EL FANTASMA DE LA OPERA VS LA BELLA DURMIENTE… ¿EN TEATRO KABUKI?
Ya iban veintiocho minutos pasados de la cuarta hora, impartida por el académico extravagante del instituto: Orochimaru-sensei, cual daba explicaciones estúpidas sobre el supuesto “arte” de los Nazis. Menudo tema. Los alumnos posaban con pesadez la barbilla en el pupitre, otros contaban las gomas de mascar pegadas en el techo, y un rubio se dedicaba a jalarle mechones de cabello a su malhumorado compañero. Tras cinco repugnantes y eternos minutos, un llamado a la puerta interrumpió al «sensei», este entre-abrió la puerta topándose con el secretario Kabuto. El hombre le tendió un folder roseta, dando una leve explicación de los deseos directivos y retorno a sus labores.
El Uchiha hastiado del infantilismo del rubio le encaro, tomando de los extremos la bufanda naranja que adornaba el tostado cuello de joven, halándola, en busca de la escena homicida primitiva.
—Teme… —decía con dificultad— imbécil… me ahorcas.
—Vaya, no eres tan dobe.
En su rostro se dibujaban muecas extrañas, un dulce carmesí cobijo sus mejillas. ¿Qué otra opción tenia? Su gran rival le había pillado, le quedaban escasas partículas dichosas, no tenía más opción que rendirse… « ¡Jamás, Uzumaki Naruto jamás se rinde!»; pensó el chico, alucinando uno de los escenarios vergonzosos de Guy-sensei y Rock Lee. Con un esfuerzo sobrehumano tomo los extremos de la bufanda ébano de Sasuke y les jalo con fuerza. En un intervalo de quince segundos el aula tuvo una brutal metamorfosis, los pupitres habían sido lanzados a la china, literalmente, -así decidieron llamarle a la serpiente de Orochimaru-sensei-. Kiba se había encargado de las apuestas, mientras Shikamaru lanzaba su ya clásico: «Que problemáticos». El club de fans oficial de Sasuke no paraba de animar con porras bobas al Uchiha, Chouji y Rock Lee animaban a Naruto. Al girar Orochimaru-sensei quedo atónito y un tic se dibujo en su ojo izquierdo. Con la gracia de una serpiente se escabullo entre sus pupilos hasta llegar a los protagonistas del tumulto de «brutos», de un salto encaro a ambos mostrándoles su alargada y repulsiva lengua acompañada de un par de orbes desorbitados.
— ¡Ah…! —gritaron a unisón los alumnos.
El sensei recobro su postura limpiando la humedad de su barbilla con un pañuelillo. Miro mezquinamente a sus pupilos y estos tomaron asiento en el acto. Empero, la distinguida presencia de Orochimaru-sensei no pareció importarles a Sasuke y Naruto que seguían ahorcándose como si fuese lo más natural del mundo. Una venita amenazante con estallar se plasmo en la frente pálida del académico, conto hasta diez en un esfuerzo por relajarse, al llegar al onceavo numero se dispuso a dejarles como mínimo dos uñas rotas de los pies, a causa del pisotón que les dio a ambos de manera simultánea, jalo ambas orejas y remato con excelente cabezazo entre ellos, tan impresionante como el de Julio Gómez de la sub 17 contra Alemania.
—Continuemos con la clase —Espeto, alejándose de los próximos en ver elefantes rosas— antes de continuar debo darles un aviso —dijo desde su escritorio— ¡una excelente noticia! —continúo con sarcasmo—. Gracias a su inapelable esfuerzo por destacar en la institución con innumerables desastres, la Directora Tsunade les ha concedido el honor de organizar el evento artístico para el festival conmemorativo de Navidad.
Los alumnos miraban y escuchaban con atención –por primera ocasión- el aviso otorgado por Orochimaru-sensei.
—En otras palabras, para los que no entendieron y me miran con cara de tontos —dijo, mirando especialmente a Naruto— Tsunade-sama los ha castigado, quitándoles el derecho de asistir al festival como espectadores. Además si no lo hacen bien deberán asistir a cursos extras durante todas las vacaciones.
— ¡Hay no! —se quejaron a coro.
—Pero es Navidad ttebayo, hay que hacer buenas obras.
—Y aran mejores obras si lo arruinan, en especial tu Naruto. Y esta vez serán obras pu-bli-cas.
El Uzumaki hizo una mueca desconforme, acompañado del bendito ruido que anunciaba el fin de la tormentosa asignatura.
— ¡Pero qué rápido se va el tiempo! Sakura e Ino encárguense de escoger la actividad, cuando tengan todo preparado vayan a verme. —ordeno Orochimaru, recogiendo sus pertenencias y retirarse del aula.
Con Orochimaru-sensei fuera del salón todos soltaron un suspiro pesado, seguido de un berrido al ver la cabeza del académico asomándose por la puerta, diciéndoles:
—Por cierto ¿alguien ha visto a China?
Instintivamente recordaron que la mascota había sido aplastada por los pupitres, quedando pegada cual estampilla en el suelo. Todos palidecieron por el terror de lo que podría llegarles a ocurrir, hasta que un rubio se atrevió a hablar:
— ¡Ha… se fue por haya ttebayo! —informo el rubio, señalando el pasillo.
—Gracias Naruto —articulo, yendo en búsqueda de la serpiente.
El Uchiha se levanto de su pupitre en busca del aire que se colaba por la ventana. Un par de esferas celestes siguieron el recorrido de Sasuke, segundos después del debate interno, el rubio se levanto para ir donde su compañero.
— ¿Y qué aremos teme?
— ¿Aremos?
—Si, para el festival Sasuke-baka, ¿Qué vamos a hacer?
—Me es indiferente —dijo tajante.
—Teme —bufo con un puchero.
—Ya que te es indiferente, no habrá problema si decidimos hacer una obra teatral romántica ¿verdad Sasuke? —cuestiono burlona Temari, detrás de ambos chicos.
— ¿Romántica ttebayo?
—Así es, todas estamos de acuerdo en que interpretemos una obra clásica —afirmo Tenten.
— ¡Esta decidido! Sera «La Bella Durmiente» y nos guiaremos en el libreto de la película —articulo Haruno con melosidad.
La atmosfera tomo un dulce aroma, frente al rubio ya hacia un esplendoroso salón del Castillo, donde el bailaba con la hermosa Princesa Aurora Haruno, observado por sus padres: El Rey Minato y la Reina Kushina, a su costado estaban sus futuros suegros El Rey y La Reina Haruno. Un hormigueo surco sus palmas, ya era hora… lo que tanto había deseado estaba a su merced, esos delicados y débilmente rosas labios pedían a gritos ser poseídos por los de Naruto. A pocos segundos de consumar el boto de amor verdadero una chillona melodía sacudió brutalmente el escenario, diciendo: «Yo seré Aurora y mi príncipe será… ¡Sasuke-kun!» Naruto cayó en la cuenta que solo era una simple ilusión.
— ¡Claro que no frente de marquesina! Sasuke-kun será mi príncipe —sentencio suspirando la última frase Yamanaka.
El joven en cuestión solamente bufaba con antipatía a los comentarios de sus compañeras.
—Ahora que lo recuerdo —comento Kiba metiéndose en la conversación— ¿No fue Sasuke el príncipe de ese cuento en el kínder?
Por la intervención de Kiba, todos los presentes incluyendo a Neji, inflaron las mejillas en un intento vanó por contener sus burlas.
— ¡O si! Recuerdo que Sasuke lloro en el escenario porque no quería besar a Sakura, aunque Kurenai-sensei le dijo que era falso y debía dárselo en la mejilla —remato chouji.
— ¡Jajaja! —Soltó una carcajada Naruto— teme, jajaja, ¿así que desde niño no te gustaban las niñas?
— ¡Tenia 3 años idiota! —se defendió Sasuke, ruborizado.
Las burlas de Naruto le crispaban los nervios al Uchiha. Fastidiado se decidió a callarlo y si fuese posible para siempre. Acorto la distancia entre ellos, tal fue su furia que no noto cuando Sakura golpeo con un libro en la espalda a Naruto, provocando que este se fue de lleno sobre el Uchiha… ¿destino o coincidencia? Fuese lo que fuese, Sakura era una bruta, no solo se dedicaba a espetar estupidez si no que todo le salía al revés. « ¿Que fue lo que hice…?» pensó la chica, «Acabo de… ¡Hacer que Naruto le robe un beso a Sasuke! ¡No….! »