~Le Ciel:
*Narra Juka*
-Sha…Shaura… es lindo. –sonreí feliz.
Tenia que comprender a Mana, es difícil cuando te enamoras de el, pero es verdad, en su mundo solo hay espacio para un sentimiento: ¿amor o música? Y ese es: Música.
Salí de ahí y me asome en la sala donde estaban los candidatos para Moi dix Mois, busque a Mana-sama con la mirada y ahí estaba, pero… estaba abrazando a alguien y ese alguien lloraba, al parecer de la felicidad, no entendí nada. Pero se que es un chico bastante lindo y además tiene sentimientos por lo que puedo ver así que será perfecto para Mana-chan.
-Solo espero que seas feliz… -una lagrima deslizo por mi mejilla y decidí irme de allí, perfecto… hay tiempo de lluvia, igual me iré, no tengo nada mas que hacer aquí.
*Narra Seth*
Apenas vi como Mana-sama salió de la sala, me quede nervioso, ¿Qué le habrá dicho a su representante? ¿Rechazado o Aceptado? Quería saber que opinaban de mí.
-Seiji, si aceptas que te llamemos Seth, todo ira bien. –el representante me hablo, ¿Acaso eso había sido un “si” indirectamente?
-Seth… -baje mi mirada a mis manos temblorosas.
-Si. –asintió Hora.
-Seth… -volví a repetirme en voz baja pero se escucho por todo el salón debido a que tenia el micrófono frente a mi.
-S-si… -afirmo Közi.
-S-seth. –añadí temblorosamente.
-Estem… Si. –dijo el representante con cara fastidiosa.
-¡SETH! ¡Siiiiiiiiii! –grite como si me hubiese ganado la lotería. Todos se me quedaron viendo extraño, pero sentí los aplausos fuertes de alguien a mi lado, por un momento me asuste, ¿Cómo había llegado a mi lado sin que me diese cuenta? Ese era el señor de la oscuridad, si, el gran Mana-sama.
-Congratulaciones… -dijo secamente mientras extendía su pálida mano hacia mí, para que estrecháramos las manos.
Justo en eso, los pocos que estaban ahí en el salón comenzaron a aplaudir, pensé que me silbarían y gritarían pero se me olvido que no pueden hacer eso por que ahí estaba el.
Sin dudarlo, estire mi mano y en vez de estrechar estas, sucedió algo inesperado: Mana-sama me atrajo a sus brazos, jalándome para juntarnos en un abrazo. En movimientos elegantes y sofisticados, paso sus brazos por mi cuello y yo le correspondí… apenado, pero lo hice. Mas no pude evitarlo y lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
-Te espero afuera… -musito el guitarrista en mi oído.
-Si, Mana-sama… -respondí con firmeza, no podía demostrarme débil.
-No, Mana-chan… solo en las cámaras agrega el “sama”. –cerro sus ojos y se empezó a separar lentamente de mi, sin poder responder.
-… -sonreí, me sentía feliz, no solo por que había entrado en Moi dix Mois, sino por tener el privilegio de estar con Mana-chan, no puedo imaginarme en los ensayos, conciertos y detrás de cámaras.
Vi como mi nuevo jefe se fue del gran salón, yo también tenia que adelantarme, ya que se que no le gusta esperar; sin embargo, Hora cayo sobre mi apenas me baje de la tarima y me felicito estrechando su mano junto a la mía, Közi hizo lo mismo aunque mas serio y por ultimo el representante de Mana que solo me estrecho la mano; al fin, gente seria como yo. Termine por sonreír y me dirigí a donde me esperaría Mana-sama.
*Narra ???*
-¡Demonios! ¿¡Te regale ese celular para que!? –estreche mi puño contra la pared. –lo mejor es que siga intentando, ojala aparezca o ya vera… Mana… -colgó el teléfono sobre una mesa de cristal.
Solo se escuchaba el repicar de un celular pidiendo comunicación con otro y la respiración de un hombre de cabellos negros y secados aristócratamente.
*Narra Mana*
-¿Qué quiere este? Acaso no le dije que estaría ocupado con mi proyecto? –revisaba el celular mientras esperaba por Seth.
Cruce las piernas elegantemente y acariciaba mis cabellos, estaba sentado en uno de los tantos muebles que se encuentran en la recepción de Midi:Nette. Sin darme cuenta, comencé a cabecear del sueño que tenía, me coloque mis gafas de sol lujosas y me acomode en el sillón, estaba tardando mucho, ¿Dónde estaría? Al menos vale que descanse un poco la vista. Me quede dormido en tan solo 5 minutos, pero no lo profundo como para soñar.
-Etto… ¿Ma-Mana-chan?... –senté una vocecilla atravesar mis oídos, pensé que ya estaba soñando.
-Mmm… -abrí apenas un poco de mis ojos y grite mientras me levantaba bruscamente. -¡No camines hacia la luz! –pegue mi frente con la de Seth.
-¡Auch!... ¿Esta bien, Mana-chan? –me susurro mientras se sobaba la frente debió dolerle.
-S-si, aunque… ¡Auch! Duele… y, ¿tu? –le respondí en voz baja, no quería que nadie se diese cuenta de lo que acababa de ocurrir.
-Yo, ¿Que? –respondió dudoso.
-No me digas que eso es efecto secundario del golpe, ¿amnesia, no? –reí por lo bajo. – ¿que si estas bien?
-Pffs… -trato de sonar pretencioso. –no me dolió para nada y por si te lo preguntas… no, no camine hacia la luz. –nos comenzamos a reír, había sido divertido, pero teníamos que hablar de lo que había sido citado.
Fue mas que todo, firmas para los documentos del grupo y cosas triviales como su edad, de donde era, las bandas que había tenido antes; todo iba bien, hasta que…
-¿Tienes novia, o has tenido? –pregunte seriamente mientras jugaba con uno de mis anillos.
-Etto… No, si he tenido pero en la secundaria, es que… -note que comenzó a temblar por los nervios, como si tratara de decir algo. –yo…
-¿Eres homosexual? –se me olvido que había gente por ahí. Se me abalanzo y tapo mi boca con sus dos manos, mientras un fuerte color rojo invadía sus mejillas.
-S-si… por favor, guarde el secreto… es vergonzoso para mi. –añadió bajando la mirada, me vi obligado a levantarle la cara como lo hice la otra vez.
-¡Esta bien! En ese caso quiero que me hagas un favor. –sabia exactamente lo que le pediría, mas Seth no se lo imaginaba. –Tengo un amigo que estoy seguro que te caerá como anillo al dedo… -se lo demostré dejando caer mi anillo con una cruz en mi dedo índice. -…sino me equivoco, esta en el parque que se encuentra a dos cuadras de aquí, esta lloviendo así que ofrécele hospitalidad y dile quien eres cuando pienses que sea el momento necesario, esta algo melancólico pero bueno, -me levante de mi sillón y con la mano derecha le realice un movimiento elegante y frágil para que se levantara –y… por ultimo, se mi amigo. –le bese en la mejilla y le di mi abrigo.
-Gra-gracias, ¡Mana-chan! ¡Cuente conmigo! –respondió sonriendo.
Salí del lugar dirigiéndome a mi convertible negro, me moje, pero lo necesitaba. La luna estaba hermosa, adoro la noche. Mire el reloj y eran las 9:47 p.m. Conduje para irme a casa y volví a mi modo “Mana-sama”. Sabia que alguien estaba en casa, eso no me agradaba, aunque suene cruel, quería estar solo, deseaba estarlo, solo yo decido cuando estaré solo o cuando deseo estar acompañado. No me dejo llevar mucho por mis sentimientos.