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Frigido yo? por Ewah Yeong

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Notas del capitulo:

HOLA! mil disculpas la demora u_u pero la jodida luz AGGHH! ke no venia :C... ahora si! la kontinuacion espero les guste u_u...!!!

 

o,o por cierto muchas gracias por los reviews xD.. me motivan o,o.. sigo aceptando peticiones XD...

 

 

CAPITULO 6

A Kaiba se le borro la sonrisa del rostro.

-¡A quien has mencionado!?-decía más que molesto.

Como era posible que el maldito perro, el mismo perro que se había follado un día antes, el mismo perro que había estado a cada rato jodiendo que no era gay!, ese mismo perro, se fuera a revolcar con otro hombre y por voluntad propia, eso no se iba a quedar así, oh! No, eso sí que no.

Otra vez…

Por segunda vez…

Por dos días consecutivos….

 Ese perro se había metido con su hermosisisimo y querido orgullo de hombre.

 

-¡ENTRA AL MALDITO AUTO!- decía mientras jala el cuello de la playera del rubio y lo botaba dentro del asiento del copiloto.

Joey se quedó de piedra, tenía que admitir que le dio miedo ver al castaño en ese estado.

Pero pronto despertó su terquedad interna.

-¡OYE! ¡Qué! y ¡Quien! te crees para maltratar mi persona de ese modo eh?!- decía molesto el cachorro mientras trataba de que su playera no se viera estirada, pero no lo consiguió.

-soy TU! Maldito amo perro, el UNICO! Que debes tener, entendiste?!- decía mientras iba a gran velocidad por las calles de la ciudad.

-JAJAJAJAJA!-se soltó a reír el rubio

Se detuvieron en un semáforo donde Seto aprovecho para mirarlo fieramente

-Se puede saber que te da tanta risa!?-

-Pues que si no te conociera Kaiba, Apostaría mi vida que estos son celos- decía con una sonrisa picara en su rostro, pero pronto la quito cuando el castaño más adelante se estaciono y bajo rápido del carro y se metió a un local de dudosa procedencia.

Después de unos minutos y un rubio impaciente en el auto, salió con una bolsa negra, se subió al auto y se volvieron aponerlo en marcha.

Vagamente el cachorro sentía conocido el camino, cuando sintió tener un dejavu a la hora que Seto lo sacaba casi arrastrando del auto y lo metía a una habitación.

-Quítate la ropa! Se escucho decir al castaño mientras ponía la bolsa en el taburete.

Otra vez no! Esto no puede terminar como la vez pasada (ayer).

-¡Que dijiste estúpido!- reto Joey.

-¡QUE TE QUITES LA PUTA ROPA PERRO!-le grito el castaño, por segunda vez atemorizo al pobre cachorro ese día. – o acaso quiere que te la arranque?-decía un poquitín más controlado.

Por primera vez en esos dos días su sentido común le gritaba que su vida probablemente estaba en peligro con un castaño temperamentalmente agresivo y al parecer ¡caliente!..

-Eres un maldito enfermo Kaiba!- decía molesto el rubio mientras comenzaba a quitarse la ropa.

Esta acción empezó a excitar al castaño que recordó su sueño y se tomo su tiempo para deleitarse con el cuerpo del perro que realmente era como lo había soñado, de figura delgada, torneada y al aparecer de piel tersa.

El día anterior no le había puesto atención en lo más mínimo al perro, solo iba concentrado con follarselo y hacerlo que tragara sus palabras.

Pero hoy… no perdió el tiempo y se lanzo sobre un cachorrito desnudo con cara de “te voy a morder en cuanto me des la espalda”.

Pero ¡oh sorpresa cachorro!, al que van a atacar por la espalda es a ti.

Seto comenzó a devorar el cuello del rubio, lamiendo, mordiendo y chupando todo a su paso, dejando una marca más que visible, más visible que la que le había hecho Duke, para que vieran que ese perro tenía dueño y uno poderoso, ya después se las cobraría al chico dado.

Joey admitía que hace un rato se había quedado con las ganas y tenía que reconocer que el también era un maldito calenturiento por que para nada que quería poner resistencia, que en ese momento los dos eran unos jodidos perros en celo.

-Que mas da- decía en un susurro el rubio.

Seto se separo de él para mirar qué diantres decía el perro –qu…- no termino de formular la frase, cuando un par de carnosos labios estaban mordisqueando sus labios para que los abriera.

-¡OUCH! Deja de morderme perro- aun le dolía el labio que el muy maldito le partió y realmente no quería besar Joey hace un rato solo era para sellar el trato pero el muy maldito se paso de vivo.

Una cosa era haberle hecho de todo al cachorrito en su sueño, pero en sus 5 sentidos ni loco lo intentaría y mucho menos con el olor y el sabor del pelinegro por todo el cuerpo del perro era una sensación desagradable (celos, coraje).

-Quien te entiende Kaiba!- decía el rubio mientras rodaba por la cama para quedar encima del castaño.

-Primero me estas duro y dale que acepte meterme contigo- decía molesto el rubio mientras sujetaba del cuello a Seto.

-¡Y ahora que estoy más que puesto, me sales con que no te parece lo que hago!- decía mientras le daba por segunda ocasión en ese día en el rostro, simplemente para joderle el mal rato que lo estaba haciendo pasar.

-¿¡Porque me golpeas estúpido perro!?- se giraba para volver a dejar al rubio bajo su cuerpo.

-Porque eres un jodido calienta bolas Kaiba- removiéndose bajo el castaño.

-Acaso crees que pienso tocarte después de que vienes de revolcarte con el afeminado ese?- decía Seto mientras se enderezaba y jalaba del brazo a Joey ( lo jalonea mucho me lo va a destrampar).

-¿Qué haces!? OUCH!, me lastimas- iba siendo llevado (arrastrado) al baño.

-Báñate! Y apúrate! Que tengo cosas que hacer- decía mientras le cerraba la puerta.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En el baño.

-Maldito como se atreve a estarme maltratando- decía mirando a la puerta.

Echo un vistazo al baño, era pequeño pero estaba limpio, había una regadera y una tina de baño.

-Realmente tiene razón, osh! Apesto a saliva por todos lados, que asco- decía mientras se limpiaba con las manos el cuello.

-Con que prisa eh? Ja! como  si fuera a hacerle caso solo porque él lo dice- mientras se ponía a llenar la tina con agua suficiente y vertía un frasquito que había ahí, empezó  a hacer mucha espuma.

El rubio se metió despacio, sintiendo la tibieza del agua y el agradable aroma del jabón, comenzó a frotar su cuerpo con sus manos, limpiando meticulosamente cada rincón.

Aun no sabía cómo demonios había terminado “casi “acostándose con Duke, Jamás le gusto ni lo veía guapo, ni atractivo, pero después de verlo con su mirada depredadora sobre él, lo vio un poco…

 Sexy

-Diablos!- decía en un susurro –Tengo que controlar mis jodidas hormonas si no terminare de puta de esos dos!- mientras golpeaba el espuma.

Después de estarse dando de topes por lo sucedido dio un suspiro y no queriendo llegar a la dolorosa conclusión de.

“Que realmente le calentaba la situación”

Ser acosado y DESEADO por dos malditos millonarios enfermos sexuales, no era tan malo.

“Diablos Joey creo que te fundieron las neuronas las calentadas que te ha metido”

Se decía a sí mismo el rubio mientras se sumergía en el agua, cuando de pronto una mano lo saco de su meditación y del agua.

-Qué demonios crees que hacer maldito perro?- decía un castaño molesto con un cachorrito mojado del brazo. –Acaso no fui claro contigo. Ten-go-pri-sa- decía mientras lo sacaba del baño y lo aventaba en la cama.

-Oye que te pasa!? Hoy es el día de maltraten a mi persona?- decía malhumorado el rubio, porque desde que vio a Kaiba ese día no había parado de maltratarlo.

-Cállate perro y terminemos esto de una vez- decía subiéndose arriba del rubio mientras le abría las piernas.

-no quiero, ahora no quiero!- mientras empujaba al castaño que ya estaba listo a penetrarlo, con el pantalón a medio vestir, la camisa a medio abrochar, y con el condón mas que puesto.

-OH! Vamos cachorro no me hagas que me ponga sentimental, acaso quieres que te diga toda esa sarta de jaladas románticas para que puedas abrir las piernas para mí?- decía acariciándole la mejilla junto con una maldita sonrisita.

-jodete Kaiba!- decía mientras de ladeaba el rostro sonrojado –Termina de una vez antes de que me arrepienta de lo que eh dicho y de lo que voy a dejar que me hagas!-

-Esa voz me agrada perro- y sin decir más palabras los dos se entregaron a la lujuria, a la pasión, al deseo, a las carisias rudas.

Seto devoraba el cuello del cachorro, lamiendo todo a su paso, sus manos no dejaban de tocar con los dedos cada surco en esa piel, clavícula, pectorales, abdomen, ombligo…

Todo memorizado con los dedos.

Joey por su parte solo se dedicaba a sentir las caricias que le producían pequeñas descargas eléctricas que le erizaban la piel.

El castaño se sintió derretir cuando por fin después de calentar su cuerpo logro penetrar al cachorrito, esta vez lo que levaba en la bolsa negra era un lubricante afrodisiaco, se hizo la nota mental de no sacarlo de su pantalón.

Ver al rubio revolcarse entre las sabanas con la boca semi abierta  y con los ojos medio abierto diciendo su nombre lo hizo perder la razón.

-Ah...ah …ah..Kai…Ba- decia el rubio mientras era penetrado una y otra vez suavemente.

-Te gusta?- pregunto el moreno mientras sentía las patitas del cachorro recorrer toda su espalda, y en partes mordía sus hombros.

-Po...Porque... ha.AH.haces esas pregu...n...tas?- decia jalando el rostro de Kaiba para besarlo.

Kaiba por su parte solo se resistió –No!- dijo secamente mientras se detenía.

-Porque no? Ya lo estamos haciendo, cual es el maldito problema?- respondió un rubio molesto.

-Porque no Wheller, eh dicho!- mientras salía del rubio y se recargaba en la cabecera de la cama –Ven- decia extendiéndole la mano al rubio que lo miraba con cara de ni lo sueñes.

-No quiero hacerlo así!- decia un rubio ruborizado. Una cosa era aceptar que se lo jodieran y otra muy diferente era verse a sí mismo jodiendose con el miembro del bastardo ese.

 

Notas finales:

O,O pues en el siguiente el cachorro se molest con el castaño.

UN PEKEÑO ADELANTO!

 

 

Porque demonios no te dejas besar Kaiba?- mirándolo feo le respondió.

 

nos vemos ciaoo :p los amo a todos!!!


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