Una noche en la cama de Kakashi e Iruka
-¿Todavía sigues enojado? – pregunto de bajo de unas sabanas blancas
-Sí, y más te vale que no sigas con tus preguntitas o te irás a dormir al sofá – amenazo Iruka, dado vuelta hacia su lado de la cama
-Tú sabes que yo solo te quiero a ti amor – intenta hacerlo olvidar su enojo son palabras dulces
-No me digas amor si te andas dejando coquetear por cualquiera – se enoja mas con el ninja copia. Kakashi suspira, apoyando su espalda sobre el colchón, mirando al techo, tendría que pensar mucho para que Iruka lo perdonara, aunque en realidad eran solo los celos del castaño, ya que, Kakashi por primera vez había hecho nada
-“¿quieres salir conmigo?” – dijo Kakashi, intentando citar algún recuerdo de hace ya varios años que tenía guardado, pero que jamás olvidaría, nunca ya que se lo había dicho su Iruka
-No te burles de mi – seguía molesto Iruka – sabes que era mi primer beso – se sonroja, aunque Kakashi solo se da cuenta del nerviosismo del sensei, cuando se tapa con las sabanas su moreno rostro
-Sí, es verdad – dijo sonriendo, al ver que su pareja seguía recordando aquel bello momento que Kakashi jamás olvidaría – fuiste demasiado cruel con Rin, Iruka – comento Kakashi, intentando que Iruka se sintiera culpable para que olvidara el enojo, y lo logra, Iruka lo mira a la cara para discutir del asunto
-Ella me planteó el desafío, yo… - recuerda que estaba enojado con Kakashi – cállate y no sigas que estoy aun muy enojado contigo – vuelve a dar la vuelta hacia su lado
-Minato se asusto demasiado, en su mente ya me tenia casado con Rin, y ver a su alumno estrella con otro hombre, creo que no le gusto mucho, bastó ver cuando cayó del asiento por el beso que me diste sobre la máscara Iruka – daba cortas carcajadas al recordar tan humorístico momento
-Es que en ese tiempo me gustabas – insinuando que ya no lo deseaba – sin embargo tu siempre estabas tan cerca de Rin – deja muy en claro sus celos, que existían desde que eran adolecentes
-Siempre me gustaste Iruka, te encontraba guapo desde que te… - interrumpe el moreno
-Desde que me espiabas cuando iba al cementerio y me dejabas alguna sorpresa, lo sé – ruborizado con leves intenciones de que el jounin le diera unas caricias, pero su orgullo y celos eran mayores – y también recuerdo que le dabas la mano a Rin a propósito cuando pasabas por mi lado. Esa fue una de las causas que provocaron el beso y la pregunta. Tus labios aun sabían a ramen cuando te bese en ichiraku – dándose vuelta para ver a su pareja de cabellos color plata, quería besarlo de esa manera otra vez
-Entonces si te acuerdas tan bien de lo bello que fue ese momento ¿Por qué desconfías de mí? – Kakashi busca una explicación racional de parte de Iruka. Sabía que el amor era mutuo. Kakashi jamabas había dejado de demostrárselo con los pequeños detalles que le preparaba en el día a día, como aquella vez que le dejo el escritorio de la academia lleno de pétalos de rosa blanca e Iruka que a la hora del almuerzo lo buscaba por toda la aldea para que pasaran esos pocos minutos juntos
-Porque odio cuando otros te miran y pienso que te olvidas de mí, ocupando otro tu mente - calla al ver que Kakashi lo escuchaba con tanta atención. Recordó que sería incapaz de dejar de pensar en él por solo un segundo
-Aunque debo reconocer que en mis sueños más sucios, me gustan los tríos – confiesa Kakashi arruinando tan buen momento
-No, me arrepiento – cambiando radical su ánimo el castaño -, puedes irte cuando quieras con él – dándose vuelta nuevamente para su lado – deberías largarte y dejarme solo y feliz
-Me refería a un trió Iru Kaka Iru ¿no has pensado en eso? – poniéndose Kakashi un dedo en el mentón. En realidad esa era la sorpresa para la navidad que tenía preparada Iruka - Además te prometí que jamás te dejaría solo amor, jamás lo haría, ni siquiera lo pienso – le toma por la espalda con su fuerte brazo pegando el cuerpo de Iruka al suyo – porque cuando dejé el anbu lo hice por ti – Iruka se pone rojo hasta las orejas - recuerdo cuando te fuiste a casa de Naruto porque llegue a la aldea con un brazo roto, además no me fuiste a ver la semana que estuve en el hospital porque me demore más de lo supuesto en la misión además estaba muy herido y como te hice preocupar mucho juraste que no me volverías a hablar si lo hacia otra vez – besando su roja oreja – me ofrecieron paga doble, pero aun así elegí a mi Iru, por que no pienso perderte – apretándolo más a su cuerpo, dejando que los cuerpos comenzaran a subir la intensidad de los efectos de sus hormonas, Iruka se deja gobernar por una mano extraviada de su amante que exploraba su torso, estimulando sus tetillas después de haber ensalivado sus dedos para provocarlo más y hacerlo gemir, lo deseaba como si fuera la última noche que estarían juntos. Pero Kakashi arruina siempre todos los momento románticos – ¿ahora puedes corrérmela Iru? – Iruka lo golpea, volviendo nuevamente al comienzo
-Eres un imbécil que solo piensa en sexo – ni le dirige la mirada a Kakashi
-Ahora que hablamos de corridas… – se le viene a la mente otra historia
-Tú estás hablando de corridas, sucio pervertido – le insulta para que se calle, la historia que contaría no estaba a favor de Iruka
-Me acuerdo que cuando te invite al bosque por una noche a ver las estrellas, apenas tenias 17 años Iru, y ya eras más osado que yo – se rió de manera pervertida, mientras que el moreno se hundía en las sabanas a causa de la vergüenza – yo dormía tranquilo, imaginándote desnudito en mi cama, pensando en que pose te lo haría en nuestra primera vez, que te diría para que te sintieras a gusto, cuando de repente sentía que algo me babeaba, pensé que era pakum el cual comúnmente hacia eso, pero al abrir los ojos eras tú que me besabas la oreja. Yo jamás te pedí nada mas en ese entonces, me conformaba con un agarrón a tu nalguitas y era feliz. Pero tú estabas en llamas, mi Iru – acariciándole el cabello, delicadamente como si fueran de cristales, mientras que el castaño seguía mirando la muralla
-No me toques, adefesio repulsivo – alego Iruka enojado, pero Kakashi lo ignora. Sabía que estaba cediendo de a poco para que hicieran algo sucio y rico que le gustaba en exceso a los dos
-Sin permiso de nadie metiste tu mano en mi ropa interior cuando me besabas – Kakashi comienza a excitarse al recordar ese placentero momento de atrevimiento de su delfín – la masajeaste tan lento y tan bien que… - hace una pausa para volver a sentir tal delicia nuevamente en su miembro, gimiendo con tan solo recordar la mano de Iruka en un lugar indebido –… y me regalas una de esas en cada uno de mis cumpleaños, desde aquella vez. Ni sabes cuánto las disfruto amor, deberían darte un premio a la mejor corrida – escapándosele una carcajada -. Aunque Gai quisiera, jamás me podría hacer una corrida como las tuyas amor… tus manos – suspira, deseoso de un poco de acción por parte de Iruka – son tus manos – Iruka estaba dispuesto a ceder con la condición de un solo besito en la nuca, como los que le daba su espantapájaros, pero nuestro bruto personaje arruina otra vez el momento - ¿Me haces una ahora?
-Primero muerto, animal – se enfurece otra vez – preferiría cortarme la mano antes de tocar tu sucia verga
-Hablando de verga... – sonríe para otra historia que era desventajosa para Iruka
-Esa no, es injusto –alega Iruka – no estaba siendo yo mismo, además tu debiste haber dicho que no, pero te aprovechaste de mi estado
-Es verdad que debí haberte detenido, pero no te creo mucho de no saber lo que hacías, ya que, te acurdas de cada cosita que hicimos – Iruka se intenta tapar los oídos – en especial cuando me hiciste un streeptice sobre la mesa, y confesaste que me habías masturbado cuando me emborraché en el cumpleaños de Jiraiya, y tu solo decías que era un “sueño húmedo” cuando vi mi ropa interior impregnada de semen
-Es que te veías tan… - comenzó a ceder Iruka, al recordar tantos buenos momentos - “¿Qué estoy asiendo?”… estaba borracho, no sé de qué hablas – intento aparentar inconsciencia, pero ya era tarde, ya había sido sorprendido
-¿Y la borrachera te duro cuando lo hicimos en el comedor, después me lo pediste en la cama, y me obligaste a que lo hiciéramos una tercera en la bañera? – Iruka estaba muerto de la vergüenza – asique no te hagas el puritano, que eres más pervertido que yo, Iruka Umino – acusándolo con la mirada -. Y me decías “dame duro Hatake”, sin mencionar lo descomunal de tus gritos
-Yo no grito cuando lo hacemos – argumento – sabes que se me va el aliento cuando tenemos relaciones
-Se te va por los gemidos, porque al día siguiente, Asuma y Kurenai me felicitaron por el buen trabajo que había hecho la noche anterior a esa, porque te escucharon todo, mi delfín – Iruka se sonrojo muchísimo ante tal hecho
-Hazme un favor y déjame dormir, que mañana tengo que ir a trabajar – se acomodo para pensar que cara pondría cuando viera a Asuma y Kurenai en la academia
-Hazte para acá mi delfín, y déjame darte un besito aquí – besando la linda oreja de Iruka – otro aquí – dándole otro besito bajo su castaña coleta
-Ah... Ahí no Kakashi – si algo odiaba era que se aprovechara de sus zonas “especiales” como su nuca
-Sé que te gusta aquí Iru – le pasa la lengua suave y lentamente por la nuca, lo que dio como resultado un Iruka gimiendo por el placer – ¿ves? Ya la tienes a mil y no he puesto una mano sobre ti amor – encontrando un bomba a punto de estallar bajo el pantalón de Iruka - ¿quieres que lo…? – Iruka asiente con un gemido – solo dame unos minutos y ya serás todo mío – le baja los pantalones dejando el trasero de Iruka sin defensas
-¡Ah! ¡Kakashi! – Ya había comenzado a gritar – solo tú sabes meterla así – Kakashi sonreía porque conocía muy bien a su chuunin para saber de qué forma la quería. A Iruka le gusta al comienzo con estocadas largas y lentas, además de que fueran bien profundas, para disfrutar bien la verga de Kakashi. También pega el cuerpo de bronce al suyo, abrazando con su única mano libre el cuerpo de Iruka, que parecía un gusano por la manera en que se movía a causa del placer que le provocaba recordar todos los momentos sucios que tenían juntos, en especial los que Iruka provocaba en un arrebato de calentura
-¡Kakashi! ¡Kakashiiiii!! Ah – se había venido todo, el cuerpo no le resistía a tanto Kakashi. Kakashi lo hacía venirse muy rápido a causa de que sabía que era lo que le gustaba, era SU delfín, no era un simple amigo, era SU Iru del que se trataba esto, haría todo por hacerlo gemir, por escucharlo rogar por mas, y dejarlo con ganas para que en la mañana lo hicieran otra vez e irse feliz al trabajo
-¡Te amo mi delfín Ah! – dándole estocadas poco más rápidas y no tan largas, ya estaba muy caliente para tomar el papel de “el súper semental”
-Yo también te amo ah Kashi Ah – Kakashi se alegra que le diga así, solo cuando le gusta el desempeño de su amante lo llama de esa manera “kashi”
-Solo te meto esta verga a ti Iru, Gai debe estar envidioso de ti – Iruka se excita con las palabras de Kakashi, le encantaba que le hablara mientras se lo hacía – solo te tengo ganas a ti, nadie más mi delfín – mientras Iruka gemía sin parar Kakashi ya estaba que terminaba. Le introduce un dedo a la boca de Iruka, hurgando en toda su cavidad bucal, jugando con su lengua – te amo, y no me interesan los coqueteos de los demás, solo me fijo cuando sacas a este culito durito – dándole una nalgada – a pasear por la ciudad – decía mientras hacia una fiesta en el trasero de Iruka
-Kashi, dime que me amas – suplico entre gemidos y balbuceos el castaño, para ese momento ya no sabía donde terminaba su cuerpo y donde empezaba el de Kakashi
-Te amo, amo tener que hacértelo cada noche, amo que grites cuando lo hacemos, amo que seas un pervertido, teeeee ahhhh! – había dado su mil por ciento para estar todo el tiempo posible disfrutando de una buena follada
-Eres… - recupera la respiración – genial – seguía muy agitado
-Lo sé, pero sin ti, no sería tan bueno – escondiendo su rostro en la espalda del moreno. Iruka da la vuelta, le sonríe y le devora la boca agradeciéndole por todo lo que siempre hacia por él y a veces sin recibir nada a cambio, le saboreaba esa boca que tenía como habitación la nuca de Iruka, después baja al cuello a devorar lo que era suyo, mientras que una mano recorre hacia la pegajosa entrepierna de Kakashi – ah ¿Qué haces delfín? – se sorprende de lo furtivo del ataque de Iruka hacia el platinado
-Estoy dándote las gracias, amor – plasmando una pervertida sonrisa que llenaba su rostro de felicidad – recuerda esto Kakashi, esta es solo mía – masajeándole el miembro a Kakashi con suavidad y delicadeza – te amo Kashi – dirigiendo su boca al cuello de Kakashi
-Ah, Ah… y yo a ti mi Iru – cerrando los ojos para recibir con más gusto las gratificaciones de su delfín y sus manos habilosas – ah, mas rápido amor – Iruka lo mira a los ojos y mueve la cabeza en manera de negación, le acerca sus labios al oído de Kakashi
-Me gusta verte sufrir, solo por sexo – cuando termino de decirle esto le pasa la lengua por la oreja pálida del ninja copia. Kakashi cierra los ojos y con las manos se aferra a la cabecera de madera de la cama intentando aguantar ese placer que lo llevaba a la agonía placentera de que terminara, sin querer que parara. Kakashi exhala numerosas veces por la boca, esas manos se habían perfeccionado con el tiempo
-¡AH! Maldición, eres bueno – gritaba desesperado, mientras que Iruka reía con los gestos que ponía a causa de el mejor masajistas de vergas – maldito, maldito delfín que me… ¡¡AAAAAhH!!
-¿Te gusto Kashi? – apoyándose sobre el cuerpo del peli -plata
-Eres todo un sucio y asqueroso pervertido que disfruta verme sufrir – dice entre carcajadas por lo bueno que estuvo esa corrida - ¿Me perdonas? – intentando recuperar el aliento
-¿De qué? No me recuerdo – sonrió, dejando en el olvido a Gai – solo sé que me amas a mi – dándole un beso en los labios. Suena la puerta – Iré a abrir la puerta – dice el moreno, pero el de cabellos de plata le detiene tomándole de la mano
-Vamos los dos, amor – Iruka amaba los detalles tontos de Kakashi, que para cualquiera eran estupideces, pero para Iruka era que todavía le amaban
-Diga – Iruka abre la puerta envuelto en una bata verde y Kakashi que le abrazaba por detrás con una bata azul - ¿Eh? – ve a Kurenai y Asuma con caras molestas
-Los hemos escuchado toda la noche, su discusión, las historias, la reconciliación, cuando tenían relaciones y la corrida que le diste a Kakashi – Iruka se poner rojísimo – les rogamos que si van a hace sus cosas, al menos las hagan en silencio, ya que creo que no somos los únicos que pensamos eso – termino de anunciar Asuma y los dos se van a su departamento que estaba junto al de Iruka y Kakashi
-No te enojes mi delfín, sabes que me encanta cuando hacemos nuestras cosas, y que digan lo que digan yo te defenderé a ti – le dice a su Iru para que no se sienta mal
-Mejor, démosles mas de que hablar – caminando de espaldas hacia el baño, sacándose la bata y guiñando el ojo - ¿Quieres? – pregunto con su cuerpo desnudo en el marco de la puerta del baño
-¿Contigo? Siempre – dejando caer su bata azul al suelo para seguir desnudo a su delfín