El abecedario según George y Fred
Angelina; el único nombre que causó la única pelea que ambos han llegado a tener de forma seria.
Beso; el furtivo aliado de ambos, el simple gesto que les hacía arder con el tacto ajeno
Curiosidad; lo que le causa a George los extraños fetiches de su hermano con su propio cuerpo.
Deseo; la necesidad total de sentirle, fuera donde fuere, el impulso egoísta y primario que le hacía enloquecer.
Esperanza; era lo que sentía cada vez que Fred le susurraba algo en el oído, que le pidiera salir de allí, que le dijera que le necesitaba a pesar de saberlo sin necesidad de palabras.
Fred; El único monosílabo que necesitaba para que la conversación llamara su atención y el único nombre que había llegado a gemir de placer.
George; el nombre que le inspiraba esa sensación de calidez, deseo, ternura, protección y unas ganas irremediables de tenerle siempre al lado.
Hermanos; una palabra que no era capaz de captar la totalidad del lazo que los unía, que les hacía uno, que los hacía permanecer adheridos.
Inferior; le gustaba estar bajo el cuerpo de Fred, era un fetiche que nunca iba a admitir, le gustaba tener los brazos de este a cada lado de su cuerpo y sentirse en cierta forma ‘protegido’ sintiendo su respiración tan cerca que se confundía con la propia.
Juego; les gustaba el juego, les gustaba apostar pero lo que más les gustaba era ganar, podía jugar a todo y todo les gustaba, menos a Fred que terminó diciendo que nunca mas volvería a jugar al Strip póker con su hermano porque aún estaba seguro de que hacía trampas y no sabía cómo.
Kiwi; a George nunca le gustaron estas frutas hasta que Fred le ofreció compartir uno, desde entonces la simple visión de uno le produce una leve sonrisa pícara.
Lugares; Habían sido demasiados como para contarlos todos, simplemente fuera donde fuese que necesitaran ‘hacerlo, en el coche, en la cama de Ron(?), en la cocina cuando sus padres les dejaron solos, en el garaje, en la sala común de Gryffindor, en el bosque prohibido, en el lago, en el aula de pociones, de encantamientos, de historia de la magia….
Miradas; cómplices de sus travesuras, una simple miradas les hacían saber a ambos lo que el otro pensaba ene se momento exactamente.
Negación; era lo único que obtendría cualquier que les preguntara directamente si a parte de la hermandad entre ellos había ‘algo más’
Ñoñería; una palabra que desconocían, eran pocos los momentos 'romñánticos' de ambos que no estuvieran cargados de continuos piques y bromas.
Oscuridad; su compañera y aliada, la que les escondía de las miradas que tacharían aquello de hipócrita, asqueroso o inmoral.
Peligro; a su lado esa era la palabra que mejor les describía, nunca existiría un día normal con Fred y George cerca.
Quince; la edad a la que su relación empezó a ser algo más allá de solamente gemelos, de forma oficial para ellos.
Risa; era lo que a Fred más le gustaba de George y se celaba cada vez que alguien que no era él le causaba una reacción similar.
Sexo; simple y llanamente increíble
Torpeza; era lo que solía caracterizar a George por las mañanas tras una noche de continuo ‘ejercicio’ con su gemelo
Unión; la de ellos era irrompible, o eso creían
Vino; Fred descubrió que no toleraba más de dos copas antes de abalanzarse sobre su gemelo sin importarle el lugar en el que estuvieran
Wingardium leviosa; nunca un hechizo había hecho reír mas a Fred cuando George lo pronunció asegurando que podía llegar a hacer que su ‘amiguito’ entrara en acción con él.
Xenofobia; lo que les obligaba a permanecer en silencio cuando realmente comentarios de ese tipo les ofendían.
Yo; palabra que para ellos no existía, siendo reemplazada siempre por ‘nosotros’
Zumo de calabaza; Porque beberlo de la boca de Fred era infinitamente mejor que tomarlo del vaso.