____POV SETO KAIBA__________
Todo era oscuro y un casi repugnante olor a fármaco se hacía respirar. Notaba como mi espalda dolía horrores y parte de mi cuerpo estaba un poco entumecido.
Abro los ojos lentamente, encontrándome en una habitación de paredes blancas y a mi lado, justo al lado de otra camilla -que parecía un poco deshecha- había un ventanal por el cual podía observar que comenzaba a amanecer.
Respiré hondo intentando quitarme de ese dolor de cabeza, que punzaba mi cerebro molestamente, y el olor a medicina, que tan fuerte era que me mareaba un poco.
Gire mi cabeza mirando hacia el ventanal para ver como el sol salía y así olvidarme un poco de todas las molestias cuando lo vi. Casi no me doy cuenta por la oscuridad del lugar- que comienza a desaparecer- y porque tiene muchas mantas por encima de su cuerpo, pero ahí estaba esa cabellera rubia que tanto he añorado durante este tiempo que ha estado ausente...y recuerdo todo lo ocurrido: el aviso de Bakura, la fábrica, Wheeler siendo violado...Y no pude evitar reprenderme mentalmente mil y una veces.
-(Joder! Por qué no llegué a tiempo?! Esto es culpa mía...Mierda! Maldita sea! Soy de lo peor!...)- suspiro levemente mientras noto como mis cejan comienzan a temblar y aprieto con fuerza mi mandíbula...
-(No voy a llorar..no lo he hecho desde que tengo 12 años y no pienso hacerlo ahora...pero realmente me siento tan miserable...muchos dirían que no tengo porque, que ese rubio con complejo de perro tampoco es tan importante...Mentira. Sí, lo es...parece mentira que yo, el gran, frío y déspota Seto Kaiba, se haya encariñado con una panda de chiflados como esos...Porque puede que Yugi sea un enano ojón, pero realmente me gusta su forma de ser, sincera...Puede que Ryou esté más loco que Bakura por amar a ese pedazo de bestia (y aguantarlo en la cama, tengo entendido que a veces le da al sadomaso... -.-U) pero sin duda tiene todo mi respeto por haber impuesto sus ideales con tanta fuerza y espíritu como lo hizo cuando le dijo a su padre que no quería seguir con sus negocios, sino dedicarse a la música y el arte ...Puede que Mokuba lleve de cabeza a Noah, cosa que realmente no me molesta mucho, a decir verdad agradezco que lo aguante por mi, así ya no tengo que sufrir sus abrazos de oso asesino, y es que por algún motivo le he cogido confianza a ese chico...Por otro lado esta Pegasus, a quien, aunque quiera quitarle “el casi novio” a Noah, le tengo gran admiración por haber sacado a su hijo adelante él solo y atreverse a volver a amar tanto a alguien como amó a Cecilia...Tristan y Mai pueden estar como una cabra solo por su forma de ser pero, sin duda, me encanta el como son...
-Alegrarían hasta un funeral...- susurro casi inaudiblemente con una sonrisa un tanto trise y vuelvo a mis pensamientos-...(Y por último el perro de Wheeler...que en algún momento, en mi cabeza, comencé a llamarlo “cachorro”...En algún momento comenzó a gustarme su forma de ser, comencé a ponerme de mal humor cada vez que recordaba lo que los de Magic nos contaron sobre su padre y él, sin darme cuenta lo buscaba con la mirada cuando no lo tenia cerca...por las noches, cuando compartíamos la cama, intentaba gravar en mi memoria su dulce aroma...)- Joder...- susurré- (si estuvieran alguno de esos tres- Yami, Bakura o Noah- ya me estarían dando la lata con eso de que estoy enamorado...)
Giré mi cabeza hacia el ventanal que había al lado de la cama de Joey y me quedé mirándolo un rato...tanto que perdí la noción del tiempo observando las finas facciones de su piel blanca.
____FIN POV KAIBA_____
Pasaron un par de horas en las que el castaño miraba el cielo, observando como éste comenzaba a tornarse cada vez más claro hasta que apareció el astro rey, y de vez en cuando miraba al fotógrafo, recriminándose.
Oyó la puerta de la habitación abrirse y una mujer de bata blanca que aparentaba unos 30 años, de piel morena, pelo rizado corto y ojos negros como la noche entraba.
-Señor Kaiba, veo que ha despertado...- dijo un poco sorprendida, creía que tardaría más en despertar- cómo se encuentra?- preguntó
-Me duele todo el cuerpo- respondió- cómo está él?- preguntó por su cachorro.
-Bueno...tiene algunas lesiones, presenta un poco de desnutrición...
-Al grano- exigió tajantemente, y es que, aún estando en cama, Seto Kaiba inspiraba respeto y su voz había sonado firme, con ese matiz de poderío que caracterizaba toda su persona. La doctora comprendió rápidamente que él no quería florituras, él quería las cosas por su nombre y grado.
-Pues, hablando clara y llanamente, el señor Wheeler ha sido violado, drogado y maltratado físicamente, no le dieron de comer y muy poca agua, así que sus defensas están bajas y presenta un cuadro bajo de desnutrición, pero hasta que despierte no podremos hacerle más pruebas- el ojiazul asintió, aunque cada palabra de la doctora le había sentado como un bofetón. Sentía que todo había sido por su culpa- en cuanto a usted le dispararon en la espalda, llegó desmayado y con una hemorragia en el músculo, así que lo operamos, sacándole la bala...y no se preocupe, los culpables están en busca y captura..- explicó para después dar una pequeña reverencia con la cabeza y se fue.
Al cabo de un rato entró la tropa...armada con chistes malos que contar -.-U
-Seto, cómo te encuentras?- le preguntó Noah.
-Me duele todo...pero como sigas asfixiándome te juro que me olvido del dolor y te doy una paliza!- le advirtió puesto que Noah lo había “atacado” con uno de sus abrazos de oso asesino. Los demás miraban la escena con una gotita en la sien.
Pasaron toda la hora de visitas charlando y cuidando todo lo que podía al inconsciente rubio y al maltrecho castaño.
-Nos tenemos que ir ya..- advirtió Yugi, al ver la hora- lo siento...- se disculpo apenado, le gustaría quedarse más tiempo con esos dos. Yami le puso una mano sobre el hombro en muestra de que no tenía por qué afligirse.
-La policía está buscando a la loca de Tea y al violador, a menos que el señor Gardner haya intervenido, cosa que no creo puesto que con petroleras Gardner cayendo en picado no le conviene que la prensa comience con preguntas indiscretas- expuso Bakura, y Mokuba asintió, dándole la razón.
-Cuando los atrape les haré la vida imposible..- siseo Seto.
-Hermano, ten cuidado, como dijo un sabio “si escoges el camino de la venganza, cava dos tumbas”...así que no seas rencoroso, todos estamos dolidos por lo ocurrido, pero si no cerramos pronto este capitulo de nuestras vidas, puede que no nos sea fácil recuperarnos, aunque ya de por sí sea difícil...- Seto asintió y todos se fueron.
Pasaron dos días aburridísimos en los que no hacía nada, el médico le había prohibido tajantemente moverse del sitio, puesto que la herida de la cirugía y la de la bala, a veces se abrían. También estaba un poco estresado ya que después de dos días el ojimel no despertaba.
Al tercer día, mientras la enfermera le curaba la herida, abierta de nuevo, oyeron los quejidos de alguien que despertaba y vieron que se trataba de Joey.
-Joey..- susurró el castaño con algo de alivio mientras la enfermera había ido a por la doctora Arashi, la misma del otro día.
-Buenas, señor Wheeler- dijo la doctora después de entrar en la habitación- me puede decir como está...?
El rubio, que comenzaba a abrir los ojos intentó hablar, pero tenía la garganta tan seca que de él solo salió un ronco y áspero sonido- espere..- le dijo la mujer y le dio un baso con agua, ayudándole a beber un poco- no se preocupe, intente reponerse con tranquilidad; está usted en un hospital, está a salvo- lo tranquilizó con voz conciliadora.
El fotógrafo terminó de abrir los ojos y aclarar su garganta con unos pequeños carraspeos y confirmó lo que aquella morena le había dicho.
-Estoy...un poco mareado... – le respondió al fin.
-Es normal- respondió la doctora, y esta le explicó su estado de salud, futuros exámenes médicos y poco más y se fue.
-Ya era hora de que despertaras, perro- dijo fingiendo tono indiferente, el ojiazul.
-Así que me protegiste, eh?..No tenías por qué...- dijo agradecido pero apenado
-En cierto modo si que debía; al fin y al cabo: qué clase de dueño sería si dejara sólo y herido a mi perro?- ironizó intentando restarle importancia al asunto. El rubio, contra todo pronostico del castaño, sonrió levemente, cerrando los ojos para descansarlos- no respondes?- preguntó extrañado.
-Guau...- imitó un ladrido sin mucho ánimo, pero manteniendo esa pequeña sonrisa. El castaño enarcó una ceja resoplando- por lo menos mi amo me quiere...- dijo con un brillo un tanto juguetón en su mirada.
-No te quiero por ser mi mascota...- respondió el castaño sin pensar, sintiéndose observado por esas lagunas doradas.
-Ah, no? Y entonces, por qué me quieres?- preguntó “inocentemente”. Kaiba, para ser tan listo, había picado cual niño de 5 años.
Por su parte al CEO le pilló por sorpresa aquella pregunta, se giró en seguida para “defenderse”, pero solo encontró una débil sonrisa de “victoria”.
-Guau...significa gracias...- aclaró el rubio- has picado fácilmente, sabes? Era solo una broma...Aún así no era eso lo que te quería decir...lo que quería, aunque te parezca increíble, era contarte lo que he vivido, por algún motivo te lo quiero contar a ti y a nadie más...- miro al castaño quien asintió casi imperceptiblemente, así que comenzó-...En mi “estancia” con Tea y su amiguito me dio tiempo de pensar en todos, ya que me ayudaba a olvidar un poco mi dolor...Debo reconocer que todos los días estaba nervioso, no podía dormir y lloraba en silencio, preguntándome por qué me hacía esto a mi...pero el recuerdo de todos me ayudaba a tener un poco de esperanza. Sabia que no me dejaríais solo, lo sabia...y acerté...me habéis salvado...me has salvado...- dijo mirando al vacío y hablando con una pequeña pero bella sonrisa. Un sentimiento extraño traspasó el corazón del castaño, haciendo que se le encogiera-...cada vez que me acordaba de todos vosotros me recordaba cada vez más a una familia...
-Una familia?
-Sip...tu y yo, por ejemplo...recuerdo el día en que Moki nos dijo que parecíamos un matrimonio veterano al pelearnos tanto, y sin embargo, compartir la cama...recuerdo que entonces me puse a hacer pucheros y despotricar y nos volvimos a pelear por ese comentario...pero ahora, cuando pienso en ello, me hace gracia...- dijo un tanto divertido mirándolo a los ojos.
-Un matrimonio, eh?...Quizás si lo seamos...- comentó con una pequeña sonrisa el CEO, la cual, desapareció dando lugar a una mueca de culpabilidad y un rostro serio. Su flequillo cubrió sus ojos y suspirando se disculpó- lo siento...debería de haberme dado más prisa, tendría que haberte buscado con mucho mas ahínco, si no llega a ser por Bakura, que estaba haciendo un no-sé-qué con los teléfonos de la zona, seguramente no te hubiéramos encontrado...si no fuera por mi egoísmo y no me hubiera quedado en tu casa, Tea no se hubiera ensañado con vosotros y, especialmente, contigo...por eso...lo siento...- dijo teniendo la suficiente vergüenza como para no atreverse a mirarlo y a Joey se le encogió el corazón al verlo así.
-Seto...no fue tu culpa- le dijo con voz suave, intentando que el otro se calmara y que viera la realidad- Tea actúa según su retorcida forma de ser, no siguiendo órdenes tuyas...y como vuelvas a culparte juro que te doy una patada en el trasero....
-Pero es que no lo ves?!- dijo ya entre entristecido y enfadado consigo mismo- todo es culpa mía, porque todo lo inicié yo! Si hubiera tenido mas cuidado con ese documento no hubiera tenido que cargar con Tea e ir a Magic y conoceros, si no hubiera entrado en vuestra casa y no hubiera cabreado a Tea, no hubiera dormido en tu cama y no hubiera empeorado las cosas....
-YA! Quieres dejarlo estar? Ya veo por donde van los tiros..- lo paró el rubio ya harto de escucharlo hablar tan lastimeramente. Pero el CEO haciendo caso omiso de las palabras del otro y continuó con su monólogo, como si Joey no lo hubiera interrumpido jamás.
-...si no me gustaras, Tea no se habría puesto celosa y no te habría secuestrado...Es que lo mires por donde lo mires es culpa mía!- el rubio se quedó de piedra y el castaño mirándolo seriamente- oh, vamos! Ambos sabemos que nos gustamos, somos mayorcitos, no críos de 15 años! Pongamos las cartas sobre la mesa!
-A-a mi no me gustas....- respondió completamente rojo.
-Ah, no?- preguntó algo divertido el mayor, y con un poco de dolor y lentamente, se acercó hasta Joey, se acercó hasta que sus narices se rozaron.
-N-no...- volvió a responder cada vez menos seguro de lo que quería decir.
-Seguro?- le preguntó rozando la mejilla del otro con su nariz y susurrándole al oído, lo cual desencadenó una corriente eléctrica a través del cuerpo del rubio.
-Y-yo n-no...
-Admítelo: te pongo nervioso- afirmó soplando suavemente a su nuca. Joey, rojo como un tomate, casi saltó de la cama
-No me gustas!- dijo como un tomate intentando separarse del castaño- y además, todo esto es muy extraño! Estas ligando conmigo!
-Oh, vamos, no te pongas así, solo digo las como son: nos atraemos mutuamente, y que? Tampoco es el fin del mundo, y perdona que te diga, yo no ligo, ellos o ellas ligan conmigo!
-Oh! Usted perdone, su excelentísima persona, se me había olvidado lo egocéntrico que es!- respondió. Y como vosotros mismos podréis adivinar, siguieron así todo el día.
_____CASA MAGIC, 16:15 de la tarde____________
-Chicos- los llamaba Yugi entrando en la sala de estar y colgando el teléfono que llevaba en la mano- han llamado los del hospital...dicen que nos llevemos a esos dos de ahí...
-Pero por qué...?- preguntó Tristan extrañado.
-Puuuueeeees...
Al cabo de 20 minutos estaban en la habitación de esos dos y al entrar vieron a Joey y a Seto gritarse incoherencias en modo chibi. No se lo pensaron dos veces, puesto que conociéndolos, sabían no tardarían en lanzarse el uno sobre el otro, y en otros 20 minutos estaban de vuelta en la casa, llevándolos a habitaciones separadas para que no se tiraran de los pelos.
Pasó una hora de que habían llegado a la casa y Joey, que estaba recostado en su cama y leyendo manga online a través de su portátil, oyó la puerta de la habitación abrirse, sobresaltándose un poco por ello.
-Se puede saber que ha pasado hoy, Joey? Los del hospital ya no sabían que hacer con vosotros!- le reprendió Yugi, y al ver que se trataba de este, Joey se relajó.
-No, nada..- respondió
-Joey..- le advirtió
-Es que...- cerró el portátil y miró al pastelero- es que ese tío me pone los pelos de punta!- y después de despotricar un rato le contó.
-Y cual es el problema?- pregunto el ojiamatista.
-Yugi, es que no me has escuchado?!
-Sí, y por eso mismo lo pegunto, si os gustáis, cual es el problema?
-Que no m-me gusta!
-Joey, que se te ve el plumero...
-..N-no se me ve nada!- dijo haciendo berrinche
-Bueno, si tu así lo quieres creer por mi no hay problema, pero sigue gustándote, si no, porque tienes la fotografía de “gato invernando” de fondo de pantalla del portátil?- le pregunto escrutadoramente
-P-por que nunca me acuerdo de terminar de borrar el titulito, así que...
-Ya, estoy seguro...Joey, no seas crío y admítelo!
-Vale! Me gusta! Y que? Algún problema? Estáis pesaditos, eh?- le dijo totalmente rojo.
-Ninguno en absoluto- le respondió con una pequeña sonrisa, su amigo era realmente cabezota- Joey, solo quiero que lo admitas, porque creo que el único que te podrá ayudar a no tener miedo esta vez no seré yo o alguno de los demás, sino Kaiba-kun...
-Yugi...
-Venga, que a mi no me engañas...puede que aparentes estar bien, pero me he dado cuenta de que aunque intentas que no nos demos cuenta, rehuyes al contacto físico...estás asustado aún, verdad? Aunque no lo demuestres, recuerdas todo lo sucedido durante el secuestro...Joey, no es bueno que lo sobrelleves todo tú solos...- le dijo conciliadoramente viendo como Joey se ponía blanco, al parecer no pensaba que lo fuera a notar nadie.
De repente se oyó la puerta abrirse suavemente dejando ver a Seto tras un chico de unos 25 años, moreno y de pelo rubio cenizo, con ojos grandes y violetas y apariencia modesta, el doctor Ishtar, quien había atendido personalmente a los miembros de Magic desde que esta se fundara.
-Es así...?- preguntó el doctor
-Marick-kun...Kaiba-kun...- saludó Yugi
-Hola, Joey, Yugi...vengo para revisar a Seto-san y a Joey por petición de Tris, me ha avisado...y ahora...Joey, es cierto lo que ha dicho Yugi? porque si lo es, hacer como que no pasa nada es lo peor que se te puede pasar por la cabeza...Haber si adivino...: pesadillas, rechazo al contacto físico, exaltos por cualquier ruido y miedo al ver alguna puerta abrirse, miedo a la oscuridad y al silencio absoluto, poco apetito...-a cada referencia Joey agachaba más la cabeza y Seto, que había sido recogido de su habitación por el médico y ahora escuchaba y veía todo desde el umbral de la puerta, miraba al rubio sorprendido.
-(Pero qué...? Desde que despertó parecía que estaba completamente bien...Mierda! claro que no está bien Kaiba! Acaba de ser secuestrado y violado! Joder Kaiba, espabila!, y a ti te gusta Joey!? Deberías saber que esta clase de cosas no se olvidan así como así! Joder!)- sin mediar palabra salió de la habitación de Joey enfurecido consigo mismo.
Los otros tres miraron como el ojiazul se largaba todo lo deprisa que su adolorida espalda le permitía y el fotógrafo se sintió culpable.
______
Al cabo de media hora el rubio salía de la casa Magic vestido con unos pantalones vaqueros blancos un poco anchos, unas Addidas blancas y una sudadera azul claro, algo suelto que no molestara su maltratado y herido cuerpo y paseando por el jardín quejándose de vez en cuando por el dolor trasero y corporal en general.
Caminando por la zona de los sofá columpio, encontrando al empresario tumbado en uno de ellos con los brazos cruzados detrás de su nuca y usándolos de almohada, con los ojos cerrados y boca arriba- y se acercó.
-Estás enfadado?- le preguntó con voz suave
Seto, por su parte y antes de oír esa voz, sintió como un aroma dulce inundaba el lugar, poco después los rayos de sol que golpeaban su rostro eran tapados por algo que le daba sombra y por último escuchó una suave voz que parecía estar a punto de temblar. Al reconocerla, abrió los ojos encontrándose con aquella persona que desde hacía unos días le robaba el sueño.
-Joey...- susurró sin moverse del sitio- no, no lo estoy...- le respondió a su pregunta estirándose un poco y sentándose bien en el sillón.
-Entonces por qué te fuiste así de mi cuarto?- le preguntó, pero no recibió mas respuesta que otra pregunta.
-Por que no me lo dijiste?
-El que?
-Todo lo que ese medico dijo: lo del miedo a la oscuridad, al contacto físico...- le dijo Seto después de resoplar- estoy seguro de que sientes todo eso y mas, por qué no me lo dijiste? Sé que soy un imbécil por no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando la persona que me gusta pero...- dejo la frase en el aire.
Joey sabia que Seto era muy orgulloso y que seguramente le había costado tanto o más que a él decir en voz alta lo que sentía por él, y no pudo evitar sentirse un poco halagado. Lentamente se sentó a un lado del castaño.
-Lo siento...supongo que no me gusta preocupar a los demás con mis asuntos...
-Y crees que ocultándonoslo nos vamos a quedar más tranquilos?
-No...lo siento- suspiró quedamente. Pasaron unos minutos en silencio, no uno incomodo, mas bien se relajaron y el ambiente se destenso, por lo que comenzaron a disfrutar del silencio y la compañía del otro sin darse cuenta.
-Por cierto...- comenzó sin mirar al rubio, el castaño- es cierto eso de que te gusto?- terminó de preguntar el CEO mirándolo esta vez por el rabillo del ojos, pero sin cambiar de posición su cabeza- que miraba hacia el frente- y su sonrisa- que estaba ligeramente curvada hacia arriba-. Joey se puso rojo.
-(Mierda! Ha oído la conversación que he tenido con Yugi!)- pensó- N-no..- mintió
-Mira que eres necio...Pues no le decías lo mismo a Yugi...- sonrió cual niño que acaba de hacer alguna gamberrada.
-Bueno, si, me gustas, algún problema?- le dijo rojo como un tomate y con el ceño fruncido en un puchero adorable.
-No, ninguno..- le susurró acercándose al ojimel y, tomándole con una mano el mentón, hizo que lo mirara. Joey, que abrió los ojos al sentir que su rostro era tomado, solo pudo alcanzar a ver como un par de zafiros con aspecto felino se acercaban peligrosamente hasta que se cerraron y notó un suave contacto en sus labios.
Seto atrapó con calidez y paciencia los labios del otro, notando como el menor temblaba por el miedo que todavía tenía al contacto físico. Pero Joey, en lugar de separarse, sintió que aunque su cuerpo quería escapar, su mente estaba en blanco y su corazón latía con fuerza, pero no de miedo, sino de emoción, queriendo quedarse entre ese par de brazos para siempre.
Joey imitó al CEO y cerró los ojos, abrazándose al otro con todas sus fuerzas, sintiendo como un gran peso se aligeraba de golpe.