Capitulo 1
Las suaves notas llegaban a sus oídos, cada toque aumentaba gradualmente como guardando paciencia mientras lo despertaba de su letargo, espero cinco segundos, segundos que tenía más que memorizados justo cuando una repentina agudeza rompía el ritmo de aquella melodía.
Aún con los ojos cerrados se giró lentamente tanteando con la medida exacta su mano dirigida a la pequeña mesa de noche buscando el aparato emisor de aquel sonido, una vez lo tuvo en su mano presiono el botón rojo para silenciarlo, dejó caer pesadamente el brazo que había movido suspirando.
Sabia que debía levantarse, otro día de trabajo comenzaba, siempre colocaba la alarma de su móvil un par de minutos antes si esperaba debía soportar la ruidosa y estridente música que su compañero usaba para despertar.
Si, a diferencia de el, Deidara programaba una serie de solos de guitarra y batería, ruidosos tumbos y estridentes cuerdas, lo que fuera necesario para desaparecer el tan pesado sueño que se cargaba y si el no quería despertar asustado y cayendo de la cama con un salto debía poner su alarma poco antes, a su propio ritmo.
Volteo a ver a su compañero notando apenas unos cuantos mechones rubios salir de la montaña de cobijas, bostezó y se encaminó al baño.
El día pintaba agradable, algunos rayos de sol se colaban por el esmerilado cristal de la ventana del sanitario, se despojo de la holgada playera de algodón que usaba para dormir botándola sobre la tapa cerrada del escusado mientras giraba el grifo del agua caliente.
Su departamento era bastante cómodo y todo era prácticamente nuevo incluyendo el calentador por lo que debía esperar un par de minutos para poder sentir la tibieza del agua, pensaba en el montón de papeles que había dejado el día anterior sobre su escritorio, de no ser por la ayuda de su hermano y de Madara en la empresa haría mucho que se hubiese vuelto loco.
Sus cavilaciones se vieron interrumpidas por la tan esperada música, parecía rutina pero sabía que justo al sonar el agua estaba lista para entrar, como cada día, pasarían 12 segundos, 5 que el rubio tomaba para despertar asustado, 5 para maldecir y buscar medio atontado el producto del ruido y otros 2 para lograr ubicar el botón y apagarlo, entraría a la regadera y pasados otros 10 segundos mas tendría al rubio pegado a su espalda dándole los buenos días.
Sin embargo no sucedió, casi inconscientemente contaba el tiempo en su cabeza pero la música no parecía detenerse, la canción había llegado casi a la mitad, cerro de nuevo el agua pensando que quizás el artista se hubiese levantado después de el y salido de la habitación sin botar entes la alerta, se secó con una toalla la palma de la mano que había mantenido bajo el chorro de agua midiendo la temperatura, justo en ese momento escuchó un golpe hueco mucho mayor al que pudo haber emitido el aparato contra el suelo en un arranque del menor pero la música seguía.
Abrió la puerta teniendo nuevamente la vista de su alcoba apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando divisó el cuerpo de su compañero en el suelo, corrió a su lado.
-Deidara!!, Dei!!!
Lo giró lentamente apartando suavemente el cabello que cubría su rostro mientras posaba su brazo tras la cabeza del menor dándole apoyo, lo sacudió levemente, insistiendo en su llamado, al ver que no respondía se dispuso a subirlo nuevamente a la cama pero los ojos azules comenzaron a abrirse, al tiempo que sentía un ligero temblor en el pequeño cuerpo.
-I-itachi?-sintió un escalofrío que lo hizo cerrar su parpados con fuerza
-tranquilo…sujétate
Lo tomó en brazos pero el otro no fue capaz de responder, su fuerza tan solo le permitió posar su mano en el hombro del mayor, respiró profundamente sintiendo el suave colchón bajo el.
-que paso?
-debiste desmayarte- le explicó mientras acariciaba su mejilla intentando tranquilizarlo, notaba cierta ansiedad en su rostro
-lo siento…
-porque te disculpas?
-yo…debí asustarte, lo siento- insistió a lo que el otro negó suavemente con la cabeza y una leve sonrisa, se separó de la cama
-a dónde vas?
-hablare a Sasori, no iras al estudio
-no- se inclinó un poco quedando sentado- tenemos una reunión importante hoy
-el se puede hacer cargo- marcó el número y espero respuesta
-estoy bien Itachi, ayer… llegue muy tarde, había mucho trabajo…yo, no dormí bien tengo que…
-Sasori? Soy yo Itachi
La llamada interrumpió al menor que veía atentamente al moreno, frunció el ceño al ver la figura frente a el de forma doble, masajeó levemente el puente se du nariz esperando que la sensación desapareciera.
-…si, yo le digo… gracias por hacerte cargo…claro, te avisare… gracias, hasta pronto
El Uchiha cortó la llamada y volvió junto a su compañero que aún mantenía los ojos cerrados y la mano en su rostro, la apartó suavemente
-te mareaste-dijo mas como afirmación que como pregunta
-no es nada- le sonrió para tranquilizarlo- no he dormido bien
Itachi acarició su cabeza y suspiró preocupado
-recuéstate, me alistaré y te llevare al médico-se puso de pie
-y tu trabajo?
-le pediré a Sasuke que me cubra-lo miro con seriedad- no está a discusión Deidara
…
El automóvil se detuvo y el silencio invadió el interior, Itachi apagó el motor y se volvió mirando a su acompañante, Deidara mantenía la mirada baja frotando con insistencia sus manos, el moreno suspiro y salió del vehículo rodeándolo para abrir la puerta del copiloto, el artista no se movía, el mayor se inclinó y tomo con sus manos las del otro, silencio
-Dei…
-no…aun no…por favor…no- balbuceó torpemente
Itachi preció comprender y jalándolo levemente lo invito a salir para volver a casa, caminaban lentamente, apenas la puerta se abrió, la voz del rubio sonó de nuevo
-lo siento
El moreno se volvió apretando su mano con firmeza, le sonrió aun cuando su rostro denotaba preocupación.
-está bien…cuando estés listo
A partir de ese momento todo se tornó tenso, pasaron unos cuantos días y Deidara no parecía tener intensiones de revelar lo que había sucedido en aquel cubículo de hospital, Itachi procuraba mantenerlo vigilado al notar que su semblante decaído, desgastado, un día después del incidente el rubio se había negado a faltar un día más al trabajo y al no tener un motivo lo suficientemente fuerte, a menos a ojos del menor, para detenerlo no pudo hacer más que rezar porque nada malo ocurriese en los trayectos de ida y vuelta del estudio, al menos en horario laboral podía confiar en que Sasori le tendría en la mira.
Al llegar el viernes por la tarde, y como se había vuelto costumbre, el moreno salió temprano de su oficina, se despidió de su tío y acompañado de su hermano se encaminó hacia aquella concurrida avenida en donde se encontraba el ya conocido estudio fotográfico donde su rubio trabajaba, encontrándose a un par de cuadras con su ruidoso cuñado, aquel sonriente e hiperactivo ser que siempre lograba ponerlo de buen humor.
Escuchó la campanilla de la puerta sonar en cuanto cruzo la entrada teniendo al instante la atención de Sasori que recogía algunos papeles del suelo justo a un lado de la recepción.
-Uchiha, llegas temprano- le “saludo” sonriendo levemente
-ha sido una semana ligera- se acercó inclinándose para ayudarle, seguido de los menores quienes discutían algo sobre a quién le tocaba pagar la cena esa noche
-gracias…Deidara está en el cuarto oscuro, pero no debe tardar
-yo voy por el!!!- se apresuró a ofrecer el menor para salir corriendo en dirección a aquella habitación en la planta alta.
Itachi asintió sonriendo ante el gesto de enfado de su hermano, conversó unos minutos de temas banales con el pelirrojo hasta que no pudo evitar sacar a flote lo que le preocupaba.
-y…como le has visto?
-tenías razón…se ve algo cansado pero el muy idiota no me hace caso cuando le pido que descanse-Itachi frunció el ceño-descuida he procurado darle poco trabajo- se apresuró a agregar- incluso a mi me preocupa un poco
El moreno suspiro tomando asiento en un pequeño sofá de cuero negro que adornaba el vestíbulo, masajeo sus sienes como evitando una jaqueca muy pronta.
-en verdad no te ha dicho nada?...tan malo es?
Itachi había comentado con Sasori aquella visita al médico, como mejor amigo y socio de trabajo del rubio pensó que sería buena idea para mantenerlo vigilado, y sin pensar el pelirrojo se había vuelto su sombra incluso llegando a molestar al menor en más de una ocasión, el Uchiha negó con la cabeza al tiempo que sentía el peso de su amigo junto a el al tomar asiento en el sofá, Deidara se negaba a hablar y las pocas veces que había intentado preguntar tan solo le evadía y salía huyendo inventando algún pendiente.
-no lo se, realmente no lo se- suspiró
El sonido de una puerta en la planta alta les hizo voltear hacia el pequeño tapanco* sobre ellos, viendo al motivo de su plática caminar de espaldas a ellos en dirección a las escaleras, Naruto se había quedado unos pasos atrás mientras cerraba la puerta de la habitación, notaron los pasos lentos del mayor mientras se aproximaba al primer escalón, Itachi estuvo por llamarle al ver que no había notado su presencia cuando algunos rollos de negativos se vieron caer de las pequeñas manos del artista votando hacia el vacío y llamando la atención de los otros dos.
Deidara caminaba sintiéndose extremadamente agotado, sus pasos eran lentos y pausados, escucho vagamente una voz llamándolo a sus espaldas pero sus movimientos eran mecánicos, justo al llegar al borde de las escaleras un vértigo intenso lo invadió y su mente se desconectó.
-Deidara!!!!
Naruto corrió hacia el artista apenas vio cómo se desplomaba directo hacia las escaleras, logro sujetarlo del brazo colgando todo su peso hacia atrás en un intento de hacer palanca
-ayuda!!!Deidara despierta!!!
Gritó desesperado al sentir que el peso era demasiado, no podría evitar la caída, sintió un extremo alivio cuando vio a los hermanos tendidos en los escalones con el cuerpo inconsciente del rubio sobre ellos, Itachi había logrado sostener la cabeza del menor evitando que se golpeara mientras Sasuke servía de escudo entre su cuerpo y el filo de uno de los peraltes, el pelirrojo les alcanzó logrando sostener a ambos ante el falseo que dieron al chocar con el peso del artista.
Una vez viéndose fuera de peligro y algo adoloridos se apartaron con cuidado moviendo de la incómoda posición al artista, Itachi se sentó poniendo en su regazo a su compañero buscando alguna herida.
-que rayos paso?- pregunto el Uchiha menor mientras sobaba con insistencia su hombro derecho herido durante el rescate, aun cuando había escuchado la conversación de su hermano no sabía muy bien a qué problema se refería.
-Dei…me escuchas?, Deidara- insistía el moreno dando leves golpes a su mejilla
-llamare a baa-chan-ofreció el menor de todos
-espera! Está despertando-le frenó Sasori
-Dei estas bien?
Itachi acariciaba su mejilla mientras su brazo lo rodeaba por los hombros manteniendo el apoyo, Deidara abrió los ojos pero solo eso, no se movía o hablaba, sus parpados parecían cansados apenas un par de rendijas que se esforzaban por mantenerse abiertas
-Deidara?-insistió
-que?-soltó casi como un suspiro
-como que “que?” casi te matas
El rubio dejó salir el escaso aire en sus pulmones acomodándose en el regazo del moreno como ignorando lo que acababa de escuchar
-tengo sueño Itachi
El rubio cerró de nueva cuenta los ojos dejando más que preocupados al resto, sin pensar más se encaminaron al estacionamiento con destino al hospital, Sasori conducía deprisa volteando a ratos hacia el asiento trasero donde Itachi sostenía a su compañero en brazos acariciando con insistencia su mejilla.
-se ve pálido- comento con angustia el pelirrojo, notó a Itachi cerrar los ojos con fuerza, cuando vio frente a él la entrada a la clínica y por el retrovisor a los menores en el auto del moreno.
Se estacionó cerca de un enorme letrero rojo indicando el área de urgencias y salió para abrir la puerta del vehículo ayudando al moreno a salir.
Acababan de cruzar aquel umbral cuando una conocida rubia los miró con los ojos completamente abierto sosteniendo una taza de café en su mano derecha, apenas les vio se volvió a su ayudante pidiendo traer una camilla mientras se acercaba al trio de recién llegados.
-Uchiha, que haces aquí? Que le paso?- cuestionó preocupada tomando los signos del inconsciente rubio aun en brazos del azabache.
-baa-chan!!!se desmayó en el estudio…-interrumpió el de aspecto zorruno entrando seguido del Uchiha menor.
-no, no se qué paso, solo se desmayó y no logramos hacer que despierte- respondió Itachi intentando parecer calmado pero su voz temblorosa delataba su estado.
Vio llagar a una chica de cabello corto con una camilla, se sintió libre del peso sobre sus extremidades y escucho el rechinar de la ruedas al mover el mueble por el corredor con prisa, Sasori tomo su mano y en su estupor se sintió jalado hasta tomar asiento en una pequeña banca en la sala de esperas.
Los minutos pasaron, hacía tiempo que su mente se había desconectado, estaba cansado, preocupado, y un enorme sueño le invadía, sabía que no había estado más de un par de horas acompañado del pelirrojo y los menores pero tenía ya muchas noches sin poder descansar adecuadamente, aun cuando se negara a aceptarlo el ver el estado del rubio no lo dejaba tranquilo un solo segundo del día.
Por fin unos pasos se escucharon, volvieron su atención al final del corredor donde Tsunade volvía con una ligera sonrisa en su rostro y aunque esto lo tranquilizó un poco no puedo evitar abalanzarse hacia ella en busca de respuestas.
-como está?
-ya está consciente, solo tuvo una baja de presión, no te diré que no fue nada ya que si no se cuida eso puede ser peligroso- le reprendió- pero estará bien, solo debe tomar vitaminas y descansar, respecto a su estado…
-como que su estado?- interrumpió el fotógrafo- no acaba de decir que está bien?
La rubia los miro sorprendida, hacia días que había hablado con Deidara, acaso no les había comentado nada?, suspiro con pesadez al ver el rostro contrariado de los muchachos frente a ella, sería mejor que tomara asiento, tenía una larga platica por delante.