-Yami-san ¿podrías llevar a Yugi al jardín? le vendrá bien algo de aire fresco... – el otro asintió y se lo llevo.
-Cambiando de tema- dijo Noah para suavizar el ambiente- ¿dónde se metieron Bakura y Ryou-kun?
-Quien sabe, pero hasta que llegue ¿Qué tal si vemos televisión?- mientras iban a los sillones a sentarse Moki le dijo con señas a Joey- ‘’todo esta bien, si quieres luego hablamos...’’- y el otro le dio una triste sonrisa como respuesta. Nadie se había percatado de ese acto, nadie, excepto cierto moreno ojiazul, que además entendió el mensaje, al fin y al cabo era un genio ¿no?
Se sentaron y prendieron la tele. Moki iba cambiando los canales y entre todos iban diciendo ‘’no, pasa, siguiente, ridículo, demasiado, ¡por dios!, definitivamente no...’’ y mas cosas hasta que llegaron a un canal de cotilleos que estaban a punto de pasar después de un ‘’ni de coña’’ de parte de todos, pero en cuanto formularon la palabra ‘’seto Kaiba’’, su hermano pequeño le quito el mando a Moki.
-‘’Al parecer Seto Kaiba a cortado toda relación con Tea Gardner, con la cual iba a contraer nupcias después de un año y medio de noviazgo, la pregunta ahora es ¿por qué?, al parecer nadie lo sabe, por eso hemos mandado a nuestro equipo para averiguarlo’’
Se mostraron algunas imágenes donde aparecía la mansión Kaiba rodeada de reporteros.
El castaño suspiro cansinamente- señor, dame fuerzas, porque como me envíes un hacha...
A todos les cayo la gotita marca anime por la sien a conjunto con una risilla nerviosa.
-Bueno, se que no estamos todos aquí, y debería ser algo que decidiéramos entre los cuatro, pero...-empezó Moki- ya que esto ha sido culpa nuestra, ¿qué os parecería vivir aquí? hasta que las cosas se calmen un poco, al menos....al fin y al cabo fue nuestra culpa- miro al rubio el cual asintió, de acuerdo al comentario
-en realidad fue suya, al fin y al cabo es una malcriada- repuso el castaño- lo único que hicisteis fue intentar decírselo lo mejor que supisteis, los que deberíamos deberos algo somos nosotros...
-Esta bien- dijo Joey - en parte fue culpa nuestra, es lo menos que podemos hacer...
-Anda! Si estabais aquí – aparecieron dos peliblancos muy felices y cogidos de la mano
Todos se quedaron viendo sus manos unidas en silencio y los otros dos se extrañaron.
-¿Estáis bien?- pregunto el mayor de los dos.
-¿Eh? Si, por supuesto, pero..¿.se puede saber que significa eso?- dijo el rubio señalando sus manos
-Ah! Pues, ¿os acordáis de cuando vine de vacaciones con grandes lagunas en mi mente, hace tres años?- sus dos amigos asintieron- Bueno pues el recuerdo que había dejado tal vació en mi corazón por olvidarlo, era ni mas ni menos, que el recuerdo de Bakura, ese verano nos conocimos y nos enamoramos, hace a penas veinte minutos que he recordado, aunque no todo, sí se que es el, lo que no recuerdo es como llegue al hospital y todo eso, pero si me acuerdo de Bakura ^^- sus dos amigos se quedaron pasmados.
-¿Que?- pregunto seto sin entender
-Ahora os toca a vosotros- dijo Bakura sonriendo de una manera sinceramente feliz, cosa que les dio escalofríos a ambos - os acordáis aquel verano que fui de vacaciones a Miami?- los hermanos asintieron- bien pues allí conocí a Ryou y nos enamoramos, pero por ciertos acontecimientos perdió su memoria, al final volvimos los dos a Japón si saber que vivamos en el mismo país, mucho menos en la misma ciudad, y hoy, después de tres años, nos encontramos, al parecer lo único que necesitaba para recordarme era un empujoncito...
-Mmmm, no lo acabo de entender, ¿por que perdiste tus recuerdos?- pregunto curioso el peliverde
-pueees..- iba a comenzar cuando abrieron la puerta dejando ver a Yugi y Yami- ¿que ha pasado? Te ves pálido
-una de las reacciones de Yu-chan- explico Joey
-ah, ¿estas bien Yu?
-sip, ahora mucho mejor ^^
-por cierto ¿de que hablabais?
-veras Yu-chan, ya recorde todo
-¿en serio? Eso es muy bueno!!!
-No entiendo...- dijo Yami algo descolocado
-Vamos, sentémonos, os contaremos todo- dijo sonriendo el menor y el mayor entrelazo sus dedos con los de su amor.
Ya sentados Bakura empezó a contar.
-El verano de hace tres años ambos fuimos de vacaciones a Miami, nos conocimos en la playa por unos amigos de ambos, que por cierto, son pareja, al parecer nos dijeron a ambos que conocían a alguien idéntico, nos entro la curiosidad y ahí fue que nos conocimos. Empezamos a hablar y conocernos y nos caímos bien, al final nos enamoramos.
-pero- siguió Ryou- mi padre se entero de que estábamos saliendo y no le sentó muy bien, siempre odio la homosexualidad, así que decidió separarnos, pero estábamos ahí por un negocio, aunque a mi tan solo me llevo porque le dije que tenia unos amigos que hacia tiempo no veía, puede que no lo parezca, pero a mi padre le parece muy importante la amistad, porque casi siempre la lealtad esta ligada a ese sentimiento, y eso en un hombre de negocios es muy importante, así que me dejo ir. Claro esta como ya os he dicho, estaba en medio de un negocio, así que no pudo sacarme de Miami, por tanto tuvo que buscar otros métodos y esos fueron inyectarme una droga que me dejaría K.O. durante 48 horas y el terminaba con las negociaciones sobre el puñetero contrato en día y medio, así que las cuentas le salían sin calculadora.
-pero resulto ser que si se inyectaba un mililitro de droga mas de la necesaria, causaba efectos secundarios como insomnio, vómitos...lagunas mentales...- prosiguió Bakura-
-cuando fue a inyectármela- empezó de nuevo el de ojos chocolate- me moleste mucho así que empezamos a discutir, tanto lo hice rabiar que no midió bien la cantidad que puso, pues lo hizo a prisa y corriendo, al ver que me iba de su despacho, así que me la puso sin mas, cuando desperté habían pasado 2 semanas, al parecer fue tanta la droga que dormí mas de lo que debería y a parte no recordaba casi nada, así que aprovechando que tenia lagunas, mi padre empezó a llenarme la cabeza con ideales suyos y que sabia que yo nunca acepte, pero como no estaba en mis cinco sentidos aprovecho la situación. Un día comencé a recordar vagamente y tuve muchas dudas y os llame a vosotros- dijo mirando al resto de Magic- por si sabíais lo que había pasado, ninguno sabia nada. Un día me llamo Celia, que es la amiga que me presento a Bakura, preguntándome si estaba bien, donde estaba y que los tenia preocupados y que Bakura no aparecía por ningún lado, no entendía a que se refería y mucho menos sabia quien era Bakura. Le pregunte y me contó, pero justo cuando iba a decirme que me presento a Bakura, mi padre llego y furioso me quito el teléfono, corto la línea y me encerró en mi cuarto, a partir de ahí, vosotros cuatro ya sabes la historia.
-Sip, un día, cansado y estresado de hacer tu trabajo de decorador y el suyo, y que varios clientes lo tenían hasta el gorro, Joey fue hasta tu casa, les partió la cara a los de seguridad por no dejarle pasar después de media hora de poner a prueba su poca paciencia en esos momentos, porque menos mal y que dios nos amparara si no fuera así, a cambio de saber pelear como Atila el uno cuando te lo propones, tienes mucho autocontrol- dijo mirando al rubio- y ya de paso le pego un puñetazo a tu padre que lo dejo en el suelo cuando te empezó a insultar delante de el, ya que descubrió que habías recordado que te gustaba un hombre, no cual, pero te gustaba un hombre y como tu mismo has dicho antes, tu padre odia a los homosexuales... si- suspiro el tricolor menor después de haberlo dicho todo de un tirón- definitivamente nos acordamos.
-Mas que nada por la demanda de allanamiento de morada- Joey bajo su cabeza, mientras Moki enumeraba hechos- de obstrucción a la justicia, por haberle partido la cara a dos oficiales- la bajo todavía mas- y por agresión ¿verdad, Joey?- le dijo Mokuba, los demás solo enarcaron una ceja y lo miraron.- francamente todavía me pregunto como salimos de aquella- dijo suspirando.
-Oye, ellos empezaron, además y tu que decías que eso de haber sido pandillero en mi adolescencia no me iba a servir de nada, ja! Y de todas maneras... vosotros mismos habéis dicho que tengo mucha paciencia y autocontrol, pero en esos momentos se me acabo, así que...- dijo orgulloso
-Eso es verdad, no rompías escaparates ni robabas, pero defendías a los tuyos y no usas los puños como un descerebrado - dijo serio, se levanto hasta y fue hasta Joey- buen perro, lo hiciste bien- le dijo acariciando su cabeza y el rubio enarco una ceja.
-...muy gracioso...- todos se echaron a reír- por cierto ¿qué paso contigo después de que drogaran a Ryou? Porque no creo que te quedaras de brazos cruzados, ne?
-cuando me entere fui corriendo a la mansión Williams, entre justo como lo hiciste tu cuando fuiste a por él, por cierto buen trabajo- le dijo sonriendo
-gracias ^^
-eso, tu encima dale ánimos ¬¬- le dijo Moki
-perdón, como iba diciendo entre partiendo alguna cara y salí con Ryou en brazos, pero la droga no desaparecía todavía y me preocupe, lo tuve conmigo durante una semana y nada funcionaba, al final Celia y Marcos, el otro amigo que nos presento, me dijo que en una aldea no muy lejos de ahí havia una curandera que sabia mucho de plantas medicinales y eso, que cuando a alguien le mordía una serpiente venenosa o algo por el estilo, iban y salían de ahí vivitos y colendo, así que lo lleve, pero antes de llegar su padre nos intercepto. En la huída tuve que pasar por una carretera que había en el acantilado, el viejo loco disparo a las ruedas de todo terreno en el que íbamos y caímos barranco a bajo. Cuando tocamos suelo el impacto fue tal que Ryou tuvo un momento de lucidez y despertó, me llamo, pero yo estaba medio inconsciente, entonces unas rocas nos sepultaron y yo quede inconsciente, mientras que él, dormido de nuevo.
-Tuvimos suerte las rocas nos sepultaron, pero no nos aplastaron, así que solo fueron algunas magulladuras, heridas algo profundas y la inconsciencia, pero mientras Bakura estaba en el hospital recuperándose del accidente, yo ya estaba en dominó. Y de ahí hasta hoy pasando por lo de Joey.- Joey desvió la mirada, topándose con la divertida de seto, y solo atino a sonrojarse algo y enarcar una ceja.
-Escribís un libro con esa historia y os forráis...- soltó Yami
-Estoy de acuerdo- dijo Max
-Bueno, dicho esto ¿que tal si vamos a cenar? Después os prepararemos entre todos vuestras habitaciones...
-¿habitaciones?- preguntaron los dos albinos y los dos tricolores.
Fueron a preparar la cena y mientras le explicaron al resto el porque compartirían casa durante algún tiempo, los otros estuvieron de acuerdo. Sin mas cuando acabaron de cenar salieron al jardín, por la zona de la piscina –en la noche se activaban automáticamente los farillos- y estuvieron por ahí un rato..
Los albinos se sentaron en el césped, contra uno de los árboles, y aprovecharon que ya todo estaba bien para hacerse las carantoñas que en tres años no pudieron. Bakura se sentó al estilo indio con la espalda contra el tronco del árbol y Ryou se sentó en sus piernas apoyando la cabeza en el pecho del mayor. De vez en cuando se daban algún que otro beso, no paraban de susurrarse palabras de amor eterno y mantuvieron las manos entrelazadas todo el rato.
Joey y Yugi habían ido a la cocina a preparar unos chocolates calientes.
Mokuba, Max, Noah, Yami y Seto estaban de nuevo donde los sofá-columpio.
-Tengo una cosa que deciros- los otros prestaron atención a las palabras de Moki- ahora que vais a vivir aquí, puede que veáis cosas bastante inquietantes en cuanto a Yugi y Joey se refiere, quiero que lo sepáis aunque sea por encima para que no metáis la pata cuando se presente alguna ocasión de ese tipo.
-Moki!- le reprendió Max
-lo siento, pero es verdad, ¿qué vamos ha hacer si Yugi vuelve a tener una reacción? ¿y si Joey empieza de nuevo con la paranoia de ‘’no debí haber nacido’’? ¿qué haremos cuando se pongan así y ellos sin saber nada, intenten ayudar y empeoren las cosas? Te recuerdo que cuando tu entraste no tenias ni idea del pasado de esos dos y cuando fuiste a ayudar, sin tener ni idea, Joey tuvo que ir al hospital por un ataque de estrés que le hizo hiperventilar, ¿qué haremos si vuelve a suceder? Porque esta vez puede que no corra la misma suerte y no se salve, y lo mismo podría pasar con Yugi, no podemos dejar que vivan en esta casa sin saber que sus actos o comentarios podrían tener unas consecuencias...- le explico exasperado pero sin levantar la voz
-Entiendo, yo también lo he pensado, pero es que...la ultima vez que se lo explicamos al sustituto de Mai, porque casi la pifia, los trato como si estuvieran enfermos, ellos se acabaron dando cuenta y se deprimieron muchísimo, no quiero que eso vuelva a suceder...
-Bueno, basta, ¿se puede saber que pasa?- dijo seto ya harto de tanto misterio- no los vamos a tratar como si estuvieran enfermos...
-Contádnoslo, los seguiremos tratando como hasta ahora, lo prometo...- respondió el hermano menor
-y que es eso de ‘’no debí haber nacido’’?- pregunto el tricolor mayor
-Veréis eso no es exactamente una paranoia que tenga Joey...-los otros lo miraron sin entender- es lo que sus padres le inculcaron desde que nació, a base de maltratos, castigos severos, palizas, humillaciones, recuerdo que por una paliza que le dio su padre cuando iba a tercero de la ESO, nuestro amigo paso tres meses en coma...- dijo tristemente
-perdón?- ninguno de los tres podía creérselo, habían escuchado casos así en la televisión, pero oírlo del amigo de alguien que había pasado por eso y que ahora mismo les estaba preparando chocolate caliente con una sonrisa en el rostro...era difícil de creer, no, de asimilar...
-lo que Moki quiere decir es que Joey fue fruto de un embarazo no deseado, su madre ya estaba casada, fue una aventura que tuvo con el Sr. Wheeler, pero su marido empezó a notar cierta tripita mas redonda que de costumbre y se acabo enterando, el no podía ser el padre, puesto que era estéril, así que se separaron. Cuando Joey nació lo dejo en casa de su padre ya que ella no quería saber nada de ese ‘’niño de demonio’’, como hoy en día lo sigue llamando, pero cada cierto tiempo iba a casa del Sr. Wheeler, con la excusa de que si no le daba dinero lo iba a demandar o yo que se que cosas, y así empezaron las peleas.
Joey creció entre insultos, golpes, gritos, de todo...
-todos nosotros nos conocemos desde preescolar y sabíamos de la situación de Joey, aunque cada mañana viniese con una sonrisa en el rostro, en educación física cada vez que nos cambiábamos, podíamos ver su piel llena de cardenales, cada vez nos sentíamos peor por no poder ayudarle, asta que un día sucedió...Cuando cursábamos bachillerato, Joey no vino por una semana, lo llamábamos y no contestaba, un día Yugi se harto y fue a visitarlo sin decirnos nada a Ryou o a mi. Cuando llego, Joey estaba siendo brutalmente apaleado, cual perro callejero, por su padre. Yugi fue a pararlo, pero recibió una botella de licor en la cabeza que lo dejo aturdido, así que no se podía mover, solo podía ver como a su amigo lo estaban a punto de matar, y oír los gritos incesantes cargados de odio e insultos hacia Joey por parte de su padre, entonces conocimos a Mai por casualidad, Ryou y yo íbamos de camino a casa de Joey, también para visitarlo y casi nos atropella porque cruzamos sin mirar. Como disculpa nos llevo hasta allí y cuando bajamos del coche oímos los gritos y los golpes, entramos corriendo y Mai, con una silla le pego en la cabeza y dejo inconsciente al padre de Joey, pero antes de caer en la inconsciencia total, no se le ocurrió mejor frase para su hijo que ‘’nunca deberías haber nacido’’. Joey quedo muy traumatizado, y entre eso y la tremenda paliza quedo en coma durante seis meses. Le costo mucho rehabilitarse pero cuando lo hizo, entro en su casa sin miedo, hizo las maletas sin siquiera mirar la casa de nuevo y se fue a vivir con Yugi y su abuelo, el Sr., moto; pero de vez en cuando tiene pesadillas en las que recuerda la mirada y las palabras cargadas de rencor de su padre y se deprime mucho.. otras veces le da por pensar de mas y cree que no tiene derecho a ser feliz porque le arranco la felicidad a sus padres. Aun así salió del bache, con mucho esfuerzo, pero salió...
-en cuanto a Yugi desde que se vio tan impotente viendo a Joey en esa situación y sin poder oír otra cosa que no fueran gritos de odio, el peque, cuando oye una grito de puro odio, como el que soltó tea, se derrumba, aunque le dura muy poco, pero se derrumba...
Los tres se quedaron petrificados.
-Por favor, no los tratéis como si estuviueran enfermos, eso les sentara peor...os hemos contado esto porque vais a vivir aquí y porque os habéis ganado nuestra confianza en muy poco tiempo, no hagáis que me arrepiente de haber confiado en vosotros...
-no te preocupes, pero es que no es lo mismo oírlo por la tele a que te digan que los que te están preparando un chocolate caliente y salen de la cocina ahora mismo saludándonos con una sonrisa han pasado por eso- dijo del tirón Noah levantando la mano saludándolos, todavía un poco shockeado.
-Lo se, la palabra exacta para describirlos seria ‘’fuerte’’...- dijo Max, como por inercia- recuerdo que el día siguiente a llegar, Joey tuvo una de esas pesadillas y se veía francamente mal, así que empecé a atosigarlo con preguntas como ‘’necesitas que llame a alguien? Si tu padre o tu madre están te podrían ayudar...’’ y cosas así, el chico se puso mas nervioso y empezó a gritar ‘’no, por favor, cualquier cosa menos llamar a mis padres...’’ mientras lloraba- suspiro- jamás me olvidare del rostro de Joey, parecía un niño asustado...no, aterrorizado...
El CEO se quedo impactado, alguien como Joey que había pasado por eso, ahora mismo mantenía una sonrisa que eclipsaría al sol, alguien que había pasado por eso, no se había rendido, había seguido a delante, construyendo su camino con sus propias manos, alguien como el se acababa de ganar el respeto de seto Kaiba, la persona, no el empresario.
-(ahora entiendo perfectamente tu reacción, mi hikari- pensaba Yami, que se había dado cuenta de que se había enamorado a primera vista del de ojos amatista, y ya lo tenia mas que asumido, pues cuando defendió a Yugi, toda su furia se desato, pues en circunstancias normales ni borracho le levantaría la mano a una mujer, era sobretodo un caballero, pero es que además cuando lo abrazo para transmitirle tranquilidad, sintió una calidez en su pecho, que hasta entonces desconocía...y le gusto. Le gustaba ver la sonrisa del menor, como la que le dio en la mañana al saludarlos en la cocina, le gustaba su aura de pura inocencia y alegria, le gustaba esa calidez que desbordaba, ese niño era pura luz, era su hikari. El ojirubí no era la mano derecha del ceo y Noah por ser idiota precisamente, se dio cuenta en seguida de que era lo que sentía hacia el pastelero de Magic- juro que esta vez te protegeré de lo que venga...)
Cuando llegaron el pastelero y el fotógrafo, se los quedaron viendo divertidos.
-¿Se puede saber que os pasa?- pregunto Yugi- ¿hola?- dijo agitando su mano por delante de Atemu
-¿eh? Ah, no nada, Yugi, nada- el mayor le sonrió tiernamente, cosa que hizo sonrojar al menor, y eso a Yami le pareció adorable- anda siéntate- le dijo palmeando la otra plaza del sofá. El menor se sentó cuando le dio su taza a Moki y Yami.
El rubio por su parte les dio su taza a Max y Noah, cuando iba a dársela a Seto, este estaba como ido, así que decidió molestarlo un poco para que reaccionara:
-Oye ricachon engreído, despierta, que no soy tu mesita para aguantarte la taza!!- a los otros les salió una gotita marca anime-
-¿Como me has llamado estúpido perro?- dijo el castaño mosqueado
-¿Perro?- enarco una ceja algo careado
-Oh, oh, aquí se va a armar la marimorena- dijo para si Moki
-No te preocupes- le dijo Max cogiéndole de la cintura, mientras los otros dos le hacían la competencia a la primera guerra mundial- ¿quieres ir a dar una vuelta por ahí?- le dijo en tono sensual y guiñándole un ojo. Moki se sonrojo a mas no poder. De repente noto un aura pesada y demoníaca detrás suyo y vio allí a Noah, que de la fuerza que ejercían sus manos en la taza, la estaba desquebrajando.
-Aquí vamos de nuevo amigos- dijo con una sonrisa nerviosa.
-MALDITO BASTARDO, SUELTA A MOKI, QUE ES MIIIIOOOOO
-SIGUE SOÑANDO PELO CHICLE DE MENTA, QUE YA VEREMOS CUANO DESPIERTES
Yami y Yugi se miraron entre si para luego echar a reír suavemente por la situación, es decir, no todos los días se tenia al CEO mas importante, frío, calculador y maduro- para la edad que tenia- de Japón perdiendo los estribos por un fotógrafo que acababa de conocer y lo había llamado ‘’ricachon engreído’’, un triangulo amoroso y dos albinos que se comían a besos pasando de todo el mundo, si definitivamente era un cuadro muy gracioso a la vista.