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Pierrot por hana midori

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Notas del capitulo:

no tengo excusa, dije que hace dos semanas actualizaria y no lo hice T_T no ni una maldita excusa....

la verdad es que ustuve muy ocupada, la escuela no me dejaba respirar bien y ademas, tuve unos problemas con el cap  pues no se me ocurria nada >.< asi que al fina lo dividi en dos partes, asi que aqui va la primera, disfrutenla ^^

La sangre baño de nueva cuenta el suelo…el perdedor había sido herido de muerte.

 

--tu…

 

Roxanne retrocedió un paso…

 

Con el cuchillo clavado en el pecho.

 

--ma…maldi ¡!—escupió sangre mientras caía de rodillas al piso, le había atravesado de manera limpia el corazón.

 

Ciel la miro unos segundos, pero después paso por su lado con rapidez, tenia cosas más importantes de las que cerciorarse.

 

Llego junto al cuerpo de su mayordomo, incandose sin importar que se manchara de sangre.

 

--Sebastian—lo llamo, moviéndolo suavemente. Este hizo un gesto de dolor para luego abrir sus ojos.

 

--Ciel…--llevo una de sus manos al rostro del menor, acariciando su mejilla, le había preocupado muchísimo su estado--¿te encuentras bien?

 

--si, ¿y tú?

 

--algo—le respondió sonriendo débilmente, de verdad que el ser humano era molesto. Intento incorporarse mas no pudo hasta que el niño le ayudo, le costaba mucho moverse después de “la pelea” que había tenido con la castaña.

 

--¿y Roxanne?—el peliazul dirigió su vista hacia donde se encontraba el cuerpo de la chica.

 

--no volverá a molestar—fue lo único que dijo, sabía que le entendería.

 

--soy patético ¿no?

 

--no lo eres—le replico, mas solo recibió una risa suave como respuesta. De cierta forma el que el pelinegro bromeara de esa manera significaba que ya todo estaba a punto de terminar.

 

--Ciel—se escucho, ambos dirigieron su vista hacia donde la voz los llamo…era Roxanne.

 

--¡¿Cómo…?!

 

--¡incendia!—una llama de fuego la rodeo, quemando todo a su alrededor.

 

Te vengare…

 

--¡Ciel vamos!—el demonio jalo a su amo, este reacciono, comenzando a alejarse lo más rápido que podía, mas el hecho de tener que ayudar a Sebastian disminuía su velocidad de escape.

 

Las llamas casi los alcanzaban y aun estaban lejos de la salida, el menor volteo para mirar a la chica, sus ojos detonaban tristeza…una muy profunda.

 

Le dijo algo, pero no la escucho, solo pudo ver sus labios moverse.

 

El calor se hacía insoportable, ya casi estaban a salvo…pero para su desgracia el techo cedió.

 

--¡cuidado!—empujo a Sebastian a un lado, cayendo sobre el mayor, este solo hizo un gesto de dolor por el tan brusco movimiento. Ciel no noto que la herida se había vuelto a abrir.

 

--¡tenemos que salir!—grito con desesperación, intento ayudar a el demonio a ponerse de pie pero este no pudo, había perdido demasiada sangre

 

--Ciel…--susurro antes de caer en la inconsciencia.

 

--¡Sebastian!—nuevamente intento levantarlo pero no podía con tanto peso muerto, el fuego casi acariciaba su piel, y la sangre de su ojirojo bañaba sus manos. No pudo evitar recordar ese día hace casi 3 años…realmente era muy parecido.

 

Escucho un golpe sordo, levanto la vista por su hombro y se dio cuenta que ese sonido fue producido por el cuerpo de Roxanne al golpearse contra el suelo, ahora estaba seguro, ella estaba muerta.

 

--¡ah!—una lengua de fuego lo había tocado en su brazo herido, si no se movía…

 

“¡NO! ¡Primero muerto antes que dejarlo!”

 

De nueva cuenta hizo un esfuerzo pero fue en vano. El calor lo sofocaba, y sus pulmones se llenaron de humo…despertando su asma.

 

Tosió de manera desesperada, no podía respirar. Se recostó sobre el pecho de Sebastian, poniendo una de sus manos en su garganta, su aire se había agotado.

 

Cerró los ojos…esperando la muerte.

 

--¡aquí están!—escucho una voz familiar, no sabía de quien era pero sabía que la conocía…pensó que era la muerte llamándoles.

 

Sebastian

 

**********************************************************

 

--¡SEBASTIAN!—grito mientras se despertaba de golpe, sentía su cabeza a punto de explotar y su brazo izquierdo le dolía demasiado.

 

--bocchan cálmese—vio a May Rin a su lado, intentado que se recostara de nueva cuenta. Ciel reconoció su habitación, pero aun se sentía desorientado.

 

--¿Dónde está Sebastian?

 

--está bien pero usted debe…

 

--¡¿Dónde?!—le grito.

 

--e-en su habitación pero…--no la dejo terminar, se paró de un salto pero de inmediato se mareo, si no fuera porque la pelirroja logro sujetarlo habría caído al suelo.

 

--bocchan por favor.

 

--llévame con él—susurro con voz débil, ella vacilo--¡es una orden!

 

Suspiro resignada, no le quedaba de otra más que obedecer.

 

--con cuidado—lo tomo del brazo bueno y empezaron a caminar, salieron de la habitación del niño, encontrándose con Bard.

 

--May Rin que te dije—la regaño.

 

--quiere ver a Sebastian-san…

 

--no, que vuelva a la cama…

 

--¡no decidan por su amo!—los interrumpió--¡quiero verlo!

 

--bocchan…--la mirada de Bard era de preocupación, cosa que solo puso más ansioso a Ciel.

 

--¡ahora!—la garganta le dolía de tanto gritar.

 

--yo lo llevo, ayuda a Finnian con la cena.

 

--muy bien—se hizo a un lado y permitió que la sirvienta se lo llevara. El menor intenta ir con paso rápido, pero la mujer lo frenaba, no quería que se lastimara.

 

Ahora se encontraban frente a la puerta, el niño la abrió con rapidez, más sin hacer ruido.

 

Sebastian se encontraba dormido en la cama, no traía puesto el traje de mayordomo, seguramente llevaba una mas cómoda.

 

--Sebastian…

 

--bocchan ya lo vio ahora regrese…

 

--fuera.

 

--¿Qué?

 

--dije fuera—lo miro confundida, pero al observar la expresión de su rostro solo asintió y se retiro, cerrando la puerta.

 

El chico se acerco con paso lento hacia el demonio, este giro un poco la cabeza y abrió los ojos.

 

--¿bocchan que hace fuera de la cama?

 

--viene a ver como estabas—le contesto, incandose a la orilla del colchón.

 

--que considerado—poso su mano sobre los cabellos azules y se los alboroto—debería descansar, para medio día estaré como nuevo.

 

--¿Qué horas son?

 

--son las 6 de la mañana.

 

--ohh.

 

--jejeje, venga aquí—se movió y le dejo espacio al niño, este se acomodo y se acurruco en su pecho. Podía oler aun la madera quemada.

 

--¿Sebastian?

 

--¿si?

 

--¿Cómo nos encontraron?

 

--se lo diré mas tarde, descanse.

 

El peliazul asintió, cerrando los ojos y dejándose vencer por el sueño.

 

***************************************************************

 

Sentía algo que lo tocaba, de manera lenta regreso a la realidad, abrió sus parpados para encontrarse con el rostro del demonio.

 

--buenos días—le dijo sonriendo.

 

--¿días?

 

--bueno, más bien noches.

 

--¿de verdad?—se sentó en la cama, notando que ya no se encontraba en la habitación del mayordomo si no en la propia.

 

--le traje la cena—anuncio, acercándole un plato con una comida que pintaba de exquisita. Ciel lo tomo y se lo puso en las piernas para comenzar a comer con avidez, estaba muy hambriento. El demonio lo observaba devorar el plato, tenía algunas cosas que decir pero primero quería que su amo estuviera completamente cómodo.

 

--¿Cómo estás?—pregunto el niño antes de meterse otro bocado a la boca.

 

--mejor, el hechizo que uso Roxanne a dejado de funcionar. —el Conde miro con tristeza la comida al recordar a la chica llorando.

 

--Sebastian tu…

 

--se lo que paso, y el porqué ella nos odiaba.

 

--dímelo.

 

--creo que será mejor que se lo muestre—abrió el cajón que había en la mesita de noche, sacando un libro negro.—esto estaba en el cuarto de Roxanne, junto con otra cosa que le enseñare cuando termine de leer esto.—el niño asintió, abrió el cuaderno en la primera pagina y lo primero que vio ahí era un nombre:

 

Sophie Grey

 

“¿Grey?”

 

--esto…

 

--termínelo—le interrumpió el mayordomo serio, él retomo la lectura, solo que pasando a la segunda página.

 

16 de octubre 1884

 

Ayer cumplí 9 años, james mi hermano,  me regalo este diario para que pudiera relatar mi vida y cuando fuera grande releerlo y recordarlo todo. Estoy muy feliz, él es muy dulce conmigo, y lo quiero. Me dijo que mañana iría a su trabajo, eso me emociona, adoro verlo actuar, quiero ser como él cuando crezca…

 

Ciel trago lentamente, comenzaba a recordar algunas cosas que no quería. Ojeo más el libro, hasta que llego a la mitad de este.

 

20 de noviembre 1885

 

James me enseño unos trucos ayer, es muy bueno, aun no puedo creer que sea el mejor Pierrot del circo, me hace muy feliz. Mañana actuare a su lado, estoy algo nerviosa pero sé que lo hare bien. Incluso me regalo mi propia mascara, es tan hermosa…

 

No sé qué haría si él se fuera, como mis padres…pero me prometió que siempre estaríamos juntos, siempre.

 

La página terminaba ahí, y cuando le dio la vuelta…la otra estaba en blanco, rápidamente checo el resto del libro y estaba igual.

 

--¿Por qué no está completo?—le pregunto el niño al mayor.

 

--porque después de eso… ¿recuerda el caso del La Banda de Cirqueros?

 

--¿esa que mataba a la gente rica y después les robaba todo?, si—lo recordaba bien, no por el hecho de que fuera difícil, sino porque para ese entonces solo tenía unas semanas de haber conocido a Sebastian. También recordaba que le había ordenado al mayordomo eliminar a los culpables…

 

--su hermano… ¿estaba ahí?

 

--creo que sí, no estoy seguro cual podría haber sido. —se quedaron en silencio, Sebastian esperaba una reacción o pregunta de su amo pero este no pensaba en eso.

 

“Yo…no soy diferente a esos sujetos…”

 

--vísteme—le ordeno.

 

--¿eh?

 

--saldremos a investigar, tengo que saber todo.

 

--entendido.

Notas finales:

esta horrible lo se >.< pero no queria dejarlo solo tanto tiempo y que pensaran que ya no le iba a seguir...asi que bueno. Me disculpo de ante mano si estaba muy mal, la verdad no me dio tiempo de revisarlo como deberia y pues....

pero ojala les guste, el proximo episodio tratara del pasado de Roxanne (Sophie) ^^


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