…¡ESTA VEZ SI VOY A MATARLO♥♥!
Sasuke seguía sentado en la esquina de la habitación. No parecía escuchar la música festiva, y sus ojos tenían la increíble facultad de bloquear mentalmente a cualquier imbécil (hombre o mujer) que se acercara a pedirle un baile o a ofrecerle cualquier cosa que le llamaría la atención en una situación normal. No tenía interés en ninguna de las personas que parecían preocuparse por el hermanito menor del recién graduado de la universidad en torno al cual se hacía toda aquella aburrida fiesta.
Incluso un hombre algo mayor trató de llevarlo a casa, preocupado porque un niño como él estuviera en medio de tanto alcohol y hormonas; en medio de tantas cosas que pudieran corromperlo. ¿Y qué se ganó ese entrometido? ¡Que lo sacara a patadas, por supuesto! Podía parecer un niño, pero hacía un largo tiempo que había perdido su inocencia y su infancia… Él ya no era un niño, y aunque quisiera no podía volver a serlo.
Y el culpable de todas estas desgracias estaba frente a él, sin siquiera voltear a verlo, aunque todos sus compañeros parecían pedirle que volteara. ¡Qué Itachi se jodiera! ¡Qué todos se jodieran! ¿Por qué tenía el que ir allí? ¿Por qué su hermano se lo había pedido? ¿Acaso que había hecho ese hombre por él más que quitarle su recato e inocencia?
Sentía algo, algo muy distinto a “amor fraternal”, a decir verdad, esa canción que había empezado a sonar (alguna estúpida balada que solo repetía “primera vez”, haciéndolo ver como lo más importante de tu vida) solo le daban ganas de caminar por la sala hasta donde estaba Itachi, saludarlo con una sonrisa y luego partirle el rostro a puños. Es más… eso era lo que iba a hacer ¿o quién se lo impediría, de llegar a intentarlo? Comenzó a caminar cada vez más rápido hacia Itachi. Se sentía incómodo porque los jeans que tenía puestos se le ajustaban demasiado al trasero, y la corta camiseta le dejaba ver el vientre, haciendo que todos le siguieran con la mirada a través de la sala… pero siendo que Itachi era el culpable de eso, solo le daban más ganas de ir y reventarlo.
- ¿Bailamos?- ¿acaso estaba hablando en serio? Venía con todas sus fuerzas a tratar de reventarlo a golpes y al imbécil de Itachi solo se le ocurría preguntar lo más idiota de todo
- ¡Claro que no, idiota!- gritó enojado
- ¿Entonces por qué te molestas en venir?- lo sujetó de las caderas y le habló suavemente al oído, estando a punto de lamerlo con la punta de su lengua, que parecía dispuesta a deslizarse por el borde carnoso y exquisito- ¿Quieres provocarme hasta matarme de demasiada excitación contenida?
No lo había pensado así, pero si esa era una manera de matarlo, hasta de pronto podría intentarlo, y sería más fácil que simplemente cogerlo a golpes, sabiendo que Itachi era mucho más fuerte que él… en todo sentido.
Así que comenzaron a bailar. El “freno de mano” se le hacía muy útil en esa situación, pues Itachi parecía querer pegárselo al cuerpo para restregarse contra él de la manera más excitante posible… y él, como era de esperarse, no quería. Además si quería matarlo de excitación, tenía que tenerlo a punto de comérselo, pero sin permitírselo
- ¿Me estás evitando?- preguntó Itachi tratando de acercar aún más a Sasuke, pero este solo lo empujó, replanteando la distancia entre ellos
- ¿Te diste cuenta? Eso es un gran avance, tratándose de ti- Dijo con una sonrisa que ocultaba en lo profundo todo el odio que le tenía
- Vamos… ¿Qué es lo que tengo que hacer para follarte otra vez?- Dijo logrando hacer que Sasuke se congelara por unos segundos, girando el rostro hacia la pista de baile para luego volver a verlo a los ojos
- Muere- Dijo seriamente, sin un atisbo de duda- Nunca te perdonaré, así que es mejor que te mueras de una vez y me dejes seguir adelante con mi vida-
- Tú eres el que no quiere seguir adelante-
- Con adelante no me refiero a ir a la cama…- Dijo firmemente, pero ya su corazón estaba comenzando a acelerarse de nuevo. Itachi estaba haciendo lo mismo que la primera vez. Y ya era bastante tarde para evitarlo, ya casi estaban en la puerta que daba a la lavandería.
Acababa de perder…otra vez. Trató de mirar una escapatoria, pero al no hallarla, su expresión atemorizada se convirtió en la de un animal enjaulado, si hubiera sido un conejito e Itachi hubiera sido un cazador, probablemente hubiera podido escapar… Pero aquella dulce expresión sofocada, con el rostro sonrojado, la dulce boca llena de saliva caliente y el pecho que se elevaba con cada profunda respiración, parecida a gemidos orgásmicos, no ayudaba mucho en esa situación; él era un trozo de carne y ese lobo frente a él, seguro que no tardaría en comérselo…
Definitivamente, la última cosa con la que cualquiera describiría a Itachi después de haber sido forzado a entrar al cuarto de la lavandería, como le sucedió a Sasuke, era con la palabra “caballero”. Cuando Itachi se calentaba, se ponía peor que una fiera y no se preocupaba por poder hacer daño.
Abrió la puerta de un empujón, sosteniendo a Sasuke con fuerza de ambas manos y lo tiró contra el suelo, obteniendo el tiempo necesario para cerrar la puerta con llave y quitarse la camiseta, casi de afán. Sasuke permaneció un tiempo en el suelo, doliéndose del brazo en el que había caído, antes de que Itachi le halara de las piernas hacia él…
- Vamos… juega conmigo- Gimió eróticamente el mayor, contra la piel pálida del vientre desnudo de su hermanito, mientras usaba sus manos para levantar suavemente la camiseta, y alcanzar sus pezones
- No quiero- Gimoteó Sasuke tratando de alejarse de él, pero su hermano lo sujetó fuertemente de los brazos, forzándolo a quedarse en esa sumisa posición
- ¿Porqué te gusta jugar a hacerte el difícil, cariño?- Dijo contra uno de los pezones sonrosados del chico, que inmediatamente se tapó la boca con la mano, para no darle el placer de escuchar sus gemidos…
- ¿Porqué sigues intentando hacer que te ame?- Dijo dulcemente en cuanto se sintió capaz de controlar tus gemidos
Lo besó en la boca en un arrebato, y comenzó a quitarle el pantalón, mientras el moreno se retorcía e intentaba con todas sus fuerzas, alejarse de Itachi, consiguiendo solo restregar con mayor intensidad su trasero al pene de su hermano, que se degustaba en sus labios, lamiéndole con suavidad
“Control, Sasuke, control…” Solo podría alejarse de su hermano si conseguía superar la prueba suprema de la excitación, de cómo su cuerpo se estremecía ante cada contacto y como su corazón se aceleraba con cada beso. De cómo cada partícula de su ser deseaba en toda su intensidad que Itachi lo perforara con dureza, una y otra vez hasta que ya no pudiera respirar por el ahogo instantáneo del orgasmo y su cuerpo, perdiera nuevamente la estrechez de la virginidad entre una laguna de dolor y placer…
¿Por qué entre más se esforzaba en ir en contra de sus deseos, más recordaba la sensación de ser penetrado una y otra vez, con la potencia de un ciclón, hasta caer destrozado en su propio sudor y saliva… en su propio placer, y más deseaba que volviera a suceder?
“Pero tienes que concentrarte, Sasuke”
Itachi trató de abrirle las piernas, él las cerró. Le lamió el cuello tratando de distraerlo y conseguir que se abriera ante él, pero Sasuke se negó, y más apretó su ceño y su cuerpo, para no permitirle más el paso a Itachi, quien suspiró cansado
- ¿Por qué siempre tiene que ser tan difícil? ¿Qué tengo que hacer para que me abras las piernas, y me dejes entrar a tu cuerpo?- Dijo serio, decidido y frustrado
- Ya te dije que no hay nada que puedas hacer- Chilló tapándose el rostro con ambas manos
- ¿Qué es exactamente lo que te hice para merecer un trato tan desconsiderado?
- Dejaste que me enamorara de ti-
- Cumpliré con mi responsabilidad de hermano y amante-
Itachi perdió el poco control que aún le quedaba y le abrió las piernas con todas las fuerzas de las que disponía, quitándole el pantalón de un tirón y metiéndose entre sus piernas en un instante. Sasuke estiró las manos hacia adelante para frenarlo, pero Itachi no se detuvo, solo siguió haciendo fuerza hasta poder ubicar su miembro en aquel lugar…
- ¡Itachi NO!- Esperaba que al menos una de aquellas personas escuchara ese grito y fuese por él, porque su cuerpo absorbido por los deseos de ser tomado por su propio hermano ya no respondía a sus intentos de pelea
Dos de los dedos de su hermano ingresaron a su boca al mismo tiempo que el miembro fuerte y poderoso que se había apropiado de su cuerpo varias veces en el pasado se introducía en su recto de manera violenta. Los dedos sujetaron con fuerza su lengua impidiéndole gritar y una sonrisa posesiva brilló en los labios de su hermano…
Quería gritar que dolía, pero no podía. Quería golpear a su hermano, pero sus brazos sin fuerza apenas si se movían un poco. Tenía tanta frustración acumulada en su cuerpo y al mismo tiempo el placer se desbordaba por cada parte de su frágil cuerpo.
- ¿Te vienes tan pronto? Pero yo aún no termino- Cuanto coraje sentía en ese momento. No solo coraje, deseos de asesinato
Sabía lo que esas «inocentes» palabras significaban. Su miembro fue ajustado hasta el punto de que no pudiera correrse, provocándole un horrible dolor que se extendía por todo su cuerpo mientras Itachi aún se movía en su interior, impidiéndole hacer cualquier cosa que no fuese dejarse dominar pasivamente…
- Otôto- Murmuró Itachi mientras se corría, soltando el miembro del menor que se corrió de igual manera mientras su espalda se curvaba y sus deseos explotaban en un intento de grito que jamás salió de su garganta…
- Te odio- Fueron las primeras palabras que pronunció en cuanto Itachi le soltó la lengua, sintiendo como el blanco, espeso y cálido esperma resbalaba fuera de su ano.
- Hace unos momentos dijiste que me amabas- Recordó Itachi mientras se levantaba y arreglaba para seguir con su fiesta, pensando probablemente en dejar a Sasuke allí encerrado por lo que quedaba de reunión para que no le molestara. Sin duda no era un «caballero» (o debería decir que no era nada de lo que se esperaba de un hermano, de un amante o si quiera de un hombre con el que te tropiezas en la calle)
- ¡Es lo mismo!- Gritó con todas sus fuerzas e Itachi lo miró con sus ojos penetrantes- Te odio porque no puedo dejar de amarte
- Otôto bakka- Y la puerta se cerró
Itachi nunca cambiaría, nunca sería amable con él…nunca le besaría en los labios como los verdaderos amantes o lo abrazaría con la dulzura de un hermano… Solo lo tomaría a la fuerza y le trataría como a una puta antes de dejarlo olvidado en un rincón. Por eso y solo por eso, en cuanto su trasero dejara de doler se vestiría y correría al salón para golpearlo hasta matarlo…
Y no se entretendría por ningún comentario estúpido…
La próxima vez…
Incluso cuando había dicho próxima vez día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año, desde que tenía ocho años e Itachi le había quitado su virginidad durante su primer encuentro sin ningún refinamiento, sin palabras dulces, sin siquiera informarle que eran hermanos, aprovechándose de que los padres de ambos habían muerto.
Y sin embargo…
Cuando pudo pararse y corrió a la sala, una hermosa rosa blanca le esperaba en la mano de aquel hombre. Y como todas las veces durante aquellos infinitos diez años, le perdonaba otra vez, esperando sin embargo, uno de aquellos besos de novela que nunca había recibido y que probablemente jamás recibiría…
Estaba jodido. Se había enamorado de la única persona que quizás jamás le correspondería… Y entonces sintió aquel único, inocente y puramente romántico beso en la frente mientras sus mejillas se sonrojaban y sus ojos abiertos de par en par brillaban… Itachi se alejó de inmediato, dándole la espalda, amenazando con desaparecer de su rango de visión, dejándolo simplemente con una rosa blanca entre las manos y un beso impreso en su frente
¡ITACHI!- Gritó llamando la atención del mayor y de todos los que estaban en la fiesta- ¡La próxima vez seguro que te voy a matar!