Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu Sonrisa por LadyFreak

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

KENKI románticón *w*

Notas del capitulo:

Confesiones 

Aclaración//La 1era y 2da parte (Tus Snrisa) pertenecían a un oneshot, los siguientes capítulos son la precuela de este oneshot para que no les sea raro leer lo que continua. 

¿Por qué me miras así? No puedo evitar que mis mejillas se sonrojen cuando me observas de esa manera, sé que sólo estás jugando como siempre lo haces para molestarme debido a mi seria expresión en el rostro. Pero mi autocontrol es innato frente a lo que siento o creo sentir. Se me hace difícil seguir la corriente de tus bromas, pues casi siempre termino siendo atacado por tus manos que consiguen arrancarme risotadas debido a tus cosquillas. 

Dudo, dudo cada día más de esto que supuestamente siento. Cada vez que me miras, cada vez que me pides ayuda con la batería, cada vez que te siento cerca.

Cuando bebo de mi coca-cola helada sentado en la banca esperando a que empiece el ensayo, y tú llegas sonriendo, sonriéndome tan contento. Te lanzo una típica cerveza y me cuentas sobre la última chica que estuvo en tu cama; si era linda, con grandes cualidades, sí me fui cuando estaba dormida y le dejé una nota en la almohada. Lo dices sonriendo triunfante terminando tu cerveza y tirando la lata en el tarro casi lleno de la basura. En esos instantes no sé si criticarte más de lo ya lo hago o pedir que aunque fuese estúpido y fantasioso que yo fuese una de esas tantas mujeres. Pero no, luego sonrío desdiciéndome e pensamientos tan raros. Me sonríes, yo me escondo detrás de la lata bebiendo mi gaseosa.

Otro día más, en esta confusión. No tengo el suficiente valor para plantarme frente a ti y decir – “Me gustas”- Eso es imposible, nunca podría hacerlo. Apartando el gran y mayor problema de que eres mi amigo, mi compañero, un hombre como yo. Es algo estúpido tratar de pensar que tú también sientas algo por mi, eres libre como el viento, nunca te atas a nadie. Quizás es porque tienes miedo a sentir algo con lo que no puedas lidiar, quizás es sólo porque sientes que ninguna persona te puede entregar lo que buscas. A veces quisiera ser esa persona, pero después me arrepiento pues no se si lo soy o esto que siento sea lo correcto. Me arrepiento pues me da miedo, ver la cara de horror y espanto que pondrías al escucharme decir aquellas dos palabras. Tan simple y tan complicado a la vez. ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que realmente siento por esta persona?

Mi autodefensa siempre reacciona primero, es innato que mi rostro cambie de pronto al sentir aquellos ataques de sonrojos, me controlo y sonrío. Eso se hace más difícil, cada vez más difícil tener que controlar lo que me haces sentir. Termino siempre contemplándote desde la batería; tus labios quisiera tocarlos y que fuesen míos, aquellas manos que quisiera acariciar y que fueran mías para tocarlas y entregarles mi calor. 

Sufro en silencio por tu culpa, sufro por dudar de mis sentimientos hacia ti. Se entremezclan el cariño debido a nuestra amistad y el amor que siento como si fueras mi hermano, pero no es eso. Es algo distinto que florece mientras te observo durante los ensayos o cuando nos reunimos los cuatro. 
Tengo que juntar valor para decirte -“Hola”- Pues ahora estoy más nervioso de lo normal, esquivando tus miradas juguetonas de gato ansioso. Se me acelera el corazón al escucharte bromear poniéndome sobrenombres – Si Yukkie-chan es Kawai, no ven como las chicas se mueren con esa sonrisa tierna que tiene. Un Yukkie de caramelo – Trato de evitarte, trato de no reaccionar como una chica adolescente totalmente nerviosa. 

Un día, una semana; es lo mismo. Cada noche tratando de convencer a mi cabeza de estar tranquilo. Y aquí estoy sentado frente a ti en tu propia casa esperando a que llegasen los demás, bebes de tu vaso lleno de alcohol y yo me limito a beber de una cerveza a duras penas. Has estado bebiendo bastante, estás deprimido. Me preocupas.

- ¿Cómo estás Yukkie-chan? – Preguntas por fin sonriéndome con tus ojos de gato. Sonrío tranquilo y respondo como es típico de mí. 
– Bien, gracias. ¿Y tú? - Me miras de forma burlona sonriendo con el vaso en la mano a punto de beber. 
– Como me ves…un poco triste. Demo, con tu visita me siento más tranquilo, gracias. Bebes del vaso terminando la bebida, me miras con algo de confusión. Dejas el vaso a un lado y te tomas el mentón con una mano observándome detenidamente. - Sabes Yukkie. Estoy confundido ¿Me puedes ayudar?- Te rascas la cabeza con la otra mano
- ¿Confundido cómo? ¿Ayudarte con qué?- Respondo pesadamente tratando de calmarme
- Hace días que me he preguntado…- Dijo confundido mirándome a los ojos. 
- ¿Qué cosa? _
- Dime…he estado pensando…- Titubeabas, eso era extraño viniendo de ti. – Si sintieras algo por alguien, que siempre está ahí sonriéndote y dándote su apoyo aunque sea con una mirada para tranquilizarte – Te desparramaste en el sillón al igual que yo al escucharte – Pero esa persona es alguien, alguien que quizás no siente lo mismo…
- No te entiendo Ken-chan – Dije con algo de confusión, no entendía. A pesar de tener el presentimiento de algo.
- No has sentido que es difícil tan solo ver a esa persona y no fingir que sientes algo…- Te acercaste a mi, clavando tus ojos sobre mis labios.

Me estremecí por completo, esa mirada tan tuya y tan intensa que no pude siquiera moverme hasta que estuviste a centímetros de mi rostro. No hablaste, sentí el sonido de cada latido de tu corazón acelerado y el mío estaba vuelto loco. Tu respiración sobre mi mejilla, creí que me iba a desmayar al sentir tu mano rozando delicadamente mi cabello. Cerré los ojos un instante, un segundo tan solo. Y tus labios perfectos y húmedos acariciaban los míos con lentitud, me derretía en tu boca mientras aquel roce se convertía en un beso. Un beso tierno, el que siempre había soñado sentir. Calmado, tan calmado y a la vez tan intenso que logró inundarme de todo lo que sentía por ti desde hace tiempo, desde que tu sonrisa se me hizo adicción.

Me abrazaste tan cálidamente, no te separabas de mis labios a pesar de que nos faltaba el aire. Tomaste mi mentón sonriendo para alejarnos un segundo, respiramos agitados mirándonos. 

No pude decir nada antes de que volvieses a rozar con tus labios los míos, te contemplé ese instante embelesado con tus ojos juguetones de gato, acaricié tu cabello con mis dedos y por fin pude responder

- Y yo a ti…

Notas finales:

Léanlo por favor! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).