CAPITULO 33
El rubio se removió en su lugar y poco a poco abrió sus ojos melados topándose con el rostro durmiente del moreno, le dolía su cuerpo deliciosamente, sus ojos se dirigen al reloj de pared, las 5:30 p.m. aun podía ir a ver a Tea, se puso de pie tratando de no despertar al moreno para meterse a bañar.
Salió de la ducha y al atravesar la puerta unos fuertes brazos lo rodearon por la espalda.
-Adónde vas cachorro?- mientras le besaba el cuello, al parecer el dragón aun no tenía suficiente del cuerpo de ese cachorrito.
-Se te olvido?- mientras se volteaba para verlo a los ojos, -hmm?- solo gruño el moreno en respuesta que no lo recordaba, -Me dijiste que m.me llev.arias a.a ver a T.tea- decía nervioso el rubio al parecer noto que el dragón lo había olvidado.
-Cuando dije semejante estupidez!?- pregunto frunciendo el ceño, la verdad es que no recordaba haber dicho una cosa como esa, como demonios iba a llevar a su cachorro con la bruja esa, después de todo lo que le hizo pasar.
-cuando estábamos en la sala, me llevaras sí o no?- pregunto muy decidido el rubio, de todos modos iría con o sin la ayuda del moreno.
-Pero por supuesto que no!, acaso eres masoquista o no estás bien de la cabeza!?- pregunto rudamente mientras agarraba al rubio de los brazos haciéndole daño.
-Suéltame!!! Tú no eres nadie para prohibirme las cosas!!!- reto el rubio.
-Tú eres mío!!!, me perteneces perro!!!- le escupió en la cara con ira, le molaba demasiado que hiciera lo que quisiera, suficiente tuvo con que se metiera infinidad de veces con el dado, pero ahora que las cosas ya estabas mas “claras” el perro tendría que poner de su parte y por lo visto no lo estaba entendiendo.
-Tú y yo somo algo como para que me digas que puedo y no hacer!! O dímelo tu que somos!?, eh!? Dime que somos!?- su corazón latía muy rápido, quería escuchar de la boca del moreno que lo que tenían era más que solo follar, quería escuchar que significaba más que un encualmiento, pero lo que salió de la boca de Kaiba no fue precisamente lo que Joey esperaba.
-NADA!, tu yo no somos nada!, entiendes, solo eres mi maldito agujero el cual puedo follarmelo cuantas veces quiera!!! Y si quieres ir a ver a esa estúpida allá tu!!! Me largo!!!-Kaiba estaba muy molesto por eso las palabras hirientes quería que el rubio se sintiera tan miserable como se sentía él en ese momento, acaso que no era obvio que eran más que un simple revolcón, acaso ese perro quería que él se lo dijera!?, que no hizo el varias cosas que JAMAS! Haría por otra persona, al demonio con el perro, ya regresaría él a buscarlo pero mientras eso pasa, ÉL! SETO KAIBA!!! Jamás regresaría a implorarle perdón a ese perro necio.
Joey se quedo mudo por esas palabras, y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero Kaiba no lo logro ver porque se marcho muy rápido.
Se seco las lágrimas y marco con su celular a Duke para que lo llevara a ver a Tea.
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En el Hospital
Joey llego acompañado de Duke, pasaron a la recepción a preguntar por la paciente ingresada esa mañana por accidente de auto.
La enfermera les indico que se encontraba en la habitación 423 en el 5to piso, que se apresuraran porque la hora de visita terminaba a las 7:00 pm.
Al llegar a la habitación, Joey tomo aire muy fuertemente y abrió la puerta, y ahí la vio, estaban Yugi y Tristan sentados a su alrededor, -Hola chicos, como esta?- pregunto tímidamente al ver los ojos sorprendidos de sus amigos, Duke se quedo afuera la verdad no tenía ganas de verla, le ponía de los mil demonios su persona, así que decidió seguir con su buen humor y dejando que las enfermeras practicantes hicieran con él lo que quisieran.
Dentro de la habitación Tea había despertado minutos después de que Joey llegara, primero lo miro feo, pero después cambio su expresión por una mas “conmovida”.
-Joey viniste!, perdóname!- mientras decía con lagrimas en los ojos, la muy maldita sabia que el rubio iría como mártir a buscar su perdón, y ahí estaría ella para dárselo pero al mismo tiempo lo haría pagar escudándose de sus lesiones, trataría siempre de hacerlo sentir culpable.(maldita perra!!! AGH!).
Joey se conmovió mucho y abrazo a su amiga con delicadeza y se puso a llorara en su regazo, Tea le acariciaba su rubia cabellera. Sus dos amigos se miraron extrañados pero al final descansaron de toda esa tensión que sentían días anteriores.
Después de “limar” perezas los cuatro amigos estaban felices, solo faltaba Duke que al parecer no estaba muy conforme con la actitud sospechosa de Tea, así que decidió no acercarse a la habitación hasta que su rubio amigo saliera de ahí, otra cosa que se le hacía raro era que no hablara de Kaiba en todo el camino.
Joey salió de la habitación con una enorme sonrisa en el rostro, busco con la mirada a Duke y lo diviso a lo lejos entre varias enfermeras, una le tomaba la presión, otra le revisaba las amígdalas, otra le estaba vendando un brazo, hasta que vio al rubio que se acercaba, se despidió de las chicas, y este les prometió volver.
-Y que tal- le preguntaba al cachorro, mirarlo con esa sonrisa en el rosto lo puso muy feliz, tanto que mecánicamente lo beso ahí mismo, y solo se escucho un “aaaaaaa” por parte de las enfermeras.
-Y que paso?, murió?- pregunto Duke en broma, -No digas eso!!, Tea se disculpo conmigo y eso me hizo sentir mucho mejor!- decía alegre el rubio.
-hmm, no le creo mucho pero bueno, solo se la pasare porque ya no traes el mismo humor, por cierto y como te fue con Kaiba?- pregunto muy inocente Duke.
El semblante del rubio volvió a decaer, genial Duke! Hiciste sentir mal al cachorro otra vez, -Que paso?- le pregunto mientras iban en el ascensor pisos abajo.
-Nada es solo que creí que.. Bueno.. Como te lo explico- decía el rubio tratando de no sonar muy herido.
-Oh!, supongo que Kaiba no hizo las cosas como se supone que ya deberían de ser? O me equivoco?- pregunto seriamente el pelinegro, -Si, discutimos por lo de Tea y la cosa no paso hasta que me dijo que yo no era más que un.. un… se quedo callado con los ojos llorosos., -Ya no me digas mas- decía Duke mientras abrazaba al rubio para consolarlo, ese Kaiba era más cabezota que Joey, y eso que se las daba de muy genio, pero bueno ya se las arreglaría para que esos dos volvieran a estar juntos.
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Después de salir hecho un demonio de la casa del rubio el moreno fue a dar un largo paseo por toda la ciudad sin un lugar fijo, solo dando vueltas como zombi por cuanta calle pudiera recorrer.
Golpeaba el pobre volante que no tenía la culpa de lo sucedido estaba molesto, estaba arto!!! Si ARTO!!! De sí mismo, de no poder decirle al perro que lo quería con él, de siempre tener que herirlo, es que acaso su IQ no le daba el entendimiento para no lastimar las personas que el quería, muchas veces también lastimo a Mokuba pero era por su bien, pero Joey!! Joey!! Tenía que regresar a pedirle una…una….
-AGH! Maldición!!! No puedo ir a pedirle perdón a ese perro!!- aun se negaba a aceptar que era cachorro dependiente.
Con mucho trabajo y poca gasolina el moreno recapacito y si hacia bien sus cuentas, el cachorro debería de encontrarse en el hospital con la bruja esa, iría a buscarlo, acelero para poder llegar a tiempo, antes de que terminara la hora de la visita.
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-Quieres ir a comer un helado enfrente?- pregunto el pelinegro para subirle el ánimo nuevamente al rubio, Joey amaba el helado y rápido una sonrisa cruzo su rostro nuevamente, y fueron a comprar el preciado helado, se sentaron en una mesa duke ordeno un helado, el más grande, el de todos los sabores con chispas de chocolate y chocolate derretido encima, para su rubio amigo, aun que si seguía así terminaría por enamorarse de ese perrito desprotegido.
El helado llego y la mayor parte se la estaba comiendo el cachorro, Duke solo probaba poco de cada sabor, vio el auto de Kaiba estacionarse enfrente del hospital y luego un Kaiba que se metía casi corriendo al edificio, será que!? Regreso por Joey!?, o vendría a amenazar a Tea, tendría que esperar a que saliera para hablar con él.
-Que ves?- pregunto el rubio con la boca llena, viendo que Duke miraba insistentemente hacia afuera.
-Nada- le respondió con una sonrisa, para después seguir comiendo helado.
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Seto iba en el ascensor, se le hizo eterno el camino a la habitación de la bruja, llego a la dichosa puerta y la abrió sin mucha delicadeza, hecho una mirada y solo se encontraba Tea, al parecer había llegado tarde, no se encontraba el cachorro por ningún lado, se dio la media vuelta para retirarse sin siquiera despedirse, cuando a voz de Tea lo hizo detenerse.
-Buscas a Joey?- su tono era neutral, no había emoción de enojo o ira en el, decidió investigar que tramaba esa mujer, de un día para el otro no se puede superar un enojo así de grande como el que hizo la castaña con tanta facilidad.
-En donde esta?- pregunto en el mismo tono neutral que la castaña.
-No lo sé, pero Duke quizás sepa, vinieron juntos y se fueron juntos- respondió ocultando su ansia, quería que Seto viera la realidad sobre Joey, Seto solo apretó los puños, siempre seria así?, siempre que mandara a volar al perro saldría corriendo a buscar otro amo?.
-Ok, me largo- y salió molesto, y no vio la sonrisa de Tea, bajo nuevamente hasta donde estaba su auto, cuando diviso la rubia cabellera en el restaurant de enfrente, cruzo la acera para toparse con un cuadro no muy agradable para él, pues su cachorro y ese maldito dado se estaban besando, sin importarles que las pocas personas los miraran.
Sintió unas tremendas ganas de matar con sus propias manos a ese dado y después moler a golpes también al cachorro, entro rápidamente al local para sepáralos de golpe cuando jalo a Duke hasta fuera del restaurant, Joey se quedo ido un rato mientras procesaba lo que acababa de pasar, hasta que reaccionó pero ya era tarde, Vio como Kaiba le soltaba un golpe en la mejilla a Duke.
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-Qué demonios crees que hacías!!?- pregunto colérico el moreno después de sacar casi arrastrando al dado del local.
-Quizás trataba de consolar a un cachorro con el corazón roto?- pregunto con sorna omitiendo el dolor.
-Y así consuela a la gente!!??- Kaiba realmente estaba muy molesto –Ya tuve suficiente paciencia contigo dado, porque sigues metiéndote donde no te importa!?- dispuesto a dar el siguiente golpe.
-Basta!- Dijo Duke empujando al moreno a un distancia razonable, -Creo que estás haciendo las cosas mal con Joey!- le reprochaba, aprovechando que Joey solo se había quedado dentro viendo, no quería salir a enfrentar a Kaiba después de la discusión de su casa.
-Y a ti que mierda!! Te importa como haga las cosas con el perro!!?, si nada mas quieres para follártelo!!!- respondió en su defensa.
Duke se estaba impacientando con la actitud del moreno -solo te diré una cosa Kaiba, si tú no te decides por Joey, yo me quedare con él!- le escupió en la cara con determinación dejando a Kaiba sorprendido.
Esas palabras le cayeron como agua fría al moreno, definitivamente tenía que ponerle correa a ese perro escurridizo si no correría con otro amo, y lo peor del caso es que si el dado cumplía su amenaza el cachorrito estrenaría dueño, no era una novedad que a Joey no le era indiferente el dado.