CAPITULO XI
LA LUZ PARA UN ÁNGEL
Cuando todo sea oscuridad en tu vida yo seré aquella luz que tanto necesitas
(pov’s Sasuke)
Cuando el corazón pierde el sentido de amar y vivir, es como que cientos de agujas entran una y otras vez en tu corazón, dejando en él heridas que son muy difíciles de curar y olvidar.
Mi corazón ha perdido aquel brillo y el valor que siempre solía tener en los momentos más difícil de mi vida, mi padre siempre me decía que era un ángel que le habían enviado del cielo para ayudarlo.
Creo que todo después de todo, fue mentira, porque él es mi luz, mi oto-san era mi ángel.
-¿Sasuke?
No tengo nada, siento que mi vida ha perdido sentido
-Sasuke
-¿eh?....-siento una caricia en mi mejilla-
-Estás listo… -su sonrisa, era reflejo de una pequeña luz-
-¿Nii-san? –Siento una interrogante en mi pecho solo al verlo-
¿Por qué?
Porque, su sonrisa me hacía sentir como una pequeña luz nacía poco a poco en mi pecho lleno de oscuridad.
¿Por qué?
¿Por qué, motivo?
Mi nii-san, acaso él es la nueva luz que alumbrara mi vida y me ayudara a olvidar aquellas huellas de oscuridad.
¿Oscuridad?
Nunca supe su significado, hasta el día de hoy, con mi padre en coma me sentía completamente solo, y sin fuerzas para luchar.
¿Con quién?
Iruka, él era mi rival en estos momentos de oscuridad, su corazón se lleno de odio contra mí, al momento que Itachi trajo a mi oto-san a la clínica.
FLASH BACK
Mi vida había cambiado totalmente, mi padre estaba en coma, en mi nacía un sentimiento de tristeza y un gran vacío que me invadía mi corazón en aquel momento, y un solo deseo.
Volver a verlo.
Estaba consciente que su estado de salud no era el mejor en ese momento, pero aun así me negaba a esperar, mi corazón solo quería verlo sin importarme nada más.
-Nii-san quiero verlo –encare seriamente a Itachi-
-Sasuke –suspiro ante mi mirada- aun no es posible, Tsunade-sama…
-¡No me importa! –Me exasperaba esperar un minuto más- Por favor –susurre con mi voz quebrada- Quiero verlo.
-Sasu –una caricia llego a mi mejilla- recién lo trajeron, debemos esperar, solo un poco.
Itachi tenía la virtud de convencerme fácilmente, pero esta vez no le estaba dando mucho resultado.
-Solo un momento –susurre bajando la mirada deprimido por la situación-
-Hablare con Tsunade, espera aquí no estarás saliendo –ordeno seriamente tomando en cuenta mi estado de salud-
-Aquí estaré, gracias nii san –intento sonríe, pero no lo logre-
Mi nii-san me deja solo en la habitación, es la primera vez que estoy solo en un sitio, siempre estaba él a mi lado acompañándome, dándome su apoyo incondicional, luchando por mi vida, hoy que no está a mi lado me siento vacio, no solo por esta habitación, sino también en mi corazón.
-Sasuke –la voz de Itachi me saca de mis propios pensamientos- Hable con Tsunade-sama, puedes verlo –sonríe- Solo unos minutos
-Está bien, unos minutos es perfecto, gracias nii-san –sonreí feliz-
Aun me sentía débil, la fiebre me había debilitado considerablemente, con la ayuda de Itachi llegue a la sala de terapia intensiva donde nos esperaba Tsunade-sama.
-Sasuke –me sonríe a penas se me acerco- solo serán unos minutos, en esta área no pueden entran menores de doce años.
-Entiendo –baje mi mirada, no tenía la edad adecuada-
-Pero, aun así –siento una mano alzar mi rostro- Entraras, vamos a prepararte
-Hai
Debía usar una ropa especial y mascarilla para entrar, tanto por la salud de los pacientes como la mía misma, una vez preparado me guiaron aquella habitación, había muchos pacientes heridos en ese sitio, llegamos a una cortina.
-Pasa –me indico Tsunade- él está ahí, tienes cinco minutos.
Pase sin contestar, a los dos pasos me quede helado, hay estaba mi padre, la mayoría de su cuerpo tenia vendajes, un respirador artificial cubría su boca, y un aparato que monitoreaba su pulso.
-Padre
Me acerque lentamente, mis ojos que cubrían de lagrimas y un nudo cubría mi garganta, negándome emitir una sola palabra, ni en mis peores pesadillas llegue a imaginar que lo vería en este estado, una idea me lleno de terror, una sola palabra me cubrió de mucho miedo.
Muerte.
Temía que muriera y me dejara completamente solo, que haría yo solo en este mundo lleno de peligros.
-Padre –acaricio su rostro- Debes volver –mis sollozos cubrían mi garganta- Te necesito –tome su mano con fuerza y llore- ¡Padre!
Me dolía, solo ahora podía imaginar lo que él llegaba a sentir cuando yo salía lastimado, lo siento padre, lamento que este sentimiento lleno de angustia habría llegado a cubrir tú corazón alguna vez en tu vida.
-¿Sasuke? Es hora –la voz de Tsunade llego a mis oídos anunciando que debía partir- Despídete.
¿Despedirme? ¡Jamas!
-No, no me voy a despedir, no es un adiós –tomo la mano de mi padre- Hasta pronto padre –beso su frente-
-Sasuke –susurro Tsunade- Vamos
Sin contestar la empecé a seguir, salí de ese lugar lleno de dolor y sangre, sentía que me ahogaba en el, además la desesperación que me invadía en ese momento, estaba solo no tenía a nadie.
-¿Sasuke? -¿esa voz? Alzo mi mirada y me encuentro con un par de ojos negros llenos de preocupación-
-¿Nii-san? –ese nudo en mi garganta volvió- ¡Nii-san! –me aferre a sus brazos necesitaba de alguien, necesita afecto y olvidar este sentimiento de olvido-
-Sasu –sus manos recorrían mis cabellos intentando calmar mi dolor- No estás solo –susurro muy cerca de mi oído- Me tienes a mi
¿Él? ¿Lo tengo a él? Acaso Itachi cuidaría de mí ahora que estaba solo.
-Yo –lo miro confundido por sus palabras- Tú
-Yo cuidare de ti ahora –sonrió-
-¿Me cuidaras? –Acaso encontré aquella persona que llenaría este vacío-
-Sí, vamos a la habitación para que descanses –paso sus brazos por mi cintura para guiarme a la habitación-
No conteste, me aferre a su camisa, quería sentirlo cerca de mí, y olvidar un poco este dolor.
-¡SASUKE! –un grito retumbo en todo el pasillo de la clinica-
-¿Eh? –Voltee con curiosidad- ¿Iruka? –Iruka estaba parado no muy lejos de mí, pero lo suficiente para observar su mirada llena de enojo-
-¡Porque! –Estaba enfrente mío- ¡Porque trajiste aquí a Kakashi! ¡Con que autoridad! –gritaba sin importar el sitio donde se encontraba-
-Yo –intente responder- No podía verlo hay, me echaron, Itachi lo trajo.
-¡Usted! –Miro a Itachi lleno de odio- ¡No tiene derecho a meterse donde nadie lo llama! –reclamo lleno de rabia-
-Por favor –hablo tranquilo Itachi- Estamos en una clinica, no es un sitio adecuado para discutir.
-¡No! Exijo que Kakashi regrese al hospital –¿Qué? Acaso perdió la razón-
-Eso no es posible –intervino Itachi- Aquí está mejor cuidado que en el hospital, además su hijo decidió que era lo mejor.
-¡Su hijo! ¡No es más que un niño que no sabe lo que quiere! –Gritó sin medir sus palabras-
-Basta –susurre- Usted es que él no tiene derecho de venir exigir sobre mi padre –lo mire ofendido-
-¡Que! –Me miro asombrado ante mis palabras-
-No se ira de esta clínica, le guste o no, si quiere visitarlo es libre, pero –lo miro seriamente- No venga exigir donde no tiene autoridad
-Tú….
-Si nos disculpa –Itachi no le dejo hablar- Sasuke debe descansar –seguimos nuestro camino, dejándolo parado en medio del pasillo-
No sé de donde saque fuerzas, pero defendería mis derechos como hijo, sin importar con quien tenga que pelear, adema Itachi me daba la fortaleza que tanto necesitaba, él era la nueva luz que tanto necesitaba.
FIN FLASH
Nuestras mirabas se cruzaban, por azares del destino eran del mismo color, negro como la noche, éramos como dos noches encontradas, una con estrellas y la otra nublada, yo era la nublada sin brillo.
-¿Nii-san? –repetí inconscientemente-
-¿Qué pasa Sasu? –Me sonríe para darme ánimos-
-Nada –negué con mi cabeza- Aún, estoy algo confundido con todo –baje un poco la mirada-
-Sasuke –se sentó a mi lado- Ya te lo dije, yo cuidare de ti, además. Mi familia está muy feliz de volver a tenerte en casa
-¿Enserio? –De su madre lo creía pero su padre, él era algo especial-
-Sí, los dos están muy felices, vamos –tiende su mano y yo no dudo en tomarla-
Después de una larga semana al fin estaba fuera de la clinica rumbo a mi nuevo hogar junto a los Uchiha.
-¿Nii-san? –llame su atención mientras conducía-
-Dime –me mira de reojo-
-Mi padre –baje la mirada- ¿Cuándo despertara?
-Sasuke –se quedo un momento en silencio- No tengo respuesta a esa pregunta, puedes ser días, semanas, meses, incluso años de espera, lo siento.
-Yo, lo esperare –le miro determinadamente- Sin importar el tiempo que pase.
-Así debe ser –sonríe- ¡Llegamos! –Anuncio a la pasar a través de las puertas de la mansión Uchiha- Tu nuevo hogar
-¿Nuevo hogar? –Lo mire incrédulo ante sus palabras-
-Sí, ahora en adelante nosotros somos tu familia, no tienes porque sentirte solo –detiene el auto frente a la puerta principal- Bajemos –salió primero del auto- Ven –me abre la puerta, estira su mano para que salga-
-Gracias –susurre simplemente-
Mi sorpresa fue grande cuando dirigí mi mirada a la puerta principal de la casa, los padres de Itachi nos estaban esperando con una gran sonrisa.
-Sasuke bienvenido –la señora Mikoto mostraba una gran sonrisa al momento que se acerco, me abrazo-
-Sasuke –miro a Fugaku san- se bienvenido, cuenta conmigo en todo lo que necesites –sonríe de lado-
-Gracias –sonríe levemente- Gracias a los dos por todo su apoyo
-No es nada mi pequeño –aun sentía el abrazo de Mikoto san- Itachi, guíalo a su habitación.
-Claro madre, vamos Sasuke
Una nueva vida iniciaba en mi nuevo hogar, junto a mi nueva familia.
(pov’s Itachi)
Sasuke era la luz que iluminaba mi casa, la misma que siempre tenía una apariencia gris y sin vida, ahora brillaba gracias a la presencia de este pequeño ángel.
La noche llega a nuestro hogar y con ella la hora de dormir, estaba en mi habitación recostado.
TOC-TOC –Llaman a la puerta de mi habitación-
-Pase –anuncie tranquilamente- ¿Sasuke? –asomaba su cabeza por la puerta- ¿Sucede algo?
-Itachi –bajo su mirada- Puedo, dormir contigo, esta noche –me mira tiernamente-
-Claro, ven acuéstate a mi lado –me muevo un poco para darle el espacio suficiente para que descanse-
-Gracias –se acuesta a mi lado- Gracias por todo –sus ojos se entregaron al mundo de los sueños-
Sasuke era como un pequeño ángel caído del cielo, la imagen que mostraba al momento de dormir era realmente hermosa y conmovedora.
-Sasuke –acaricie su rostro-
No sé qué pasaba por mi mente, pero mi mirada estaba fijada en aquella boquita entre abierta, algo en mi interior me tentaba acércame y sentirla.
-¡No! –gire mi mirada negándome hacerlo-
No podía negar que Sasuke había conmovido mi corazón desde el momento que lo atropelle; pero hacerle lo que estaba pensado, era una forma de abusar en la confianza que habita depositado en mí.
-Perdóname –me acerque lentamente a sus labios, los probé por leve pero maravilloso tiempo- Te quiero Sasuke –me recosté abrazándolo, atrayéndolo hacia mi cuerpo-
Aun no determino que fue lo que llevo hacer lo que hice, pero solo el tiempo me ayudara a descifrar que significa este nuevo sentimiento que está naciendo en mi interior.
Sasuke, tú eres el ángel que regreso la luz a mi corazón.
El corazón cuando ama, actúa por si solo sin pedirle permiso a la razón.