Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sé que me odias, Señor por SofiaCuevas

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una carta con un toque religioso.

Sé que me odias, Señor

Por Sofía Cuevas

 

 

Por mi madre

Siempre he pensado que me odias, aún hoy es un pensamiento que permanece en mi interior, guardado muy dentro; incluso hubo un tiempo en el que dejé de creer en ti, porque la Biblia tiene muchas lagunas en sus historias y algunas historias que, estoy segura, nunca podrían ser capaces de relacionarse contigo, pero entonces entendí que a quien odiaba no era a ti, sino a las personas que trastornaban esas historias y cuando las escribían era difícil saber qué habían cambiado y qué no; no los culpo porque incluso yo, que estoy escribiendo esto, estoy segura que cuando vuelva a leer lo escrito no quedaré convencida de nada, pero la esencia se encuentra y con ello me es suficiente.

Por eso, más que odiarte creo que me odio a mi misma, por ser tan tonta y por pensar que me querías... No, sé que me quieres pero aceptarlo sería como llegar a la conclusión de que no me odias, y llegar a esa conclusión daría como resultado el demostrar que no puedes odiarme y si no puedes odiarme entonces quizás no existas; pero sí existes, porque sé que me odias.

Señor, ¿acaso debo disculparme por ser tan débil? Soy egoísta y pido que me perdones, pero soy humana y, no es excusa, pero no soy perfecta y necesito de mis seres queridos para sentirme feliz, para sentirme amada; por eso estoy un poco resentida contigo y conmigo misma, porque soy muy débil, porque no puedo ver más allá, porque sé que existe la muerte para todo ser vivo pero no soy lo bastante fuerte para darme cuenta, prefiero opacar mis lentes y hacerme la ciega, que no es difícil porque nací ciega.

Soy ciega del ojo derecho y veo borroso con el ojo izquierdo, por eso ocupo lentes; lo curioso es que no me importa, no me importa ser ciega con uno o con los dos ojos, porque sé que todo tiene su propósito... Te lo digo, ¡no me molesta ser ciega de un ojo ni me molestaría serlo de ambos!

¿Entiendes lo que digo?

No me molesta si me castigas, pero castígame a mí, no lastimes a otra gente, no lastimes a los que amo, por favor... Enserio no me molestaría ser ciega.

Señor, la muerte siempre llega y le llega a todos. ¿Pero por qué te llevaste a mi hermano? Él apenas había nacido, apenas había dado sus primeros respiros, apenas estaba sintiendo su corazón latir en su pecho, apenas estaba notando la visión de sus ojos, apenas estaba viendo a las personas que, sin conocerlo, ya lo amaban. Señor, de entre todos los seres vivos, ¿por qué escogiste a mi hermano?

¿Me odias? ¿Me odias por querer aceptar la muerte de desconocidos pero cuestionarte la de mi hermano? ¿Me odias por amarlo más de lo que pensé que lo amaría cuando estaba en el vientre de mi madre?

Señor, superé aquello porque en ese momento solo era una niña. En ese momento solo tenía siete años y mis padres me explicaron de formas hermosas a dónde había ido mi hermano, me lo explicaron de una forma que incluso sentí envidia, porque tenía ganas de ir a su lado, quería decirle que lo quería mucho y que no me molestaría acompañarlo. Lo superé y lo acepté de buena forma.

Después, sabes que fui muy tranquila, pero quizás fui demasiado tranquila y hoy me arrepiento.

Me arrepiento de no decirle a mi madre una y otra vez que la amaba, me arrepiento de haber tenido oídos sordos cuando me pedía favores, me arrepiento de hacerla llorar cuando se preocupaba por mí y yo ignoraba aquello, me arrepiento de que me sonriera y me dijera que me amaba incluso después de todo por lo que la hacía pasar... Me arrepiento de verla salir tantas veces de la cochera, en auto, y nunca devolverle el beso de despedida ni sacar el pequeño “cuídate” que se formaba en mi mente, me arrepiento de no haberle dicho tantas cosas... Pero ahora la tienes ahí, junto a ti; por eso quisiera que le dijeras que por favor me perdone, que la quiero mucho y que fui una niña muy estúpida.

Al final, Señor. Solo quedamos mi padre y yo, pero parece que ya has comenzado a hacer planes con la vida de mi padre.

Señor, te lo suplico: no te lleves a mi padre. Es un buen hombre, algo estricto y preocupado por cómo criarme sin mi madre, pero sé que lo quiero mucho y se lo he dicho muchas veces, buscando no repetir el error que cometí con mi madre.

Me he portado bien con él y contigo, buscando que de alguna forma no te lo lleves.

Por favor, Señor, no te lleves a mi padre.

 

Por mi padre

Señor, conocí a una mujer muy guapa. Actualmente tiene treinta años y es cinco meses más grande que yo. La quiero mucho, fue el consuelo que tuve el día en que murió mi padre.

Ella se encontraba cerca de su tumba cuando vio que fui la única que asistí al funeral de mi padre, después de todo quién iba a asistir si estamos al otro continente de donde se encuentra la familia de mi padre y la familia de mi madre.

Sintió curiosidad, quizás. Se acercó y me dio un abrazo.

No me asusté, porque yo también la había visto cuando estaba rezando en su tumba y también sentí curiosidad por ella, por eso no me enojé. Dejé que me abrazara y, cuando terminó el funeral, dejó que llorara en su hombro.

Señor, ya han pasado seis años desde nuestro primer encuentro y sé que la amo. Pero parece ser que las personas que te siguen no están de acuerdo con nuestra relación. A mi no me importa, ¿te digo por qué?

Señor, por el hecho de que sé que me odias. Sé que nunca has querido verme feliz e incluso, ahora que he conseguido quien me ame y a quien yo puedo amar, existen personas que nos ven con mala cara.

Pero no te preocupes, yo le amo y ella me ama, viviremos juntas y tendremos una hermosa relación. No cometeré errores pasados y daré todo lo que tengo para que no le pase nada malo... Ya te lo dije, sería capaz de quedarme ciega, si quieres sorda, si quieres muda, si quieres quítame las piernas, si quieres quítame los brazos. ¡Lo que quieras! Todo, absolutamente todo lo que tengo puedes quitármelo, pero no te lleves contigo a Julia, la mujer que amo.

Y no te preocupes, porque aunque me odies Señor, nunca compartiré tu odio, porque sé que has estado conmigo antes y sé que estarás conmigo siempre.

Te amo, Señor; aunque tú me odies.

Notas finales:

Como nota aclaratoria: soy atea. Bueno, la palabra correcta es teista, pero da igual.

No sé si haya transmitido lo que quería transmitir, la idea me llegó cuando tenía pensamientos depresivos y ésto fue el resultado.

Por cierto, si les gusta Naruto los invito a leer mis fanfictions: Fanfition.net

Saludos :)


PD: Respondo lo que quieras: h t t p : / / w w w . formspring . me / 000Laso

© Sofía Cuevas


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).