Para Nikaido Akira los días se habían tornado terriblemente aburridos, su única entretención residía en las peleas que se formaban a la salida de la escuela debido a su misma causa. Llegó hasta su casa y se tiró en la cama, en su corazón aún se mantenía encendida la esperanza de que el Rey de las sombras volviese a su lado, pero sabía que aquello era imposible puesto que Shirogane había sido desterrado de su trono y habían muy pocas posibilidades de que estuviese, aun después de haberle besado y transmitido algo de su energía a su cuerpo. – je...Realmente soy un idiota...lo tuve durante mucho tiempo a mi lado y jamás pude decirle todo esto que sentía por él, a veces me pregunto que habría pasado si le hubiera dicho aquellas dos palabras tan sencillas...-se decía así mismo el castaño, mientras tímidas lagrimas se asomaban en sus ojos, durante muchos días se pregunto porque demonios le dolía tanto la partida de aquel sujeto, ahora lo sabia, pero ya era tarde para decirle que estaba enamorado.
- No sabía que me extrañarías tanto, Akira-kun...-dijo un hombre que yacía sentado en la ventana; al escuchar esta voz, el castaño se sentó en la cama y parecía que no fuese a reaccionar frente a lo que veía. El peliblanco, con una sonrisa de lado, se acercó lentamente hasta él, acariciando sus mejillas como si se tratase del pétalo de una rosa y, para romper aquel hielo, el peliblanco besó con delicadeza las mejillas del menor, retirando todo rastro de las lagrimas que habían caído y luego beso sus labios con ternura, Akira le correspondió el beso de una manera mas pasional, mordiendo el labio inferior de su compañero para luego introducir su lengua en aquella cavidad que tanto anhelaba. Sus lenguas se acariciaban, mientras el peliblanco iba tomaba control de la situación posesionándose encima del castaño, a medida que iba desabrochando botón a botón de la camisa que traía puesta. El aire finalmente comenzó a faltarles, teniendo que separarse quedando unidos por un pequeño hilillo de saliva; el mayor lo lamió sensualmente, cuando ya acababa de sacar la camisa del menor. Comenzó a besar su cuello, dejando varias marcas visibles en él y haciendo que la piel del otro se erizara en cada caricia y contacto:- Shi-Shirogane...¿qué pretendes hacer?- preguntó con voz agitada y sus mejillas sonrojadas, estaba algo furioso consigo mismo de que su cuerpo fuera tan sumiso al mayor:- shhhh...tranquilo, es algo que tu y yo hemos deseado....-habló el mayor poniendo su índice en los labios del menor, mientras descendía con su lengua por el pecho del castaño, llegando hasta su pantalón, lo retiró lentamente junto a la ropa interior, dejando a relucir el ya despierto miembro del menor, lo acarició suavemente desde la base hasta la punta, para luego introducirlo completamente en su boca, ensalivándolo y sacándolo a un ritmo moderado, logrando que Akira gimiera con fuerza debido a la excitación que estaba sintiendo; mientras el castaño recibía aquella felación, Shirogane introducía uno de sus dedos en la entrada del menor, provocando que algunas lagrimillas descendieran por las mejillas del castaño.
La respiración de ambos cada vez se hacía más agitada, más aún para él cuál estaba recibiendo todo aquel placer. El mayor continuaba masturbando con su boca al menor, mientras colaba el segundo y tercer dedo en la entrada del castaño, haciendo círculos en su interior para ir dilatándolo mas rápido. Akira se aferraba con fuerza a las sábanas. Shirogane subió las piernas de Akira hasta sus hombros y éste se aferró con fuerza a la espalda del contrario al sentir el prominente miembro del mayor colarse en su entrada:- tranquilo mi niño...ya pasará...-decía sensualmente en su oído, mientras lamía su lóbulo y luego comenzaba a embestirlo de manera firme, pero pausado, embriagando a ambos de un placer jamás antes experimentado. Los gemidos de ambos no se hicieron esperar, por un lado aquel que recibía las embestidas y por el otro aquel que las estaba proporcionando, sintiendo como su miembro era apretado deliciosamente por aquella estrecha entrada.
Ambos ya estaban casi en su límite:- Shirogane...no creo que pueda aguatar ya más....-dijo el castaño con dificultad, al sentir ya el ansiado orgasmo cerca:- yo también estoy casi a mi límite, pero terminaremos juntos...-dijo el mayor mientras tomaba con una de sus manos el miembro del menor en sus manos y lo masturbaba al compás de las embestidas, ocasionando que una especie de corriente eléctrica recorriera la espalda de Akira; arqueó su espalda y derramo su semilla, al sentir como Shirogane había tocado aquel punto que lo hacían perder uso de su razón, entre los abdómenes de ambos y la mano de Shirogane, mientras que éste se vino en el interior del menor debido a la estrecho que se había vuelto en aquel instante. Shirogane salió cuidadosamente del interior de Akira, el cuál yacía exhausto en la cama y dormido completamente; lo tapó con las sabanas blancas de la cama del castaño y luego se vistió con sus ropas. Puso su gorro y se aproximó hasta la ventana por la cuál había ingresado, volteando antes de salir hasta donde estaba el menor:-prometo que volveré por ti Akira-kun...esto que hemos hecho hoy, lo volveremos a repetir...-dijo con una sonrisa, para luego salir de la habitación, pero si antes haber derramado una lagrima la cuál fue arrastrada por el viento que entraba hasta la cara de Akira, quién estaba despierto:- te esperaré toda la vida si es necesario, pero debes volver....Shirogane- decía entre sollozos amargos, mientras se cubría con las Sabanas e intentaba consumar su sueño.