Capítulo II
Una hora antes de la acordada,Harry se encontraba en su habitación tan emocionado que no podía dejar de pensar en lo que ocurriría una vez que estuviese con Draco en el Baño de los Prefectos. Recordaba con nitidez el beso que habían compartido esa tarde,y todavía podía degustar el sabor a menta fresca de los labios del rubio. Deseaba ansioso que llegase el momento en que sus cuerpos se uniesen de la misma forma en que sus almas,a través de lindas sensaciones,habían acabado de hacerlo hace escaso tiempo.
-Lo amo tanto...-pensó Harry mientras que se preparaba para la cita.
Cuando se encontró listo,salió silenciosamente de su habitación, ya que sus dos compañeros estaban profundamente dormidos,y recorriendo los pasillos mientras observaba la hermosa luna llena que iluminaba el lugar,llegó hasta el Baño de los Prefectos. Dijo la contraseña,entró y se llevó la sorpresa de que se encontraba totalmente solo.
-Vaya,todavía no ha llegado...-dijo el ojiverde,casi susurrando.
Se desnudó lentamente,y acto seguido,introdujo su cuerpo en la gran tina. Cerró los ojos, y comenzó a deleitarse con el suave aroma de la espuma. Adoraba el agua tibia que rodeaba su cuerpo,y deseaba que su dragón llegase lo más pronto posible,porque quería que éste pudiese disfrutar junto a él de aquel ambiente mágico.
-Llevo aquí desde hace un buen rato,pero tranquilo,eres muy puntual.-contestó Draco,que se había colocado tras su espalda con sumo disimulo,por lo que Harry no fue capaz de percibirlo.
-¡¿Draco?!que susto me has dado...pensé que no habías llegado todavía...-exclamó el más pequeño de los dos,acompañando a sus palabras de una risita un tanto nerviosa.
Cuando Harry volteó y quedó enfrente de él;Draco tomó el rostro del moreno entre sus manos y le dedicó un suave beso. El pelinegro deseaba algo más que un delicioso roce con sus labios,por lo que en esta ocasión fue él quien decidió introducir su lengua en la cavidad del rubio. Ambos deliraban en la boca del otro,la sensación que les proporcionaba el contacto de sus lenguas era indescriptible. Cuando se separaron para recuperar el aliento,Draco dijo:
-Harry,creo que es mejor que salgamos de aquí. Estaremos más cómodos en una mullida cama,¿verdad?
-Sí,claro-respondió éste,ruborizado.
Con un sencillo hechizo del rubio,apareció en un lado de la habitación una cama inmensa,con sábanas de seda blanca.
Draco tomó a Harry en brazos y lo llevó hasta ella,lo depositó suavemente y se situó encima de él. Lo miró con lujuria y pasión;continuó besando sus labios para pasar en breve a su cuello,dando pequeños mordisquitos y dejando bellas marcas escarlata en éste;el pelinegro,mientras,le brindaba suspiros y pequeños gemidos. Cuando el dragón levantó la cabeza para ver a su amor,pudo apreciar un adorable sonrojo en sus mejillas;sus labios estaban hinchados y entreabiertos,por lo que no pudo evitar lanzarse de nuevo a ellos para seguir devorándolos. Cuando sintió como su erección comenzaba a despertarse,bajó hasta sus rozados pezones. Harry deseaba observar cada una de las acciones de Draco,pero el placer lo obligaba a doblar la cabeza para atrás y reposarla sobre la almohada. Besaba,lamía,y mordisqueaba sus pequeños botones de carne hasta dejarlos erectos. Fue descendiendo poco a poco,dando besitos en su estómago,jugando con el ombligo del moreno al introducir su lengua en él. Bajo la vista y se encontró con el miembro de Harry;era más pequeño que el suyo,pero igualmente apetecible,estaba palpitante de deseo,anhelaba degustarlo y saborear su esencia. Primero lanzó unas cuantas lamidas en la punta,y el moreno,al sentir la cálida lengua de Draco sobre su pene erecto,se estremeció y dió un largo gemido. El Slytherin sintió una punzada en su miembro,que al igual que el de su acompañante,estaba deseoso de placer. Pasó a introducirlo en su boca,lo lamía descaradamente desde la base hasta la cabeza,y el ojiverde sintió como el goce se apoderaba de su ser;tomó los largos cabellos platinados del más alto para marcarle el ritmo. Cuando sintió que no podía aguantar más,dijo entre jadeos:
-Dra-draco,m-me vengo-ooh...- y se corrió en la boca del rubio. Éste saboreó el dulce néctar del león y se lo tragó todo.
-Pe-pero,¿por qué te-te lo tragas,m-mi amor?-preguntó el pasivo,recuperándose de su orgasmo.
-Porque es tan delicioso y dulce como tú-dijo este,relamiéndose con descaro.
Admiró sus muslos,de piel tostada,y su aroma a canela que tanto deseaba aspirar sin obstáculo alguno;los apretaba con sus manos,los besaba y deslizaba su lengua una y otra vez por ellos,apretaba sus glúteos con firmeza y Harry quería que llegase más lejos.
-Draco,házlo,por favor...lo deseo-logró pronunciar el Gryffindor entre gemidos,de una manera tan sugerente y excitante,que volvió loca a la serpiente.
-¿Realmente te sientes preparado,gatito?-preguntó Draco extaciado ante la escena que protagonizaba su amante.
-¿Gatito?nunca pensé que pudieses llamarme de esa forma tan infantil...-dijo entre carcajadas el Niño Que Sobrevivió.
-Es que realmente lo pareces,tal y como te encuentras en estos momentos...-le dió un fugaz beso en la mejilla y comenzó a hacer círculos alrededor del anillo de Harry.
-ahhh...-gimió suavemente éste.
Introdujo con delicadeza uno de sus finos dedos en el interior de su moreno,y cuando notó que éste ya no lo rechazaba,añadió un segundo y un tercero. Estuvo unos minutos introduciéndolos y sacándolos,a un ritmo regular,estimulando la próstata del pelinegro,pero cuando quiso sacarlos,Harry dió un leve gruñido en símbolo de protesta.
-Te voy a llevar al mismísimo paraíso,no te preocupes,mi ángel...-dijo Draco sensualmente,regalándole una hermosa sonrisa al Gryffindor.
Draco siguió estimulando a su chico con un beso negro. Metía y sacaba su lengua del interior de Harry,y esté sentía que reventaría de placer en cualquier momento;era fantástico. El rubio fue consciente de ello y decidió pasar a otro nivel. Levantó las piernas del león y las posó sobre sus hombros,penetró con lentitud al pelinegro para lastimarlo lo menos posible,pero esté no puedo evitar llorar a causa del dolor. Draco empezó a masturbarlo para que no siguiese lamentándose;lo amaba con todo su corazón y no soportaba verlo sufrir de ese modo. Cuando logró introducir todo su miembro en él,comenzó a dar suaves embestidas,y poco a poco el dolor dejó paso a un gran placer. Draco aceleró el ritmo,y Harry le rogó inundado en gemidos y jadeos que no se deteniese. Pensó que aquella situación se debería sentir igual que estar en el interior de una rosa. Ver al niño por el que había tenido verdadera devoción desde hacía seis años gritando su nombre y gozando entre sus brazos era el más hermoso regalo que nadie le podría conceder en su vida. Por su parte,el moreno sintió que era la persona más afortunada del mundo por estar bajo ese ángel de porcelana. Siguieron adorándose mutuamente entre bonitas palabras y sensaciones tan satisfactorias que eran dignas del séptimo cielo;hasta que el Príncipe de Hielo sintió que alcanzaba el Edén con sus propias manos. Inmediatamente después de que derramase su esencia en las entrañas del ojiverde,éste eyaculó en su vientre.
-Te amo,mi príncipe.-dijo bajito Harry,y cerró los ojos.
-Seguro que no tanto como yo a tí,gatito.-contestó Draco,y lo acomodó en su amplio pecho.
Quedaron sumidos en un profundo sueño,unidos y abrazados,como tantas veces habían ambicionado en sus noches en vela.
♣ FIN ♣