Todo comienzo tiene su sabor
Faltaba sólo una semana para que el año escolar en la escuela elemental Shibuya llegase a su fin, los de cuarto grado eran los encargados de la despedida de los de último grado, y eran justamente los más grandes los responsables de ayudarlos. La junta de preparativos finales se llevaba a cabo en el gimnasio, el tema de la tarde: los bocadillos.
- Cada uno dirá su idea, lo que más les guste comer, y al final las mejores ideas serán las que podrán ser elegidas - decía con voz dulce y paciente la profesora Kaori a los alumnos - ¿entendido?
- Si sensei - cantaron los pequeños al unísono
- Bien, comenzaremos contigo Nana - se dirigió a la niña del frente.
- Onigiris - dijo Nana muy animada.
- Bien - dijo anotándolo en la pizarra - Mika... - y continuó la lista de bocadillos con sólo tres opciones, onigiris, dangos y muffins, el gusto de los niños no era muy amplio - Takashima, es tu turno - dijo dirigiéndose al pequeño más tímido de la clase.
- Mmmh - estaba nervioso
- Anda Shima - le animó la profesora con una sonrisa.
- ¡Helado! - contestó con tono inocente el niño. Sus compañeros comenzaron a reír.
- Es un bobo - decían - no sabe de lo que habla - se burlaban - tarado...
- Niños, niños, por favor - dijo la maestra para calmar el alboroto - su compañero Takashima ha tenido una gran idea y por demás original, siempre hay onigiris, dangos o muffins para el festival de clausura, este año todo será diferente. Shima
- ¿Si, sensei?
- Tú serás el encargado de elegir los sabores que más te agraden y esos serán los que se servirán
- ¡Pero sensei! - replicaron los demás
- Pero nada, y como supervisor tendrás a... - volteó a ver a los de sexto, ansiosos por ayudar levantaban la mano, todos, excepto uno - Yuu, tú serás su su-per-vi-sor - decía entusiasta remarcando cada sílaba.
- De acuerdo - contestó el chico de forma tranquila y fría.
La reunión concluyó poco tiempo después, todos salían del gimnasio, pero la profesora detuvo a Yuu y a Takashima para las últimas indicaciones.
- Niños, vengan por favor
- Diga - contestó Yuu tranquilo
- ¿S-si? - el tímido Takashima se acercó
- Ya llamé a la cafetería de la escuela, tienen todo listo para ustedes, vayan y prueben todos los helados que gusten, todo debe salirnos estupendo - su entusiasmo siempre la caracterizaba.
- ¿Todos los que quiera? - preguntó un Takashima más enérgico
- Todos los que quieras - dijo ella acariciando la cabeza de éste y despeinándolo un poco
- ¿Escuchaste Yuu? - dijo Shima alegremente a su compañero - ese es tu nombre, ¿Cierto? - su tono de voz se apagó un poco al ver el rostro serio de éste.
- Lo es, y claro que escuché - dijo fríamente - vamos ya mismo, no quiero llegar tarde a casa.
Llegaron a la cafetería, estaba ya cerrada, por lo que tocaron la puerta trasera para poder entrar, Takashima estaba ansioso, todos los helados lo esperaban del otro lado de la puerta, por su parte, Yuu estaba tranquilo y muy serio para un niño de sólo doce años. Una de las encargadas abrió la puerta.
- ¿Qué se les ofrece nenes? - les preguntó
- ¡Helado! - gritó Shima
- ¿Disculpa? - la mujer preguntó confundida
- Venimos de parte de la sensei Kaoru, nos envió a decidir los sabores de helado para la ceremonia - contestó Yuu de manera formal y seria
- Oh pero qué lindo pequeño - dijo la mujer - adelante, pasen, en esa mesa están los tazones, es poco de cada uno, pero es lo suficiente para decidir, cada tazón tiene escrito el sabor para que no se confundan, hagan favor de anotarlo en la libreta que está junto a los tazones - continuó un poco más acelerada - ya es tardísimo, debo terminar de limpiar el frente, con su permiso y que lo disfruten - se retiró apresurada.
- ¿Por dónde empezamos? - Takashima estaba realmente entusiasmado
- Por donde sea - agregó Yuu
- Bieeeeen, ¡éste! - su emoción era tal que no notaba el mal humor del mayor
- El que sea, es igual
- Te equivocas Yuu, cada uno tiene un sabor diferente mira - le daba un poco con la cuchara
- Oye, no soy un bebé, yo puedo probar sólo - y así lo hizo - ¿qué más?
- ¿a qué te supo?
- A nuez
- Mira, prueba este... ¿a que te sabe?
- Limón
- ¿Se parece el sabor?
- Para nada, entiendo tu punto, vamos come los demás y decide
- Pero se supone que eres mi supervisor, debes ayudarme
- Osh - suspiro resignado - esta bien.
Probaron tantos y tantas veces que cada vez estaban más confundidos, pero la pasaban muy bien, ya no le importaba a Yuu ser alimentado por Takashima, comenzaron a jugar, cerrando los ojos e intentando adivinar.
- Ese es... mantequilla
- ¡Acertaste Yuu!, estás ganándome
- Soy bueno en esto
- Y pensar que no querías siquiera probarlos - le dijo acercándose a su rostro y picándole las costillas con uno de sus dedos.
- Mmmmh, cállate y cierra los ojos - dijo un poco nervioso, Shima no lo notó - te toca
- Ese es de... ¿lima?
- ¡Noook! error, era limón
- Mmmh creo que mi lengua se congeló
- Yo me encargo - murmuró para si mismo Yuu
- ¿Eeh?
- Nada, nada, que es mi turno
- Bien, ¿que sabor es?
- Esa es fácil, yogurt de moras
- ¡Oye! ¿Que tiene de fácil? yo no habría podido - dijo en tono de berrinche
- Eso es porque no eres tan bueno como yo, tu turno, sólo asegúrate de cerrar muuuy bien los ojos
- De acuerdo - Shima cerró sus ojos fuertemente.
- Abre bien la boca - Yuu puso en su lengua una porción de helado de avellana, se acercó al rostro de Takashima y lo besó profundamente saboreando ambos el helado - ¿A qué te supo? - le preguntó con la respiración agitada
- C-creo que e-era avellana - contestó nervioso y agitado también.
Yuu se acercó a Takashima nuevamente, ambos se miraron a los ojos, ambas miradas ardían en el reflejo del otro, el mayor besó al pequeño una vez más, éste correspondió sin mucha conciencia de lo que hacía, pero lo había disfrutado y quería sentirlo de nuevo.
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- Mmmmmh avellanaaaa - murmuraba Takashima dormido en su cama mientras su madre intentaba despertarlo
- Nada de avellanas Shima, es hora de levantarse, tu primer día de secundaria te espera
- Pero mamá...
- No, sin peros, levántate de tu cama en este instante
- Está bieeeen...