Sentí los brazos alrededor de mi cintura. Estaban calidos y suaves y abrí con parsimonia mis ojos verdes y te vi. Seguías durmiendo, tenías tus ojos cerrados y respirabas ligeramente por tu boca. Me acomode más cerca y volví a cerrar mis ojos, disfrutando el momento.
Es extraño como han sucedido las cosas. Hace menos de tres meses jamás habría pasado por mi mente que podríamos estar así, juntos. Sobre todo después de nuestro matrimonio por obligacion.
Tu cara aquel día, era la sentencia que esperaba para el futuro pensé. Estabas blanco como la nieve, tenías ojeras y se notaba a distancia los nervios y el miedo, pero el brillo de compromiso que te caracteriza cuando quieres hacer algo también estaba ahí. Cuando Ulrike nos declaro casados, escuche un suspiro de ti, profundo, intenso y sumiso que destrozo mi corazón. Cuanto quería yo que hubiera sido una sonrisa. Cuanto quise yo que no hubieras aceptado. Cuanto deseaba que fueras feliz y que nadie te dañara. Y yo estaba haciendo completamente lo contrario a todo lo que quería para ti y solo para cumplir mi deseo mezquino de tenerte todo para mí. Tenían razón todavía era un mocoso egoísta
Te mueves, aún no es la hora que la que te levantas para ir a entrenar con Conrart, así que solo debe ser que estas incomodo, y me muevo un poco para darte tu espacio de vuelta. Estoy de espaldas ahora con el cobertor hasta la nariz, hace frío sin tus brazos a mí alrededor.
Quiero volver a dormir, quiero cerrar mis ojos y solo sentirte al lado mío. Pero no puedo evitar que los recuerdos inunden mi mente.
Dos meses después de nuestro matrimonio, las cosas seguían tensas entre nosotros. Yo debo reconocer que mi humor iba cada vez más en decadencia, cada vez estaba más desesperado. ¡Que más podía hacer yo para arreglar la situación! No fue mi culpa el tener que casarnos. Ni tampoco la tuya. Fue la de los nobles y mi madre. Que va! Fue el pueblo y sus disturbios civiles con ayuda. ¡Que estúpida situación! Obligar al Maou a casarse por unos rumores sin importancias.
Me sentía tan impotente.
Yuuri me trataba diferente. Era amable, más amable conmigo y paciente, no me daba ninguna razón imaginaria o real, para poder reprocharle sus “infidelidades” y eso me hacia sentir mucho mas culpable. Me hubiera gustado que me gritara, que me culpara de privar y limitar su vida con otra persona. Que dijera todo lo que pasaba por su mente. Cualquier cosa menos esa amabilidad que me mostraba. Mi mayor temor en eso días, era que todo se volviera una mentira que acostumbrara y aceptara esa naciente amabilidad de Yuuri con mi persona, que me diera esperanza de poder ser felices, y que luego, si se transformara en el tramposo que siempre lo acuso de ser. Que encontrara a alguien más, la transformara en su amante, concubina o que se yo, y que se quedara conmigo por lastima, comodidad, o por mantener la palabra el día de su boda.
Me da aterra sólo pensar esa posibilidad incluso ahora cuando se que es casi imposible.
Me levanto no soporto seguir con esas ideas en mente, necesito refrescarme. Salgo con cuidado de la cama, y solo doy un pequeño vistazo sobre mi hombro a mi esposo dormido, me pongo la bata y salgo tratando de no hacer ruido.
Apoyado en la pared del baño los recuerdos vuelven a mí, mientras el agua fría corre por mis cabellos, cara y cuello. Me siento un poco raro. Más que absurdo. Gisela dijo que en este ultimo tiempo había estado de tratando de contener todas las cosas y que eso ahora me estaba pasando la cuenta. Dijo también que fue producto del cambio, muy radical, y que muchas emociones habían salido a flote y que era normal que no fuera el de siempre. Y agrego que con el tiempo volvería a mi antiguo ser. Aunque yo no creo que vuelva a ser el mismo, ya sea que pasen 100 años o 3 meses, las experiencias que te entregan la vida te van transformando, y van creando lo que eres y lo que serás, porque cada una te enseña algo, sea buena o mala, y te hacen crecer, madurar. Y luego de esta experiencia esta más que claro que ya no seré como antes, ni tampoco Yuuri. No creo que ninguno de los que estuvieron involucrados sea como antes.
La primera vez que note que esto definitivamente no iba hacia donde pensaba que estaba yendo. Ocurrió aquí mismo. En el baño. Era una mañana apacible, el frió comía tu piel desnuda, era la mañana perfecta para un tibio baño relajante. Desde que nos casamos (hasta probablemente ese día) ya no nos bañábamos juntos, a veces yo me levantaba temprano, a veces él, y yo no lo perseguía porque quería el baño para mi. Para relajarme. Pero esa madrugada al parecer el pretendía estar conmigo.
~~Flash back~~
Estaba sumido en una montaña de burbujas, en una de las tinas del baño, el agua caliente se sentía espectacular contra mi piel, y yo pensaba en que hoy era el día perfecto para entrenar con mi tropa y probar el nuevo funcionamiento de ataque “león naciente”.
Reía internamente por el nombre, cuando apareció junto con sus artículos de aseo personal. Lo primero que vi fue como abrió sus ojos azabaches con sorpresa y luego como reordenaba sus facciones hasta poner su cara de estúpida amabilidad.
Genial –pensé- justo lo que necesitaba para comenzar el día. Lastima.
-Hola Wolf – murmuro suavemente, mirándome fijamente a los ojos
Le respondí un rápido, buenos días Yuuri, mientras corría mi mirada y era conciente de cada porción de mi cuerpo.
-Me sorprende verte por aquí todavía..-le mande una mirada fulmínate- … no es que te este echando o nada wolf… no es lo que estaba diciendo, solo que me sorprendes, tu siempre te escapas en las mañanas- continuo tranquilamente como queriendo provocarme.
Escaparme ¿yo? De que habla este enclenque. Solo tenemos horarios diferentes para utilizar el baño pienso poco convencido.
-¿que horas son?- Pregunto bruscamente, cuando noto que Yuuri comienza a desnudarse y aparto la mirada.
-eh?- Yuuri se da vuelta a mirarme- las 9.00 en punto. Ya sin la camisa puesta, sigue con los calcetines, uno a uno abandonan su cuerpo y yo a cada paso me pongo más nervioso
“ ¿Como? Las 9 ya! Estoy atrasado. No me di cuenta como pasó el tiempo” —exclamo un poco para mí y un tanto para él. Y me dispongo a dejar el placido lugar que me contuvo por más de 2 horas. Hasta que siento una mano en mi pelo. Un escalofrió recorre mi espalda. Y miro en dirección hacia el dueño de esas suaves durezas de tanto escribir y firmar documentos. Me estaba mirando. Su mirada tenia algo incomprensible y solo pude devolverle la mirada tratando vanamente de entender que estaba ocurriendo en ese baño. Después de lo que fueron siglos para mi, el me dijo muy bajito- “quédate” -
¿Como? ¿Que fue lo que dijo? ¿Es que acaso me dormí en la tina y me ahogue? O ¿solo me dio fiebre por estar sumergido por tanto tiempo en agua caliente? Tal vez incluso pudiera ser que me hallara soñando. Oooh si, eso era, no había ninguna posibilidad de que esto estuviera pasando en la vida real. El Yuuri que yo conozco, y del que estoy enamorado, por muy cruel que suene jamás, deliberamente hablando, me diría que me quedara con el a solas, menos si la situación implicaba estar carentes de ropa. Cualquiera que sea la cara que estaba poniendo a Yuuri no le gusto, y frunció en entrecejo, bajo su mano a mi brazo y volvió a repetir esta vez más fuerte
-Quédate Wolfram –
Estaba empezando a sentir pánico. Realmente pánico. Una avalancha de sensaciones y sentimientos agolpaban también mi mente, y no sabía cual era la más fuerte. Sentía ira, sentía culpa, sentía remordimiento, sentía nervios y por sobre todo sentía miedo. Miedo de lo que Yuuri tenia que decir, miedo de escuchar todo el odio que me podía tener, miedo de escuchar que no me culpaba, miedo de escuchar que éramos esposos solo de nombre y que no me hiciera ilusiones, miedo de escuchar la frase “lo siento”.
Yo estaba indeciso, sabia que esto tendría que pasar alguna vez, que conversaríamos seriamente tarde o temprano. El problema es que no estaba seguro si quería hacerlo todavía. Todavía batallaba conmigo mismo con respecto a que hacer con este matrimonio por obligación.
Él todo este tiempo me miro fijamente, creo que preocupado, me vio luchar, tratar de decidirme, pero no decía nada. Cuando finalmente decidí que no estaba listo y que me iba, el lo vio en mis ojos y se me adelanto cortando cualquier vía de escape.
-“Es una orden.”-
Las palabras me cayeron como el polvo a los ojos y la boca. Resople confuso y el lo entendió como que había captado la orden, me soltó del brazo y siguió desvistiéndose como si no hubiera pasado nada.
Fuera pantalones, fuera ropa interior pensé y…me imagine mientras miraba las burbujas cuando sentí como entraba un cuerpo a la gran bañera, el agua se escapaba a montones.
-“Joder Wólfram el agua está hirviendo” - gruño Yuuri mientras se acomodaba.
-¿No deberías primero lavarte el cuerpo…enclenque? – respondí irritado
El muy descarado me respondió que se había bañado anoche y que estaba en verdad limpio. Lo quede mirando con cara y porque estas aquí. Y el rápidamente respondió la pregunta no formulada – yo… yo solo quería, relajarme y estar un rato a solas contigo Wolf –
Dulce. Las palabras fueron dulce y tiernamente pronunciadas. Aunque no se atrevió a mirarme a los ojos en esta ocasión. El continúo.
-Da..date la vuelta-
¿Como? Definitivamente algo pasa.
-Wolfram hoy estas muy…he… Lento- pronuncio mientras tomaba mi paño y le ponía jabón- no me hagas repetirlo y transformarlo en otra orden.
Obedecí, temblando por los nervios. Aun no lograba comprender que estaba haciendo Yuuri. Pero todo se esclareció cuando sentí sus manos en mi espalda superior.
-A-aah ¿Y-yuuri? que estas–haciendo- me turbé nuevamente. El contacto de sus manos se sentía demasiado bien. Maldije mi debilidad.
-¿No es algo obvio?- Respondió rápidamente sin dejar tiempo para silencios incómodos mientras sus manos aplicaban mas presión en mis costados.- simplemente refriego tu espalda. Hay que aprovechar el agua ¿no?
¡Demonios! mi cintura jamás se sintió más caliente. O a lo mejor, si me dio fiebre.
-……Yuuri, en serio no es necesario. Déjame ir.- listo, alcanzo mi limite, necesitaba con urgencia que dejara en paz mi cuerpo. ¿Como podía ser tan inconsciente?
- No quiero- susurro muy bajo y lento
Mi corazón dio un brinco. El prosigo
-yo he estado muy preocupado por ti Wolfram… todos lo estamos, no has estado siendo tu mismo desde….bueno ya sabes…. la boda— Si la boda, nuestra boda pienso— y bueno yo quería saber que pasa.- sus manos abandonaron mi espalda.
¡Ah ahí estaba! Gracias al cielo, el enclenque con el que me casé. ¿Quien más que el puede decir algo totalmente mata-ambiente en una frase? Claro que el no tenia idea del ambiente en que estaba yo, el muy ingenuo. De todas formas fue un alivio. Este enclenque estaba muy osado y extraño, no parecía el. Y me estaba preocupando. Creo que yo exagere la situación. Resoplé feliz y aliviado. Y luego cuando el significado de las palabras caló en mi mente, el desconcierto me abrumo.
Me di la vuelta lentamente. Nuestros cuerpos estaban bastante cerca podía sentir sus rodillas chocar con mis muslos, pero aun así el no retrocedió y tampoco yo. Yuuri miraba sus manos, que aun sostenían el estropajo. Estaba un poco colorado, pero fácilmente podía atribuirse a la temperatura del agua. Nos quedamos en silencios unos instantes, que parecían horas. Abrí varias veces mi boca tratando de empujara a ellas las palabras que no tenia formuladas. Al final me rendí, y deje que el silencio nos envolviera.
Nuestra cómoda posición no duro mucho, él curioso por el cambio de posición y el silencio. Poso su vista en mí, examinando mi rostro, y con su nerviosismo evidente retrocedió, como notando recién la cercanía.
Y yo por un instante sentí que me moría por acorralarlo y darle un beso, que lo hiciera gemir y estremecerse. Internamente desee que mi cara no haya reflejado ese pensamiento. De cualquier manera, se notara o no, Yuuri no me dijo nada.
Cuando por fin se decidió a hablar, pasado unos momentos, le corte la palabra y solté bruscamente todo lo que pasaba y paso por mi mente, el me miro con los ojos abiertos.
“Lo siento ”- fue lo primero que dije y luego lo repetí un millón de veces más, mientras mi voz se agravaba producto de las lagrimas que corrían libre mente de mis ojos por mis mejillas.– “lo siento, lo siento, lo siento, lo siento….yuuri yo realmente lo siento. Losiento yuuri… yo noqueria..hip que esto termimphara-asi. Lo siento yuri..lo siento tanto.”
Mi voz se entrecortaba por los sollozos. Y no me podía contener, la culpa roía mi alma nunca quise que Yuuri fuera infeliz, no quería que nadie lo lastimara. Y yo estaba haciendo eso y más.
Creo que él estaba en shock. Creo miraba con los ojos desorbitados y sin saber que hacer, las lagrimas no me dejaban ver con claridad. Al final al parecer decidió dejarme explotar toda la tensión que tenia, y me dio unos ligeros y suaves golpe en la espalda. Y me apoye en su pecho. Y cuando mis sollozos estaban por detenerse le oí murmurar suavemente- “esta bien Wolf. Ya todo esta bien. No hay nada de que preocuparse”.
~~Fin flash back~~
Luego de esa impresionante y vergonzosa muestra de sensibilidad por mi parte, digna de una mujer embarazada, que trato de olvidar sin resultados. Yuuri me tomo de la mano y me saco del baño. Y todavía dándome consuelo me ayudo a secarme y me mando a la cama porque realmente me enferme. No se si la fiebre fue producto de un resfrió o por el agua y su temperatura o si por mi despliegue emocional que me dejo exhausto. Y descanse todo el día, y me sentí mejor, por fin después de tanto tiempo.
Abro los ojos nuevamente. Estoy sentado en el suelo de mi baño, muerto de frío.
Seque de mi rostro y cuellos los restos de agua. Y escucho mi nombre. Es Yuuri, me busca. Le grito que estoy en el baño y que ya voy para allá.
La puerta del baño se abre y ahí esta él, con su bata abierta, mostrando el torso.
- ¿Todo bien?- pregunta mientras estudia mi rostro y nota mi cabello mojado- ¿te sientes bien?... podemos llamar a Gisela si no ten sientes bien… yo la voy a bus--
Lo interrumpo rápidamente este enclenque es exagerado- Me siento bien Yuuri- me levanto del suelo y camino a su dirección- ¿ves? Todo esta… perfecto.
Tomo su mano y el rápidamente enlaza sus dedos con los míos. Este enclenque resulto ser más osado de lo que pensaba.
Me vuelve a mirar y rápidamente me jala hacia el y envuelve su otra mano en mi cintura. Yo me acomodo más cerca y lo miro a los ojos. Y besa mi boca. Suave, dulce. Luego sigue con mis mejillas, mi nariz, mis ojos, mi frente y luego regresa a mis labios nuevamente pero esta vez un más insistente que la primera, y yo respondo rápidamente. No se cuanto tiempo nos besamos así, pero cuando terminamos el jadeaba por aire y yo solo lo mire feliz.
Sin decir palabra, nos dirigimos a nuestro dormitorio.
Aun tenemos un par de horas de sueños, me hago espacio en la cama y Yuuri me sigue y se acomoda en mis brazos como si fuera un niño pequeño, y besa mi hombro accesible para él en esta posición y yo río en respuesta, y le doy un golpe juguetón con mis piernas. El ríe, y parece dispuesto a continuar, si no fuera porque lo interrumpo con un beso en la cabeza y le recuerdo que tiene que descansar porque en un par de horas más le espera un largo día.
Él suspira resignado, asiente y me dice- buena noches Wolf-
Nuevamente tengo sus brazos a mí alrededor, pero esta vez yo jugueteo con su pelo. Y pienso en el día en que esta relación cambio.
Habían sido unos meses desde mi estallido emocional, nosotros no hablábamos de eso, pero yo no dejaba de pensar en que el cobarde no me dijo nada. No me reclamo. No se alejo. No. Nada. Y cada vez me trataba mejor. Bailaba conmigo en las fiestas. Comíamos solos con Greta. Y hasta teníamos incursiones al pueblo disfrazados.
Y cada vez caía un poquito más por él, si es que eso fuera posible. La esperanza de que tal vez esto si funcionara cada vez se apropiaba más de mi corazón y yo cada vez ponía más de mi parte. Éramos más que amigos y menos que amantes. Aunque fuéramos esposos. A estas alturas yo pensaba que era solo cuestión de tiempo, hasta que lográramos ser una familia verdaderamente. Hasta que ella apareció.