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Pierrot por hana midori

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Notas del capitulo:

bueno, ya se que me tarde un monton pero aqui les dejo el proximo cap, disfrutenlo ^^

Pasaron 2 días, Sebastian no dejaba ni un segundo solo al pequeño, aunque tampoco este se veía muy preocupado por eso, de hecho, el tener al demonio cerca lo hacía sentir seguro.

 

--nee, Ciel vamos a jugar—le rogaba una y otra vez Roxanne.

 

--ya te dije que estoy ocupado.

 

--pero dentro de 3 días me voy, por favor.

 

--bueno, ¿Qué quieres jugar?

 

--escondidas—le respondió de manera alegre, inmediatamente el Conde miro de reojo a él pelinegro, el cual negó con la cabeza de una manera casi imperceptible.

 

--mejor otra cosa, ¿Qué te parece ajedrez?

 

--¡no! ¡Yo quiero jugar escondidas!

 

--está bien bocchan—hablo el mayordomo, con una mirada que decía “no lo dejare solo”.

 

--tu ganas Roxanne. —suspiro resignado el chico.

 

--muy bien, yo cuento—se tapo los ojos con las dos manos—1, 2, 3… ¡espera!

 

--¿Qué?

 

--mejor que Sebastian cuente.

 

--¿yo?

 

--si—lo tomo del brazo y lo jalo hasta la esquina de la habitación—cuenta hasta 100 ¿entiendes?

 

--claro…--igual que la chica, se tapo los ojos y comenzó a contar—1, 2, 3…

 

--¡vamos Ciel!—la castaña salió corriendo y el niño detrás de ella, más un par de momentos después se separaron pues según la joven “si estamos juntos nos encontrara”.

 

El peliazul se dirigió al jardín, esperaba que Sebastian fuera a buscarlo ahí primero. Camino un rato pequeño hasta que se encontró en el kiosco…

 

--aquí yo…encontré la muñeca—susurro para sí mismo, desde que había pasado ese caso, no había vuelto a ese lugar, pero ahora que lo hacia una extraña sensación se apodero de él. Avanzo más, hasta que estuvo en el mismo sitio donde todo había empezado…

 

Entonces reconoció la sensación que lo invadía, la misma que había sentido hacia dos noches en su habitación…

 

Una sensación de peligro.

 

“No debería estar aquí”

 

Iba a dar media vuelta, pero algo se lo impidió, sus piernas no respondían y comenzaba a sentirse mareado.

 

--¿pero qué…?

 

Cayo de rodillas, le costaba respirar y su vista se nublo, solo veía sombras y colores difusos. Alguien se acerco, quería que fuera Sebastian pero sabía que no era él…

 

--hola Conde—el niño no dijo nada, cerró los ojos y perdió el conocimiento.

 

Lo último que vio fue a alguien vestido con un traje de payaso rojo y negro, con una máscara blanca y un gorro rojo en la cabeza.

 

http://imageshack.us/photo/my-images/508/450pxveneziacarnevale2.jpg/

 

(Más o menos así, solo que el traje más ajustado)

 

****************************************************************

 

Sebastian buscaba por los cuartos de la mansión, lo así con rapidez más no con desespero. Cuando entro a la biblioteca escucho una respiración, se acerco lentamente, esperando que fuera su amo, mas cuando encontró el origen de ese peculiar sonido noto inmediatamente que no era Ciel quien lo producía.

 

--¿señorita Roxanne?—ella tenía lagrimas en los ojos.

 

--¡Sebastian!—fuera de la reacción que esperaba el demonio, la castaña lo abrazo y se tiro a llorar a todo pulmón.

 

--¿Qué sucede?

 

--se...se lo llevo—logro decir entre gemidos.

 

--¿llevarse? ¿A quién?

 

--a…a Ciel. —él abrió los ojos con sorpresa y perdió el control de su persona, sabía muy bien el propósito de ese secuestro.

 

--¡¿Quién se lo llevo?!—le pregunto casi en un grito, agitándola por los hombros, ella se dejo ver una cara asustada.

 

--yo…

 

--¡dímelo!—le ordeno con el mismo tono anterior.

 

--¡no sé, no sé, fue alguien vestido de payaso!—volvió a soltar en llanto, cosa que solo desquicio mas al mayordomo pero que al mismo tiempo lo hizo recordar que trataba con una niña aterrorizada.

 

--¿Dónde se lo llevo?—ahora su voz se suavizo, mas aun expresaba que quería respuestas certeras.

 

--en el jardín…encontré esto en el suelo…--le dio un trozo amarillento de papel que estaba doblado por la mitad, el pelinegro lo tomo y lo abrió de un movimiento.

 

Si quieres volver a ver al niño vivo ven a la Iglesia abandonada a las afueras de Londres a media noche, ni un minuto más, ni un minuto menos.

 

P.S ni se te ocurra llevar a tus legiones o refuerzos, si lo haces matare al mocoso.

 

No era como las cartas que Magus les enviaba, esta era totalmente vulgar, las de él era elegantes, esta no tenía ni una pisca de eso. Miro su reloj de bolsillo, era las 6 de la tarde, faltaban solo 6 horas.

 

--iré a buscarlo. —se dio media vuelta y empezó a caminar con paso rápido, más algo lo sujeto del brazo y lo detuvo.

 

--iré contigo—la decisión en la mirada de la castaña sorprendió al demonio, sobretodo porque hacía solo 2 minutos lloraba desconsoladamente.

 

--no, quédese aquí…

 

--¡iré contigo!—le grito, Sebastian la miro unos segundos.

 

--camine rápido.

 

No había tiempo que perder.

 

********************************************************

 

Faltaban cinco minutos para la hora señalada, caminaban por un bosque espeso, sin ninguna luz, pues pensaban que si lo hacían el secuestrador podría hacer una estupidez.

 

--no veo nada—susurro la chica mientras tomaba en brazo del mayor.

 

--no se preocupe ya casi llegamos—en esos momentos se arrepentía de llevarse a Roxanne, después de todo, la única utilidad que podría darle era la de el puesto de carne de cañón.

 

Un frio bastante fuerte se apodero del lugar, mas antes de que la menor pudiera hacer un comentario, el edificio en ruinas se elevo frente a ellos. Una rápida checada al reloj delato que solo faltaba un minuto más.

 

--¿entramos?

 

--si…quédese cerca ¿entendió?—asintió, para un humano ese movimiento no hubiera sido notado pues la oscuridad era densa, mas el por ser demonio lo vio con claridad.

 

La puerta podrida de madera se abrió con facilidad, sin hacer ningún ruido. Estaba totalmente despejado, no había bancas ni nada que se esperaba encontrar en una Iglesia, mas en el lugar donde se suponía que debía estar el altar, estaba Ciel incado, atado con cadenas.

 

--¡bocchan!—exclamo el ojirojo, corriendo en esa dirección, el niño levanto la vista.

 

--¡no, Sebastian no te acerques!

 

En un instante, lo rodearon criaturas de aspecto grotesco, eran parecidos a las gárgolas, solo que sin alas.

 

“¡¿Demonios?!”

 

Se le arrojaron encima, intentando morderlo o arañarlo, mas con una agilidad digna de él logro alejarse. Las criaturas gruñeron, y de nueva cuenta atacaron. Sebastian saco cuchillos y los arrojo, matando e hiriendo a esas cosas.

 

--¡Sebastian detrás de ti!—giro el rostro y logro ver una daga dirigiéndose a su brazo, con su mano la tomo y se la calvo a uno de los demonios.

 

--tu…--de golpe todos se alejaron del demonio, desapareciendo en la oscuridad. El misterioso personaje vestido de joker apareció.

 

--¿Quién eres?—pregunto, quería saber si era antiguo enemigo suyo.

 

No contesto, simplemente saco más dagas del interior de su traje y tomo posición de ataque. Era difícil saber qué era lo que esa persona pensaba, ya que la máscara que traía puesta ocultaba su rostro y reacciones.

 

El pelinegro dio un vistazo veloz a su alrededor, Ciel estaba donde mismo, con una mirada de preocupación.

 

Cerró los ojos y los volvió a abrir.

 

“No hay tiempo de dudar”

 

La pelea empezó, ambos contrincantes eran agiles, fuertes, estaba bastante reñida. El niño observaba con asombro la velocidad a la que se movían, le costaba trabajo reconocer a su mayordomo.

 

Un descuido, un error…

 

De un movimiento el demonio de ojos rojos atravesó el cuerpo de esa persona con su mano, esta no emitió ningún sonido, ninguna queja. Al contrario de lo que todos se esperaban se acerco más, enterrándose no solo la mano, sino también el brazo de Sebastian.

 

--game over.

 

El traje exploto, la máscara cayó al suelo con un golpe sordo mientras humo de color purpura rodeaba al mayor.

 

--¡¿Qué?!—lo pensó primero al ver que no había ningún humano usando el atuendo, pero lo dijo cuando se sintió mareado, el olor de ese vapor era insoportable.

 

“Una gota, solo una…”

 

--¡ahhh!

 

--¡Sebastian!

 

Un cuchillo había sido clavado en su costado, el demonio se quedo estático unos segundos, la única presencia que había sentido acercase había sido la de…

 

--Ro…xanne.

 

Ella solo sonrió.

 

Esto pronto terminara.

Notas finales:

Carne de caño se utiliza para decir que lo usaran como carnada, a los militares mas jovenes los ponian al frente, por eso eran los primeros en morir, les decian carne de cañon.

Ojala les haya gustado mucho, esperare sus comentarios ^^

P.S que mendiga la Roxanne xDD


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