Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sin palabras por Higary

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! A pesar de sufrir el intenso calor de Mexicali, aquí estoy una vez más trayéndoles otro de mis fumados oneshot XD Esta idea la tenía escrita en un cuaderno desde hace varios años (Kyuu: Para que se den una idea, en ese mismo cuaderno tiene escritos El rey ninja y los dos primeros capítulos de Un plan desesperado ¬¬0), y como no tenía nada qué hacer en ese momento, se me ocurrió escribirla, jejeje. Como siempre saben que esperaré sus comentarios con quejas, saludos, pedradas, felicitaciones, jitomatazos, flores, cebollazos, amenazas, bombas y demás. Sin falta la próxima semana les traigo la ansiada continuación de Tsuki no Hikari, pero por ahora: ¡¡a leer!!

SIN PALABRAS

 

Naruto y Kakashi regresaban de una misión en Kumogakure. El rubio, de dieciocho años, caminaba con pereza siguiendo al mayor.

-Kakashi-sensei… tengo hambre –dijo con cansancio

-Ya no falta mucho para que lleguemos a Konoha –contestó el otro, leyendo su habitual libro-. Ah, sí, me pareció que había unos árboles con frutas, podrías comer algunas.

-Preferiría un tazón de ramen.

-No seas quisquilloso, Naruto. Además las frutas son una excelente fuente de energía.

 

De mala gana el rubio se internó entre unos arbustos buscando algo para comer. En un pequeño árbol encontró unas extrañas frutas, parecían manzanas, salvo que eran de color morado. Naruto arrancó una, la olfateó y examinó cuidadosamente.

-Mmm… No parece peligrosa –le dio un mordisco y sonrió-. ¡Está dulce!

Con alegría terminó de devorarla y arrancó dos más para comerlas a una velocidad sorprendente.

 

En la aldea de Konoha, Sasuke caminaba por las calles con tranquilidad. Tsunade le había dado dos semanas de descanso luego de regresar de una misión que lo mantuvo lejos por tres meses. Aprovechó ese tiempo solo para reflexionar un asunto que le tenía dando vueltas en la cabeza: Naruto. Desde que la guerra ninja terminó y el Uchiha fue aceptado de nuevo en Konoha, su relación con el rubio se había vuelto más estrecha. La temporada en el hospital los ayudó para darse cuenta que podían volver a tener esa vieja rivalidad amistosa. Sin embargo al pasar los meses Sasuke se dio cuenta de que no podía dejar de prestar atención a su amigo, y aunque al principio creyó que era gratitud por salvarlo de la venganza, luego se dio cuenta de que se trataba de algo más escalofriante, al menos en su opinión.

-Amor –murmuró y bufó-. Qué patético.

Pasó junto al Ichiraku y se sonrojó levemente. Cuántos recuerdos tenía ahí con cierto rubio. En esos tres meses fuera, extrañándolo tanto, se dio cuenta de que estaba enamorado de su mejor amigo. Al principio se aterró, pero luego aceptó que no había mejor persona en el mundo que Naruto y llegó a la conclusión de que debía decírselo. Estaba seguro que, a pesar de que no fuera correspondido, el Uzumaki jamás se alejaría de él, así que estaba dispuesto a seguir junto al ojiazul aunque fuera únicamente como amigo.

-Hola, Sasuke.

El aludido volteó, encontrándose con Kakashi. Eso significaba que Naruto había vuelto también, pues en cuanto pisó la aldea corrió en busca de su amigo rubio sólo para llevarse la desagradable noticia de que éste se fue de misión con el Hatake.

-Parecías muy pensativo, por eso te llamé.

-No es nada. Oye, ¿dónde está el usuratonkachi?

-Ahh –se rascó la cabeza-, tuvo que ir al hospital.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¿Se lastimó en la misión?

-No exactamente. Vaya reacción –sonrió-, sí que te preocupas mucho por él.

Sasuke desvió la cara con bochorno, dio media vuelta y se fue sin despedirse. Kakashi simplemente lo observó alejarse.

-Yo lo decía como broma, pero se lo tomó muy enserio –rió-. Estos niños sí que han crecido.

 

Naruto salió del hospital y suspiró. La Hokage le había dado tremendo regaño por ser tan descuidado, sin embargo el rubio consideraba que Kakashi tenía parte de la culpa, sólo que el sensei huyó antes de que también sufriera la ira de Tsunade.

-¡Naruto!

El ojiazul volteó, encontrándose con un serio Sasuke. Sonrió con alegría y sin poder contenerse se lazó sobre él, abrazándolo con fuerza; hacía tres meses que no lo veía. El azabache se sonrojó levemente al tiempo que correspondía el gesto. Naruto era tan cálido, tanto en sus gestos como sus acciones. Lo apartó un poco para observarlo a los ojos. Ahora fue turno de Naruto de sonrojarse, ya que su amigo lucía tan maduro y atractivo con aquella expresión.

-Oye… Naruto… Hay algo que quisiera decirte –agachó la cabeza-. Tú… eres muy importante para mí… Lo más importante –aclaró-. Por eso yo… te quiero. No como amigo, sino como hombre –lo miró-. Te amo.

Naruto se puso completamente rojo. Abrió la boca, pero ningún sonido salió de ella. Se llevó las manos a la garganta y miró a Sasuke con frustración, pero éste simplemente desvió la mirada.

-Supongo… que es una molestia que otro hombre te diga algo como esto, ¿verdad?

El rubio negó con la cabeza, pero fue ignorado.

-No tienes que tenerme lástima, ya estaba preparado para escuchar tu negativa –dio media vuelta-. Creo que así está bien… sin que me digas nada. Nos vemos.

 

El rubio intentó detenerlo, pero el moreno desapareció en una nube de humo. Naruto se dejó caer de rodillas al suelo y se jaló el cabello con impotencia. Estaba furioso consigo mismo por haber hecho que Sasuke pusiera aquella expresión tan triste con la que se marchó y no poder detenerlo para aclarar la situación.

-Naruto, sabía que eras tú.

El aludido giró la cabeza para encontrarse con un sonriente Sai que lo saludaba con una mano alzada. El ojiazul se levantó de golpe y lo sujetó de la camiseta.

-¿Qué sucede, Naruto?

Naruto lo observó a los ojos y comenzó a hacer un montón de expresiones y gestos con las manos: simuló comer algo, se llevó las manos a la garganta, señaló hacia varias direcciones y otras cosas más raras.

-Déjame ver si entendí –habló Sai con pose pensativa-: cuando tú y Kakashi-sensei volvían de la misión tenías hambre y comiste una fruta extraña –vio al rubio asentir-, desde entonces no has podido hablar. Al llegar aquí, Hokage-sama primero te regañó, luego te examinó y dijo que no podrás hablar durante dos semanas. ¿Voy bien?

El rubio asintió de nuevo y comenzó a hacer más gestos: se jaló el cabello para asemejar un peinado, se abrazó a sí mismo, puso ojitos brillosos y luego su semblante se volvió triste, dejándose caer otra vez al piso para golpearlo con los puños, poniendo una expresión frustrada.

-Cuando saliste del hospital te encontraste con Sasuke-kun a quien extrañabas mucho –siguió interpretando Sai-. Lo abrazaste y luego él se te declaró. Como tú no pudiste decirle nada él creyó que lo estabas rechazando y se marchó antes de que pudieras demostrarle que estás mudo.

Naruto asintió una vez más y lo miró, suplicante.

-Te sentías triste cuando llegué porque tú no querías rechazar a Sasuke-kun, sino todo lo contrario, así que ahora crees que has perdido una valiosa oportunidad.

El ojiazul siguió confirmando lo que decía y se deprimió dibujando círculos en el suelo. No entendía cómo rayos dejó ir así a Sasuke y en cambio Sai podía entenderlo aún sin hablar. Alzó la cabeza y miró a su amigo pintor con esperanzas renovadas.

-Ahora estás pensando que yo puedo ayudarte a aclarar las cosas con él porque entiendo lo que quieres expresar. Mmm –se frotó la barbilla-… admito que a mí también me sorprende el nivel con el que te comprendo. Debe ser porque no he apartado mis ojos de ti desde que nos conocimos, Naruto.

El contenedor de Kyuubi puso cara de sospecha y se alejó unos pasos de él. El pintor pareció darse cuenta de su actitud y rió levemente.

-No, no me refiero a observarte de “ésa” manera –aclaró Sai con alegría-. Al principio tenía que vigilarte por órdenes de Danzou-sama, luego me pareciste una persona interesante y al volvernos amigos no pude dejar de vigilarte con atención porque eres alguien a quien admiro y aprecio mucho.

Naruto lo miró enternecido y se le acercó de nuevo, poniendo cara de cachorrito feliz, o mejor dicho, de zorrito feliz.

-Jajaja, creía que lo sabrías, Naruto –rió-. Bien, los libros dicen que un verdadero amigo siempre ayuda a los suyos cuando están en apuros –sujetó al rubio y se lo subió al hombro como si fuera un costal, así que no se dio cuenta de la cara de horror que puso al ser cargado así-. ¡Vayamos a buscar a Sasuke-kun!

 

Sasuke caminaba cabizbajo ignorando todo a su alrededor. Sí, se había mentalizado para un posible rechazo, sin embargo eso no quitaba el hecho de que dolía. Apretó los puños con fuerza; ahora tenía que concentrarse para que la próxima vez que se encontrara con Naruto, volviera a ser el amigo molesto que siempre sacaba de sus casillas al rubio.

-¡Sasuke-kun, espera!

Frente al Uchiha apareció un sonriente Sai, pero lo que desconcertó al otro fue la forma en que traía cargando al ojiazul. El pintor se dio cuenta e inmediatamente bajó a Naruto quien lo miraba de forma asesina.

-No te enojes, lo primordial es que lo alcanzamos –le sonrió de forma falsa para calmarlo-. Sasuke-kun, Naruto quiere decirte algo muy importante.

El rubio observó al azabache con vergüenza, no era para menos, apenas diez minutos atrás (o tal vez menos, hasta la noción del tiempo perdió) que él se le había declarado.

-¿Y?, ¿qué es eso que quieres decirme? –pero no obtuvo respuesta- No me hagas las cosas más difíciles, dobe.

Naruto volteó a ver a Sai con ojos suplicantes.

-Tranquilo, yo me encargo –le sonrió y volteó con Sasuke-. Lo que sucede es que Naruto no puede hablar.

-¿Qué clase de broma es esta?

El rubio jaló a Sai y comenzó a hacer un montón de gestos con las manos a la vez que su cara formaba muchas expresiones. Sasuke estaba muy desconcertado.

-Naruto comió una extraña fruta que afecta su capacidad para hablar –explicaba el pelinegro los gestos y mímicas-. Hokage-sama le dijo que el efecto es temporal, a lo mucho dos semanas, así que no debe preocuparse. Pero tú te le declaraste a Naruto y te fuiste antes de que él pudiera advertirte de lo que pasaba –sonrió de nuevo-, así que aquí estoy como traductor.

-¿Traductor?

Naruto se colocó frente a Sasuke y lo miró con enojo. Volteó con Sai y le hizo unos gestos con la cabeza.

-De acuerdo –miró al Uchiha-. Sasuke, eres un idiota. Es lo que dijo Naruto –aclaró al ver al moreno tronarse los nudillos con enojo-. Primero deja que termine de traducir lo que él quiere decir y luego piensas si quieres golpearme o no.

-Créeme que desde hace mucho no necesito pensarlo.

-Como sea. Naruto dice que eres un idiota –el rubio seguía haciendo sus mímicas-. De improviso llegas, te le declaras y luego te vas sin darle oportunidad de expresarse.

El rubio miró a Sasuke con una mezcla de enojo y tristeza, luego miró al pintor a quien le hizo un movimiento con la cabeza.

-¿Estás seguro? –le preguntó y vio a su amigo asentir- Muy bien, tú sabrás lo que haces. Sasuke-kun –lo observó-, Naruto dice que está molesto y dolido contigo porque ustedes han pasado por muchísimas cosas juntos y sin embargo soy yo quien extrañamente entiende lo que él quiere decir con esos gestos tan raros.

Naruto extendió un puño hacia Sasuke, quien estaba impactado por todo lo que estaba escuchando.

-¿Acaso de verdad la única forma en que podemos entendernos es a través de los puños? –interpretó el pintor- Sai me comprendió con sólo verme a los ojos, tú deberías ser capaz de eso y más. Por eso creo que él me conviene mucho más que tú.

Los otros dos voltearon a verlo, el ojinegro con odio mal contenido y el rubio con confusión.

-Jejeje, lo siento, eso último era de mi propia cosecha. Pero todo lo demás es cierto, Sasuke-kun.

Sasuke agachó la cabeza, molesto y apenado. Naruto suspiró y miró una vez más a su exasperante amigo y traductor temporal.

-¿Eh?, ¿quieres que me vaya porque lo que sigue es privado? Eso es un poco injusto a estas alturas, Naruto.

Por unos instantes Sai estaba seguro de haber visto las nueve colas de Kyuubi, o tal vez sólo era el chakra siniestro que su contenedor despedía.

-Ya entendí, mejor me voy. Nos vemos, chicos. Y según por lo que he aprendido en mis libros, ahora me deben un favor.

Dicho eso huyó antes de enfurecer más al rubio. Seguro que la cercanía con el ex vengador le había hecho volverse más violento y agresivo a veces.

 

Lentamente Sasuke alzó la cabeza y se encontró con la cálida mirada de Naruto, quien le sujetó una mano y se la llevó al pecho. Sasuke podía sentir los latidos y entendió: el rubio quería saber si él era capaz de comprender lo que había en su corazón. El Uchiha lo observó fijamente y de pronto se sonrojó, haciendo que Naruto sonriera con alegría mientras las mejillas se le coloreaban un poco. Ahí, en medio de ese azul intenso, Sasuke encontró la respuesta que buscaba.

“Yo también te amo, teme”

 

Luego de catorce días finalmente Naruto recuperó la voz y pronunció las palabras que llevaba cargando desde antes de regresar de la misión.

-¡Quiero comer ramen! –gritó con alegría

-Oye, usuratonkachi, primero hay algo que deberías decirme a mí, ¿no? –insinuó con tono seductor

-Sí, tienes razón –lo agarró del brazo-. Tú invitarás la cuenta en Ichiraku, ¿verdad, Sasuke?

-¡Serás idiota! ¡Creo que te prefería cuando no hablabas!

Sai simplemente los observaba con alegría mientras hacía dibujos de ellos dos en su cuaderno. Definitivamente tenía un par de amigos tan divertidos como complicados.

-Pero no cabe duda del amor que hay implícito en cada una de sus acciones –comentó, sonriendo-, incluso en sus golpes.

 

Pasar las dos primeras semanas de noviazgo sin que tú pareja pueda hablar sería un inconveniente para muchos, pero para Sasuke y Naruto, aquella fruta y sus efectos secundarios fueron una prueba de que entre ellos dos no había necesidad de palabras para expresar lo que sentían. Y que debían cuidarse de Sai porque esa peculiaridad de descifrar con tanta eficacia sus gestos seguro un día sería usada para chantajearlos con algo bochornoso y fuera de lo común, justo como era el pintor.

 

FIN

THE END

OWARI


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).