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Siete cosas que a él le gustaría decirte. por Ciel Phantom

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Notas del capitulo:

estamos en el cuarto capitulo y segun yo y mis cuentas, solo quedan cuatro capitulos mas, puffffff no saben el gusto que da saber cuantos capitulos mas tengo que escribir, en especial este me gusto mucho, no tan solo por la situcion sino por la relacion que mantienen la pareja real y que se me antoja algo extraña.

y bueno como prometi aqui esta su capitulo, aunque en realidad creo que no se lo merecen, yo esforzandome por escribir algo bueno y ustedes que me dejan sin comentarios...

jajajajaja no me hagan caso, soy de lo peor, mil gracias por sus comentarios y espero que disfrutes de este cap.

Atte: Ciel Phantomhive

 

 

 

 

 

Capitulo 4. Si quieres que arregle algo, di para cuando.

 

 

 

 Wolfram miro la puerta corrediza de la parte baja del armario, esta de forma casi desafiante se resistía a moverse, con una ligera molestia dibujándose en sus bellas facciones intento tirar de ella para cerrarla de una buena vez, sus delicadas y blancas manos se sujetaron con fuerza, tiro de ella como si su vida dependiera de ello, en un instalarte sus dedos soltaron la puertecita, dejando a su cuerpo libre de toda sujeción, por lo que obedeciendo las leyes físicas, salió rodando por el piso. Tirado en el suelo, con el cabello revuelto, la cara roja y bufando por su derrota, levanto una mano, listo para incendiar esa maldita puertita corrediza.

 

 

 

—Jajajajajajjajajaja Wolfram, ¿qué estás haciendo? —Yuuri reía a carcajada viva de haber presenciado la escena completa.

 

 

 

—¿Y tú me lo preguntas? Eres un desconsiderado. —más rápido que un leopardo al acecho el rubio se coloco en pie encarando al rey con colérica mirada. —Te dije que esa maldita puerta necesitaba ser arreglada. —Espeto furioso.

 

 

 

—Si, pero también acordamos guardar ahí cosas personales, por tanto, no podemos dejar que cualquiera venga y mire dentro. —Se defendió el pelinegro señalando el objeto de la disputa.

 

 

 

—Y mi respuesta fue, entonces arréglala tu.

 

 

 

—Y lo haré. Te juro que lo are, en cuanto tenga tiempo. —Ya sin esperar respuesta se encamino hacia el armario para sacar un cambio de ropa.

 

 

 

—Eso mismo dijiste la semana pasada. —sus manos se instalaron de forma amenazante en sus  caderas. —¿Adonde crees que vas?

 

 

 

—Tengo practica con el equipo de béisbol, tu sabes, aquí no solo soy dueño del campo. —sonrió feliz mientras hacia un ademán de atrapar y lanzar. —Sino que también soy el rey, se siente bien que te esperen para jugar.... ya sabes, no ser solo un elemento mas...

 

 

 

—¿Y la puerta? —Yuuri había terminado de cambiarse y caminaba muy animadamente hacia la salida.

 

 

 

—Cuando tenga tiempo. — aseguro al tiempo de tomar el pomo, se detuvo, de repente pareció recordar algo importante. —¡Ah! Se me olvidaba. —Wolfram lo vio regresar sobres sus pasos, luego le tomo de la mano de forma dulce y con cuidado se fue acercando.

 

 

 

¿Acaso Yuuri iba a besarlo? La sola posibilidad consiguió que el cuerpo del príncipe se tensara y se relajara en un segundo, su cara se pinto de rojo y sus ojos se abrieron a mas  no poder.

 

 

 

—Tu vienes conmigo. —De forma nada romántica casi se lo lanzo cual si fuera un saco de patatas. —Hoy jugamos contra nuestros vecinos del norte, ellos tienen a un lanzador que da miedo, pero si te tenemos a ti como jardinero izquierdo no tendré de que preocuparme

 

 

 

—Eres un maldito, bájame de una buena vez enclenque miserable. —grito Wolfram al ver muertas y pisoteadas sus ilusiones de posible reconciliación.

 

 

 

—Lo siento, pero esta vez... mi amado prometido ara lo que yo diga, y tus ordenes soldado son, ganar ese partido. Entendiste mielecita. —sonrió con alevosía y ventaja, sabia que si utilizaba seudos cariñosos en medio de las frases, sin importar que tan molesta sea la tarea, Wolfram aceptaría.

 

 

 

—Manipulador de mierr.....

 

 

 

—Nada de insultos, que te puede escuchar nuestra hija. —Sonrió solaz el rey.

 

 

 

El maldito partido duro mas de dos horas, porque demonios ese maldito deporte no señalaba tiempo limite. Bufo molesto, tenia mucho trabajo acumulado y por culpa de su enclenque prometido había perdido toda la mañana. camino deprisa, debía darse un baño rápido para quitarse ese hedor a traspiración para luego terminar el balance de esa semana, se metió en la tina mientras repasaba mentalmente las entradas y salidas del PBI, termino de asearse en tiempo record, con solo una toalla en la cintura se coloco frente al armario y...

 

 

 

Su enojo volvió. Ahí estaba ese maldita puerta corrediza semiabierta. Con enojo mal reprimido le dio una patada, la dichosa madera solo crujio en forma de protesta. Sin retirar la mirada se acuclillo, volvían a estar frente a frente. Sus manos se sujetaron con fuerza y tiro de ella, no permitiría que lo dejara en mal una insignificancia como aquella, y lo anterior se repitió, en un instalarte sus dedos soltaron la puertita, su cuerpo salió rodando por el piso y de nuevo termino humillado y molesto, además de desnudo en medio de la habitación.

 

 

 

—Creo que no llegue en buen momento. ¿o, si? —pregunto Yuuri intentando mirar a cualquier otro lado que no fuera al bishonen en el suelo, que con las piernas abiertas, el cabello y el cuerpo mojado era de verdad una tremenda tentación.

 

 

 

—Te dije que arreglaras esa maldita cosa. —grito histérico. —Quiero que la arregles, “AHORA”. —acentuó iracundo. — El día de hoy. En este instante. YAAAAAAA!!!!! — Sus mejillas rojas y esos ojos asesinos le dieron a entender al rey que por su bien obedeciera.

 

 

 

—Vale ya voy, solo tenias que pedirlo. —y sin mas comenzo con lo solicitado de forma tan amable.

 

 

 

Wolfram estaba realmente ofuscado, no entendía como Yuuri no asimilaba una petición  tan simple como era....  una idea llego, tan fresca como lo seria un balde de agua helada. La dichosa hojita esa rezaba:

 

 

 

Tienen una lista de pendientes, y las atenderán. Pero mientras no digas que es urgente, lo atenderán cuando puedan. Necesitan instrucciones específicas.

 

 

 

ahora captaba el mensaje, había que explicarle a base de bolitas y palitos lo que requería de otro modo solo pasaría a, —Cuando tenga tiempo—.

 

 

 

—Maldito enclenque retrazado. —dijo mientras azotaba la puerta de forma brusca.

 

 

 

Continuara...

Notas finales:

nos vemos en el siguiente capitulo.


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