PLUS!!!
Ya habían pasado 5 meses desde que Kaiba andaba con Joey, sus amigos cercanos por fin los habían aceptado, después de la discusión de aquel día, donde Kaiba les había demostrado que Joey no le era indiferente, si no, no se hubiera tomado la molestia de ir por el ese día.
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Yugi, Tris, Duke y Mokuba, estaban felices, Tea simplemente no hablaba mucho con ellos, se había mudado de casa y escuela, no pudo vivir con la humillación y después de un tiempo nadie supo de ella, pero según decían que había ido a América a probar suerte en el baile.
Bueno eso les hizo creer Kaiba, ya que la verdadera razón es que el moreno mando a desaparecerla sutilmente, ni él sabía si vivía o no, todo fuera por mantener a su cachorro a salvo, después de la humillación pública, lo siguió acosando hasta el punto de advertirle sobre hacerle daño a Joey, he ahí las acciones del moreno, desaparecerla era lo más efectivo, pero eso es otra historia!.
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No todo era color de rosa entre esos dos, pero tampoco era malo, Joey amaba hacer el amor con Seto cada que podían, le gustaba salir a pasear con los hermanos Kaiba, le gustaba ir a la mansión con sus amigos a convivir todos juntos, le gustaba cuando Kaiba le decía que lo quería mucho y estaba casi seguro que en cualquier momento le diría que en verdad lo amaba, pero lo único que no le gustaba y había tenido la mayoría de las discusiones con el moreno, era por el pequeñísimo detalle de que aun no hacían publica su relación.
La razón! Ni Kaiba lo sabia! Porque supuestamente ya no le importaba quien más se enterara, después de que Mokuba los vio juntos, ya no tenía porque cuidarse de ser visto en público con su cachorro, pero algo no lo dejaba ser, y por eso cada evento dejaba a Joey en su casita solo, o a veces acompañado de sus amigos, claro después de darle un sinfín de amenazas al dado si quería propasarse con Joey.
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Ese día Joey había ido muy enojado a la casa de Yugi a una de las miles de reuniones que hacían cada semana, sus amigos se dieron cuenta que cada vez que venía de ese genio no solo era que se había peleado con Kaiba, si no que era por lo de “siempre”, cada vez que habría algún evento social el rubio era prácticamente “no” invitado por el moreno, suplantando a su hermoso rubio por alguna despampanante modelo o idol del momento.
-Cálmate Joey, por favor!- pedía Yugi a su amigo, que estaba muy molesto, siempre trataban de hacerlo entrar en razón o por lo menos distraerlo mientras duraba el dichoso evento.
-Si!, yo creo que actúas peor que una adolecente enamorada- le decía Tristan mientras se burlaba del rubio.
-Cállate! No entiendes, agh! Me dan ganas de hacerle así… y así!- mientras hacía ademanes con las manos simulando algún tipo de llave de lucha libre.
-Puedo opinar algo!?- pregunto Duke alzando su mano, ya que siempre en esos momentos lo tenían prácticamente callado de mala manera, tenia cada idea loca que hacía que su amigo rubio se pusiera de su lado, para cometer cada locura.
-no!- dijeron Tristan y Yugi al mismo tiempo.
-a ver! Apártense estorbos!- grito el rubio mientras se abría paso para llegar donde Duke, para después tomarlo de las manos y mirarlo fijamente como corderito a medio morir –Dime mi querido y amado amigo y ex novio y ex pareja de sexo- decía en su letargo con ansias de escuchar las “sabias” palabras del pelinegro.
-Joey!- decía con énfasis el nombre del cachorrito –mi amado cachorro- sin soltar el agarre de las manos del rubio, -tengo la mejor idea, para que ese bastardo no oculte tu belleza de la prensa- decía mientras le susurraba al oído su plan, Joey ponía la mayor atención, trataba de memorizar cada detalle, jamás en su vida había estado tan interesado en algo.
Tristan y Yugi, solo miraba a lo lejos como esos dos se entendían de maravilla, pero no dirían nada más, el ver esa sonrisa en la cara del rubio era bueno y a todos los contagiaba, aun que eso les costara la cordura a varios de ellos.
Después de maquinear su plan, salieron corriendo prácticamente de la casa de Yugi.
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Al llegar al departamento del dado, la ropa comenzó a salir volando por todas partes para dar inicio al siguiente paso.
Se vistieron con smoking y se peinaron listos para salir rumbo a un evento, con prensa, con una modelo usurpadora y por supuesto un guapísimo castaño malparido y cruel con su cachorrito!.
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El evento ya había comenzado unos 30 minutos atrás, los invitados seguían llegando y pasando por la alfombra roja, esta ocasión era un evento de caridad, donde las empresas donaban ayuda monetaria o productos.
Seto Kaiba siempre era el que apoyaba mas, pues no quería que a los niños del orfanato les faltara algo, ya que su ni les en uno de esos lugares se le vio limitada, todas las cámaras tomaban miles de fotos de él y su hermosa acompañante, los programas de chismes no tardaron en inventarle un noviazgo, una boda y hasta un embarazo repentino.
La atención en el castaño seso de un rato a otro, pues ahora esa bola de montoneros se había agrupado cerca de la entrad, donde Duke Devlin había aparecido acompañado de una belleza, no solo eso, si no que esa belleza era un chico, varios reporteros le preguntaron que si era su pareja oficial, o algún tipo de propaganda publicitaria.
El pelinegro busco con la mirada a Kaiba quien se encontraba sorprendido, al ver a su cachorro tan radiante y hermoso, eso fue lo que le sorprendió y no el hecho de que llegara del brazo de Devlin.
Joey por su parte solo se pavoneaba ante los piropos que le lanzaban algunos presentes, y comentarios que hacían referencia a su relación con Duke, le demostraría a ese gato mal agradecido, que el hecho de que tenga una relación sentimental con un hombre, no quiere decir que tenga lepra, en pocas palabras esconderlo de los demás.
Que buen plan se le ocurrió a su amigo, robarle la noche a Kaiba, y no solo eso, si no, que le demostraría que la homosexualidad hoy en día es tomada como parte de la vida cotidiana.
Después de haber estado un rato robando cámara, Kaiba ya no sabía cómo controlar sus celos, varias veces pensó en ir a partirle la cara a ese dado por acercarse más de lo necesario a su cachorro, ya le había advertido miles de veces que no volviera a tocarlo.
Prácticamente tenia rato que había ignorado a su acompañante, estaba muy atento a todo lo que hacían esos dos, la prensa ya tenía más de 45 minutos con ellos, acaso no se cansaban de preguntarles cosas intimas!?, lo peor que el dado daba santo y seña de todo lo que le preguntaban.
Joey se separo un rato de el grupo de personas, con la escusa de ir por una bebida, Kaiba no tardo en interceptarlo, -que pretendes cachorro?- le pregunto por lo bajo mientras lo tomaba del brazo, -acaso estas celoso?- pregunto cínicamente el rubio, su plan estaba funcionando.
-te dije que no quería que ese dado se te volviera a acercar- le reprocho molesto, -creo que tu “compañía” te busca- corto la conversación, al ver que la tipa se acercaba a ellos, con cara de molesta, acaso tenía que ser víctima de los celos de una mujer con su propio novio!!?, decidió no averiguarlo y se alejo, dejando al moreno molesto y siendo arrastrado por la acompañante que ya empezaba a sacar sus verdaderas intenciones.
Joey llego justo a tiempo cuando la prensa le pedía una muestra de su amor ante las cámaras, Duke sonrió confiado y respondió un –por supuesto, esto es tan natural que no nos avergüenza hacerlo en público- mientras tomaba al cachorrito de la cintura –verdad cachorro?- tomando su mentón para acercarse lentamente a los labios del rubio.
Joey cerro sus ojos y espero el contacto de sus labios con los de Duke, no podía dejar a su amigo en ridículo, después que asistió solo por “ayudarle” a su rubio amigo, no podía más que seguirle la corriente, ya vería como se las arreglaría con su amado dragón después.
Kaiba se sorprendió de si mismo, por tener su sentido del oído TAN desarrollado que, al momento de escuchar decir al dado “por supuesto”, dio media vuelta y casi sintió que se tele transportó, porque no supo cómo había llegado donde esos dos estaban, ni cuando fue que estaba besándose con desesperación con su cachorro en medio del evento y en televisora nacional.
Después de despegarse y caer en cuenta lo que acababa de hacer, solo abrió la boca para decir –Este perro que ven aquí! Ya tiene dueño- decía posesivamente mirando feo a Duke que solo sonreía –Y nadie! Puede tocarlo más que yo! Entendido!?- completo molesto y salió prácticamente corriendo con su cachorro del brazo.
Joey iba riéndose en el camino a la limosina, -que te causa tanta gracia?. Acaso volviste a las andadas con Devlin?- le pregunto muy molesto, con los brazos cruzados mientras aventaba rápidamente a Joey dentro del auto.
-si eso es lo que tengo que hacer para que me mires solo a mí, entonces si!- decía muy feliz el rubio, por fin Kaiba acepto ante toda la prensa que solo lo quiere para él.
El enojo se le bajo al moreno después de esas sinceras palabras, no sabía cuan importante era para su rubio, estar con el, en cualquier parte de su vida.
-Sabes cual es una de las razones por la que no te quiero conmigo en estos eventos?- le preguntaba mientras con su mano le acariciaba la mejilla.
-No, dime- decía disfrutando de la caricia sin despegar sus melados ojos de los fieros azules que lo miraban con calidez.
-Por que te ves muy hermoso, vestido de esa manera, muchos viejos no tardarían en querer comprarte para sus perversos planes-
-Y eso te molestaría?- preguntaba melosamente el rubio mientras se acercaba peligrosamente al moreno.
-Por supuesto que sí!, solo eres mío- decía tomando a Joey por la cintura para sentárselo en las piernas.
-en serio? Y dime, me amas?- mientras besaba al moreno, se besaron un rato¸ hasta que empezaba a subir la temperatura entre esos dos, pero Kaiba sentía que antes de seguir debía responderle a su cachorro.
-Si-
-si que?-
-Te amo- y lo volvía a besar, Joey estaba demasiado feliz, tanto que no se acordaba de su pelinegro amigo, quien se había topado con un hermoso moreno de rubia cabellera y de miraba violeta, que le robo el aliento, y empezó su casería.
– yo también te amo- respondía para acurrucarse en el pecho de Kaiba, seguramente al llegar a la mansión harían el amor, hasta que se oscureciera.
FIIN!