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Neko & Kitsune por MidoricoShini

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Notas del fanfic:

 

Soy Midorico, ¡lamentablemente perdí mi contraseña! ¡Espero les guste esta nueva idea! ¡Tanto como sus rr!

Notas del capitulo:

 

¡Los personajes no me pertenecen!

¡a leer ^^!

 

¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·Neko & Kitsune ¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·¤·§·¤·

 

†·•·‡†·•·‡†·•·‡†·•·‡†·•·‡ Orejas y Colitas †·•·‡†·•·‡†·•·‡†·•·‡†·•·‡

 

 

Tu presencia de pronto no es suficiente.

 

 

La escasa vida que había vivido hasta su corta edad –seis años y creciendo- le habían permitido entender que cada persona era y se desarrollaba de distinta forma. No todos podían tener las capacidades o intelecto como el suyo. Eso lo entendió gracias a la pequeña charla que había mantenido con su hermano mayor.

Por esa misma razón no tenía algún amiguito con el que le gustara compartir ese soleado fin de semana, el ultimo día soleado para su agrado, por eso mismo prefería mirar a través del cristal de la ventana en la sala, el cómo los chicos del vecindario jugaban unos con otros.

 

A un muy pequeño como para encerarse solitario a leer un libro, era consiente que era distinto a aquellos chiquillos que preferían divertirse con una pelota en vez de comenzar a preocuparse por sus estudios, porque el prefería no ensuciarse y aprender cosas nuevas a través de los libros. Su nii-san le había categorizado como Sasu-chan-niño-grande, pero su padre le había felicitado con una caricia en la cabeza hablando sobre el intelecto Uchiha, mientras que su madre lo había abrazado y le había dicho que decidiera lo que decidiera, ella se sentía orgullosa de tenerlo como hijo.

 

Aquella tarde en especial, sus padres habían salido a comer a solas, dejándolo a cargo de su nii-san que ya estaba lo suficientemente grandecito como para cuidar de la casa, no por nada ya estaba en la preparatoria. Mientras su nii-san, Itachi, cocinaba para la comida, el miro estacionarse frente a su casa muy cerca de la acera contraria un enorme camión que lideraba a dos más y un auto particular que aparco frente al camión principal.

 

De los camiones –que ahora reconocía como de mudanza- bajaron hombres fornidos y uniformados de azul pálido que bajaban los muebles y los transportaban a la casa que había estado en venta por un mes.

Miro, como también los niños que rodeaban el lugar, curioso para saber quién había comprado aquella casa.

Se sorprendió al ver bajar del auto a un alto rubio de ojos azules, quien con una radiante sonrisa saludo a los pequeños que también correspondieron el gesto, mientras que abría la puerta trasera del auto y cargaba a un pequeño idéntico a l.

Fue cuando reparo en esas orejas y cola… no eran iguales a las suyas.

 

No.

 

Eran diferentes.

 

Toco con un poco de inocencia –que se negaba a saberse poseedor- la punta de sus orejas, eran puntiagudas, un poco sobre salientes de su azulado cabello, mientras que su colita era lisa y un poco más larga.

Tan diferente a aquella que el pequeño rubio portaba.

Esas orejas y cola eran doradas con destellos naranjales, mientras que las de él eran negras con destellos azulados. Era obvio que conocía colar y orejitas de distintos colores, como las de sus compañeros: Ino, Sakura, Tenten o incluso Deidara el loco amigo de su nii-san. Pero ningunas como las de aquel niño.

Mucho menos con aquel aspecto.

Sus orejas podían ser un poco similares, pero su colita era distinta, tan alborotada y regordeta que incluso parecía linda. Sería fantástico tocarla y dormir sobre ella.

Pero… ¿Por qué eran diferentes?

 

-Sasuke a comer- escucho a su hermano, que caminaba en su dirección –pero primero a lavarse las manos ototo.

 

Itachi se detuvo detrás de su hermano menor, mirando como los chiquillos del vecindario trataban de entablar conversación con el pequeño rubio que se escondía detrás de las piernas de un rubio mayor, que al mismo tiempo sonreía y trataba de animar –seguramente- a su hijo.

 

-vaya, no creí que tan pronto contáramos con vecinos nuevos- comento vagamente el mayor -¿sucede algo ototo?- pregunto curioso, viendo que el pequeño no despegaba la mirada del ventanal.

 

-nii-san ¿Por qué sus orejas y cola son tan distintas a las nuestras?- pregunto el más pequeño con una curiosidad que Itachi le hizo sonreír. Su ototo era un niño.

 

-por qué él no es un neko como nosotros. Él es un Kitsune-  aclaro mirando como el pequeño rubio empezaba a sociabilizar, en tanto su padre se alejaba un poco hablando por celular.

 

-¿Kitsune?- pregunto sin dejar de mirar al pequeño niño.

 

Entonces el genio Uchiha hizo mella en la mente de Itachi.

 

-¿Por qué no lo invitas a comer?- pregunto Itachi. Obteniendo la mirada interesada del menor –quizá al ser distinto, pueda compartir algunos puntos de vista que te interesen.

 

Sasuke miro pensativo a través del ventanal. Los niños se alejaban d aquel kitsune, seguramente llamados por sus madres para comer. Pensativo si ir a entablar conversación o no con aquel niño.

En tanto, Itachi sonreía con sinceridad, era la primera vez que veía a su hermanito interesado en un niño de su misma edad el solo quería que su ototo disfrutara de su niñez, aún era joven como para encerrarse los fines de semana como un viejito aburrido, ni siquiera su padre hacia aquello.

Vio al pequeño Uchiha dirigirse con una tierna mueca en dirección a la puerta, seguramente saldría a invitar al nuevo vecino.

 

-pondré dos platos más- se dijo a si mismo Itachi.

 

 

 

 

Camino el pequeño jardín ubicado en la entrada de su casa, deteniéndose en la acera para mirar del lado derecho y después del izquierdo, para después cruzar la calle y ubicarse frente al rubiecito que lo miraba con timidez, jugando con sus manitas.

Sin mucho cuidado ni delicadeza, tomo una de las manitas trigueñas del rubio, jalándolo en dirección a su casa.

 

-¡O-Oe! ¡Su-Suéltame-ttebayo! ¡Oe…!

 

Mientras e rubio intentaba –inútilmente cabe destacar- soltarse de su agarre, el seguía pensando como hace unos momentos atrás en la ventana.

Siendo el Sasuke Uchiha, no debía por que invitarlo para cenar, simplemente lo llevaría a su casa y él tendría que obedecer, jamás –y debido a que era consentido por toda su familia debido a que era el menor- había pedido NADA  a NADIE y ese rubiecito kitsune no sería la excepción. Había planeado desde un principio, llevarlo sencillamente a su casa, claro que esto sin pensar en las consecuencias.

 

 

 

 

Lo primero que vio al entrar en el comedor fueron cuatro legares puestos con una bonita bajilla y a un azabache más alto y parecido que el que lo jalaba.

 

-ototo, ¿No invitaste también a su padre?-  pregunto aquel chico.

 

-no, solo al kitsune-  respondió el chico que aún no lo soltaba de la mano –vamos, no te quedes ahí parado como dobe, dobe.

 

-¡N-No soy dobe, teme!- reclamo aun con nerviosismo –me llamo Naruto-ttebayo.- se presentó con timidez.

 

-bien Naru-chan, perdona los modales de mi ototo- pidió el mayor sonriendo con dulzura –soy Itachi y el pequeño neko que te trae de la mano es mi ototo-baka, Sasuke.

 

Naruto solo asintió ante las palabras del mayor, sonrojándose cuando este le tomo la mano -tanto a Sasuke como a Naruto- para llevarlos al baño parloteando lo mismo que su papi le decía sobre alguna señora llamada higiene y limpieza. Que complicados eran los adultos.

 

Sasuke no podía dejar de ver al tierno kitsune que miraba con diversión las burbujas que se formaban cuando jugaba con el agua. Había rato que Itachi había salido a atender el teléfono y los había dejado solos.

Aun con su curiosidad a flote, dejo de secarse las manitas y se colocó junto a Naruto, que lo miro con atención.

 

-dobe- llamo más su atención, para que dejara las tontas burbujas de laso –quiero tocar tu cola.

 

Naruto se sobre salto, dando un bote en el banquito al que se había subido para alcanzar el lavamanos, mientras que con rapidez protegía a su colita entre el pecho y sus manitas. Su papi Minato le había dicho muchas veces que nadie debía tocar ni acariciarle la colita, eso era de pervertidos… ¿acaso ese neko era un pervertido?

 

 

 

 

Minato se dio media vuelta para ver a su querubín, terminando al mismo tiempo la llamada.

 

-Naru, hoy comeremos ramen ¿Qué dices…?- pero no pudo terminar de hablar, pues su bebe no estaba a la vista -¿Naruto?

Notas finales:

 

Hola!

Espero este pequeño capitulo les haya gusta mucho, como a mí me gusto escribirlo. Lo escribí escuchando “cita perfecta” de playa limbo.

Espero cualquier comentario… ¡oh! Y por favor, quisiera que me dijeran que ff quieren que continúe, los subiere uno a uno hasta acabarlo. Así que serían muy lindas si me comentaran que le pareció mi nueva locura y que ff quien que continúe. Les dejo el enlace de mi anterior cuenta: Midorico

Se despide con amor y cariño:

Midorico.

EL YAOI ES FUENTE DE ENERGÍA n_n

Recomendación: consúmelo en tiempo de lluvias XD


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