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Infidelidad por MekuMec

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Notas del fanfic:

¡No me maten! Juro que subire la version 2Min, pero mas o menos dentro de una semana, ya que con el inicio del insti se me atrofia el cerebro y no puedo pensar bien xDU Como este ya lo tenia escrito y si que habian un par de peticiones, pues comenzare a subirlo~

Notas del capitulo:

¿Que decir? Se me estropeo el teclado y no puedo poner acentos! D: Vaya por dios... Aun asi el cap uno esta bien, sin faltas dañinas a los ojos (?)

 

Disfruten~

 

 

Capitulo 1

~Infiel~

 

Ser infiel sin lugar a dudas puede resultar doloroso, pero cuando nadie tiene que saber nada, cuando ninguno de los seres con los que juegas saben nada, cuando todo parece un juego divertido donde eres el rey y controlas a tus peones, ahí es cuando ser infiel se vuelve un grandioso parque de atracciones, donde te diviertes, donde todo es perfecto.

 

Aquella era una de las tardes en las que ya todo el mundo había salido del instituto, menos un par de jovenes escondidos en el viejo almacen. Las manos del alto sujetaban a un Key aprisionado contra la pared, moviendo sus caderas a un ritmo rudo, rápido, bruto. Key hundía su rostro en la curva del cuello de Minho, aferrando fuertemente su camisa tratando de acallar sus gemidos; sentía que se le salía el alma.

 

-E-eres muy bruto... - Murmuró, pero le gustaba, no quería aceptar que era todo un masoquista.

 

Los labios de Minho se reencontraron con los de Key, para que este no protestara más. Apenas bastaron unos minutos para que Minho se viniera en el interior de Key y este sobre su abdomen. Jadeantes, perlados por el sudor del momento. Todo era tan perfecto.

 

Un beso de despedida y cada uno tomaba su camino, conforme Key llegaba a casa, Jonghyun esperaba frente a su puerta.

 

-¿Hoy saliste más tarde? - Preguntó el mayor, Key asintió, abriendo la puerta de casa y empujando al otro lentamente a su interior, fundiendo sus labios en un pasional beso sin siquiera decir palabra. Lentamente, entre besos y caricias llegaban a la habitación, Key se despojaba de su camisa y casi al instante quitaba la de Jonghyun.

 

-Tenía ganas de verte... - Susurró sensualmente, fué empujado hasta caer sobre la cama, cuando los labios de Jonghyun se reencontraron con su cuello hubieron unos segundos de inmovilidad.

 

-¿Y este chupetón? - Se alejó lentamente lo justo para encararle, clavando su mirada en los tranquilos ojos de Key.

 

-Me lo hiciste ayer, ¿no recuerdas? - Sonrió convencido, Jonghyun titubeó unos instantes para luego corresponder con una leve sonrisa y acercarse de nuevo a su cuello.

 

-Está bien... -Susurró mordiendo suavemente su piel, mientras las manos del menor recorrían cada rincón de su abdomen en delicadas y lujuriosas caricias.

 

Y así todos los días. ¿Cuánto tiempo llevaba haciendo eso? No lo sabía, solo sabia que día tras día, en el instituto se encontraría con Minho de un curso superior en los descansos y a final de clase, y que al salir, llegando a su casa, le esperaría Jonghyun, el guitarrista y cantante de una banda callejera. Por su mente solo pasaban retorcidas escusas, que con una tierna sonrisa y una infantil mirada podían colar perfectamente en el corazón de cada uno.

 

A la mañana siguiente despertó como normalmente lo hacia, siendo abrazado por un fuerte y musculado brazo. Se volteó lentamente, Jonghyun dormía a escasos centimetros de su rostro; sonrió tranquilamente y desprendiendose de su brazo se levantó, comenzando a vestirse. El ruido terminó despertando al que aún dormía.

 

-¿Ya te levantas? Pero si es sábado... - Murmuró adormilado, reincorporandose mientras bostezaba, Key terminó de ponerse aquella camisa gris de mangas largas, que llegaba a taparle los nudillos.

 

-Pero hoy tengo cosas que hacer. - Efectivamente, había quedado con Minho para ir a tomar algo.

 

-¿Qué cosas? - Protestó Jonghyun, al tiempo que Key le lanzaba su ropa desperdigada por el suelo. En eso comenzó a sonar el movil sobre la mesita, Key trató de aparentar calmado, cogiendola con una perfectamente fingida mueca de molestia; era Minho.

 

-¿Sí? Ah, sí... Sí, ¿entonces vendrás? Está bien... - Colgó, Minho vendría a recogerle. - Date prisa, viene mi padre, si te pilla aquí me degollará.

 

Trató de aparentar asustado, Jonghyun abrió de par en par los ojos y comenzó a vestirse apuradamente. Un beso de despedida y Jonghyun salió tan disimuladamente como pudo de su casa, sin caer en cuenta aún de que Key era huérfano. Apenas minutos más tarde, Minho se presentaba en la puerta de casa.

 

-Key~ ¿Dónde estás? - Se aventuró en el interior, la puerta estaba medio abierta.

 

-Ya voy, ya voy~ - Se el oía desde la cocina, tambien el agua del fregadero caer, choques leves entre platos, cubiertos y vasos. Minho se adentró en la cocina, Key fregaba apuradamente con un delantal de conejitos rosas y beiges.

 

-¿Cenaste con alguien? - Key asintió, Minho enseguida enarcó una ceja exigiendo una explicación, pues le había rechazado cenar con él el día anterior.

 

-Vino una amiga desde Italia, hoy volvía a irse. - Sonrió tranquilamente, Minho simplemente le devolvió la sonrisa y rodeó la cintura de la diva levemente, mientras este apuradamente se secaba las manos cerrándo el grifo y se desprendía de su delantal. - ¿Vamos?

 

Se volteó encarando a Minho, quien fundió sus labios en un tranquilo beso, mordiendo delicadamente su labio inferior.

 

-Sabes distinto que ayer. - Murmuró, separándose lo justo para apreciar aquellos ojos que tanto le perdian.

 

-Me puse vaselina labial, tengo los labios agrietados por el frío. - Sonrió, volviendo a besar los labios de Minho en un fugaz beso, tan fugaz que ninguno de los dos pareció realemnte disfrutarlo. - Anda, vamonos ya.

 

Apenas minutos después ya estaban los dos sentados en una cafetería, junto al inmenso ventanal, degustando ambos un batido de fresa inmenso con dos pajitas; bebiendo los dos del mismo vaso.

 

-¿Luego te gustaría ir al cine? - Key alzó la vista, relamiendose los labios con un amplio suspiro, desviando la mirada “apenado” hacia el ventanal.

 

-Esta noche hice planes, tengo cena familiar. - Murmuró haciendo un leve y adorable puchero, que a ojos de Minho era lo más inocente del mundo. - Podemos ir mañana.

 

-Claro... - Sonrió embobado observándo como Key volvía a beber del batido. Salió de su trance a los pocos segundos, parpadeando mientras sacudía la cabeza, bebiendo él tambien del batido. - Eres una persona ocupada, ¿eh? - Bromeó.

 

-Ni te imaginas que estres llevo, me gustaría que mi agenda de contactos estuviese más vacia. - Rió levemente, Minho apenas podía embobarse con él. - Siempre intento sacarte un hueco... - Susurró mordiendose el labio inferior, Minho en aquel momento habría tomado su rostro, habría besado sus labios y se lo habría llevado al baño público, pero no era el momento.

 

-Me siento afortunado. - Pensó en voz alta, acabandose sin darse cuenta el batido, dejándo a un boquiabierto Key.

 

-¡Eh! ¡No es justo! ¡Yo apenas lo probé! - Infló los mofletes fingiendo un berrinche infantil. - Comprame uno para mi~ - Se cruzó de brazos frunciendo el ceño. Minho rió.

 

-Esta bien, esta bien. - Y pidió uno más, algo más pequeño, Key lo cogió conforme llegó y lo engulló a asombrosa rapidez.

 

Salir de la cafetería y un beso de despedida con sabor a fresa. Cada uno tomó una calle diferente. Key simplemente esperó a que cayese la noche, cambiando de ropa a unos pantalones ajustados, una camisa de tirantes y un chaleco bastante holgado y claro, desabrochado. Alborotarse su pelo castaño oscuro con dos mechas notables, una roja y otra verde, así lo llevaba desde hacía un tiempo. Salió de casa y se dirigió al único lugar que tenía planes aquella noche, la discoteca a dos manzanas de su casa.

 

Luces, música alta, algarabio, alcohol. No era el sitio preferido de Key, pero se podía transformar si ahí había una persona que le llevaba interesando desde hacía un tiempo. Solía estar en la barra, y no rompía su tradición. Key se acercó abriendose paso entre la gente, colocando ambas manos sobre su hombro repentinamente.

 

-¡Bu! - El hombre dió un pequeño respingo sobre el taburete, volteandose. -

 

-¡Me has asustado! Ya podrías saludarme con normalidad. - Protestó, dándole un trago a su bebida, Key se sentó en el taburete de al lado, mirándo hacia él con un brazo sobre la barra. Pidió una bebida y volvió su vista hacia aquel chico.

 

-¿Que tal, Onew? El domingo pasado no apareciste. - Llegó su bebida, le dió un trago.

 

-Te he dicho mil veces que me llames Jinki. - Resopló. - Estube con mi novia, se queja de que venga a estos lugares ya que no le gustan. - Aunque una presión se creó en el pecho de Key, su mente comenzó a trabajar, examinandolo de pies a cabeza.

 

-¿Tienes novia? No sabía de ello. - Jinki asintió lentamente con la cabeza con cara de molestia - Debe ser pesada... ¿Por que no la dejas? - Su voz había sido demasiado insinuante, el mayor se volteó hacia Key, permaneciendo unos segundos en silencio.

 

-Será pesada, pero no.. No es como para dejarla. - Key torció el labio disconforme, pidiendo otra bebida para Jinki, pues ya se había acabado la suya. Por su cabeza no pasaba la idea de invitarle amablemente, si no emborracharle para “sacar” algo de él.

 

-Bueno, el amor también se acaba. - Le dió un trago a su bebida, Jinki de nuevo se quedó mirando se reojo a la diva. - A veces la gente no se da cuenta de cuando...

 

-¿Alguna vez te has enamorado? - Key rodó la mirada encogiendose de hombros, con un insinuante “quien sabe” cuando la respuesta era un claro No, pero nadie tenía por que saberlo ¿verdad?

 

Bastaron unas copas más, Key permanecía impasible ante el acohol mientras que Jinki que llevaba unas copas de más ya comenzaba a notarlo, pero... Key no podía estar toda la noche haciendole tragar, su monedero tambien tenía un fin. La mano del pequeño aferró el brazo de Jinki, tirando de él levemente.

 

-Acompañame. - Se levantó resignado, siendo básicamente arrastrado por el otro, se iban alejando del centro de la discoteca, apenas se oía la música fuertemente a lo lejos ya, aquel edificio era enorme.

 

-¿A donde me llevas? - Abrió una puerta, entró y la entornó tras de si, apenas había luz entrando por la ventana de la calle más la que entraba por la franja de la puerta; no necesitaban más. - ¿Key?

 

-Calla... - Susurró poniendo ambas manos sobre su pecho, empujandolo suavemente hasta chocar contra la pared, sus labios se juntaron con los del mayor, quien rápidamente tomó sus hombros y lo apartó. ¿Acaso no estaba suficientemente borracho?

 

-¿Q-qué haces? - Parecía sonrojado, Key sonrió de medio lado tomando su rostro y obligandole así a besarle. Forzado, parecía no terminar de convencerle la idea a Jinki, quien nada más Key se separó apretó los labios.

 

-¿Acaso no te gusto? - Susurró, besándo esta vez su cuello, humedeciendolo con la punta de la lengua.

 

-Tan solo... Sé como eres. - Key paró, parpadeó un par de veces y se separó, exigiendo con la mirada una explicación a aquellas palabras. - Te he visto besarte con demasiados hombres en una misma semana.

 

Reinó el silencio. ¿Le había visto? ¿Cómo? ¿Cuándo? Key tan solo podía lograr verle en los fines de semana, en la discoteca, sin embargo, ¿él le veia entre semana? Tragó saliva, si se le ocurría decirle algo a algunos se podría derrumbar todo pero... No, Jinki no era así. Sonrió tranquilamente.

 

-¿Y qué pasa con eso? No te estoy pidiendo nada serio, siemple podemos ser amigos con derecho a roce. - Estaba apunto de volver a besar sus labios cuando notó el dedo índice del otro sobre sus labios, prohibiendole así el beso que tanto deseaba dar en aquel momento.

 

-No tengo amigos de ese tipo. - No dijo más, se apartó abriendo la puerta y se fué, dejándo a un Key completamente irritado; no había conseguido su propósito de ligue de una noche, y eso le enrabietaba como nunca.

Notas finales:

Bu~ ¿Que les parecio? owo Aunque esto apenas es una especie de intro uwuU

Aun asi, espero sus reviews *3*

¡Juro que subire el 2Min de Por que tu! D: ¡Lo juro!


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