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Recuerdos de un angel por astharoth

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Notas del fanfic:

Esta novela es completamente ficticia por lo cual cualquier parecido con la realidad no es más que coincidencia.La reproducción parcial o completa del mismo representa  un plagio  y una ofensa para el esfuerzo así como la dedicación de este.

 

Este es la primera parte de la serie de "la becha entre los vivos y los muertos" 

 

 

 

Espero que  sea de su agrado así como también sus comentarios estos serán bien recibidos mientras que se realicen con respeto hacia el autor.

Notas del capitulo:

Espero les guste este one-shot asi como espero sus comentarios con consejos y recomnedaciones.

Gracias

“Hay una antigua leyenda que cuenta que el día primero y segundo de noviembre una brecha se abre entre el mundo de los vivos y el de los muertos, dejando pasar a toda clase de espíritus y espectros… ¿Qué tan cierto será esto? Y si lo es ¿Qué es lo que realizan durante estos días, a quien buscan?”

 

 Día de Todos los Santos.

----- 1° de noviembre del 2011 -----

La noche empezaba a caer empezando a sonar el reloj que se encontraba en mi habitación, anunciando las 8. Esa noche no quería estar en mi recamara, aquella que me traía tan alegres recuerdos hoy era como un imán con carga idéntica a la mía que me repelía manteniéndome estático en el sillón de mi sala observando el altar que yo mismo había preparado para él.

La sala se encontraba bellamente decorada  con papel picado de distintos tonos y figuras, flores de cempasúchil  adornaban cada esquina de la habitación así como  sobre la mesa estaba un hermoso arreglo con estas; había cortado los tallos de las flores dejando solo los pétalos naranjas juntos colocando una tras otra formando una corona y justo en el centro del mismo velas en distintos tonos: amarillo de la alegría que mi pequeño poseía, blanco su pureza, roja del amor que sentía por él y azul… la paz y tranquilidad en la cual el ahora descansa. Alrededor de este había puesto todo tipo de comidas que le gustaban, o mejor dicho, todo tipo de postres que le gustaban predominando el chocolate y las fresas como ingrediente principal. Y finalmente una pequeña caja cubierta de papel lustre celeste con una nota donde decía “feliz aniversario” a lado de una foto de mi pequeño y un anillo frente a ella.

Ese día cumpliríamos seis meses de estar saliendo por lo cual había comprado su obsequio semanas atrás, sin saber que el nombre de: DYLAN HOPE CUPER aparecía en la lista de encargos de la parca…

Recuerdo claramente el día de su muerte al igual que recuerdo cuando lo conocí…

..........

------  11 de abril del 2011 ------

Esa tarde había ido a componer una luz eléctrica a casa de una clienta, quien al verme se quedo en silencio observándome de arriba abajo inspeccionándome; mi cabello es completamente negro y corto apenas llegando a tocar mi cuello, mis ojos del mismo tono que este y mi piel acanelada, no era nada llamativo o guapo, desde mi punto de vista era simplemente común.

-          adelante, pase  lo guiare al cuarto donde se encuentra el problema-seguí a la señora hasta escaleras arriba donde, según lo que me había dicho por teléfono, el enchufe se había quemado.

-          aquí es- cometo está abriendo  la puerta dejando ver en su interior una pequeña pila de peluches que se encontraban en una esquina del piso, donde además de la cama estaban varios muebles y un pequeño ropero, al parecer era la recamara de un niño de alrededor 10 años.

-          Dylan, no te había dicho que arreglaras tu cuarto – grito la señora al lado de mi oído, causándome una molestia que tuve que ocultar recuperando mi parsimonia.

De repente un ruido extraño que salía del ropero hizo acto de presencia, causando que ambos diéramos la vuelta para investigar que era, tranquila ella se acerco  a este y lo empezó a abrir…

-          ¡sorpresa mami!-un niño había saltado desde dentro del ropero haciendo que la anterior mencionada cayese hacia tras con él en brazos.

-          quieres darme un susto de muerte, venga vamos a pararnos que aquí se encuentra en electricista-la señora le sonreía con ternura al pequeño dándole un pequeño beso en la frente, mientras este cerraba los ojos disfrutando del contacto con su amada madre, cortando ese acto de amor el niño comenzó a levantarse de sobre ella permitiéndole a continuación hacer lo mismo. Una vez ya parados ambos  se dirigieron hacia mí.

-          buenas tarde señor erg… disculpe ¿cuál es su nombre?- puede por fin observar al infante notando su cabello castaño oscuro y sus ojos, que a pesar de que se viesen negros por la oscuridad, eran cafés y con un brillo en ellos. Estaba mal eso lo sé pero desde ese momento me enamore de él, de esos ojos, de ese brillo.

-          mi nombre es Pol Brown Stephens y tengo 30 años es un gusto conocerte pequeño- le sonreí con dulzura a lo cual él me la regreso.

-          hola Pol mi nombre es Dylan Hope Cuper  y cumpliré 10 este 21 de septiembre jejeje- Dylan ese es el nombre del niño que me había enamorado a primera vista.

Esa fue la primera vez que lo vi y desde ese día nos volvimos amigo, había descubierto cuáles eran sus gustos y sus disgustos, incluso había conocido a su madre, una señora amigable que acepto que yo lo recogiera de la escuela debido a que era madre soltera trabajaba casi todo el día. Aprovechando para pasar con el todo el tiempo posible juntos, y fue entonces cuando ese día llego, el día más feliz de mi vida.

----- 1° de mayo del 2011 -----

Ese día había ido a recogerlo de la escuela, como siempre estaba hay desde temprano esperando por él, al verlo salir note que algo estaba diferente tenia la mirada agachada y sus mejillas completamente rojizas, lo seguí con la vista hasta que subió al auto.

-          hola Pol- esa era otra muestra de que algo andaba mal él nunca me llamaba Pol, para Dylan era “hermano”. Preocupado coloque mi cachete en su frente revisando que no tuviera fiebre, lo que descubrí  no fue fiebre fue un sonrojo mayor de Dylan y algo que nunca pensé que pasaría.

-          ….- Dylan no había dicho nada pero al sentir mi tacto en su frente se alejo veloz de mi lado, colocando sus manitas en mi pecho formando un espacio entre ambos. Su rostro seguía agachado pero sabía que estaba totalmente rojo y un ligero temblor  comenzó en su cuerpecito.

-          ¿Dylan qué pasa?- necesitaba saber que le ocurría a mi niño, me preocupaba la idea de que alguien lo hubiera lastimado; de ser así este moriría entre mis mano sin pensarlo un segundo.

-          yo… yo quiero… saber…- su voz tersa me había sacado de mis deliberaciones, note que había levantado su rostro levemente para poder apreciar el mío ante su comentario

-          que es lo que deseas mi niño- conteste mostrándole una sonrisa causando que inmediatamente que volviera a agachar su linda carita sonrojada.

Y así tomando aire fue cuando él dijo algo que nuevamente esa  tarde nunca pensé que pasaría.

-          Yo… quiero saber si tu quieres… si quieres ser… ser mi…ESPOSO- lo ultimo lo había gritado quedando sin aire, mirándome a los ojos pese a le vergüenza causada por lo anterior dicho.

-          ¿Por qué me pides algo así Dylan?- aun con mi asombro nunca abandone la sonrisa que tenía solo para él, ¿a qué se refería con esposo?

-          Es que bueno hoy la maestra nos dijo que cuando dos personas se aman son esposos y etto… yo te… amo… ¿tú me amas?-realmente  él era especial, era aquel que me había robado el corazón, era mi niño.

 Sin decir nada solo coloque mis manos en mi cuello quitándome el collar que cargaba, donde se encontraban 2 anillos de matrimonio pertenecientes a mis difuntos padres a los cuales amaba, una vez hecho esto con mi mano derecha tome uno de los anillos, quedándome con él, y poniendo el collar en el cuello de Dylan.

-          ¿Dylan  quieres ser mi esposo?- las mejillas de mi pequeño se encendieron más que nunca, mientras miraba el collar que le había puesto.

-          Si…- fue su simple respuesta pero sabía que era por no saber que mas decir, así coloque el anillo que había sacado del collar en su manita.

-          Pónmelo-   le indique dándole mi mano.

Mi pequeño avergonzado tomo mi mano izquierda colocándolo en mi dedo, pese a los pequeños problemas que tuvo lo logro. Pero ¿Por qué lo había puesto en mi dedo medio?

-          Jeje ¿por qué lo has puesto en el dedo medio mi niño?-le inquirí juguetonamente pensando en que tal vez no sabía en cual tenía que ser.

-          Lo eh hecho porque ahí se encuentra una vena que va directo al corazón y yo quiero que tu corazón este feliz por estar conmigo así como el mío lo está- contesto Dylan  inocente a la vez que una sonrisa nacía en sus labios.

En ese instante sentí que mi corazón latía a una velocidad increíble, sin contestarle solamente arranque el auto y me dirigí a mi casa ya que era la que se encontraba más cerca en ese momento. En menos de 10 minutos ya nos encontrábamos dentro, yo arrodillado en la sala y el parado frente a mí, mientras que lo abrazaba fuertemente y en silencio unas pequeñas lágrimas caían de mis ojos.

-          ¿Por qué lloras? ¿te sientes mal?- ahora si sentía que en ese momento terminaría llorando a más no poder.

-          Lloro de la felicidad mi niño gracias-le continuaba abrazando con más fuerza sintiendo el calor de su tacto, su pecho al inhalar y exhalar, su dulce aroma que le delataba el hecho que había consumido caramelos. Todo de él me era adictivo.

Estuvimos durante casi 15 minutos, para Dylan parecía que le era suficiente con estar así mas para mí no lo era, deseaba sentir esos tersos labios. Lo sujete de la cintura atrayéndolo hacia mi sintiendo como Dylan se tensaba ante esto.

-          Calma pequeño, solo cierra los ojos y si sientes temor te soltare de inmediato- quería besar esa aterciopelada boquita de mi pequeño, pero el que él no lo disfrutase no era lo que deseaba, si él no estaba dispuesto no lo obligaría.

-          Está bien ah…- respiro hondo  y cerro sus a perlados ojos aun sin abandonar el sonrojo que poseía desde que nos encontrábamos abrazados.

Me fui acercando lentamente a su rostro, sujetando sus mejillas con delicadeza y sintiendo su respiración; cada vez que sentía que esta se volvía agitada me detenía y le acariciaba el rostro en muestra de que esperaría lo que el necesitara y  luego de sentir  que esta pasaba a ser pausada nuevamente continuaba acercándome a su rostro. Hasta que me encontré rosando sus labios con los míos, no lo bese solamente disfrutaba del tacto de estos, de inhalar el aire que el exhalaba. Sabía que tenía miedo por lo cual no quise presionarlo.

……….

-          Ese fue nuestro primer “beso”- pensaba en voz alta ya que me encontraba solo en la sala apreciando mi esfuerzo.

Luego de ese momento lo había llevado a su casa, no sin antes decirle que aquello debía de ser nuestro secreto, qué después se lo diríamos a su mamá. No quería que esta lo alejara de mí pensando que abusaría de él, todos creen que por amar a un niño pequeño se es pedófilo y que es  un acto que debería de pagarse con la cárcel, yo estoy en desacuerdo con ello. El hecho de amar a un niño no es algo que se tenga que pagar lo que si lo merece es el abusar de este, el  aprovecharse de su inocencia  para saciar sus deseos sexuales; ¡si realmente los aman  deberían de esperar lo que sea necesario para que ellos estén completamente seguros de sus sentimientos, esperar a que maduren tanto psicológicamente como físicamente!, esos son los que me dan asco los que enmarcaran su perversidad con dulces y promesas vacías a pequeños inocentes.

Yo no soy pedófilo, nunca me había fijado realmente en algún otro niño antes de él no había nada más.

“No se puede dictar de quien se va a enamorar el corazón, no se puede dictar la edad ni sexo, no se puede sobornar a Cupido para que cumpla con todos tus deseos, el amor es misterioso e enigmático si vas a amar está dispuesto a sufrir, a llorar, a esperar, está dispuesto a dar todo de ti, está dispuesto a proteger tu amor.”

Esos seis meses que pase con Dylan fueron los más felices de mi vida, llevándolo a mi casa, piscinas, museos, a todo lugar que el deseara yo le llevaba. Disfrutando de estar con él, de sus expresiones, de esos tiernos “besos” que nos dábamos a ocultas y esos de esos bracitos que me abrazaban en cuanto me veía llegar. Si, esos seis meses fueron únicos en mi vida hasta ese día.

……….

------  24° de octubre del 2011------

 

Ese día yo regresaba de un viaje ya que mi hermana había tenido su primer hijo, durante las 3 semanas que me encontré hay nunca deje de pensar en mi niño, no podía comunicarme con él debido a que me encontraba en una zona sin conexión sabia que estaría con su madre y se encontraría  bien pero algo dentro de mi me hacía sentir inquieto en cada momento, algo me decía que prestara atención a ese presentimientos pero solamente los ignore pensando que se trataba de ideas mías, que era mi amor por el castaño y el hecho de estar lejos tanto tiempo, me afectaba.

Llegue justo media hora antes de que mi niño saliera de la escuela, quería darle la sorpresa cuando me viera hay, me estacione frente a la salida y espere a que sonara la campana. Ya no tardaría. Y como si me hubiesen escuchado luego de 3 minutos esta sonó, los segundos pasaban convirtiéndose en minutos y Dylan no aparecía  preocupado me baje de mi auto dirigiéndome a la profesora, la cual se encontraba en la puerta vigilando a los niños.

-          Disculpe, buenas tardes, ¿sabe usted si Dylan se presento hoy a clases?- le pregunte educadamente mientras veía como un niño salía corriendo a abrazarme.

-          ¡Hola!-  me voltee a ver quién me abrazaba con la esperanza de que fuera mi niño pero al notar sus cabellos rubios me di cuenta de que no era él.

El niño al ver que yo no correspondía su abrazo alzo el rostro notando que yo no era a quien él esperaba y alejándose de mi sonrojado, ocultándose tras su maestra quien le acaricio el cabello mientras volteaba inmediatamente en dirección a mí.

-          Lo siento,  no soy yo la adecuada para decirle esto, pero, desde hace 2 semanas Dylan no se ah presentado a clases, debido a una enfermedad que contagio. El ahora se encuentra en el hospital- mi corazón latía a paso veloz y un sudor frio emanaba de mi cuerpo.

Sin siquiera despedirme de la maestra me aleje corriendo en dirección a mi automóvil, tenía que ir a verlo, tenía que cuidarlo, tenía que estar junto a él.

De seguro me quitarían la licencia debido a la velocidad a la cual  iba pero no me importaba, no me importaba siquiera cuantos semáforos en rojo pasaba, lo único en lo cual pensaba era en mi pequeño castaño.

Luego de 10 minutos ya me encontraba buscando, dentro el hospital, a mi niño, no fue hasta que escuche los llantos de su madre cuando note que, ya era demasiado tarde. La estreche entre mis brazos dándole mi apoyo; y aguantándome a llorar yo también; ella al darse cuenta de quién era acepto mi abrazo aferrándose a mí.

-          Porque… por que le paso esto a mi pequeño… mi bebe- ella continuaba llorando sobre mi hombro, no podía creer lo que estaba pasando, ¿acaso todo esto era un terrible sueño? Porque ya quiero despertar.

-          ¿Qué fue lo que le paso?- hable levemente pero lo suficiente para que ella escuchara, si aumentaba mas mi voz sabia que terminaría gritando y llorando en ese mismo instante.

-          Pocos días después de que usted se fuera… Dylan se corto con un metal oxidado en la escuela por lo cual le tuvieron que inyectar contra el tétanos pero… pero…-la voz se le cortaba por el llanto e inhalando continuo relatándome lo que sucedió.

-          Pero la estúpida enfermera que lo inyecto uso una jeringa que había utilizado con otro paciente el cual tenía malaria contagiando a mi bebe-en ese mismo momento mis puños se cerraron tan fuerte que sentí mis palmas sangrar así como también mi labio inferior debido a la mordida que yo mismo me estaba causando

-          Días de eso empezó a tener fiebres intensas, dolores de cabeza, vómitos y tos con sangre; para cuando comenzaron estos ya era muy tarde para tratarla, mi bebe lucho durante semanas pero… pero esta mañana empeoro- estallo en llanto entre mis brazos, mientras sentía caer las gotas de sangre de entre mis manos y de mi barbilla caía una gota de sangre.

-          ¿Dónde está?-

-          Se lo han llevado a lo morgue- no, no ese no es el lugar donde tiene que estar mi niño tiene que ser falso, un error.

Solté a su madre, quien me miro extrañada pero luego de ver a donde me dirigía no dijo nada mientras lloraba en silencio.

Luego de caminar un momento, frente a mí se encontraba una amplia puerta gris la cual tenía el letrero de “morgue” al lado, sin importarme nada entre viendo algo que me dejo helado. Mi pequeño, mi niño, mi Dylan  se encontraba recostado en una mesa de metal bajo una luz blanca. Su piel estaba completamente pálida, sus labios y sus mejillas habían dejado de estas coloreados de carmín, mientras su cuerpo estaba desnudo y cubierto con una manta blanca, la cual como bufándose de mí, no lo cubría completamente dejando a la pista sus pequeños piecitos notando que de uno de sus dedos colgaba una “ficha de datos”, donde decía el nombre de mi niño y la causa de su muerte.

Si momentos atrás estaba tratando de calmarme a mí mismo, en estos instantes ya me encontraba llorando, ni siquiera me di cuenta de cuando empecé a gritar del dolor. No era posible que lo único que me traía alegría ahora se fuera de mis manos.

“La muerte es como un niño pequeño que se encuentra aburrido, en lugar de jugar con carritos o muñecas, ella juega con nosotros. Le divierte llevarse a nuestros seres amados, le divierte vernos sufrir.”

Me acerque a su cuerpo, observándolo de cerca y estrechándolo entre mis brazos. Ese calor típico de su piel se había perdido, esas tiernas acciones de él estaban perdidas, lo había perdido. Aun no podía aceptarlo.

-          NO, PORFAVOR DESPIERTA, PORFAVOR NO ME DEJES DYLAN-

Un par de días después fue su entierro y en la misa, al pasar a despedirme por última vez de mi niño, le coloque el collar que le había entregado el día que le pedí ser mi “esposo” y sin pudor alguno le di mi último beso, como lo acostumbrábamos a hacer nosotros, rosando sus labios con los míos acariciando sus mejillas y sin evitarlo mis lagrimas volvieron a caer.

Dylan Hope Cuper, mi niño, fue enterrado en día 28 de octubre del 2011 a las 16:30 horas de la tarde, el clima era soleado como a él le gustaba, junto a lagrimas y  rosas que se colocaron en su tumba él se llevo el anillo que le di, como una muestra de que mientras él lo tuviera nunca lo olvidaría, nunca estaría con nadie más, solo el por siempre, solo lo amaría a él incluso en la muerte.

……….

La noche era fría, y en la sala de una de las tantas casa de la ciudad se podía observar a un hombre de alrededor de 30 años, que se encontraba dormido sobre un sillón color vino frente a un alta.

Pero si observabas más detenidamente podías observar una pequeña sombra  enfrente al hombre, parecía como si le susurrase algo al oído para luego acariciar sus mejillas y colocar un tierno besos en sus labios, separándose suavemente sin despertar al mayor y desapareciendo lentamente, pero antes de que terminara de hacerlo se acerco a la mesa finalmente desapareciendo por completo.

-          Dylan…- desperté exaltado.

No sé si fue un sueño o que fue lo que paso pero, sentí a Dylan a mi lado. Le escuche susurrarme al oído, sentí sus tersos y cálidos labios sobre los míos. Sé que es imposible pero es lo que yo sentí, después de acomodarme un poco el cabello, que caía frente a mi rostro, me levante del sillón y observando sobre la mesa note algo que mi impacto.

Donde anteriormente estaba la pequeña caja celeste, ahora se encontraba el anillo de matrimonio, que le había comprado para nuestro aniversario, fuera de esta y frente a la foto de mi pequeño el collar con los 2 anillos de compromiso colocados dentro de la cadena.

En ese momento comprendí que aquello que sentí no había sido un sueño el realmente había estado conmigo, el realmente me había hablado y besado. Sujete el collar entre mis manos y le coloque el tercer anillo, para luego colgarlo de mi cuello, como anteriormente lo tenía, antes de conocer a Dylan.

-          Te prometo que lo haré mi niño, juro que nunca te olvidare, pero viviré nuevamente por ti- hable al aire deseando que él lo hubiera escuchado  a contestación de lo que me había susurrado.

 

“Te agradezco todo lo que hiciste por mi pero ahora es momento de decir adiós, no culpes a la muerte por esto, no pienses con tristeza sobre mí, no dejes de vivir, te amo y siempre lo hare nunca te olvidare. Pero ahora tienes que seguir adelante, la muerte solo cumplía con su deber quisiera o no, no era su elección, si vas a pesar en mi hazlo pero piensa en los bellos momentos que pasamos juntos y déjame ir. Vive, ama, se feliz.”

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Agradesco a quienes se tomaron el tiempo para leer este one-shot. y les informo que habra un segundo one-shot con la tematica parecida invitandolos a leerla pronto.


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