“Que estupidez. Trabajar aquí es una estupidez, este lugar y la gente también son una estupidez.
Por qué no mejor opte por trabajar en un hotel? … o tal vez, no sé, el cine o siquiera una juguetería? … No no, allí hay demasiados niños. No sé, siquiera un lugar normal o no tan vergonzo… “
-Jun…
-…so…vergonzoso…
-¿Qué?
-Eh...No nada Kenji-San – sonreí lo más normal que pude
-Ah sí, claro. Por cierto, la mesa 6 solicita tus servicios
-P-Pero solo soy el cantinero, no el mesero- “¿Que pensaron?“Es un prostituto” ¿no? Pues no, sigan soñando, soy mesero.”
-Sí, pero les pareciste lindo
-¡Pero aquí ni siquiera hay mesas!
-Claro que sí, las colocamos hoy – se rascó la cabeza dando un intento de imagen de niño inocente y sonrió el muy bastardo... Ejem, digo…Sonrió el muy Kenji, bueno es casi lo mismo.
-Bieeeen ~ Ya voy, ya voy – dije brincando ágilmente la barra sin importarme que hubiera personas del otro lado ni el hecho de haber golpeado a unas cuantas en el momento.
“Un bar gay, un bar gay.
¿Cómo pude aceptar el trabajar aquí? Estúpido Shou que me convenció para ganar dinero. Aparte, ¿¡cómo se le ocurre a él también abrir un bar así!? Y lo peor, contratar heterosexuales como yo para que hagan este tipo de trabajos… ¡Y peor aún! Contratar a la persona que más me odia para que sea mi jefe.
Oh no, esto no se quedará así. El muy idiota sabía que yo nunca aceptaría trabajar en un lugar así, por eso no me dijo nada y me dijo que sería un bar familiar. Pero me vengaré, me vengaré, esto no se quedara así Shou! Muahaha… “
-Hola lindooo ~ - esa última silaba me sacó por completo de mis pensamientos dejándome petrificado
-Eh... Buenas noches- dije acomodándome la corbata dentro del chaleco negro, que por cierto no me quedaba nada mal, para verme más“presentable”.
-No tienes que ser tímido. Hay mira, se arregla para nosotros amor ~
-… ¿Qué desean ordenar?
-Bueno yo quiero una cerveza bien fría…
– “Vaya, creí que pediría agua con rodajitas de limón”
-Y él... Miku que quieres tú?
-Irme…
-Hay bebe, no seas así, aún ni siquiera han llegado los demás
-“¡oh no! ¡Por favor que no vengan más! Así el bar quedará en bancarrota y tendrán que cerrar o convertirlo en un Maid Café “– deje mis pensamientos de lado y me concentre en mi trabajo- ¿Entonces, nada más será la cerveza?
-A mi tráeme algo fuerte para hacerme olvidar que estoy aquí
-Algún día tenías que venir a un bar gay si eres gay – hizo puchero el rubio que parecía niña
-¿¡Pero Bou, tenía que venir así!? – Señalo iracundo hacia el traje rosa mexicano con lentejuelas enormes que vestía el castaño
-¡Pero si te ves hermoso! Kyaaa ~
-“WTF” Eh si… ahora vuelvo con sus tragos- volví hacia la barra y mande a cualquier otro empleado a la mesa 6. Yo tenía asuntos pendientes por resolver.
“No es justo, Kenji no se arriesga tanto como yo.
El solo se queda sentándote replanando su enorme traserote en alguna silla junto a la barra vigilándome o buscando algún pretexto para regañarme, o algunas otras veces se queda en su oficina haciendo sabe que cosas, que por mi salud mental prefiero NO saberlas.
¿¡Que privilegios goza él?! Necesito hablar seriamente con ambos, capaz que un día de estos, algún cliente me secuestra, y no solo eso, ¡me viola!
¡No no no! ¿Qué dirían los periódicos?
“-Niño lindo que trabajaba en un bar gay fue encontrado en un callejón oscuro desnudo. Después de ese día quedo traumatizado y sin poder sentarse- “
Que feo destino… “
-Oh Jun. Hablábamos sobre ti- Dijo Shou desde un amplio sillón rojo sentado en la oficina de Ken ji (Si, Kenji tenía su propia oficina mientras que yo no tenía nada… Aun me sigo preguntado si era necesaria una oficina dentro de un bar)
-¿Eh? “¿Cómo llegué aquí?” – entre algo confundido aún-Sobre mí?
-Sip, ahora serás cantinero y mesero – sonrió Shou
-¿QUÉÉ!? ¿¡Por qué no pones a Kenji de mesero!?
-No gracias, estoy bien aquí trabajando entre papeles y deberes-suspiro
-¿¡Trabajar!? Pero si te la llevas en Facebook!
-Te le llevas en Facebook!?
- “Así es Shou, regáñalo, despídelo…”
–¿¡Y no me has agregado!?
-“Par de idiotas”
-Pero si ya te sigo por Twitter, y estoy al tanto de tus ficks en Amor Yaoi, ¿Qué quieres que te tenga todo acosado?
-Pues…
-¿¡Podrían enfocarse!? Shou quiero otro empleo
-¿Me dejaras aquí solito con todo esto? – hizo el puchero más falso que vi en toda mi vida… igual me convenció un poco
-Es que no me siento cómodo siendo mesero- me senté junto a él en el sillón rojo- Y a veces me coquetean los clientes siendo cantinero
-Mentira- replico Kenji tras el monitor
-¿Qué? ¿Tú como sabes eso?
-Porque yo te espío y vigilo todo el tiempo
-Sí, me miras pero no escuchas
-… Tendré que implantarte micrófonos- Medito Kenji muy tranquilamente cómo si acosarme fuera lo más normal del mundo
-Shouuu ~ Me trata como si fuera un niño – hice puchero para ver si tendría el mismo efecto al que hizo Shou hace poco
-Oye espera
–“funcionó”
- Yo no te apoyaré económicamente para eso – se acomodó recostándose completamente en el sillón
-“no, definitivamente no funciono”
-Bien. Ven Jun – Kenji se levantó y me tomo de la mano llevándome hacia afuera
-¿A-a dónde vamos? – me sonroje levemente… solo levemente. Pero es que cualquiera lo hubiera hecho ¿no?
-… - se acercó a mi oído y susurro- voy a prostituirte porque necesito el dinero – en eso soltó mi mano para dejar libres las suyas y ponerlas alrededor de su boca – ¡¡SE SUBASTA NIÑO LINDO!! – Gritó
-Queeee? Noo ~ -Chille asustado
-¡¡Yo ofrezco $200!!
-¡¡Yo $300!
-¿Quién da más? ¿Quién da más? – gritaba emocionado Kenji
-“Debí portarme realmente mal en mi vida pasada para merecerme esto”
-Recuerden que él podrá hacer lo que sea que le pidan, si yo fuera ustedes ofrecería mas
-Yo ofrezco $2,000 –exclamó un hombre al fondo
-No, tú no- susurro Kenji pero lo suficientemente fuerte para yo poder escuchar-¿¡Alguien que ofrezca más!?
- 2,500- dijo un anciano
-“¿Pero que rayos fui un asesino serial? Cuando me refería a que lo merecía no me refería a tan específicamente”
-3,000 – dijo el mismo hombre de antes que se encontraba en el fondo
-¡usted anciano! ¡Ofrezca más!
-¡Ofrece tu idiota!
-A ver vejete…
-3,000 a la una- decía el extraño hombre mientras se abría paso entre la multitud
-Kenji tengo miedo- le susurré jalando fuerte su camisa como niño chiquito
-También yo Jun, también yo
-¿¡Que!? Pero si esto fue tu idea
-3,000 a las dos – dijo sonriente detrás de su sombrero que apenas dejaba ver la mitad de su rostro
-¿¡Y si me viola!? – trataba de susurrar pero mi miedo me hacía casi gritar
-Ese es el punto… Por qué no mejor ofreces dinero por ti mismo?
-¿¡Quee!? Esta fue tu idea, si muero quedará en tu conciencia
-No te preocupes, mi conciencia ya no está muy limpia que digamos
-Wtf? Y no puedes cancelar la subasta?
-3,000 a las tres- dijo el misterioso hombre ya frente a nosotros- Lo siento pero es demasiado tarde para cancelarla- sonrió y por alguna razón se escucharon insultos y reproches al fondo… todos me aman lo sé.
-No me viole – suplique- por favor
-Está bien, has ganado. Ahora paga Akira
-Eh?¿Lo conoces?
-Amigos de la infancia ~ - bufo Kenji – Primero paga y después te doy al niño, iguana
-Veo que no has cambiado – dijo el rubio quitándose su sombrero y su enorme gabardina negra- Aun puedes reconocerme
-Me es difícil saber que eres tu cuando no llevas tu cabello alborotado y no traes contigo tu famosa bandita en la nariz
-Espera… ¿Eres R-re-reita!? ¿¡Enserio, enserio!? – me emocione, puede que hasta se me halla iluminado la vista
-Jun, contrólate o te dará un paro cardiaco – bromeo el estúpido de Kenji… siempre arruina mis momentos felices
-Jaja si, si lo soy. Me alegra el poder hablar con un fan tan bello como tu
-Cuidado, se te sale el ego
-Uy, se me sale… cuidado
-¡puerco! Veo que sigues siendo el mismo pervertido. Te deseo suerte Jun… Jun?
- *----* Reitaaa ~ - “Trata de no emocionarte Jun. Cuenta hasta 10”
-… Y pensar que hasta hace algunos momentos planeaba correr hasta México descalzo y sin agua para huir de ti – se burló Kenji – Bien los dejo solos… En cuanto me pagues – extendió su mano
-Hey no soy una prostituta! – dije saliendo de mi transe y limpiando la baba de mi barbilla-
-Estas en todo lo cierto. Las prostitutas cobran menos y están mejores que tu – dijo Kenji .. ¿molesto?
-Cierto… bueno dicen – secundo Reita poniendo el dinero en la mano de mi “padrote”
-como me quieren – hice puchero- y tú porque te enojas si todo esto fue tu idea?
--si , Si – contesto zarandeando su mano al frente y atrás-ya pueden irse, yo iré por los micrófonos- y así sin más, salió dejándonos solos
--micrófonos?
- Es mejor que no preguntes…
-Ah, ok… - dicho eso me cargo y subió sobre su hombro obligándome a salir del lugar
-A donde me llevas?! “ lo sabía, moriré joven y sin poder dejar herencia”
-A mi casa, ahí nadie nos molestara
-Pero yo no quiero
-Te podría enseñar mi colección de banditas para la nariz, y si te portas bien te dejare probártelas
- *----* - y así fue como quede de nuevo en una especie de transe…
~ Mientras tanto en el lugar donde se encontraba Kenji ~
-Me da unos micrófonos de esos de espías, por favor?
-Eh… señor, esta es una tienda de mascotas
-Y no vende micrófonos espías mascotas? “ como rayos llegué aquí? “
-No, seguro se equivocó de tienda.. o llegó tarde a la repartición de cerebros
-“ Estúpido Jun, estúpido Reita. Conociendo a esa iguana deforme ninfómana, ya han de estar teniendo sexo. Estúpido yo por haber vendido a Jun sin siquiera..”
-Señor? Señor? Imbécil!
-Ah… eh? Gracias “será mejor que me vaya de aquí, me miran raro…”
~ Mientras tanto en el lugar de Shou~
-Ah ~ como amo este sillón – dijo recostado en el espacioso mueble color rojo – Aunque nunca había podido estar tanto tiempo en él ya que Kenji siempre me pide a gritos que me vaya de su oficina … Donde rayos está Kenji?! – salió de la habitación y fue a buscarle al frente del bar
Para su sorpresa se encontró con un grupo de hombres enfurecidos esperando a que subastaran más gente, sus trabajadores refugiándose tras la barra y a un hombre con un traje de lentejuelas muy llamativo bailando arriba de una mesa.
- Pero que rayos está pasando aquí!? – grito iracundo
- Todo es culpa de Kenji y Jun! – exclamó un pequeño mesero que estaba escondiéndose bajo una mesa
-Oh cuando los vea no se le van a acabar…