Despertó, una niña pelinegra lo esperaba fuera de su habitación, observo al hombre que se encontraba a su lado y de sus labios se escapo un pequeño suspiro, odiaba cuando esto pasaba pero era su deber no podía hacer otra cosa lo había sabido desde siempre, al menos desde que tenia uso de memoria, se levanto y vistió, su ropa habitual, nada del otro mundo, salió de la habitación y le sonrió a la pequeña, en menos de un segundo no se encontraban ahí.
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-Lalihoooo- el vocalista de Bad Luck con su, aparentemente, inagotable energía llegaba a su trabajo, un poco tarde
-Pink boy llegas tarde- fue lo que le dijo K, su manager nada mas lo vio y amenazándolo con su magnum lo obligo a escribir la letra de la nueva canción, este sin duda seria un largo día…
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Se había hecho de noche y no se veía ningún alma en la calle excepto un peliverde que regresaba a casa luego de una larga jornada de trabajo en NG Records.
Caminaba sin pena alguna hasta que paso por un callejón y tuvo una especie de deja vú sintió escalofríos y apresuro el paso, el viento comenzó a soplar mas fuete y el silencio se acentuó mas en ese lugar, el chico se sintió aterrado y ya no pudo seguir caminando, a pesar de que su instinto le decía que debía huir lo mas rápido posible de ese lugar su cuerpo no le respondía victima del miedo.
Sintió como algo se movía a su alrededor y de la nada apareció una mujer con ropas extrañas y muy escasas que le provocaba un miedo indescriptible
- así que tu eres amigo del “príncipe”- -te matare y vamos a ver que hace ese idiota al enterarse- dijo con una voz escalofriante
El peliverde no pudo decir nada presa del pánico no sabia de lo que estaba hablando esa mujer y no le importaba saber, aunque algo en su interior le decía que no era una mujer pero entonces que era.
- no dices nada? Bien entonces morirás aquí mismo- dijo “la mujer”
- no tan rápido- se escucho una voz que al peliverde se le hizo conocida
- así que viniste a salvar a tu amiguito- dijo con desprecio- no entiendo como puedes involucrarte con simples humanos-
- para tu información esos simples humanos son mis amigos y no dejare que les toque un pelo-
De la nada algo corto el cuello de la mujer y enfrente del peliverde apareció otra persona a la que pudo reconocer perfectamente, por su cabello de un extraño color rosa y sus ojos color amatista que resaltaban aun en la oscuridad
- Shindou-san…- fue lo único que pudo decir el peliverde antes de desmayarse
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Estaba en la sala de un hospital esperando por noticias de su compañero.
Llego tan rápido como pudo después de recibir una llamada de Shuichi diciéndole que había encontrando a Suguru inconsciente cerca de NG Records, K-san y Seguchi-san también se encontraban ahí, eso era lo normal considerando que el primero era su manager y el segundo su primo, lo único fuera de lugar era la niña que dormía reposando su cabeza sobre las piernas se Shuichi, por lo que se acerco a su amigo evitando despertar a la pequeña para preguntarle quien era.
-Es la hija de Rin…- fue su respuesta y después de eso el silencio se volvió a instaurar en la sala, pero solo duro unos minutos ya que el doctor apareció diciendo que el chico estaba bien, al parecer solo había sufrido un desmayo debido al estrés causado por los preparativos del nuevo álbum que la banda lanzaría al mercado. Y con esta revelación se fue mas tranquilo a su casa sabiendo que todo estaba bien.
O al menos eso creía él…