CAPITULO 7
-Vamos que no tengo tu tiempo perro!- jalando al rubio a sus piernas –Siéntate- decía tomándolo de las caderas.
Joey se dejo caer soltando un sonoro jadeo.
Con los ojos cerrados fuertemente por la vergüenza se comenzó a mover siguiendo el ritmo que las manos y la cadera de Kaiba le marcaban.
Subía y baja lentamente para poco a poco aumentar el ritmo.
Seto por su parte se estaba divirtiendo, observando cada una de las muecas del rostro del rubio, decidió ayudarle un poco y puso su mano en el miembro del cachorrito que por la acción abrió sus ojos mirando fijamente a Kaiba.
-Que pasa cachorro? Porque dejaste de moverte?- sin detener la labor de su mano.
-Que haces?- decía en un susurro, mientras acercaba su cuerpo al de Kaiba.
-Juego con mi cachorro- decía mientras le mordía un hombro y después lamia las marcas.
Joey acerco su rostro nuevamente al del castaño con claras intenciones de besarlo, pero una mano (la otra) lo detuvo jalándolo suavemente de sus despeinados cabellos.
-Qué demonios es lo que ¡TU! ahora haces perro?-mirándolo a escasos milímetros del rostro con sus azules ojos clavados en los ambarinos del rubio.
-Porque demonios no te dejas besar Kaiba?- mirándolo feo le respondió.
-Por qué no Wheller, no eh llegado a ese punto donde me ando besando con otro hombre- decía el castaño.
-OH! Pero si al punto donde dejas que un lindo cachorrito te este montando- decía molesto el rubio mientras se separaba de Seto y se levantaba de su posición.
-No te pases de listo! Y Adonde crees que vas Wheller?- Mientras veía al rubio meterse con sus ropas de vuelta al baño.
-Qué no está claro Kaiba? Me largo- se escuchaba decir una voz detrás de la puerta, para después salir y recalcarle en su cara –Si quieres que sea tu… tuu… tuuu… agh! Lo que me pediste que fuera, quiero besos Kaiba, besos húmedos, entiendes?- saliendo de la habitación del motel.
-Maldito perro- decía mientras se volvía a costar en la cama.
-Porque demonios pide eso?- se quedaba pensando mirando al techo.
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Nuevamente iba hecho una fiera, ¿es que acaso siempre tenía que derramar litros de bilis con el ricachón ese?, se preguntaba el rubio que iba caminando por las calles de la ciudad, ya empezaba a oscurecer.
Llego a su casa, se metió a la cocina, tanto “sexo a medias” le había dejado con hambre, abrió el refrigerador y saco leche huevos y mantequilla, y de la alacena saco harina.
Se le había antojado algo dulce y que más rico que un delicioso HotCake.
Puso un recipiente en la barra de la cocina y empezó a mezclar todos los ingredientes. Ya todo listo comenzó a prepararlos.
Se sentó en la mesa y encendió la televisión en uno de esos programas de chismes donde para su desgracia hablaban del maldito, bastardo, insensible, enfermo, calenturiento, idiota de Kaiba.
“Miren tenemos imágenes de la nueva conquista del millonario Seto Kaiba, se ve que es unos años mayor para él, Pero que importa para el amor no hay edad, Miren como conversan arduamente en ese lujoso restaurant.”
Se escuchaba decir del televisor mientras sacaba del sartén el primer manjar.
-Pff! Patrañas!- decía el rubio mientras se echaba un gran trozo en la boca sin dejar de ver el programa.
“No se les hace linda esta pareja? A mi si, ese apuesto joven es lo que merece una belleza de mujer, Oh miren esta es la mejor parte del reportaje” aparecía el castaño dándose tremendo beso con la exuberante mujer que salía en ese instante en el video. “Hay que lindos la verdad a de ser muy afor...”
Joey había arrasado casi sin respirar ni masticar sus HotCakes al ver como el maldito anti besos casi se tragaba a una mujer con la boca.
-Estúpido!- decía mientras llevaba sus trastes al lavabo y los limpiaba y se subía a su habitación.
-Que se cree!- se seguía diciendo el rubio –En fin, si quiere que este cachorrito le dé su culo tendrá que dejarse hacer!- mientras se aventaba a su cama con su amada Lap, regalo de Mokuba en su cumpleaños pasado, no quería aceptarla por lo costosa pero el pequeño se puso muy triste así que decidió quedársela.
-Veamos si está alguien conectado- mientras tecleaba su contraseña y esperaba a que cargara la lista de contactos.
Cuando de la nada otra vez el maldito hacia aparición:
Conversación:
Seto dice: Hola cachorro como estas tú y tu culo?
AGH! Es que acaso ese malnacido no tenía otro saludo?
Joey dice: Que quieres Kaiba, que no te has cansado de joderme estos dos días?. Decía el rubio molesto.
Seto dice: Vamos Wheller deja de estar de señorita, no tengo ganas de pelear ahora.
Joey dice: Vaya! Hasta que por fin estamos de acuerdo con algo.
*Ya vi tu reportaje en televisión y hablando en serio
*Por qué no quieres que te bese? Eh?
*Si prácticamente lo que no debimos de haber hecho ya lo hicimos. Si que estaba inspirado el rubio con el teclado.
Seto dice: Vaya Wheller cuando quieres ser serio hasta me sorprendes las cosas que puedes llegar a decir.
*Ya te lo dije perro, no me gusta besar.
Joey dice: Si cómo no!.
Seto dice: Vamos Wheller si no te conociera, apostaría mi vida a que eso son “CELOS”.
El muy maldito le había repetido las palabras de esa tarde.
Joey dice: Nada de eso Kaiba, solo es curiosidad.
Seto dice: La curiosidad mato al gato!.
*Está bien te diré, no quiero besarte, no me dan ganas de besar a nadie, se me hace una estupidez romántica, vale?.
Joey dice: jajaja, típico de ti Kaiba, los sentimentalismos no van contigo.
*Ya Kaiba, en serio, no sé cómo puedes disfrutar del sexo sin los besos.
Seto dice: El cachorrito quiere decir que acepta ser mi pareja en la cama?.
*Me sorprendes Wheller.
Joey dice: Nada de eso Kaiba, no eh aceptado, así como tú! me pones condiciones, yo te pondré la mía.
*Sin besos no hay “cachorrito!!!”
*tu elijes Kaiba.
Seto dice: Juegas sucio perro, crees que me puedes manipular así tan fácil!
*en tus sueños Wheller.
Seto ha cerrado sesión.
-Maldito!- decía golpeando la computadora –Agh!, eres de lo peor maldito infeliz-
El cachorro estaba molesto, ¿Cómo era posible que el muy hijo de la merga* lo condicionara con mil y un estupidez? y cuando a él le tocaba poner una sola condición lo mandaba a la merga*
-Me las pagaras, no te libraras tan fácil de este perro Kaiba- Indignado de que Seto tomara de su cuerpo lo que quería y así como así se deshacía de él.
NO SEÑOR! Nadie se sirve y tira a Joey Wheller.
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Instituto Domino 7:30 am.
-Vaya hasta que apareces!- decía con una mirada seria, llevaba desde temprano parado en la puerta de la escuela a que “el” apareciera.
-Buenos días, me enseño mi madre a saludar!- respondió el otro joven con una sonrisa burlona.
-Muy gracioso! Hay algo que debemos de aclarar!- volvió a retar.
-jajaja! Que gracioso! Y se puede saber que hice yo?- dijo sínicamente, ya sabía a lo que iba y también sabía lo que había hecho, ya lo veía venir pero no tan temprano.
-El perro!- solo dijo dando a entender a lo que iba.
-A que te refieres Kaiba?- mientras tomaba uno de sus mechones negros y lo enrolaba en su dedo.
-El perro es MIO! Devlin y no quiero que te andes revolcando con él!!!- decía por fin el castaño acercándose peligrosamente al moreno.