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Courage... por ChizuruTakachan

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Notas del fanfic:

 

Este fic va dedicado para l@s integrantes de @screwstarg  que al plantear el reto de "fic de ByouxJin" me han ayudado a desempolvar mi cabecita. 

 

A MIS CHAMACAS CHULAS: Mil gracias por su apoyo y tanto cariño, no tengo con que pagarles esas hermosas palabras que me dan y esto, tambien es para ustedes.

 

 

Notas del capitulo:

Pido de antemano una disculpa por que estoy subiendo el fic sin reisar. llevo unas trece horas aqui y cada vez entiendo menos XDD  

He editado unos dedasos y sobre todo unos detallitosque por ahi se me escaparon. Espero lo disfruten.

 

 

 

 

*BYOU*

 

 

Yuuto y yo al poco tiempo que comenzó ScReW decidimos formalizarnos. Como en todas las historias, al inicio todo era miel sobre hojuelas y para que negar que el sexo era lo mejor de lo mejor. Hasta que, nuestra relación se volvió tan estable con forme el pasar de los años que la monotonía o tal vez simplemente la falta de amor nos ganó.

 

Llevaba días sintiéndome mal, teníamos trabajo pendiente y apenas comía, y cuando lo hacía vomitaba como borracho recién salido de la cantina. Yuuto decía que ya no me sentía igual durante el sexo y eso lo frustraba bastante porque yo estaba muy sensible y cualquier cosa me sobreexcitaba o me lastimaba. No eran días buenos.

 

El vaso se rebaso un día que estaba con Jin-chan en medio de pendientes a causa de un resfrió de Kazuki que ni lo dejaba trabajar y tampoco desaparecía. Ese día como ya varios, no tenía nada en el estómago, me sentía mejor sin alimentos que con las nauseas que estos me causaban al apenas ingerirlos, yo le comentaba a Jin algo del trabajo y en un instante sólo oí el grito de éste que se hacía más lejano.

 

Desperté en el hospital más cercano y una enfermera revisaba mis signos…

 

-Qué bueno que ha despertado Masahito-San, voy por el médico.

 

La enfermera sonrió y se fue sin esperar le contestará nada. Me sentía muy cansado y con la boca seca, el cielo estaba obscuro, podía verlo por la ventana y por primera vez sentía una extraña sensación, cálida pero extraña.

El médico entró con un sobre entre sus manos y me sonrió, al ver que me giraba hacia él mientras acercaba su silla a mi lado.

 

-Buenas noches Byou… -me acercó un vaso con agua al ver que no pude más que devolverle un silbido por saludo- Como sabes, te tenemos en una habitación reservada permanentemente para la compañía en la que trabajas… -miró el sobre y comenzó a sacar las hojas- Supongo que esta demás recordarte que por contrato estamos obligados a mantener el más estricto silencio respecto al estado de salud y anímico de sus empleados “estrellas” –asentí- He esperado hasta que despertaras porque tu estado es bastante preocupante, ya hable con tus superiores pero tus compañeros de banda no han podido permanecer aquí por orden de la empresa. Byou… tienes una anemia bastante severa, necesitaras tratamiento para restablecerte, ese fue el motivo principal por el que te desmayaste, a demás del cansancio al seguir con tu ritmo de vida en tus condiciones… ¿Desde cuándo no te alimentas bien?

-Llevo un par de semanas… tal vez un poco más… la verdad no me acuerdo.

-¿Y los malestares?... Jin comento que te había visto demacrado desde algún tiempo y que incluso notaba que te mareabas fácilmente aunque no se los comentaras. –Preguntó mirándome al rostro y esperando para anotar mis respuestas-

-No lo sé… no me di cuenta, sólo comencé a sentirme mal y no le di importancia, creí que sería por el trabajo.

-Byou… el motivo de tus malestares y tu ahora anemia es que estas embarazado… -lo miré sorprendido- tienes 8 semanas de gestación. –Me miró un poco… ¿apenado?- Byou… la empresa quiere que lo abortes… pero es decisión tuya.

-Yo… Yuuto… yo… tengo que hablar con él…

-El manager esta aquí, te daremos el alta ya que no te encuentras en peligro, le hemos dado las indicaciones para que te cuides y puedas recuperarte y… en caso de querer tenerlo, que tu hijo crezca sano, de cualquier forma aquí en la receta esta por escrito todo para que tú mismo lo sepas.

 

Salió indicándome que mis cosas estaban en el pequeño armario. Me cambie y un poco después unos golpes en la puerta me sacaron de la nada en la que estaba sumergido.

 

-¿Estás listo?... –era el manager que se veía bastante cansado- Tenemos que irnos…

 

Tomé mis cosas y le seguí con la cabeza hacia el piso. Todo era tan… vacio. Salimos del hospital y nos fuimos en su auto, yo sólo miraba por la ventanilla sin ver. Hasta que entramos en un hotel de mediana categoría.

-Hoy pasaremos la noche aquí, la empresa me pidió que tú te quedaras hasta que tomes la desición. No puedes hablar con tus compañeros, así que por favor, dame tu celular.

 

Para que rebatir… las órdenes dadas por “la empresa” nunca se rebatían, todos y cada uno de nosotros sabíamos que nuestra vida era nuestra mientras no perjudicáramos los ingresos de esta, ¿Dónde quedó el “felicidades, vas a ser padre”? Me dejé caer en la salita de la suite mientras el manager cerraba la puerta con llave y se encaminaba hacia su habitación.

 

-Buenas noches Byou… espero mañana tengas una respuesta. –se fue sin más…-

 

Me encaminé al silloncito junto al ventanal, inconscientemente metí mi mano bajo mi playera y hacia circulitos con la yema de mi dedo sobre mi vientre, hasta que sin saber cómo, me fui relajando partiendo desde ese punto. Me encaminé hacia mi habitación, me desnude quedando en bóxers y me metí en la cama, apenas toque la almohada me perdí.

 

 

*JIN*

 

El miedo me atacó al verlo desvanecerse a un lado mío, por suerte en ese momento iba pasando Tora de Alice Nine que al oír mi grito entró corriendo y me ayudó a levantarlo y llevarlo al hospital. Apenas lo recibieron Tora tuvo que regresarse pero ya había hecho más que suficiente. En cuanto llegó el manager me hizo ir a casa de Byou a preparar una maleta para varios días. Al llegar al departamento que compartía con Yuuto fue que caí en cuenta que no sé había aparecido en todo el día. Toque el timbre y al verme creo que se asusto un poco.

 

-Yuuto, me envió el manager por algunas cosas para Byou… ¿quieres que las lleve o prefieres dejarlas en su oficina mañana por la mañana?

-Ammm… Si quieres yo las llevo…

-Yuu-kun ¡estoy lista!

 

Fue inevitable mi cara de sorpresa al ver que de la nada aparecía una chica sonriente con un pequeño vientre abultado, así como para Yuuto la cara de recién atrapado infraganti tampoco pudo ocultarla.

 

-Ya veo porque no fuiste… -la chica se quedo en silencio y agacho la cabeza- por si te interesa algo. Byou aún o despierta… y mañana el manager nos informará del estado de “tu novio” no olvides llevarle la maleta.

 

Sin darle tiempo jalé la puerta, prácticamente arrancándosela de la mano con que sujetaba la manija de la misma y di un portazo. Siempre supe que algo se traía Yuuto porque sólo Byou era tan estúpido de ignorar los extraños arranques que tenía su novio, ¡pero más estúpido yo! Al no tener las agallas de hacerle ver a Byou lo equivocado que estaba… mi pobre Byou…

 

 

 

*BYOU*

 

La decisión estaba tomada…

No podía darme el lujo de parar justo ahora. El sueño de todos estaba de por medio y  no hay que ser un genio para darse cuenta que Yuuto lo que menos querría en este momento es ponerse a cambiar pañales y dormir exclusivamente en los trayectos de la gira… ¡LA GIRA! Tenemos tantas presentaciones en puerta que tendrían que posponerse y que algunas no podríamos recuperar a causa de mi embarazo…

 

-Perdóname… -mis lágrimas caían sobre mi bata blanca, al tiempo que mis brazos se aferraban a mi aún vientre plano.- Perdóname porque tú no tienes la culpa… tú no pediste venir al mundo y nosotros no te ansiábamos, sé que no tengo nombre y que no merezco tu perdón pero… eres mi hijo… eres el hijo de quien amo y tengo que deshacerme de ti…  

 

Lloré hasta que vinieron a prepararme para la cirugía, el médico ya me había explicado cuando le notifique la decisión, que tenían que abrir forzosamente para extraer el feto y la placenta, dada mi condición de hombre…

La luz  me cegó al abrir los ojos, automáticamente lleve mis manos a mi vientre y un dolor me indicó que ya había terminado. Gire mi cabeza y vi a  Jin-chan con sus brazos sobre la cama y su cara completamente enterrada entre ellos, sonreí y le acaricié el pelo por la ternura que me causo.

 

-¡Despertaste! –Se levantó algo agitado al sentir mi tacto- ¿cómo te sientes?... ¿necesitas algo?... agua… tienes hambre…

-Nada… estoy bien… -le sonreí apenas- ¿te dejaron sólo a ti quedarte?

-Si, Kazuki estaba  insistente en quedarse él, pero con eso de que es una incubadora de gérmenes… -había comenzado a reírse cuando noto mi expresión- Byou… ¿te sientes mal? –puso su mano en mi cabeza y sin poder evitarlo mis lagrimas se desbordaron- Byou… ¿Qué te sucede?... voy por la enfermera…

-No… por favor… quédate a mi lado… -lo tenía sujeto de la ropa evitando se fuera- soy un monstruo Jin-chan… me odiaras cuando lo sepas… pero soy un asco… soy un monstruo…

-Byou… tranquilízate por favor… cuéntame que tienes ¿sí? –Me abrazó acariciando mi espalada para tranquilizarme- ¿lo dices porque ya no tienes apéndice?... ¡no te preocupes! Esa cosa sólo sirve para causar dolor y hacerle ganar dinero a los doctores al sacárnosla… no por eso eres un monstruo cariño…

-¿Qué? –me separe de él mirándolo extrañado- Jin… ¿de qué hablas?

-De tu cirugía… es por eso que te sientes…  -su expresión cambio- así…  -ahora había comprendido que no me habían sacado la apéndice- Byou… ¿quieres contarme? –tomó mi cara entre sus manos y beso mi frente-

-Estaba… emba… embarazado… -me aferré a su ropa sintiendo como correspondía a mi abrazo fuertemente- ¡IBA A TENER UN HIJO DE YUUTO! –Mis lamentos resonaba entre las paredes de esa frio cuarto- ¡LO MATE!... ¡MATE A MI PROPIO HIJO!... JIN… ¡MATE A MI HIJO!...

 

Jin sólo me apretó fuertemente entre sus brazos y besaba de vez en cuando mi pelo, sujetando mi peso en su abrazo ya que no podía sentarme bien, no dejé de repetirme esas palabras hasta que sin darme cuenta me quede dormido de nuevo.

 

 

 

*JIN*

 

Para los médicos y la empresa la cirugía de Byou no era de riesgo así que pasadas las 24 horas de rigor lo dieron de alta. El manager y yo lo llevamos a su departamento…

¡Me hervía la sangre de recordar su confesión! Va a sonar cruel, pero no tanto por lo que hizo, si no porque entre sueños no hacía más que pedirle disculpas a Yuuto y a su hijo por lo que había hecho, mientras sus lágrimas se escurrían por las comisuras de sus hinchadísimos ojos.

 

Fue aún más triste su expresión al ver que “su novio” no se encontraba en casa, así que me quede con él a cuidarlo mientras llegaba Yuuto. A partir de ese día Byou nunca volvió a ser igual…

 

 

 

*YUUTO*

 

¡Ese estúpido malestar de Byou me vino a estropear todo! En primera, el entrometido de Jin no hacía más que joderme con que, tenía que ser la enfermera de Byou y estar al cuidado de que ni una puta mosca le merodeara. Para seguirle, Hina aunque apenas tenía un bultito se había acostumbrado a que pasara mi tiempo libre sobándole la panza, cosa que me encantaba, pero ahora la tenía muy abandonada. ¡Y para finalizar! El causante de todo, Byou ¡se había vuelto un maldito zombi! Apenas me desaparecía ya estaba como puta Magdalena tirado al llanto. Y ni que decir de que el sexo se había muerto por completo hasta que cumpliera una dichosa cuarentena y ¡eso! Si el médico se lo autorizaba.

 

Estos días eran un infierno… Lo único bueno es que al menos no tenía que estarle haciendo las curaciones… ¡QUE ASCO! Eso sí, que no lo hubiera soportado. Byou desde el primer día quiso hacerlo solo, así que se encerraba en el baño a paso lento y supongo que le dolía la herida, porque lloraba y lloraba, creo que es cuando más lloraba… Bien, ahora que lo pienso, supongo que por eso lloraba tanto, no era muy resistente al dolor.

 

Y así fueron pasando los días… Byou si ya de por si se me hacia una persona aburrida, ahora era otro por completo, ya no existía la persona de la que me enamore. Así que apenas podía, corría a los brazos de mi Hina que además cada día se ponía más bella con el embarazo.

Ella sabía de mi relación con Byou porque así me conoció. Pero ahora que había quedado embarazada por un accidente al romperse el condón, tuvimos un acuerdo mutuo al ver que mi relación con mi novio ya se había ido a pique, sólo era cuestión de tiempo dar el siguiente paso…

 

 

 

*BYOU*

 

Los días de mi cuarentena la pase sólo… Aunque Yuuto estaba en el departamento, no me hablaba y apenas podía salía, a mi parecer huyendo.

Jin hizo todo lo que pudo por recuperar mi bebé, yo quería hacer lo propio con su cadáver, pero las políticas de salud dicen que no se entregan los fetos a los padres, el hospital tiene el derecho de usarlos para prácticas médicas… eso me rompió el alma, ¡mi bebé seria un ratón de laboratorio! Dice Jin que si hubiera sido por un aborto repentino y mi bebé hubiera tenido más de seis meses ya era considerado como un bebé y entonces si me lo habrían entregado, pero a la corta edad que tenía… era sólo un feto.

 

Como dije, la pasé sólo. Jin era quien más insistía en ir a verme, pero el trabajo ahora recaía en ellos cuatro así que apenas tenían tiempo y cuando iban, yo estaba sólo en calidad de bulto porque no tenía ganas de hablar con nadie, necesitaba sacarme el dolor de lo que había hecho y con ellos frente de mi no podía, así que inconscientemente mientras me hacia las curaciones, lloraba amargamente al ver como la cicatriz día con día se hacía más pequeña y dejaba de doler.

 

Pasaron los días… un par de meses… y para todos la vida parecía haber vuelto a la normalidad. Yo fingía ser aquel hombre sexy y lujurioso delante de las cámaras mientras apenas podía, me rompía en llanto. No había un solo día en que no me recriminara lo que hice y sobre todo me preguntara  ¿Cómo habría sido si no lo hubiera hecho?... Evitaba los lugares donde hubiera familias felices, odiaba ver aquello que yo mismo me había negado.

Llegado el tiempo, Yuuto había estado muy renuente al viaje a Finlandia que aunque fue corto parecía preocuparle demasiado y al volver mi mundo se derrumbó…

 

-Byou… necesito hablar contigo. –Esperábamos que los demás terminaran de recoger sus maletas en  el aeropuerto- 

-Dime… -apague mi cigarro en un cenicero cercano-

-Quiero que nos separemos… -metió sus manos en sus bolsillos- lo he pensado mucho y lo nuestro ya no funciona…

-Tu… -no podía ni habar- tu… ya no me quieres…

-Byou… sólo separémonos. Somos adultos y podemos seguir como amigos y con la banda sin problemas…

-Supongo que si me lo dices aquí, es porque ya no quieres que regrese contigo al departamento… -me limpie unas lágrimas que se me escaparon-

-No llores… -trato de tocarme pero de improviso me rehuyó como si no mereciera su tacto- pero… para que retrasarlo más.

-…

 

No le respondí me di la vuelta  y me encaminé hacia donde estaba el chofer y le indique donde me dejara. Encendí otro cigarrillo y como pude bloquee todo a mí alrededor. Una vez estando listos para partir, me senté en el asiento del copiloto y mire por la ventanilla como últimamente se me había hecho costumbre.

Los primeros en bajar fueron Kazuki y Manabu que vivían en el mismo edificio, según alardearon por su parte, la novia de Kazuki le tendría una calurosa bienvenida y Manabu no se despertaría en todo el día. El siguiente fue Yuuto, que bajo y yo preferí agachar la cabeza mientras mis dedos apretaban mi chamarra justo a la altura de mi cicatriz.

 

-¡Byou!... ¿tu a dónde vas? –Jin volteaba hacia la ventanilla de atrás como niño que se queda en el autobús y su madre se ha bajado-

-A mi casa.

 

Fue lo único que pude decir con la voz quebrada. El chofer siguió su camino hasta la casa de Jin que al bajarse se apegó a mi ventanilla extendiendo la palma de su mano, al ver su expresión sólo pude pegar la mía del otro lado del cristal y partimos. Mi departamento hacia mucho que estaba sólo, pero por sentimentalismo no lo había querido ni vender, ni rentar, ahora creo que hice lo correcto.

Después de nuestros días de descanso, decidí ir a recoger mis cosas al departamento de Yuuto. En esos días no se había molestado en buscarme así que di por hecho que no habría marcha atrás. ¡Sólo fueron tres días! Los suficientes para que él siguiera con su vida…

 

Entré con la llave que tenia, y no se oía nada, era medio día así que supuse que habría salido a almorzar. Dejé una de las maletas vacías que llevaba en la sala, para que viera al llegar que yo estaba ahí y no se fuera a asustar, Me encamine hacia la habitación pero de reojo vi la habitación de huéspedes muy iluminada, mi curiosidad me encaminó hacia esta y con cada paso como en cámara lenta sentí que mi pecho se contraía, mis lágrimas no sé en qué momento estaban desbordadas y yo ya me encontraba de pie girando despacio viendo cada detalle de la nueva decoración de la habitación, me sujete de la cuna y me desplome en el piso ahogado en mi llanto y apretando mis brazos alrededor de mi vientre.

 

Si esto era una broma, era la peor que me habían hecho en mi vida y por otro lado parecía que era un sueño, como si hubiese retrocedido unos meses atrás y estuviera viendo realizado lo que no pude darle a mi hijo. La habitación estaba perfectamente decorada y amueblada para la llegada de un bebé, se notaban las cosas nuevas y las cortinas de la habitación estaban abiertas, dejando que el sol iluminara bellamente la habitación. Tan metido estaba en mi dolor que no me di cuenta que alguien se acercaba…

 

-Cariño, voy a ponerlo en la… -levante mi rostro empapado al sentirla de pie en el umbral de la puerta y solté un grito ahogado al ver su prominente vientre-.

-¡HINA QUE PA!... so… Byou… -Yuuto se quedo estático al verme en el piso doblándome sobre mis rodillas como si me doliera el vientre- ¿Qué haces aquí?

-¡¿Por qué?!... ¿Por qué me hiciste esto?... ¡¿PORQUEEE?! –Comencé a pellizcarme los brazos sobre la ropa de la desesperación- ¡yo te amaba Yuuto!... ¡YO LO HICE POR TI!... y ahora vas a tener un hijo con ella… yo lo perdí por ti… por ti…

-¡NO SÉ DE QUE MIERDA HABLAS! ¡LARGATE DE AQUÍ, QUE TU Y YO YA TERMINAMOS! –Me levantó zarandeándome del brazo- ¡no sé a qué viniste pero te me vas a la de YA!

-¡LO HICE POR TI! –Me solté y me desabroche el pantalón-

-¡QUE MIERDA PRETENDES!...

-¡LO ABORTE POR TU CULPA! –se quedo de piedra al ver la cicatriz que había entre mi ombligo y mi zona púbica una línea corta de forma horizontal con clara apariencia de corte quirúrgico- aborte a mi bebé porque tu muchas veces me dijiste que no querías niños… -mire a la chica que se había cubierto la boca y ahora lloraba en silencio mirándome aterrada-  yo lo quería… era mi bebé… y tu… muchas veces me dijiste que me amabas más por ser hombre y poder hacerme tuyo sin niños de por medio… lo… ¡LO ABORTE PORQUE NO QUERIA OBLIGARTE A NADA!... ¡PORQUE TENIAMOS UN FUTURO JUNTOS!... ¡SOY UN PUTO COBARDE!... –me volví a dejar caer sobre mis rodillas soltando mis lamentos incontenibles-.

-Hina… ve a la habitación…

-Yuu… él… -la chica apenas podía silbar unas sílabas- Yuu…

Vi los pies de Yuuto moverse hacia la puerta y segundos después un portazo. Me  pasé la manga por la cara y  llame desde mi celular.

 

-¿Byou?...

-Jin… -apenas y podía hablarle del llanto- ¿pu…puedes ven…nir por mí a casssa de Yuu…to..?

-¡No te muevas! Voy para allá.

 

No sé cuánto tiempo estuve inmóvil, tampoco me di cuenta como deje de llorar, supongo que se me acabaron las lágrimas y simplemente dejaron de salir. Mi mano se había colado a mi cicatriz y con un suspiro por demás lleno de angustia me acomode la ropa y me recargue de costado en la cuna. No oí nada hasta que el timbre sonó, me quede en mi lugar como si con eso sólo pudiera desaparecer y dejar de sentir que mi pecho doliera, las voces de hombres resonaron en la sala y un segundo después note que Kazuki angustiado me abrazaba y me separaba  por los hombros, enfoque mi mirada y le sonreí o al menos eso intente.

 

-Byou… ¡contéstame!... ¡MIERDA YUUTO! ¿Qué LE HICISTE?... –me apretó fuertemente en sus brazos y le oí sollozar en mi oído.- Byou… respóndeme…

-Mis… -tenia la mirada desenfocada, pero reconocí a Manabu a un lado- Kazu… mis cosas… vine por mis cosas…

-Vámonos Byou… yo regreso al rato por ellas…

-No. No quiero que estén más aquí… por favor… -ese por favor fue un silbido en su oído-

-Llévalo al coche… yo recojo sus cosas… -Manabu se vio interrumpido por el timbre, Yuuto abrió y entonces se oyó ajetreo en la sala y Manabu salió corriendo-

-¡¿Qué MIERDA LE HICISTE?!... –un puñetazo-

-¡JIN CALMATE!... BYOU NOS NECESITA Y NO ERES DE AYUDA ASI…  -Manabu le grito y se hizo un silencio- ayúdame… quiere que nos llevemos sus cosas, no se moverá hasta que nos las llevemos.

 

Ruidos… ruidos… maldiciones… llanto que no era mío… y unos brazos en los que no me sentía protegido…

 

 

Lo que ha pasado después no me acuerdo realmente. No dejé que se cancelaran presentaciones, “eso” era el motivo por el que ahora me encontraba desecho. Yuuto me miraba con lastima, pero en ningún momento me dirigió la palabra. Yo simplemente reaccionaba cuando de screw se trataba, una entrevista… un live… una sesión de fotos… ¡ahí estaba Byou! Pero antes y después de los compromisos… Masahito estaba muerto…

 

 

 

*JIN*

 

Al poco tiempo del incidente en casa de Yuuto nació su hija. Manabu y Kazuki lo acompañaron en su felicidad. Porque a pesar que se veía incómodo durante los compromisos irradiaba dicha por su primogénita, en cambio Byou era menos que un zombi, lo tenían bajo vitaminas constantes porque apenas y comía, pero es que nuestro vocalista se había vuelto autista que si no lo movías, podría quedarse días en la misma posición.

Los chicos se enteraron del aborto de Byou tras mi amenaza de no comentar nada sobre la hija de Yuuto en su presencia, pero no fui yo quien se los informó sino el mismo Yuuto que sínicamente les contó que por eso les había llamado para que lo recogieran ese día.

 

-Jin… dime que eso fue un chiste cruel por parte de Yuuto… -Kazuki me miraba suplicante-

-No es broma… con ese bebé perdimos a nuestro amigo y nadie se dio cuenta…

 

Me he mudado a su casa para estar al pendiente de él, pero Byou es como si no existiera. Me rompe el alma verlo así. A veces preferiría tenerlo de escandaloso por todas partes o que incluso rompiera en llanto, pero nada… de sus labios no sale nada que no sea para el trabajo. Creo que sólo duerme unas horas, porque para cuando yo me duermo el sigue despierto y cuando me levanto él parece estar despierto desde antes. Toda la compañía adjudica a su rompimiento con Yuuto su actual estado pero a él ni siquiera lo mira.

 

Y un día Yuuto nos soltó la noticia. Se iba para poder disfrutar de su familia, según él, se le hacía muy pesado estar tan distante de su hermosa familia… Byou se levantó del sillón de la sala de ensayos, tomó sus cosas y se fue. Pasamos todo el día buscándolo y nada. El miedo no me soltaba, creí que la angustia me ganaría la partida porque las horas pasaban y de él nada. Mi celular vibro…

 

-¡BYOU!... DONDE ESTAS CARIÑO… -miraba hacia todos lados como esperando verlo frente a mi-

-En la azotea de mi departamento… -colgó y de inmediato arranque el auto.

 

Los minutos se me hicieron eternos y cuando por fin llegue maldije la lentitud del elevador hasta que llegue al último piso, subí las cortas escaleras que faltaban  hacia la azotea.

 

- ¡BYOU!... –lo vi sentado con un cigarrillo encendido, al acercarme note que ya llevaba dos cajetillas vacías- Te buscamos por todos lados…

-Llevo toda la tarde aquí… no buscaron bien… -seguía con la mirada al frente y dándole caladas a su cigarro- Jin-chan…

-… -esperé a que siguiera hablando, pero mi corazón se altero al oírle llamarme así, hacia meses que no lo hacía-

-Gracias… -me miró y dio otra calada- no sé como lo haces… ni tampoco sé como lo soportas… pero gracias…

-¿A qué te refieres? –Me recargue en la pared junto a él-.

-Como has soportado todo el tiempo que nos viste a Yuuto y a mi juntos… -giré mi rostro sorprendido hacia él- Yuu me lo había dicho muchas veces, pero no le creí. Estaba tan feliz en mi mundo con él que no me percataba de nada que no fuera nuestra felicidad… Si él lo notó es porque obviamente no era tan feliz como yo. –Otra calada- pero ahora que he experimentado el verdadero dolor… me di cuenta. Desde que lo saben, los chicos me miran con lástima…

-¡No digas eso!... no es ver…

-Sí lo es. Y no los culpo, sé que doy lástima por como deje llevar esto. Yuuto ahora me mira con asco y creo que muy en el fondo me llegó a odiar al enterarse –encendió otro cigarro- pero puedo notar que ahora es realmente feliz… -soltó el humo- conmigo nunca tuvo esa mirada. Jin… ¿me sigues queriendo?

-Si… -no dude en contestarle, él se estaba desahogando y yo le correspondería a su confianza- de eso no te quepa duda…

-Jin-chan… ¿Qué serias capaz de hacer por mí? –Lo miré sin entender a su pregunta- Yo… viste lo que llegue a hacer pensando en Yuuto y su futuro… tu…

-Lo que me pidieras.

-¿Podrías borrar esa cicatriz que tanto dolor me causa? ¿Podrías hacer que Yuuto se borre de mi corazón? –me miró como un niño perdido en medio del camino. Me acomodé a su costado pasando mi brazo y pierna derecha detrás de su espalda y atrayéndolo hacia mi pecho.

-Puedo intentarlo hasta que vuelvas a sonreír…

 

Byou levanto su rostro y miró mis labios, esa fue la señal para que le besara lento, queriéndole transmitir todo el amor que llevaba guardando desde hace mucho tiempo. Byou apretó sus manos en mis brazos que lo rodeaban, lo solté un poco al no saber el porqué de su gesto, pero eso lo aprovecho para arrodillarse de frente a mí y rodear mi cuello con sus brazos sin siquiera separar nuestros labios. Lo apretujé en mis brazos y sentí como su lengua tan experta se internaba más y más.

 

-Jin… -jadeo al separar nuestras bocas- mi Jin… -mordió mi labio delicadamente- vamos a casa…

 

Nos tomamos de la mano y nos adentramos al edificio. Me giré para cerrar la puerta con seguro cundo de un jalón Byou me arrinconó de espaldas a la pared. Comenzó a besarme más pasional, con lo que logró sacarme una risa.

 

-¿De qué te ríes cariño?... –mordió mi labio delicadamente y luego mi quijada-

-De que ha vuelto mi Byou…- apreté su entrepierna de improviso-

-AAAHHHH!...  esta me la pagas… -se agachó desabrochando bruscamente mi pantalón y bajándolo de un tirón junto con mis bóxers-  ¡Hola! Chibi Jin-chan…

-Byou… no le plati…QUEEEEEEES… -se metió mi pene completo a la boca haciéndome perder el equilibrio. Me sujete del pasamano haciendo mi cadera hacia el frente para que Byou lo recorriera a su antojo-.

-mmmm… ¿te gusta?... –le dio una lamida mientras me miraba como si no supiera lo que hacía-

-¡SI!... sigue Byou… ¡así!...

 

Byou siguió en su labor, era delicioso sentir su cálida boca, pero yo moría de ganas por sentirlo, por reconocer su cuerpo. Como pude, saque fuerzas para separarlo y mientras me miraba extrañado lo levante arrinconándolo contra la pared, acomodó su linda carita de lado para mirarme por sobre el hombro.  Le quite la ropa superior para besar su espalda y recorrer su suave piel con mis manos. De igual forma que él hizo baje su ropa inferior, me recargue en su espalda para tomar con mi mano izquierda su miembro y masajearlo despacio al tiempo que chupaba mis dedos de la mano derecha, Byou posó sus manos en la pared y arqueo un poco la espalda bajo la sensación que mi mano le causaba. Sus gemidos se unían en un susurro con el eco del lugar.

 

-¡AAHHHHHHH! –un gemido robado al introducir mi dedo y unos cuantos susurros más al comenzar a dilatarlo.- ahhhhh… ahhhhhh…

 

Mi pene estaba que reventaba,  había esperado tanto por sentirlo que no me di cuenta cuando ya tenía tres dedos en su interior. Le di vuelta y sujete su pierna izquierda en mi antebrazo derecho, sin levantarla demasiado y sacando por completo esa pierna de su pantalón, Byou se recostó un poco en la pared y sujetándose del pasamano con ambas manos para hacerme un mejor espacio entre sus piernas quedando un poco achaparrado, cosa que me causo gracia.

 

Entré sin prisa, quería recordar esa sensación toda mi vida, sentir cada milímetro de su cálida piel. Una vez dentro, rodeo con sus delicados brazos mi cuello y con un beso que me supo a gloria movió su cadera para que comenzará con las lentas embestidas. Despacio, sin prisa pero con todo el amor que en mi había, entre y salí de su cuerpo, haciendo que nuestros cuerpos se buscaran cada que nos distanciábamos por muy poco que fuera.

 

-¡AHHH!... Jin… ¡AAAAHHHH!...

 

Su hermosa voz me encantaba y me instaba a buscar más placer a través de nuestros cuerpos, sujeté su otra pierna haciendo que me envolviera y se abrazará más a mi cuerpo, lo pegué de espaldas contra la pared para hacerme apoyo y le embestí con más ritmo.

 

-¡AHHH!... ¡AHHH!...  ¡AAHHH!... ¡JIN!... ¡MÁS!

-MMMMMM… BYOU… ¡AHHHH!...

 

El sonido de mi pelvis contra sus nalgas resonaba en el  descanso en el que nos encontrábamos, nuestros gemidos eran contenidos a causa del eco que nos embriagaba, no había necesidad de gritar, nuestra música ya de por si era perfecta.  Bajé a Byou al piso y de inmediato se volteo contra la pared acomodando sus manos en esta y lanzando sus nalgas hacia atrás separando las piernas frente a mí

 

-Enanito… no piensas terminar lo que empezaste…

 

Se lamió su hombro izquierdo y mirándome con esa mirada que arrasa con las fans. Más que suficiente, lo tomé con ambas manos de la cadera y lo penetré de golpe.

 

-¡AAAAAAHHHHHHH!... –le vi arquearse hasta chocar su cabeza con mi hombro- ¡ahí!... Jin…

 

Me sonreí y le embestí un poco más despacio, no quería que terminara sólo, volvimos a un ritmo pausado que de a poco se volvió frenético. Mis manos ya se enterraban en su cadera, Byou apretaba sus manos en el barandal y  al sentir en mi columna esa conocida sensación busque encontrar ese lugar haciendo que Byou se volviera a tensar pero esta vez corriéndose de paso y al mismo tiempo haciéndome terminar también.

 

Nos quedamos quietos, con la respiración cortada, al salir de su interior se dejo caer de rodillas. Sentí el cambio de temperatura de inmediato, apenas me acomode el pantalón le enfunde la ropa superior, para que no se enfriara tanto. Se levanto algo ofuscado y dejó que lo terminara de vestir. Tomé mi ropa que faltaba y nos dirigimos al departamento, una vez dentro, pasé de su habitación de huéspedes a su cama…

 

 

 

*BYOU*

 

Seria mentir si dijera  que bastó una sesión de sexo para que volviera ser yo. Jin-chan ha tenido paciencia de santo ya que ahora había dejado de ser autista como decían mis compañeros para volverme bipolar. Jin tenía un Byou en su casa y sobre todo en su cama, que difería completamente del que estaba en el trabajo.

 

Me seguía doliendo ver a Yuuto y que conforme su último live se acercaba menos piedad tenía conmigo, un día incluso llevo a su “esposa” y a su hija al estudio. Eso basto para que lo poco que había conseguido Jin en rescatar de mi, se viniera abajo… ¿era tan difícil que Yuuto entendiera que su realización me laceraba?

Esa noche al llegar a casa, me fui directo a la ducha, quería ahogarme en ella y no sentir que esa felicidad que Yuuto ahora gozaba debí haberla experimentado yo. Acariciaba mi cicatriz cuando Jin  entro…

 

-Amor… la cena esta lista. –Me miró a los ojos y luego hacia mi mano- ven, te seco… -extendió la bata frente a él y me sonrió de manera por demás dulce- Byou… tu… ¿querrías intentarlo conmigo? –Me envolvió en la bata y me abrazó por la espalda apoyando tiernamente su quijada en mi cuello-

-¿Qué cosa?… -le di un besito en la mejilla con lo que se sonrío-

-Formar una familia a mi lado… -sentí sus brazos apretarse en mi cuerpo y su nariz esconderse en mi cuello-

-Si… -fue un susurro, tenía miedo sí. Pero Jin me hacía sentir fuerte cuando estaba a mi lado- ¡SI!

 

Los dos comenzamos a reír como locos y a abrazarnos tan fuerte que en cualquier momento nos fundiríamos en uno. “Eso” fue lo que bastó para perdonar a Yuuto y sobre todo perdonarme a mí mismo. Sentir que la vida me daba una nueva oportunidad.

 

Que Yuuto se fuera era triste. Tener que acoplarnos a un nuevo compañero y trabajar a marchas forzadas era agotador… Pero despertar junto a Jin cada día se hacía más bello.

Ya no quedaba rastro del Byou de hace un año. Me sentía en mi mejor estado, incluso mejor que cuando estaba perdidamente enamorado de Yuuto.

Giras… nuevos sencillos… el programa… nuestra vida como banda iba in creccendo. Y hablando de Jin era tan dedicado conmigo que llegamos al punto en que según nuestro médico, el estrés era el causante de que no pudiéramos concebir, eso me entristeció bastante pero mi novio siempre estuvo a mi lado para tomar mi mano y darme ese abrazo que necesitaba. Así que seguimos con nuestra vida.

 

Habíamos terminado el concierto de aniversario y nos fuimos con todo el staf a celebrar. Cenamos cualquier cosa porque lo que queríamos era emborracharnos para quitarnos el estrés. Manabu y Rui ya tenían un tiempo haciendo sus cosas juntos, Kazuki ya estaba en busca de novia nueva o como decía él: “probando el menú”.

Me encendí el  primer cigarro de la noche, porque curiosamente  tenía un mes que se me había quitado la ansiedad por el cigarro, apenas le di una calada y salí corriendo al baño a vomitar la deficiente cena que había ingerido. Jin evidentemente había ido tras de mí y me esperó a que saliera del cubículo.

 

-¿Te hizo daño la comida? –abrió la llave para que me enjuagara la boca y sujeto mi pelo mientras lo hacía-

-Supongo… eso si es mala suerte… de todos, a quien le cae pesado es a mí.

-Si quieres mejor subimos a la habitación, -me abrazó y depositó un besito en mi pelo-.

-Un rato más… igual con el alcohol se me olvida. –Nos reímos y regresamos al bar del hotel que era donde estábamos-

 

Apenas llegar a la mesa, el fuerte olor del cigarro me mareo. Jin me sujeto cuando trastabille y de nueva cuenta salí corriendo al baño y vomite, lo que ya no existía en mis intestinos.

 

-Amor… nos devolvemos a la habitación ahora mismo. No está nada bien que ahora hasta te den… mareos…

-¡AGGGH! Odio vomitar… ahora que lo sé, es lo que más detesto del…  -abrí la puerta de golpe y vi la cara de Jin, era una mezcla de sorpresa, duda y ¿felicidad?-

-Regresa a la habitación con calma… no tardo nada…

-¡¿A dónde VAS?!

 

Fue inútil, no alcanzó a escucharme pero le hice caso. Me regresé a la habitación poniendo atención de si me regresaba algún malestar pero no fue así.  Aproveche para darme una ducha para relajarme y al salir ya estaba Jin de regreso.

 

-Toma. –Me extendió una bolsita con varias cajitas dentro- ¿te ayudo a hacerte la prueba? – Me miró ilusionado así que abrí la bolsa sacando una de las cajitas-

-Son… -asintió con una sonrisa de lo más tierna y me metí al baño de nueva cuenta-

 

Saque las cinco cajitas coloque un montón de papel de baño sobre la caja del inodoro y humedecí las cinco pruebas. Supongo que el tontito de mi novio las compro para no quedarnos con la duda. Una vez que las dejé sobre el papel abrí la puerta y tomé de la mano a Jin para sentarnos en la cama a esperar. Cinco minutos… los cinco minutos más largos de nuestras vidas. Jin tomó mi mano entre sus dos manos y tomó el tiempo. Nos dirigimos juntos al interior del baño…

 

 

*MANABU*

 

Rui y yo hace unos minutos que nos estábamos dando tremendos besos. Ya todos ebrios en muy poco tiempo y Kazuki ya habían conseguido una chica que se hospedaba aquí también, cuando sentí que mi pantalón vibraba.

 

-Manabu… -Rui apenas y se separaba para hablarme- tu vibrador me está excitando… -metió su mano en mi bolsillo toqueteando “sin querer” mi zona.- ¡Moshi…!

-¿Rui?...

-¿Que quieres enanito?... ¿no se supone que tú y tu güera deberían estar aquí ahogándose de borrachos con nosotros?

-Pon el altavoz…

-¡OIGAN! EL ENANO QUIERE QUE ESCUCHEN ALGO… ¡CALLENSE! 

 

 

-¡BYOU ESTA EMBARAZADOOOOOO!...

 

Se hizo un silencio en el que nos miramos todos con todos y de la nada un grito general se escucho por todo el lugar…

 

-¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!

 

 

 

 

Notas finales:

 

LO LOGRE!!!!!!!!!! *O* por ahi la idea se me desvio y como que el final quedo medio chafa pero, es que me centre tanto en el inicio que ya no tenia pila para el final.

AHORA SIP, EL FINAL FINAL  LISTOP! MUCHISIMAS GRACIAS POR LEER. SALUDINES!! AYOSE.1BESO


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