad vera esta preciosa imagen- riendo con descaro.
-No es necesario tanta desconfianza, si y te di mi palabra, es porque la voy a cumplir- se metió rápidamente al baño de su habitación. Seto solo se marcho sin despedirse.
Camino a su casa se sentía confuso, primero iba con la mentalidad de romperle la cara y no el culo al pelinegro, después acepto que tanto el perro como el dado le gustaba su cuerpo.
Realmente sentía que lo que hacía estaba bien y mal, solo reaccionar a los impulsos primitivos era algo nuevo para él, pero su reputación corría peligro, no sabía cómo reaccionar ante este torbellino de emociones, sensaciones y situaciones, el maldito de su padrastro solo lo educó como un simple robot sin necesidades, pero al parecer disfrutaría de lo que sea que le estuviera pasando un rato mas.
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Joey después de salir del departamento pensaba que Duke y Kaiba eran unos idiotas, se vio tentado a irse y dejar a esos dos solos, pero su curiosidad como todo cachorrito en crecimiento fue más grande así que se quedo junto a la puerta, quería saber si Kaiba realmente iba por el culo de Devlin como él había dicho, algo en su interior le dolía, no sabía porque, quizás el no ser importante para esos dos, no lo sabía, de pronto se dio cuenta que se escuchaba la conversación que tenían dentro del departamento, se acerco mas a la puerta para escuchar mejor.
-Y se puede saber a qué se debe tu visita?- escucho el rubio preguntar al moreno, si él también quería saber por qué estaba ahí el ojiazul.
-El perro- su corazón salto al escuchar esas palabras
-Sí, Que tiene? Creí que realmente lo habías mandado muy lejos, sabes? No ha estado de muy buen humor y tú sabes que eso es malo en la cama- El rubio solo se sonrojo, maldito Duke, ya se las cobraría, como se atreve a decirle semejante cosa al dragón?, que acaso no le tiene miedo después de que le rompió casi la cara más de una vez?.
-Cierra la boca Devlin! Oh, te la cerrare de un golpe!- , hay no!, el rubio se preparaba para tumbar la puerta e ir a socorrerlo.
-Jajá, Kaiba esos Celos son innecesarios- escucho decir, el latir de su corazón aumentaba, casi podía sentirlo en sus oídos, pareciera como si estuviera, feliz!?, - Pero, pongámonos cómodos, ven siéntate!- se esfumo la felicidad que sentía.
-Ya te dije Devlin que ese perro tiene dueño, que tu lo hayas adoptado es otra cosa- Esas palabras dejaron al rubio desconcertado, Kaiba seguía pensando en él como de su propiedad? Si! otra vez ese incesante latido en su pecho.
-Pues no es por alardear pero…Él ha aprendido un truco nuevo- Un truco nuevo? Él?, por más que pensaba y pensaba no daba, hasta que recordó que hacía unos días el muy maldito de Duke lo calentó con su escena de Sexo oral, donde él el muy idiota participo, ingenuo!.
Joey solo rezaba por que no fuera lo que estaba imaginando.
-No te creo- Genial ahora se sentía más peor, el ojiazul creía en él y él andaba de cómo lo había dicho antes Seto “el puto personal” de Duke, Demonios, tenía que poner más resistencia a cualquiera! Que fuera la situación (si como no).
-Pues tendrás que creer!, aun que mejor dicho te recomiendo que lo pruebes- Maldito Duke, maldijo el rubio al escucharlo hablar muy desvergonzadamente –Tener al perro entre las piernas dando pequeñas lamidas realmente calienta a cualquiera- Eso era lo que pensaba!?, doble genial, recordó la noche de los hechos y su cuerpo comenzó a subir de temperatura, el muy maldito tenía razón, ver a alguien mamándotela te calienta demasiado.–Que pasa Kaiba? Te comió la boca el ratón?- Joey seguía atento a lo que pasaba dentro.
-Ne? Dime desde cuándo que no satisfaces a tu cuerpo- No!, eso no, el rubio ya sabía por dónde iba la cosa y como iba a terminar.
-Acaso no has tenido suficiente con el perro y ahora vas conmigo?- AGH! Maldito infeliz, primero lo sube a la nube y lo lleva a lo más alto del cielo armando alboroto por qué no quiere que lo toquen, y ahora el muy desgraciado, lo bajaba a patadas de esa nube y lo refundía en el infierno, “te odio Seto Kaiba”, pero en ningún momento se retiro de la puerta.
-Son cosas diferentes Kaiba- Genial, ahora ya empezarían las comparaciones, no lo podía soportar.
-Ahora se a que te refieres dado, Con el perro te gusta jugar a que se la metes y conmigo te diviertes cuando Yo! Te lo meto en el culo a ti! No es así?- Joey no supo cómo reaccionar a la respuesta del castaño, pero lo que si pudo hacer fue largarse de ahí corriendo con un dolor en el pecho, al escuchar los gemidos de ambos, ya no quería saber nada más de lo que pasara ahí en ese momento.
Lo que nunca supo el cachorro es que la conversación seguiría a favor de él.
