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Pierrot por hana midori

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Notas del capitulo:

bueno....FELIZ CUMPLEAÑOS KANAME!!!!!! mi querida niña, aqui te dejo tu regalo ^^ el proximo cap de pierrot, disfrutalo porque por hacerlo no entrege un trabajo y reprove la materia (?) no te creas xDDDD es mentira xDDD pero me esforce mucho, espero te guste mi linda pequeña ^^

Una niña de cabellos castaños lloraba mientras se agarraba una de sus manos, parecía que se había lastimado.

 

--¿Por qué lloras?—la pequeña reconoció la voz, por lo que rápidamente levanto la vista.

 

--¡hermano me corte!—lloriqueo al tiempo en que se lanzaba a los brazos del joven, este la abrazo.

 

--tranquila…haber, déjame ver—ella le extendió la mano, sin dejar de gimotear. El chico examino la herida, luego sonrió, era demasiado pequeña como para preocuparse.

 

--jejeje, eres adorable—le dijo, volviendo a abrazarla.

 

--me… ¿me voy a morir?—pregunto asustada.

 

--no, no, claro que no—le tranquilizo—sanara en unos días.

 

--me duele—susurro.

 

--¿mucho?—asintió, lo que realmente significaba que no--¿y si le dio un besito para que ya no te duela?—nuevamente extendió la mano, dándole un si mudo. Él la tomo y deposito un tierno beso en la palma, justo donde estaba la cortada.

 

--gracias—dijo ella más relajada.

 

--¿dejaras de llorar?

 

--si.

 

--¡que bien!, porque triste no me gustas, te ves fea.

 

--¡hermano!—le reclamo enojada.

 

--jajajaja, es mentira, sabes que eres la niña más linda del mundo.

 

--¿de verdad?

 

--que me muera si no es cierto—le aseguro sonriendo.

 

--¡te quiero hermano!

 

--y yo a ti—susurro, abrazándola con más fuerza.

 

********************************************************

 

--Ro…xanne

 

Nadie hizo nada, ni siquiera se movieron, no se lo esperaban.

 

La chica retiro de manera brusca el arma, haciendo sangrar al demonio. Este se alejo, con una mano en el costado.

 

--tu…

 

--jeje…jejeje…jajajajaja—solto una risa maniática--¡no puedo creer que se creyeran mi actuación estúpidos! Jajajajaja.

 

Los ojos del pelinegro se encendieron, solo por la ira que sentía.

 

--así que tú eras la que estaba detrás de esto.

 

--si, soy buena actriz ¿no?—dijo esto mientras se dirigía a la máscara que se encontraba en el piso. —Menos mal no se rayo—su tono de voz detonaba que sentía alivio.

 

--¿Qué tiene de importante esa mascara?—cuestiono Sebastian.

 

--te lo diré, pero antes…--dirigió la punta del cuchillo hacia abajo, haciendo que el líquido carmesí se concentrara en esa parte del arma—deberían preocuparse, están en jaque.

 

Solo una gota, pequeña, por no decir minúscula resbalo de la hoja al piso, en cuanto lo toco, una luz se encendió de la nada.

 

Una estrella de David era lo que provocaba esa luz, paso de blanca a morada y de morada a dorada. El as fue directo hacia el cuerpo del demonio.

 

--¡Sebastian!—no grito, ni se quejo, pero su imagen se distorsión al grado en que se volvió una sombra de ojos rojizos, y de golpe, volvió a la normalidad.

 

--¡¿Qué demonios?!—un dolor insoportable se apodero de su cuerpo, la herida empezó a sangrar a borbotones, sus piernas temblaban, tanto que termino arrodillándose en una de sus piernas.

 

--¿sorprendido?, yo lo estaría, después de todo, ser un humano es molesto.

 

--maldita—susurro.

 

--jejeje, no te preocupes, para tu fortuna es temporal.

 

--que bien, ya me siento mejor—le replico con sarcasmo, con una ligera mueca de dolor en el rostro, después de todo, no estaba acostumbrado a el.

 

--me sorprende tu valentía.

 

--soy demonio al fin y al cabo.

 

--cierto—la chica dejo de mirar al ojirojo para observar al niño. —supongo que tu también estas igual ¿no?

 

--¿Por qué?—no había otra cosa que decir o preguntar, una razón, necesitaba una razón ya que no podía creer del todo que la niña llorona e infantil que conoció fuera la misma que en ese momento.

 

--¿Por qué dices?, pues…venganza—le dijo con odio—por tu culpa mi vida se arruino—miro la máscara con una mezcla de tristeza y enojo.

 

--¿por mi culpa?

 

--acaso tu no…. ¿me reconoces?

 

--no.

 

Nadie noto que como su mandíbula se tensaba (gracias a la máscara) ni tampoco como apretaba con fuerza el mango del cuchillo.

 

--¿y tu demonio?

 

--para que mentirle, no la recuerdo.

 

--ustedes…--camino hacia el menor, acercándose tanto como para tomarlo del brazo.

 

--veamos si esto te hace recordar—levanto el arma y se la clavo en el brazo del niño.

 

--¡ahhh!

 

--¡bocchan!—Sebastian se levanto de golpe, ignorando por completo su propio dolor--¡no lo toques!—había avanzado solo unos cuantos pasos cuando Roxanne alargo la mano y una brillante luz morada golpeo al mayor con fuerza, haciéndolo caer.

 

--¡Sebastian!—la chica lo tomo del rostro para que la viera.

 

--¿ya me recordaste?—era algo aterrador el tono de voz que uso, sin mencionar que la máscara le daba un toque tétrico extra.

 

--estás loca—le dijo Ciel con la voz cargada de odio y una mueca de dolor.

 

--lo dice el chico enamorado de un demonio. —saco el arma con mucha brusquedad, mas el niño no hizo ruido alguno.

 

Sebastian recién comenzaba a recuperarse del ataque, normalmente lo hubiera esquivado pero en ese momento se encontraba en una situación deplorable, pero, de algo estaba seguro, no era la primera vez que sentía esa fuerza.

 

--como… ¿Cómo conseguiste los poderes de Magus?—le pregunto mientras se ponía de pie.

 

--sencillo—se abrió el cuello del vestido, dejando ver una piedra azul que se encontraba atada con una cadena plateada. —gracias a esto.

 

--eso es…

 

--si, es el ojo de la ultima muñeca de mi máster.

 

--¿máster?—fue Ciel el que hablo.

 

--lo que oíste, el fue mi máster, así como Sebastian es tu “sirviente” yo también lo era de Magus.

 

En ese momento el menor recordó las palabras de la chica.

 

--¿quieres vengar la muerte de Magus?

 

--¿Por qué lo haría? Para él solo fui una sirvienta, no mas. —Hizo una pequeña pausa— ¿no me digas que creías que hacia todo esto por él?

 

--tks.

 

--escucha niño, en este mundo uno nunca debe confiar en los demás.

 

--créeme Roxanne, yo mejor que nadie lo sé.

 

--si claro—le replico con sarcasmo. —tu nunca haz sufrido.

 

--te equivocas--“yo he sufrido mucho”

 

--¿a si?, dime algo Ciel… ¿haz perdido a la persona más importante en tu vida?

 

--si…

 

--mentiroso—le dijo seria. — Los abras perdido a temprana edad, pero al final los ibas a perder de todas formas—acerco su rostro—lo repetiré de nuevo… ¿haz perdido a la persona más importante en tu vida?

 

Él se quedo en silencio, lo había desarmado temporalmente.

 

--eso creí—estaba tan concentrada en el pequeño que no noto al demonio acercarse por detrás, a pesar de estar adolorido se las había arreglado para no hacer ruido.

 

De un movimiento la tomo del brazo, doblándoselo de golpe, ella soltó el cuchillo y con su mano libre se toco el hombro. Vaya que todavía le quedaba fuerza al pelinegro.

 

--mas te vale que lo dejes—le dijo amenazador.

 

--o si no que… ¡ahh!

 

--te destrozo el brazo—dicho eso aumento el agarre.

 

--no tienes…la suficiente fuerza demonio—susurro adolorida--¿olvidaste mi bono extra?

 

No había terminado de decir eso cuando una llamarada de fuego rodeo el cuerpo de la chica, y el de Sebastian con él. Este hizo solo una mueca de dolor pero no la soltó.

 

--¡te quemaras vivo idiota!—vocifero Roxanne.

 

--¡Sebastian aléjate!—grito Ciel al ver claramente el peligro que estaba corriendo su mayordomo--¡¡Es una orden!!—al oír esto, Sebastian retrocedió, su cuerpo expedía humo, lo cual aseguraba que se había quemado.

 

--tu… ¡maldito!—ello lo golpeo de nuevo con  esa ráfaga de fuego, haciéndolo estrellarse contra el suelo. Eso había sido demasiado ya que escupió sangre.

 

--¡Sebastian!

 

--me las pagaras—una espada apareció en su mano, mientras caminaba hacia el ojirojo.

 

Él se sentía patético, ¿Cómo una niña le estaba dando una paliza cuando Magus apenas lo había tocado?

 

El Conde intento levantarse, pero las cadenas en sus tobillos se lo evitaron.

 

Roxanne quedo frente al mayordomo, levanto el arma y se la clavo con fuerza en el pecho.

 

--¡ahh!

 

--¡Roxanne para!—rogo apunto de soltar en llanto, podía soportar cualquier tortura sobre él pero no podía ni siquiera imaginarse lo que estaba viendo.

 

--si dices mi verdadero nombre parare—le dijo antes de repetir la misma acción, solo que esta vez sobre el hombro del pelinegro.

 

--¡detente!—en esos momentos poco le importaba su orgullo, poco.

 

--¡como me llamo!—se la encajo en otra parte, el demonio apenas hizo un movimiento.

 

--¡Roxanne por favor para!

 

“¡por favor ya no me lastime!”

 

--¡detente!—comenzaba a dolerle la garganta de tanto gritar, mas la chica parecía no oírlo pues volvió a apuñalarlo.

 

“¡déjame!”

 

--¡basta!

 

“¡basta!”

 

--¡cállate!—le ordeno ella--¡cállate, cállate, CALLATE!—su voz sonaba quebrada, unas lagrimas lograron caer fuera de la máscara.--¡no te hagas la victima ahora! ¡Tu no tienes idea de lo que sufrí por tu culpa Ciel Phantomhive!  ¡No sabes por lo que he pasado, ni lo que he tenido que hacer para sobrevivir! ¡TU NO LO SABES!—grito lo último, quitándose la máscara y arrojándola lejos. Su rostro estaba lleno de ira y tristeza, las perlas saladas corrían por todo su rostro.

 

--pero ya no, ¡te hare sufrir el doble de lo que yo he sufrido!—chasqueo los dedos, y esos demonios que le servían aparecieron, rompiendo las cadenas que ataban a Ciel. Pero antes de que este pudiera hacer algún movimiento,  lo inmovilizaron.

 

--¡suéltame!

 

--primero matare a tu amante—dijo con voz fría—y después te diré lo que te espera—paso su mano por la hoja de la espada y esta se prendió en llamas. —No querrás perderte esto. —le dijo con burla. El peliazul luchaba por zafarse, mas no podía.

 

--¡Sebastian!—él no hizo señal alguna de oírlo--¡maldita se Sebastian levántate!—ya no lo soporto mas pues rompió en llanto--¡SEBASTIAN!

 

De golpe las criaturas lo soltaron, esfumándose en el aire, Ciel no supo que sucedió pero no tenía tiempo ni interés en averiguarlo. Vio el cuchillo que estaba a sus pies, lo tomo y corrió hacia la chica.

 

--¡ROXANNE!

 

Ella logro levantar la vista sobre su hombro, se dio la vuelta, lista para defenderse.

 

“¡Yo no…!”

 

--¡perderé!

 

La sangre baño de nueva cuenta el suelo…el perdedor había sido herido de muerte.

 

 

Notas finales:

espero les haya gustado, por favor, perdoneme si les cambie las personalidades a ciel y sebas pero si no lo hacia no quedaba (?)

Kaname, deseo que te pases un bonito cumpleaños y que hayas disfrutado tu regalo ^^

 

P.S actualizacion proximo viernes ^^


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