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Ciclo por pasion oscura

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Notas del fanfic:

Estos personajes no me pertenecen, sino que son cración de Kazue Kato

-Hoy hablaremos de los ciclos de los demonios- anunció tranquilamente Yukio Okumura con su tan acostumbrada voz profunda e impasible, totalmente ajena al desorden que se efectuaba en su hora de clase.

Inmediatamente los revoltosos- que no eran otros que su hermano mellizo Rin y su compañero Ryuji Suguro- callaron y el de lentes pudo retomar lo que venía diciendo.

-¿Alguien puede decirme que es el “ciclo” de un demonio?

Como siempre, Izumo Kamiki, la estudiante más aplicada de todos los aprendices a exorcistas, levantó la mano. Yukio le otorgo el permiso de hablar con un gesto de su mano.

-El “ciclo” de un demonio es la forma de denominar un cierto período de tiempo de un demonio en el que este sucumbe a sus deseos irremediablemente. Es un período en el que el demonio solo puede pensar en sus deseos y olvida todo lo demás.

-Es correcto, Izumo, sin embargo incompleto. Un ciclo, si bien es lo que has expresado, es mucho más complejo. Para empezar esta estrechamente ligado al nivel del demonio ya que es la categoría que posea el susodicho la que decidirá la duración del ciclo y la naturaleza del capricho.

>Los de niveles más bajos tienen deseos superfluos, como robar objetos brillantes para acumular lo que denominan “botín”  o ocultar objetos valiosos para los humanos en lugares en los que probablemente nunca se los pueda encontrar de nueva cuenta (esto dio origen a las leyendas de los duendes, pero eso nos desviaría de nuestro objetivo.) El lapso que dura sus caprichos son de entre dos a tres días.

>Los ciclos de los demonios de alto nivel suelen durar aproximadamente cinco días o una semana. Sus deseos, por más que sean simples, son más macabros y van desde la satisfacción de matar, de derramar sangre a la satisfacción de la carne. Los que tienen apariencia de animales o amorfa, suelen ser gobernados por deseos de la primera naturaleza; mientras que los que más se asemejan al aspecto humano, son gobernados por el segundo deseo.

-Cuando se refiere a “la satisfacción de la carne”- pregunto Renzo Shima, el siempre pervertido muchacho pelirosado, quien poseía un intenso sonrojo en sus mejillas- Se refiere… a ya sabe… ¿sexo?

-Precisamente. En ese período de tiempo, el o la demonio olvidan por completo su orientación sexual y solo piensan en satisfacer su deseo, ya sea con un hombre o con una mujer.

Un silencio incómodo se apodero de la sala, pero aún con mayor intensidad en Rin Okumura. Su rostro no podía revelar más sonrojo. Aquel tema era más importante para él que para el resto de la clase, puesto que la mitad de su sangre era de Satán, y por lo tanto él era un demonio con forma humana. Intentando controlar su voz, preguntó:

-¿Cada cuanto es el ciclo de un demonio?

-Ahí también depende del rango de la criatura. Los de bajo nivel son afectados por el ciclo una vez por mes. Los de alto nivel parecidos a animales o de forma amorfa, son afectados dos veces por año, sin una fecha específica. Los de alto nivel semejantes a humanos deben padecer el ciclo cada tres meses.

Rin sintió como su percepción de su entorno se volvía borrosa. Sexo. ¿Iba a sentir deseos de sexo, sin importar que el otro fuera un hombre? Era impensable. El sabía que le gustaban las mujeres pero, según Yukio, los demonios olvidaban su orientación sexual. ¿Eso significaba que podía hacerlo hasta con su hermano menor? No quería, no podía. Y, si por si su posible futura homosexualidad no fuera demasiado impactante, estaba la cuestión de que perdería su virginidad. Si bien no era un tema muy importante para muchos chicos, él veía su virginidad como algo especial a la que regalar a la persona correcta, no algo que se pudiera perder con tanta facilidad sin ton ni son, sin sentir amor hacia la persona que le estaba otorgando lo que él consideraba algo valioso.

-Por supuesto, los demonios más poderosos pueden controlar sus deseos y pueden conservar su conciencia mientras pasa ese lapso. No obstante, no pueden dejar de satisfacer el capricho por lo menos una vez por ciclo.

Al escuchar lo último, un suspiro de alivio amenazo con salir de los labios del ojiazul. Había, al parecer, una forma de ahorrarse la vergonzosa necesidad de tener relaciones con una persona. Podía salvar su virginidad.

-Cuando finaliza un ciclo- siguió explicando el de lentes- el demonio se encuentra más débil, como desorientado…

Pero Rin ya no estaba prestando atención a Yukio, solo esperaba a que aquella clase acabara para poder preguntarle a su hermano menor cómo controlar sus futuros deseos.

 

Toco el timbre y todos se retiraron del aula a excepción de los dos hermanos Okumura.

-¿Cuántas dudas tienes, Rin?- dijo el menor de los hermanos.

-Sólo dos. ¿Cuándo tendré mi primer ciclo? y ¿Cómo puedo evitarlo?

-No te puedo decir una fecha exacta, sin embargo, ya que han pasado tres meses desde la primera vez que liberaste tus llamas azules, supongo que estarás muy cerca de tenerlo.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal del mayor.

-En cuanto a cómo puedes evitarlo… no tengo la menor idea.-continuo Yukio para desesperación de Rin. Pero, antes de que éste se le abalanzara encima para golpearlo, agregó- No obstante, le puedes preguntar a Mephisto.

-¿A Mephisto?- preguntó extrañado el joven ojiazul, desertando de su plan de acabar con su pequeño hermano.

-Sí. Él también es un demonio y debe de saber cómo controlarse. Pregúntale a él.

-¡Muchas gracias, Yukio!- le gritó Rin mientras se alejaba a toda velocidad en busca del extraño director del colegio Verdadera Cruz.

 

Encontró al susodicho en su oficina, mirando por el amplio ventanal mientras sostenía un embace de ramen instantáneo vacío en una mano.

-Rin Okumura… que sorpresa tenerte por los alrededores- dijo el pelivioleta entre serio, sorprendido y divertido.

-Yo…- calló por un momento. Había ido sin dudarlo a la oficina del excéntrico director en busca de soluciones sin pensar en lo bochornoso que eso podría llegar a ser. Sin embargo, el pensamiento de tirar por la borda su virginidad fue más fuerte que su vergüenza- Quisiera saber cómo haces para controlarte en la época del ciclo.

La sorpresa  se manifestó en la cara del mayor de los demonios y no tardo en que el susodicho empezase a reír descontroladamente. Tanta fue la risa, que pronto se vio tendido en el suelo con la silla caída a su lado.

-me duele.. ahahha.. me duele… jajahahajaja…ahhhhhh- Mephisto, después de recuperarse relativamente de su ataque de hilaridad –pues todavía algunas convulsiones de risa le recorrían - y de secarse las lágrimas, pudo responder la respuesta del joven estudiante a exorcista- Pues, yo no me control del todo. Tengo el suficiente autocontrol como para decidir a quién me llevo a la cama, no obstante, ahí queda ese dominio sobre mi persona. Por lo general dejo que mi ciclo se cumpla en toda medida pues, y esto es algo que solo lo saben los demonios, cuando uno se retiene en un ciclo, en el siguiente la sed de carne, como es nuestro caso, se hace más intenso. Es allí cuando somos más peligrosos, tanto como para los demás como para nosotros mismos, porque nos es casi imposible controlarnos y terminamos dañando el doble de personas que un ciclo común. Por ello, no te recomiendo controlarte, Rin Okumura.

La desesperación era palpable en el menor de los demonios. Sentía como las palabras de Mephisto iban clavándose hondamente en su memoria y como las mismas aumentaban la exasperación de la impotencia. Aquellos sentimientos se acumularon en el corazón de Rin a una velocidad de vértigo, oprimiéndolo hasta que no pudo contenerse:

-¡Pero yo no quiero acostarme con el primero que se cruce! ¡No quiero entregar mi virginidad a alguien que no ame!- grito. Los ojos oliva del mayor observaron atentamente al de ojos azules, evaluándolo y sopesando la expresión que las ventanas del alma le ofrecían.

-Está bien.- suspiro el de extraño atuendo a la vez que se paraba y recogía la silla para luego sentarse en ella.- El control de uno mismo durante el ciclo es y no es fácil. Es fácil porque lo único que hay que hacer es recurrir a la fuerza de voluntad; y es difícil por la misma razón. Pero, cuando sientas que tus fuerzas flanquean y no te creas capaz de retener tus deseos por más tiempo, haz lo que todos los adolescentes de tu edad hacen: mastúrbate.

Aquella respuesta, dicha de manera tan ligera y tan simple, dejo descolocado a Rin quien, como mínimo, esperaba toda una operación que implicase sellos y oraciones.

-¿Eso es todo? Sólo.... ¿sólo debo masturbarme?

-Todo una ciencia, ¿verdad?- contesto jocoso el mayor. Luego, con sorprendente rapidez, paso de su estado alegre a uno serio. Poso sus codos sobre la mesa, y entrelazo los dedos de sus manos para luego apoyar la cabeza en ellos y mirar fijamente al menor con sus profundos ojos oliva- Una última cosa: avísame cuando sientas que el ciclo se acerque. Normalmente el primer ciclo es el más fuerte y el más difícil de contener; además, siendo tú el hijo de Satán no sé con qué intensidad te afectará.

-S-sí.-respondió el menor, un poco desconcertado por el repentino cambio de ánimo.

-Ahora retírate.

Sin dudarlo, siguió las órdenes del director. Con cada paso que deba sentía que el peso que se había alojado en su corazón se dispersaba lenta pera constantemente. “Es una solución tan simple… tan simple que causa gracia”, pensaba para sí Rin mientras caminaba por los desolados pasillos de la escuela Verdadera Cruz y tarareaba tímidamente una melodía que últimamente no podía despegarse.


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