EPILOGO
MIS ÁNGELES
La familia es el milagro más maravilloso sobre la tierra para un hombre.
(pov’s Narrador)
La felicidad es el sentimiento más perfecto que los humanos compartimos junto a nuestros seres queridos, la felicidad es como una torre mientras más alto se construye más fuerza toma, para la pareja Uchiha cada día que pasa ha fortalecido el amor entre ellos.
Cinco años han transcurrido desde que Sasuke recibió la beca en Alemania, ahora todo un arquitecto reconocido en el país Europeo, pero como dicen el título no hace a la persona, para él ser un arquitecto no es algo maravilloso lo verdaderamente le importa en su vida.
Su familia.
El amor de su vida, su esposo y hermano Itachi, los años junto a él había sido los más maravilloso, su amor se fortalecía a cada momento, la llegada de sus hijos Ayame y Daisuke sus dos angelitos con apenas cuatro añitos eran lo más importante para sus padres, la muestra más perfecta de su amor.
Entre tanta perfección siempre llega existir la imperfección, aunque tenía a su esposo y sus hijos a su lado no podía negar que extrañaba a sus padres, Kakashi e incluso a Iruka, cinco años sin verlos hacia que su corazón se llenara de melancolía.
─ Oto-san, Oka-chan, Oto-chan, como les extraño. –Miraba con sentimiento una fotografía de su familia-
─ ¡Oto-chan! –Dos vocecitas angelicales corrían hacia él-
─ ¿Hijos? –Sonrió al verlos llegar-
─ ¡Oto-chan! –Se lanzaron a sus piernas-
─ ¿Qué pasa mis bebés? –Pregunta con una sonrisa-
─ ¡Te queremos! –Gritan con alegría-
─ Yo también los quiero mis angelitos. –Besa la frente de cada uno-
─ ¿Oto-chan vas a trabajar? –Pregunta su hijita-
─ Si mis amores, vayan a jugar junto con Neko-san. –Agachado a sus alturas-
─ ¡Hai!
Había días como estos que odiaba su trabajo, prefería mil veces estar jugando junto a sus hijos que pasar encerrado durante horas dibujando planos de mansiones para millonarios que solo les hacían perder tiempo porque muy rara vez los satisfacía.
Mientras Sasuke llevaba más de dos horas dibujando, sus pequeños jugaban en la sala bajo la vigilancia de su nana.
─ ¿Oba-chan?
─ Que sucede Daisuke-chan. –Observa al pequeño pelinegro-
─ ¿Cuándo llega Oto-san? –Interviene Ayame parándose junto a su hermano-
─ Ya mismo llega. –Contesta calmadamente observando a los dos niños que estaban parados junto a sus piernas-
─ ¿A qué hora sale Oto-chan? –Pregunta nuevamente Daisuke-
─ Ya mismo sale. –Contesta tranquilamente-
─ ¿Por qué demora oto-san? –Pregunta Ayame-
─ Porque está trabajando. –Les responde-
─ ¿Por qué trabaja? –Pregunta Daisuke-
─ Su oto-san trabaja para darles de comer. –Sonríe-
─ Pero Oba-chan tú nos das de comer. –Le mira Ayame-
─ Su oto-san trae el dinero para comprar la comida. –Responde con mucha paciencia-
─ Entonces, ¿Por qué Oto-chan trabaja? –Pregunta nuevamente Daisuke-
─Suspira- Trabaja porque le gusta dibujar. –Intenta convencerlos-
─ ¿Eh? –Los dos se quedan pensativos- ¡También nos gusta dibujar!
─ Jiji. Entonces dibujen mis pequeños. –Sonríe aliviada al ver como se alejaban a dibujar-
Daisuke y Ayame a su corta esas eran niños muy curiosos, su pobre Nana todos los días debía resolver las preguntas que le hacían y muchas de ellas era muy raras.
─ ¡Estoy en casa! –Una voz hace que los niños alcen la cabeza-
─ ¡Oto-san! –Ambos salieron corriendo al reencuentro de él-
─ ¡Mis amores! –Los abraza fuertemente-
─ Oto-san te extrañamos mucho. –Reclaman con un puchero Ayame-
─ Perdóname mi princesa. –Besa su frente- Prometo mañana llegar más pronto.
─ ¡Wii! –Saltaban emocionados-
─ ¿Dónde está su oto-chan? –Pregunta al percatarse por la ausencia de su esposo-
─ Oto-chan está dibujando. –Contestan inocentemente-
─ Dibujando. –Sonríe divertido por la simple respuesta de sus hijos- Vallan a lavarse las manos para cenar, mientras yo voy a ver a su Oto-chan. –Se agacha a su altura- Hoy le voy a dar una sorpresa a su Oto-chan. –Les susurra-
─ ¡¿Sorpresa?! –Los miraron con emoción-
─ Si, vallan rápido.
─ ¡Hai!
Itachi sonreía feliz al ver a sus hijos, tan pequeños e inocentes de la realidad, sus ojos eran el vivo reflejo de su ototo, aunque físicamente su parecido era mesclado entre ambos, ellos habían heredado los ojos y la ternura de Sasuke.
Al llegar al segundo piso se acerca a la oficina de su esposo, las reglas eran claras no podían molestarlo mientras este trabajando, pero Itachi no es de los que sigue las reglas, y entra sin tocar.
─ ¡Hola amor! –Una gran sonrisa adorna su rostro-
¡CRASH! –Se escucha como se rompe un lápiz-
─ ¿Sasuke?
Sasuke estaba cerca de su mesa de trabajo con un lápiz partido por la mitad entre sus manos, se mantenía cabizbajo como alejado de la realidad.
─ ¿Amor? –Se acerca Itachi cautelosamente- ¿Te pasa algo?
─ ……..¡Ahhh! –De pronto Sasuke toma el plano que estaba en la mesa y lo rompe en pedacitos-
─ ¿Eh? –Itachi estaba asombrado por la repentina acción de parte de su esposo-
─ ¡Me rindo! ¡No hago más! –Se cruza de brazos enojado -
─ Jeje amor mío.
─ ¿Itachi? ¡Amor! –Se alegra al verlo- ¿Desde cuándo estas aquí?
─ Acabo de llegar, ¿Qué te paso? ¿Por qué rompiste el plano? –Pregunta preocupado-
─ Me canse de esto. –Responde cruzado de brazos y con un hermoso puchero en sus labios-
─ Querido. –Acaricia delicadamente su mejilla- ¿Estas cansado de esto? –Observa los planos fallidos-
─ Si. –Suspira- No me puedo concentrar, cuando estoy dibujando me acuerdo de los chicos que pasan solos todo el día. –Su rostro reflejaba mucha preocupación-
─ No están solos, Neko-san los cuida muy bien. –Intenta aliviar la preocupación de su esposo-
─ Eso no es suficiente, están creciendo me necesitan. –Lo mira directamente- Soy su padre.
─ Sasuke.
─ Voy a renunciar a esto de la arquitectura por un tiempo. –Sonríe- Por el bien de mis angelitos.
─ Si esa es tu decisión yo te apoyo. –Abraza a su esposo- Bajemos a cenar.
La cena era un momento muy especial para la familia ya que era la única vez que podían estar juntos.
─ ¿Oto-san? –Daisuke mira a su padre-
─ ¡La sorpresa! -Gritan los dos iguales-
─ ¿Sorpresa? ¿Qué sorpresa? –Sasuke mira a Itachi-
─ Oto-san dijo que hoy te daría una sorpresa. –Contesto Ayame-
─ Por Kami.
Itachi estaba con todas las ganas de golpear su cabeza contra la pared más cercana, había sido un terrible error decirles a sus hijos sobre la “sorpresa”
─ Jiji. –Sasuke ríe por la mirada de su esposo- ¿Qué me ibas a decir?
─ Que más da. –Suspira- Oto-san me llamó hoy por la tarde.
─ ¿Oto-san? ¿Acaso Oka-chan está enferma? –Pregunta preocupado-
─ No, ella está muy bien.
─ ¿Entonces? ¿Itachi que me estas ocultando? –Pregunto algo serio, odiaba cuando actuaba secretamente-
─ Tranquilo, mi oto-san me anuncio que planea dejar la presidencia.
─ ¡¿Qué?! ¿Pero porque?
─ Según dijo que ya se sentía viejo, que quiere dedicarse a viajar sus últimos años y también quiere pasarlos junto a sus nietos. –Sonríe al ver a sus dos angelitos-
─ ¿Qué quieres decir?
─ Oto-san me propuso que ocupe la presidencia, me pide que regrese a Japón.
─ ¿Volver? Yo…
─ Sasu. –Toma sus manos- Se que tu trabajo está aquí yo aún no he aceptado nada por…
─ Acepto. –Sonríe- También quiero volver a Japón.
Todo parecía un sueño después de cinco largos años volvería a su país, Itachi anuncio que viajarían en una semana, una semana no sonaba muy largo, pero esos siete días parecieron eternos.
El gran día había llegado, toda la familia Uchiha abordaba el avión rumbo a su país natal, durante el viaje no tuvieron ninguna novedad, una vez en el aeropuerto Sasuke estaba con los niños e Itachi buscaba a su familia.
─ ¿No hay nadie? –Sasuke buscaba a su familia-
─ Al parecer llegamos demasiado pronto. –Comentaba Itachi mientras miraba la hora-
─ ¿Qué hacemos? –Lo mira preocupado-
─ Voy por la maletas, ustedes me esperan aquí.
Sasuke mantenía tomados de la mano a sus hijos, sabía que eran demasiado inquietos y temían que se pierdan, de la nada una gran cantidad de gente apareció frente a ellos, los pequeño se soltaron de la mano de su oto-chan.
─ ¡Ayame! ¡Daisuke! –Sasuke los perdió de vista entre la gente- ¡Mis hijos! Permiso déjenme pasar. –Se desesperaba al ver como lo alejaban de sus pequeños-
─ ¡Oto-chan! –Observaban como su padre se alejaba-
─ Aniki, ¿qué hacemos? –Ayame estaba asustada-
─ Tranquila Oto-san y Oto-chan pronto volverán. –Contesto tranquilamente para no asustar a su hermanita- Toma mi mano y no la sueltes.
─ Hai.
Los dos pelinegros permanecieron parados en medio del aeropuerto esperando a sus padres, en ese momento un rubio los observaba detenidamente y se acerca a ellos.
─ Pequeños, ¿Están perdidos? –Pregunta algo preocupado-
─ …..-Ninguno de los dos niños respondió-
─ ¿Cómo se llaman? –Volvió a preguntar esta vez arrodillado a altura de ellos- ¿Que pasa porque no dicen nada?
─ Oto-san dice que no debemos hablar con desconocido. –Respondió Daisuke-
─ Pero yo no soy un desconocido. –Sonríe- Soy su amigo.
─ No es nuestro amigo. –Interviene Ayame- No lo conocemos.
─ Pero yo quiero ser su amigo. –Hace un puchero-
─ No puede, si no sabemos cómo se llama. –Daisuke se defiende ante ese adulto-
─ Mi nombre es Naruto, ¿Cuál es su nombre? Amigos. –Naruto les sonríe-
─ Yo soy Daisuke y ella es Ayame.
─ Mucho gusto Daisuke-chan y Ayame-chan.
Naruto observaba detenidamente a los dos pelinegros, se le hizo extraño al ver dos niños solos en un aeropuerto, pero lo más extraño era la similitud que tenían con su gran amigo Sasuke, habían pasado cinco años desde la última vez que lo vio y ver a estos niños le recodaron tanto a él.
─ ¿Amiguitos donde está su mamá? –Pregunto con cautela para ayudarles-
─ Nosotros no tenemos mamá, tenemos Oto-chan. –Responde Ayame-
─ ¿Oto-san? –Inmediatamente entendió que eran hijos de un doncel- ¿Dónde está su Oto-chan?
─ No lo sabemos. –Baja la mirada Ayame-
─ Nee-chan, no tengas miedo ya mismo llega Oto-chan y Oto-san. –Su hermano le sonríe-
─ ¿Qué paso? ¿Por qué no están juntos?
─ Mucha gente apareció de la nada se fueron levando a Oto-chan, nosotros nos quedamos aquí. –Le cuenta Daisuke-
─ No se preocupen yo les ayudare a buscarlos. –Los ojos de los niños brillaban de la emoción.
─ ¡Gracias Naruto nii-chan! –Ambos agradecieron-
Mientras los niños estaban muy bien cuidados por Naruto, Sasuke se había librado de la gente pero no sabía dónde estaba, había perdido de vista a sus hijos la desesperación y el miedo empezaba a reinar en su corazón.
─ Mis hijos. –Buscaba por todos lados- Mis niños. –Sus ojos se cristalizaban por la preocupación-
─ ¿Sasuke? –Una voz lo llamo, volteo inmediatamente y se encontró con su esposo- ¿Qué paso?
─ ¡Itachi! –Lo abraza temblando-
─ Mi amor, ¿Qué paso? ¿Dónde están los niños?
Ver a Sasuke temblando a punto de llorar, y sin sus hijos le helo la sangre, por un momento un mal pensamiento invadió su mente.
─ Los perdí. –Respondió en susurro-
─ ¡¿Qué?! –Lo separa de su abrazo para mirarlo fijamente- ¿Sasuke que paso? ¿Dónde están los niños?
─ Estábamos juntos de pronto una gran cantidad de gente se vino contra nosotros y nos separo. ¡Itachi perdí a nuestros hijos! –Sus lágrimas recorrían sus mejillas-
─ Tranquilo amor. –Lo abraza- Te juro que los encontraremos, volvamos donde los deje los más seguro están ahí, no llores mi vida. –Limpia sus lágrimas-
─ Tengo miedo. –Abrazándolo nuevamente-
─ Yo también. –Dijo para sí mismo- Vamos.
La pareja Uchiha se encamino al lugar donde había estado inicialmente seguido por el maletero quien es mantuvo en silencio observando a la pareja, al llegar al lugar no veían por ningún lado a los niños.
─ No están. –Sasuke temblaba al no verlos-
─ No es posible.
─ ¡Oto-chan! ¡Oto-san! –Dos voces los obligaron a voltear-
─ ¡Mis bebés! –Sasuke corrió donde ellos-
Al ver que los padres no aparecían Naruto los había llevado a unas sillas a sentar, al escuchar los niños para su sorpresa resulto que el padre era su amigo de la infancia.
─ ¡Mis amores! –Sasuke se arrodilla al piso abrazándolos, mientras sus lágrimas bañaban su rostro- Gracias al cielo. –Sentía como su alma volvía a su lugar-
─ Si que nos asustaron. –Abraza a su esposo para consolarlo-
─ Oto-chan no llores. –Ayame limpia sus lágrimas-
─ Oto-chan no me gusta que llores. –Su hijo lo abraza-
─ Me asuste al no verlos, temí que les pasara algo malo. –Acariciaba el rostro de sus hijos-
─ No estábamos solos, un amigo nos cuidaba. –Le comenta Daisuke-
─ ¿Amigo? ¿Qué amigo? –Pregunta Itachi-
─ Naruto nii-chan –Contestan los dos-
─ ¿Naruto? –Sasuke alza la mirada encontrándose con un par de ojos azules llenos de alegría- ¿Naruto? Dobe.
─ Cuanto tiempo teme. –Se acerca-
─ Dobe. –Se levanta con una sonrisa- ¿Tu los cuidaste?
─ Si, no fue nada fácil ganarme su confianza, se nota que son sus hijos. –Mira a los Uchiha-
─ Gracias, gracias por cuidarlos.
─ Tranquilo, lo importante que están juntos.
─ Naruto, ¿Vas a viajar? –Interviene Itachi-
─ Si, me voy a Francia mi novio me espera hay.
─ ¿Novio? –Sasuke se asombro- ¿Quién es tú novio? ¿Lo conozco?
─ Si lo conoces, ¿Recuerdas a Gaara?
─ ¿Gaara? Si lo recuerdo siempre jugábamos en el barrio. Que felicidad saber que ambos se quieren. Te felicito. –Sonríe-
─ Gracias amigo, a mí también me alegra saber que tienes tu propia familia. –Observa a los niños- ¿Cuánto tiempo vas estar en el país? Para ver si nos reunimos a mí regreso.
─ Me quedó permanentemente. Regrese a Japón.
─ Guau que gran noticia nos…
─ A LOS PASAJEROS CON DETINO A PARIS ABORDAR POR LA PUERTA 5. –Anuncian de un momento a otro-
─ ¿Eh? ¿Mi avión? –Mira a Sasuke con una sonrisa melancólica- Creo que esta charla queda para luego, fue un gusto volver a verlos. –Se arrodilla- Mis amiguitos cuiden mucho a su Oto-chan.
─ ¡Hai!
─ Nos vemos. –Se comienza alejar- Chao.
─ Chao Naruto nii-chan.
La familia Uchiha observaba como un gran amigo se alejaba.
─ Me alegra saber que encontró la felicidad. –Sasuke susurra-
─ A mi igual. –Sonríe Itachi- Bueno familia vamos a casa.
Después de todos los problemas al fin estaban rumbo a la mansión Uchiha, durante el trayecto los pequeños herederos se quedaron dormidos en brazos de sus padres, y Sasuke descasaba su cabeza en el hombro de su esposo, la experiencia de ver perdido a sus hijos lo había agotado completamente.
─ Señor si me permite. –Hablo de repente el conductor del taxi-
─ ¿Qué será? –Itachi lo mira por el espejo-
─ Lo felicito, tiene una hermosa familia. –Sonríe al ver tan hermoso cuadro familiar-
─ Gracias. –Mira a sus tres ángeles- Ya lo sabía.
El camino duró una hora aproximadamente porque la mansión estaba algo lejana al aeropuerto, a penas Itachi diviso la mansión Uchiha, tuvo que despertar a su esposo.
─ Amor despierta. –Lo mueve levemente-
─ ¿Eh? –Abre lentamente sus ojos- ¿Qué pasa?
─ Llegamos. –Sonríe-
─ Nuestro hogar. –Abraza a sus hijos- Mis amores despierten.
─ Mmm…-Abren sus ojitos- ¿Oto-chan?
─ Mis amores llegamos. –Les sonríe tiernamente-
─ Wii. –Los dos se asoman a la ventana del taxi-
─ Mira nii-san la casa de Oba-chan. –Observaba maravillada la mansión-
─ ¡Ohhh! ¡Es inmensa! –Comenta Daisuke-
El taxi se paró frente a la puerta de la mansión Uchiha y los niños salieron corriendo.
─ ¡Obaasan! !Oliisan! ¡Llegamos! –Gritaron al bajarse del auto-
─ Jiji. –Ríe Itachi- Con ese grito todo Japón se enteró que volvimos.
─ Tienes razón amor.
La puerta de la mansión se abrió dejando visible a los dueños de la mansión.
─ ¿Hijos? –Ambos pelinegros se asombraron al verlo-
─ Oto-san, Oka-chan. –Sonríe Sasuke- Volvimos.
─ Mi hijo. ─ Mikoto abraza a Sasuke-
─ Bienvenidos. –Fugaku saluda a Itachi-
─ ¡Obaasan! –Los gemelos abrazan a su abuela-
─ ¿No hay abrazo para el abuelito? –Pregunta ofendido Fugaku-
─ ¡Olliisan!
La familia Uchiha no podía pedir más estaban muy feliz al reunirse todos, Fugaku y Mikoto tenían todo preparado para su regreso una habitación para los niños adornada completamente y otra para sus hijos, en la noche todos se preparaban para la cena solo faltaban en bajar Itachi y Sasuke, Itachi estaba preocupado desde que llegaron su esposo se había sentido enfermo, se mareo luego de entrar a la habitación, sentía nauseas, pensaba que le susto del aeropuerto lo había enfermado.
─ ¿Seguro que estas bien? –Pregunto preocupado al ver como se cambiaba de ropa para bajar-
─ Tranquilo amor. –Acaricia su mejilla- Te aseguro que no es nada grave. –Confiaba en él pero aun así seguía preocupado-
─ Está bien bajemos. –Tomo su mano y bajaron-
En la sala de la mansión estaban todos reunidos para darles la bienvenida Kakashi e Iruka habían llegado para saludar a los chicos.
─ ¡Oto-chan! –Sasuke abrazo a su padre-
─ Hijo que alegría verte, te ves…. –Mira fijamente a su hijo- ¿Palido? ¿Estas enfermo?
─ Iba preguntar lo mismo. –Interviene Mikoto-
─ No estoy enfermo. –Intenta sonreír-
─ ¿Sasuke? –Itachi lo mira- Desde que llegamos se sintió mal, mañana lo llevare al médico.
─ No es necesario no estoy enfermo. –Sonríe levemente- Lo que tengo no es grave.
─ Sasuke ¿Qué tienes exactamente? –Fugaku interviene preocupado-
─ Bueno, realmente era una sorpresa para hoy. –Sonríe-
─ ¡Sorpresa! –Gritan los gemelos- ¡¿Oto-chan podemos decir la sorpresa?! -Emocionado por la sorpresa-
─ Mis amores. –Se arrodilla a su altura- Gracias por no decir nada. –Sonríe- Pero me corresponde a mí decirles.
─ ¿Sorpresa? –Nadie de los presentes entendía lo que decía Sasuke-
─ Querido, Padres, Oto-chan, Iruka-san, quería informarles que… –Toca su vientre- Próximamente la familia Uchiha tendrá un nuevo integrante. –Sonríe-
─ Que… -Todos estaban atónitos por la noticia-
─ ¡Tendremos un ototo! –Saltaban felices los gemelos-
─ Si, tendrán un ototo, estoy esperando un bebé. –Sonríe tiernamente-
─ Amor. –Itachi lo abraza- Gracias, gracias por hacerme tan feliz. Te amo tanto.
─ Yo a ti. –Se unieron en un tierno beso-
La familia estaba muy feliz no solo por estar todos reunidos, sino porque ahora la familia crecía con la llegada de un nuevo integrante, la noche llego y todos buscaban descansar, Sasuke estaba haciendo dormir a sus pequeños.
─ ¿Oto-chan cuando llegara mi ototo? –Pregunta Daisuke-
─ No será un ototo será una imooto. –Reclama Ayame-
─ Mis amores aún no sabemos si es niño o niña, sin importa que sea ustedes deben amarlo. –Les aconseja Sasuke-
─ Hai. –Responde iguales-
─ Yo voy a cuidar a mi imooto. –Dice cerrando sus ojos Ayame-
─ Le voy enseñar a jugar a mi ototo. –Susurra antes de dormir-
─ Y él o ella la va amar mucho. –Besa la frente de sus hijos-
─ Y yo siempre cuidare de mis ángeles.
─ ¿Itachi? –Sonríe al verlo recargado en la puerta- ¿Quieres un niño o una niña?
─ No importa lo que sea, mientras nazca con salud. –Besa la frente de su esposo- Gracias Sasuke, gracias por regalarme a estos ángeles. –Mira a sus hijos y acaricia el vientre de su esposo- Aun recuerdo el día que llegaste a este mundo eras un pequeño ángel y la muestra de ese bello milagros son nuestros hijos. Te amo Sasuke. –Lo mira fijamente-
─ Este milagro lo hacemos juntos. Te amo Itachi. –Se abrazan-
─ Nunca olvidare el día que te reencontré, ese día Dios me envió un ángel para que guiara mi camino y se lo agradezco porque desde ese momento mi corazón perteneció a mi ángel, mi ángel negro.
Dos ángeles se fundían en un beso, un beso que demostraba el milagro más maravilloso que brilla sobre la tierra el amor.
FIN
GRACIAS A TODO LOS LECTORES
MI ANGEL NEGRO-ITASASU-
