Corrió por la casa, sabía dónde estaba la tía Yuuko, ella sabía a la perfección. Kuro-chan casi se cayó, pero ella logró sostenerlo, porque Hana era fuerte como Kuro-papi y rápida como mami.
-¡Tía Yuuko!- Exclamó al encontrarla, sonriendo feliz.
-Hola Hana- Saludó la mujer y ella la abrazó. La mujer rio como cuando estaba con su botella blanca.
-Tía Yuuko, mami me contó un cuento, pero no era un cuento porque de verdad pasó-
-¿En serio?- Su tía lucía interesada, y claro que debía estarlo porque esto era muy importante.
-Dijo que hace mucho, mucho, antes de que Hana naciera, Kuro-papi se olvidó de cosas… se olvidó de que estaba casado con mami y entonces a Hana le dio miedo, pero después mami dijo que aunque Kuro-papi no recordaba que estaban casados, de todas formas dijo que lo amaba mucho, mucho-
-Recuerdo eso- Agregó su tía y ella la miró sorprendida.
-¿Tú estabas aquí?-
-Sí-
-¿Y Hana dónde estaba?-
-Aun no nacías- Dijo colocando un dedo en su nariz que le causo cosquillas.
Luego miró a Kuro-chan.
-Pobrecito Kuro-papi, olvidar cosas… Si no pudiera recordar a Haru-chan, Hana estaría muy triste, si no pudiera recordar a Shao-chan, Hana estaría muy triste, si no pudiera recordar a Kuro-chan, Hana estaría muy triste. Haru-chan, Shao-chan y Kuro-chan también estarían tristes-
-Deseas ayudarlo, deseas ayudar a tu papá-
-¿Hana puede?-
-Si es lo que deseas- Asintió decidida sintiendo como sus colitas (las que mami le había hecho, porque había sido su turno de peinarla) brincaban.
-Sí, deseo ayudar a Kuro-papi-
-Bien, el precio… ya ha sido pagado- A veces no entendía a tía Yuuko.
…
Por un momento olvidó donde estaba, porque su cuerpo se sintió ajeno y los sonidos e imágenes frente a él parecían muy lejanas, pero luego Hana había gritado asustada. No sabía la razón porque hasta ahora solo podía luchar con la luz del sol que lo había encandilado, finalmente fue capaz de ver a Fye hincado y a Hana junto a él, abrazándolo. Su esposo regresaba el abrazo de la niña.
-Tranquila nena, estoy bien- Escucho decir a su pareja, cuando él se dejaba caer junto a ellos.
-¿Qué pasó?, ¿Te caíste?, ¿Qué?...- Fye negó pidiéndole con la mirada que se tranquilizara, iba a mandar a la mierda toda la calma, pero luego recordó que esos solo iba a asustar aún más a Hana. Suspiró abrazando a su pareja y acariciando el cabello de su niña.
…
Hana estaba dando vueltas por todo el pasto, olvidando por completo el previo desastre y juntando un montón de manchas verdes en su vestido favorito, cuando él se dirigió a mirar a su pareja con el mayor ceño fruncido que pudo producir.
-¿Qué pasó?-
-Mhm… me maree, un poquito-
-¿Qué?- Era suficiente, lo iba a llevar a…-
-Pero estoy bien-
-¿Cómo va estar bien que…?-
-Estoy embarazado- Y eso detuvo toda queja.
-¿Eh?- Y Fye rio, feliz y tranquilo.
Él lo abrazó, para comenzar a colocar besos en lugares no muy típicos, por todo el rostro de su pareja, que rio aún más fuerte
-Kuro-chan y Hana también quieren abrazo y beso- Ambos se dirigieron a abrazar a la pequeña y repartir besos, uno pequeño en la nariz, otro en la cabeza, uno más en la quijada. Su hija reía divertida. –También Kuro-chan- Dijo alzando al perro y él besó al peluche, porque no había razón para negarse.
Con la cabeza de Fye recargada en su hombro, con su pequeña niña en su regazo, con un bebé en camino (colocó su mano en donde suponía su pequeño descansaba).
La vida era buena.